sábado, 30 de enero de 2021


Las pandemias del 2021

Luis García Planchart

 

“La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla

Gabriel García Márquez

 

Creo que el año 2021 arrancó con los peores augurios.

La recesión es la perspectiva económica para la mayoría de las potencias, a excepción de China Comunista. Para la mayoría de la población económicamente activa, el desempleo.

En países en desarrollo como México –me pregunto, ¿algún día se desarrollará– resulta aún peor. Su mayor ingreso, que era el turismo, prevé una baja del 48% para el presente año, ya que el destino se ha convertido en una marca radioactiva, al superar México a la India en muertes ocasionadas por el coronavirus. Además, la masacre de migrantes centroamericanos a manos de los cárteles de la droga sigue campante en Tamaulipas, sin que el gobierno de AMLO haya podido ponerle freno, como había prometido en su campaña electoral.

 

Los alcaldes tramposos de España


Pot si fuera poco, la pandemia ha impuesto a la humanidad la zanganería y tramposería como normas de conducta. En España, por ejemplo, el alto mando militar, los alcaldes y sus allegados, rompieron los protocolos y se distribuyeron en rebatiña las primeras dosis de las vacunas, mandando a  la mierda a los viejitos de los gerontológicos que mueren como moscas.

En EEUU se discute darle a cada ciudadano un mantengo de US$ 1,000 mensuales, si no quiere trabajar y opta por quedarse en casa, enterrando así el espíritu innovador y emprendedor característicos del sueño americano.

No quiero hablar de Venezuela, porque lo que aquí ha sucedido no tiene nombre ni parangón, y mi patria la convirtieron los narcomunistas en el mísero peón de un ajedrez que nadie quiere mover, y mucho menos los nuevos investidos en la administración estadounidense.

Por eso, quiero referirme a tres grandes males que arrastramos del ayer, en pequeños capítulos.

El terrorismo mediático, al mayor y al  detal

Desde los tiempo de Joseph Putlizer y William Randolph Hearst se descubrió que para vender periódicos,  había que aterrorizar a los lectores potenciales. Sí, amigo seguidor, no lo creas, ambos inventaron el sensacionalismo o amarillismo periodístico, compitiendo a sangre y fuego para conquistar lectores. Y se apoyaron para lograrlo, además de la tecnología, en las mejores plumas del país, como Mark Twain, John Steinbeck y Ernst Hemingway, a quienes convirtieron en reporteros de sucesos.

Esta habilidad de inventar y difundir pánico colectivo, a escala global, originó una simbiosis entre los dueños de los medios y los políticos, quienes se han venido aprovechando del terrorismo mediático para sus propios e inconfesables fines

La Bomba H

En tiempos de la Guerra Fría, varias generaciones fueron aterrorizadas por la visión apocalíptica de un planeta destruido por explosiones nucleares. A tal grado llegó el terror que se construyeron refugios soterrados y antiatómicos en muchos países, y hasta ciudades enteras en forma de catacumbas.

Una amiga mía que visitó varias  veces la China de Mao, contempló con sus propios ojos parte de estas instalaciones, que contaban con todos los servicios y almacenaban agua, alimentos y medicinas hasta para 30 millones de personas, según le dijeron.

En su caso, sus acompañantes creían que quienes lanzarían los misiles atómicos les bombardearían serían los soviéticos y no los yanquis, Personalmente, a mediados de la década de los sesenta del siglo pasado, visité edificaciones parecidas en Copenhague y Estocolmo,. Aunque no he vuelto a verlas, tengo entendido que hoy se usan como gigantescos shopping centers.

El cambio climático y el efecto invernadero

Al agotarse el tema de la destrucción global por la fisión del átomo, los políticos y los dueños de los medios clamaban por un issue que lo sustituyera. Razón por la cual les vino de perlas el cambio climático de la Tierra y el efecto invernadero.

Un buen amigo, ingeniero ambientalista, trabaja en una de las empresas lácteas más grandes de Suramérica. Dirige un proyecto para lanzar y relanzar productos “carbón cero”, ya que los pedos de los rebaños vacunos –que constituyen la materia prima de su compañía– han sido demonizados por los veganos y vegetarianos  como causantes de “gran parte del calentamiento global”. Lo de las vacas pedorras sería risible, si los medios no les brindaran los espacios que les brindan.

Tampoco nada de chistoso tiene que el presidente Biden regrese al protocolo de París, condenando a muerte a las plataformas petroleras de Alaska y el fracking en el resto del país, decisión que volverá a dejar a EEUU a merced del crudo del Medio Oriente.

Lo cierto sobre el cambio climático y el efecto invernadero es que nada tiene que ver con lo que allí se dice, pero sí con lo que no se sabe.

El grupo de trabajo que apoya al ambientalista estima que la incidencia de todos los factores contaminantes de la atmósfera no supera al 4%. Otros estudios lo llevan a un máximo de 3 a 5%.

Hay  cifras dramáticas al respecto que obtuve de la NASA: en 20 años de estudios sobre la temperatura ambiente de Manhattan y Albany –dos núcleos urbanos ubicados en  la misma provincia y latitud– concluyeron en que en el centro de la ciudad de Nueva York la temperatura subió 2º grados Celsius.

Pero la explicación no está en el CO2 que genera el consumo de combustibles fósiles para el transporte y la climatización, sino en el incremento poblacional, de 5 a más de 10 millones de habitantes en dicho período, y se procede de los 37 grados Celsius en promedio con que tan numeroso grupo calienta sus cuerpos.

La verdad verdadera es que la Tierra atraviesa por un período de calentamiento, propio de su naturaleza, que ha sucedido antes y que será precedido por enfriamiento, sobre el cual  poco podemos hacer los mortales para evitarlo.

La histeria pandémica

Al lado del terrorismo mediático al pormayor, existe una venta al detal. Me refiero a de la histeria global creada por los políticos, los dueños de medios y los unicornios del dinero para dominar el mundo. El objetivo es lograr que la hentera doble su testuz, como sucede con el toro de lidia cuando, finalmente, se entrega a la degollina del torero.

En el caso de la humanidad, no se trata de una muerte real, sino  moral o ética,  que la obliga  a renunciar a besarse, abrazarse, darse la mano, que le  ha cerrado los conciertos, los estadios, los viajes. Y todo para seguir jodiéndo con la promesa de unas vacunas que están apareciendo de a poquito, en medio de un caos indescriptible.

Ivermectina versus vacunas

La aparición del covid/19 motivó la búsqueda de opciones entre los medicamentos ya existentes,  y así sucedió con la Ivermectina.

Se trata de producto de amplio espectro, alta eficacia y gran seguridad, que se le ja aplicado a más de 2 mil millones de personas en el mundo entero.

Se ha demostrado que tiene efecto inhibitorio en el ingreso al núcleo y en la replicación viral de los virus VIH-1, DENV2 y otros Flavivirus, los cuales causan numerosas enfermedades en animales y humanos, como la fiebre amarilla, el dengue y la Zika..

En Perú, la Ivermectina ha sido ampliamente utilizada para tratar las fases tempranas del covid/19. Al comparar 704 pacientes hospitalizados que recibieron Ivermectina (150 gm/por kg) se encontró que, aquellos con  respiradores fallecían en menor porcentaje tras ser tratados con este medicamento. Y, para el resto de losa pacientes, la mortalidad general fue menor en todos los casos (1,4%) que en los que no lo recibieron (8,5%). La Ivermectina no sólo tuvo en los enfermos un efecto antiinflamatorio a nivel sistémico, sino también en el tejido pulmonar.

                                              

En Venezuela, el doctor Ludwig Moreno (@NOmasCNE) ha prescrito el tratamiento completo para los infectados y para quienes quieren prevenir el contagio porque están en riesgo máximo.

En Honduras, la Mesa Multisectorial para la Apertura Económica y Social pidió la semana pasada al gobierno que permitiera el “uso voluntario de la Ivermectina para combatir el covid/19”.

Entonces, ¿por qué no se ha generalizado su uso?

Es la pregunta de los 64 mil dólares, en realidad, de los miles de millones de dólares. La Ivermectina es un medicamento barato, que se presenta en versiones genéricas y  de libre venta.

Frente al despelote que hay en el mundial sobre el uso y precio de mascarillas, la distribución  de las vacunas y lo costoso y complicado de  esta logística, un producto como la Ivermectina les echaría a perder los negocios a los unicornios que controlan al mundo.

A fines de junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que los resultados sobre la eficacia de la Ivermectina en laboratorio no habían sido estadísticamente suficientes para probar que dicho preparado sería beneficioso clínicamente hablando .

En octubre próximo pasado, el gobierno peruano retiró una serie de medicamentos, entre los que figuran la Hidroxicloroquina y la Ivermectina.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) –cuestionada por su actuación sobre el  control de la pandemia en China– y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) –vinculada estrechamente a los oligopolios farmacológicos globales– desaconsejan el uso de la Ivermectina contra el coronavirus, aduciendo la necesidad de más pruebas para prevenir o tratar al covid/10–.

 ¿Y por qué decírselo a uno, si EEUU está lleno de enfermos de covid/19? ¡Hagan las pruebas, pues!

Las redes des–informáticas y las nubes

En tiempo pasado decir que “todo está en las nubes”,  implicaba el alto costo precio de algunas mercancías.

Hoy tiene un significado siniestro, pues las nubes son espacios abstractos donde la gente, los gobiernos y las instituciones entregan su más preciado haber, la privacidad, con la mayor ingenuidad, sin apercibirse de que, al hacerlo, les estan vendiendo sus almas al  Diablo. 

 

  Robert Maxwell, el ladrón de tu intimidad

 

El mecanismo mediante el cual múltiple información sobre individuos  es compilada y vinculada a grupos de presión procede de un software que Robert Maxwell, el más polémico magnate de la prensa británica, le vendió a los organismos de seguridad del mundo entero, entre ellos al Mossad.

Al parecer, Maxwell le hurtó el programa a una pareja que desarrollaba infotecnología en Palo Alto. En principio, servía para detectar los hábitos sospechosos de terrorismo, y, partiendo de ellos, por inducción y deducción, se trazaban perfiles completos sobre personalidad, actitud, preferencias, deseos, expectativas. Esto permitía un seguimiento completo al sujeto, estuviese donde estuviera, y echarle mano o ajusticiarlo en el momento preciso.

Maxwell murió ahogado en el Atlántico, en 1993.

Su cuerpo fue hallado a primeras a 27 millas de la Gran Canaria, tras ocho horas de búsqueda. Se atribuyó su muerte al Mossad, ya que –aunque fue enterrado con honores en el Campo de David­– corrió el rumor  que Maxwell había intentado chantajear a la banca israelita para que le facilitaran enormes préstamos, amenazándola con revelar que había dejado una ”puerta abierta” en su software para que el Mossad examinara a sus anchas los archivos de la inteligencia global, incluyendo a la CIA y la KGB.

Con el tiempo, el programa de Maxwell se popularizó, y se convirtió en un estándar de las encuestadoras, para ser usadas con fines mercadotécnicos y políticos. Versiones avanzadas del dicho software se han empleado en lo que va de siglo, prácticamente, en todas las elecciones de Europa y EEUU, a fin de mandarle mensajes “hechos a la medida” para los votantes. Las famosas filtraciones de WikiLeaks también vienen de allí.

De las nubes hoy obtienen información varios delincuentes: hackers, estafadores, creadores de fake news. Cada cierto tiempo los sistemas operativos de las computadoras y los celulares anuncian que sus nubes están cargadas, y  piden que se compre más espacios.

Por su parte, las redes sociales y hasta las páginas Web que se abren envían cuestionarios, con preguntas aparentemente inocentes. Cada respuesta que se responde es un peñasco que se lanza contra la privacidad, y que, manejada de manera aviesa, permite que a cualquiera se le pueda chantajear o manipular por sus debilidades y secretos.

Por eso, cada vez que a mí me anuncian que “la nube está llena”, pienso–: “¡Que se reviente!”–; boto a la basura los archivos que no me interesan, y guardo en CD y DVD los que considero útiles.

Por eso, a mi parecer, considero que el coronavirus es sólo una de las pandemias que toca afrontar  en el 2021. Las otras son los mitos sobre el calentamiento global y el robo a nuestra privacidad.

Fotos: Cortesía de  El Mindo.es

 

 


jueves, 14 de enero de 2021

Debemos culminar el viaje de Cristóbal Colón

Luis García Planchart


Pelosi, Schwarzenegger y Trump en el diván del psiquiatra


En un supuesto llamado a la unidad, tras el asedio del Capitolio de Estados Unidos, el exgobernador de California Arnold Schwarzenegger dijo que a Donald Trump se le recordará como el peor presidente de la historia de Estados Unidos, e instó a los estadounidenses apoyar incondicionalmente a Joe Biden.

Arnold Schwarzenegger, protagonista estelar de “Terminator”, dio sus declaraciones sobre los disturbios del Capitolio Federal en CNN, comparándolos con los que vivió durante su infancia en Austria, después de la II Guerra Mundial, inculpando a Trump sobre lo ocurrido en el Capitolio.

Schwarzenegger es un viejo enemigo de Trump, y, en esta ocasión, habló de su niñez y cómo sus padres cayeron en mentiras y la propaganda nazi, comparándolas con los tuits del presidente. 

"Crecí en Austria, y sé bien lo que aconteció durante la Kristallnacht (Noche de los cristales rotos), –dijo Schwarzenegger refiriéndose al preludio del Holocausto Judío–. “Ocurrió en 1938, y lo desató el equivalente nazi de los Proud Boys. El miércoles fue el día de los de los cristales rotos en Estados Unidos ".

Para condimentar su relato, añadió–: “Mi niñez y parte de mi adolescencia las viví entre las ruinas de un país que perdió su democracia, rodeado de hombres destrozados que bebían para exculparse por su participación en el régimen más malvado de la historia. Nunca he compartido públicamente lo que voy a decir pues es un recuerdo extremadamente doloroso, pero mi padre volvía a casa borracho, una o dos veces por semana, y gritaba, nos pegaba y asustaba a mi madre… por eso creo que Trump será recordado como el peor presidente de la historia de Estados Unidos” 

Schwarzenegger olvidó que, al comenzar la guerra, Austria estuvo orgulloso del lugar de nacimiento de Hitler en Austria; y que, al finalizar ésta, Rusia la ocupó militarmente hasta 1955, sometiendo al país a toda clase de expoliaciones y privaciones, como también sucedió en la vecina Alemania.

La cacería de brujas en la Cámara de Representantes, impulsado por la reacción visceral de los demócratas a lo ocurrido el 6 de enero, le dio alas a Nancy Pelosi para lograr la aprobación de lo que la prensa europea llama el “impeachment exprés”. Pelosi aseveró, en «60 Minutes» de CBS, que le invocaría la Enmienda 25 «porque no sólo se desharía de Trump, sino que, asimismo, evitaría que Trump pudiera ser reelecto.”

Estos dos personajes concentran y expresan el odio opositor a Trump. La una, porque, pese a haberle declarado la guerra desde antes de que asumiera la presidencia, no pudo desbancarlo. El otro porque tampoco pudo llegar donde Trump llegó en el terreno político–mediático, y, su matrimonio de 25 años terminó con una doble cornamenta, la de su esposa María Shiver Kennedy con el estratega electoral Mathew Dowd, y la de él con la institutriz de sus hijos,

La fábula de los chicos buenos y los chicos malos



El magnicidio de JFK: Trump ordenó desclasificar los archivos del caso

Si hubiera algo parecido a lo que en España y Venezuela llaman “ley contra el odio”, a este par habría que aplicársela en EEUU. Porque, si a ver vamos, ¿qué tienen que ver las palizas de Schwarzenegger con el asalto al Capitolio Federal? ¿Y por qué Pelosi quiso defenestrar a Trump desde el comienzo de su mandato, si todas las decisiones ejecutivas las ha tomadi más absoluta legalidad?

No comparto las llamadas “leyes contra el odio”, porque considero al odio como la elaboración de dos sentimientos: el miedo y la rabia. Y a ningún ser humano puede prohibírsele odiar a otro, o expresarse con libertad para manifestarlo. Además, me parece una ridiculez supina convertir a CNN y a la casi totalidad de los medios estadounidenses en el consultorio de un psiquiatra, orientado a demostrar la demencia de Trumo.

La teoría de los medios es que todas las “fuerzas oscuras de EEUU” respaldaban a Trump, mientras que los “chicos buenos” a Biden. Resulta que  Trump no figuraba políticamente cuando las “fuerzas oscuras” liquidaron al Reverendo Martin Luther King, al líder negro Malcom X, al presidente John Kennedy y al Procurador General de la Nación Robert Kennedy. Y no fue hasta el año 2019, con el documental “JFK”, dirigido por Oliver Stone, cuando los “chicos buenos” permitieron que se arrojara alguna luz sobre estos crímenes monstruosos tapados hasta el presente milenio.

Como ya doy por ganada la guerra que Mao le declaró a EEUU en 1956, con la pandemia de covid/19 y la histeria mediática que le permitió ser la única nación del Primer Mundo en crecer exponencialmente en el 2020, y le hará posible superar a EEUU en el 2025 -ver mi anterior blog, del 1º. e enero¬–. E, igualmente, como estoy seguro que ningún cambio político bueno o positivo obtendrá Venezuela del encumbramiento de Joe Biden, quiero sugerirle a mis seguidores que, en vez de perder el tiempo con los gobiernos de Latinoamérica y la Unión Europea, que, al final, terminarán doblegándose ante el gigante chino, pasemos la página, miremos al sureste asiático y completemos el viaje del Almirante Cristóbal Colón.

Nos toca corregir los errores de Colón

Colón no planeó su viaje para llegar a un Nuevo Mundo, que no conocía o no le interesaba. Con los planos del almirante turco Piri Reis, que era el pirata turco más terrorífico del Mediterráneo, lo que quería el genovés era una ruta corta para llegar a la India, donde estaban las mercancías que España necesitaba para preservar su comida y vestir a su gente. Por buenos que fueran, los mapas de Reis eran imprecisos, no mostraban lo grande que era el globo terráqueo, ni lo vasto de su corteza. Colón, como buen marinero y genovés, no aspiraba a conquistar ni a colonizar, sino a negociar con los indios para vivir una vejez feliz al lado de su familia.

La India cuenta con el ejército más numeroso del mundo


Sukoi fabricado en la India, pa´que no lloren los pilotos de aquí

La India no es un “tigre de papel” al cual sólo le faltaría “un golpe de viento y lluvia para destruirlo”, como Mao Zedong describió a EEUU en 1956, sino la la democracia más poblada del mundo. Posee, según los expertos. entre 130 y 140 bombas de fisión y aviones con capacidadde portarlas, así como buques y submarinos con e plataformas de lanzamiento, como el “INS Arihant”. Pese a que el gobierno ha prometido no ser proactivo sino reactivo en el empleo de sus armas de destrucción masiva, se ha rehusado a firmar cualquier tratado que limite o disminuya su poderío ofensivo en esta área.

Además, tiene la 4ª. armada de aguas azules más poderosa del mundo, el mayor ejército del planeta –unos 3 millones de efectivos, 50% activos y el resto en la reserva–, y unos 150 mil combatientes al servicio de la Fuerza Aérea, a cargo de 2,000 aviones de combate, cuya nave insignia es el Sukoi  30MKI, fabricado por Hindustan Aeronautics Limited (HAL), situada en Bangalore, una de las mayores aerospaciales de Asia,  que diseña , elabora y ensambla aviones, helicóptero,  turborreactores, y componentes y piezas.

A raíz de la ignominiosa derrota que China le propinó en 1962m cuando invadió el país por la frontera tibetana, y de la guerra con Pakistán en 1965, India decidió que su mejor defensa era prepararse para el peor escenario, esperando que no se diera. Y lo logró.

Durante gran parte de su vida independiente, el gobierno parlamentario de India ha sido presidido por el partido político Congreso Nacional Indio (INC), fundado por los padres de la Patria.

Desde la década de los 50 del siglo pasado hasta la de los 80, la economía de la India siguió la moda socialera. Pero, en 1991, se dejó de eso y adoptó el libre mercado, privilegiando el comercio exterior y la apertura a la inversión extranjera.

Durante las primeras décadas del milenio, la economía tuvo un incremento interanual de su PIB de del 5,8 %, convirtiéndola en una de las economías mundiales de más rápido crecimiento. La  India cuenta con la  mano de obra bajo más grande del mundo, con 516 millones de trabajadores activos. En términos productivos, el sector agropecuario representa 28 % del PIB; el sector de servicio y la industria representan el 54 % y 18 %, respectivamente.

India tiene de sobra todo lo que Venezuela necesita




Gandhi: La revolución de las manos caídas

Algunos venezolanos conocen la India por "El libro de la selva" de Ruyard Kipling, otros por la revolución de las manos de caídas de Mathama Gandhi que logró su independencia, otros por la exquisita gastronomía de Sumito Estévez. Pero India tiene de sobra todo lo que los venezolanos necesitamos: algodón, arroz, aves de corral, azúcar, cabras, búfalos, trigo, yute, té, oleaginosas, ovejas papas, pescado y sus derivados procesados. 

A cambio, Venezuela puede enviarle petróleo, cuando expulsemos a los parásitos que cerraron las espitas de nuestros yacimientos, y comencemos a explotar la faja bituminosa del Orinoco con tecnología india, ¿por qué no?  

El PIB de la India asciende a 1,237 billones de dólares, lo que la hace la 12.ª economía más grande del mundo o cuarta más grande en términos de poder adquisitivo. A finales de la década de 2000, el crecimiento económico promedio de la India es de 7,5 % al año, aunque se piensa que durante la presente década crecerá al doble. 

Un informe de Goldman Sachs prevé que “desde el 2007 hasta 2020, el PIB per cápita de la India se cuadruplicará·, y que superará el de EEUU antes de 2050”. El Banco Mundial cree que las prioridades para el gobierno indio deben ser la reforma del sector público, la construcción de infraestructuras, el desarrollo agrícola y rural, las reformas en los estados más rezagados y la lucha contra las epidemias y endemias que azotan a los más necesitados.

De manera que, ¡basta de mirar al norte o al sur, donde nada se nos ha perdido! Miremos hacia el sureste siático, y culminemos el viaje que Colón inició hace poco más de medio milenio.


sábado, 9 de enero de 2021

 La guerra como una extensión de la economía por otros medios


Luis García Planchart


Apreciado seguidor… 


Agarre usted cualquier libro moderno de historia, y encuentre algún conflicto bélico, durante más de 5 milenios de civilización, que no haya sido causado por motivos económicos, No lo hay.

Aunque siempre se hayan  invocados valores éticos, morales y/o religiosos para entrar en guerra, intentando así justificar lo injustificable, es el valor de las mercancías es lo que motiva estas confrontaciones: la codicia de quienes quieren apoderarse de ellas y el temor de quienes las defienden. Una mercancía es cualquier objeto factible de ser comercializado o intercambiado en el mercado, y cuya característica principal es que satisface alguna necesidad del usuario o consumidor.

Las leyes del intercambio fueron enunciadas por Adam Smith y David Ricardo en sus tratados sobre Economía Política, a finales del Siglo XIV.

Pero aunque Economía Política y Macroeconomía son términos recientes, todo lo que la Humanidad valora y ha valorado son mercancías, –por ejemplo, los esclavos–. A los ciudadanos romanos, la rebelión de Espartaco le metió la mano en los bolsillos, pues los esclavos eran mercancías muy valiosas, cuantimás si su plusvalía se medía en el desempeño como gladiadores- La esclavitud siguió siendo un gran negocio, al menos en EEUU hasta 1865, y en la actualidad subsiste en  la contratación de indocumentados y la trata de blancas.

Todas las revoluciones han sido ocasionadas por la codicia del que tiene y del que quiere tener, y lo mismo ha sucedido con todos los regicidios y magnicidios: la ejecución de Carlos I en Inglaterra y la John Kennedy en Estados Unidos, el asesinato de Luis XVI en Francia y el de Antonio José de Sucre en Ecuador. 

Estados Unidos es un tigre de papel


Mao le declaró la guerra a EEUU en 1956

A La supremacía económica global es la guerra que  China está ganando ahora, pero que no comenzó antier –como algunos pudieran pensar– con el asesinato político de Donald Trump.

A mi parecer, lo que ocurrió en el Parlamento Estadounidense el 7 de los corrientes fue un montaje, planificado con extremada precisión, por los enemigos de la democracia liberal o, como ellos la adjetivan, “burguesa”.

Quien dio las directrices para las mises en scène fue el marxista italiano Antonio Gramsci: “La misión de los camaradas en las democracias burguesas es infiltrarse en la cultura existente para que en todo acto político no haya oposición verdadera o ésta pueda ser distorsionada a favor de nuestra ideología…”

 Mao Zedong, hace casi 65 años, le declaró la guerra al “imperialismo norteamericano”, basándose en un pensamiento de Confucio: “Norteamérica es un tigre de papel”. Cuando los soviéticos le recomendaron prudencia, advirtiéndole que de papel o no, el tigre tenía colmillos atómicos, Mao les respondió que de nada le servirían, si no estaban decididos a usarlos:

“El imperialismo norteamericano exhibe una gran fuerza, de la cual en realidad carece. Políticamente es muy débil, pues está divorciado de las masas y no le agrada a nadie; ni siquiera a su propio pueblo. Aparenta ser poderoso, pero nada tiene de temible… Mirado por fuera parece un tigre, pero está hecho de papel y no aguanta un golpe de viento y lluvia. Llegará el día cuando el tigre de papel sea destruido. Pero, para ello, hace falta un golpe del viento y la lluvia…” (Lineamientos dados por Mao a sus camaradas latinoamericanos el 14 de Julio de 1956, y publicado en sus “Obras Escogidas”, Tomo V, págs. 334-38, Pekín,1977).

El montaje del Día de Reyes en el Congreso de EEUU, según parece, fue el “golpe del viento y lluvia” que Mao anticipó para acabar con el “tigre de papel”, al cual China y sus aliados le fueron quitando los colmillos y las garras, paciente, perseverante  y generacionalmente.

Algunas de esas mutilaciones fueron la Guerra de Corea (1950-53) –en la cual Mao demostró que a pesar de la solicitud del general Douglas MacArthur, EEUU no se atrevió a profundizar el conflicto–, la de Vietnam (1955-75) -donde las fuerzas de élite de Francia y EEUU fueron derrotadas por las debilidades de sus gobiernos–, la Sublevación Tibetana (1959) –en la cual, pese al pedido del Dalai Lama, ningún gobierno democrático le prestó apoyo–, la Crisis de los Misiles en Cuba (1962) –que consagró la dictadura vitalicia de los hermanos Castro–, el derribo del un 747 de Korean Airlines (1983) – que el presidente Ronald Reagan señaló  a la URSS como culpable y la denominó “el Imperio del Diablo”, pero de allí no pasó–, el asalto al poder de Hugo Chávez (1999)¬ –comandate régimen comunista instalado con la protección de la diplomacia estadounidense, opuesta a cualquier cambio que no sea por vía electoral–, la narco-dictadura de Evo Morales (2006) –cuyos copartidarios acaban de recuperar el poder gracias a la impasibilidad yanqui–, la tiranía de Daniel Noriega (2019) –otro cadáver político que retornó por incompetencia de la CIA–. En fin, pudiera enumerar muchos otros sucesos que deterioraron los intereses norteamericanos, al privar las decisiones de las “palomas” sobre las de los “halcones”,

Al percibir cómo se cumplía la profecía de Mao con el desmenuzamiento del “tigre de papel” sin que éste siquiera se diera cuenta, los neo-marxistas –aliados hoy con fuerzas tan oscuras como los fundamentalistas islámicos, los cárteles de la droga–, mientras iba perdiendo a sus antiguos aliados y amigos, bien porque saltaban la talanquera o porque temían convertirse en enemigos del bando victorioso.

No importa el color del gato…


De genocida en Tianamén a estratega económico del Nuevo Orden


La fase decisiva de la estrategia de Mao comenzó con Deng Xiaoping, Premier y Secretario General del Partido Comunista Chino quien, en 1978, aseguró: “No importa el color del gato con tal que cace ratón”, iniciando así –en el mero medio de la Guerra Fría–el alud de inversiones extranjeras en China.

Xiaoping había probado ya su temple genocida con la Masacre de Tianamén, en Beijing, hace 20 años, cuando ordenó sacrificar cerca de mil estudiantes que pedían apertura.

Pero el mayor acierto de Xiaoping no fue la represión, sino la política; al comprender que Carlos Marx se equivocaba de cabo a rabo y que el capitalismo era un modo productivo, no una ideología. Xiaoping pudo así transformar a su país en una potencia industrial, y la convertirla en el eslabón básico de la cadena de suministros en la economía mundial.

Xi Jinping, heredero de Xiaoping, llegó a la conclusión de que había llegado el momento de darle a EEUU el “golpe del viento y la lluvia”. Con esa finalidad, en lo interno, regresó a la norma la lealtad acrítica sobre la competencia o el debate democrático, y, en lo externo,  sustituyó la tradicional modestia mediática china  –iconizada por Andy Panda–  por el desmedido activismo internacional. 

Para lograrlo, terminó por alinear a su lado a los milmillonarios que concentraban el poder global, ofreciéndoles mano de obra esclava en China, y haciéndoles cómplices y aliados de su guerra por la supremacía económica. Por eso, no fueron las urnas de votación y las componendas electoreras las que le dieron el tiro de gracia a la Era Trump.

China sobrepasará a EEUU en 4 años


¿Reconocimiento o armisticio?

Ya BBC News Mundo había adelantado a lo que pasaría, al responder a la pregunta: “¿Por qué la economía china sobrepasará a la de EEUU cinco años antes de lo previsto? (30/12/2020)”...porque, en el 2020, China fue la única potencia global que creció. Proyectando su PIB, BBC calculó que China desbancaría a EEUU como la mayor economía del mundo en 2028, cinco años antes de que creía, que era lo que trataba de evitar Trump.

Douglas McWilliams, vicepresidente de la empresa británica CEBR (Centre for Economics and Business Research); atribuye este salto dialéctico de China “al manejo habilidoso de la pandemia de covid/19”;  un manejo con el cual el gigante asiático pudo afianzar su ritmo de crecimiento.

¿Quién inventó el coronavirus y para qué?


Medidas rápidas y estrictas en China al inicio de la pandemia

Aunque China fue el primer país afectado por el virus, McWilliams declaró que su gobierno “controló la propagación con medidas rápidas y estrictas, evitando la repetición de contagios y confinamientos, económicamente paralizantes, como los de EEUU y Europa.”  Esta aseveración pareciera confirmar el supuesto que el coronavirus fue fabricado y liberado adrede, y que la sola calificación de Trump del fenómeno como “pandemia china”, fue una de las causas de su salida de la Casa Blanca.

Durante algún tiempo, lo dominante en la economía mundial fue la lucha financiera y la influencia diplomática entre EEUU y China–, aseguró el CEBR–, “pero el covid/19 y sus consecuencias inclinaron la balanza a favor de China. En su desempeño, China ha sido la única mega economía que escapó de la recesión mundial del 2020, y logrará un crecimiento del PIB interanual del 5,7% entre el año 2021 y el 2025. Para 2023 China también superará a EEUU en el ingreso anual per cápita”.

La economía china no sólo creció gracias a la pandemia, sino también por la aplicación de políticas agresivas en algunas industrias, como la manufactura avanzada y la infotecnología. China manejó la dualidad política-económica con un control centralizado y un mercado libre " –según observó la BBC–, y esa porción fue la que les hizo avanzar, especialmente en tecnología". Pero pese su éxito global –reconoce la BBC–, “… el ciudadano chino de a pie seguirá siendo más pobre que el estadounidense promedio, pues sólo un 25% de la población podrá calificarse como perteneciente a la clase media”.

El nuevo orden económico global

Aunque parte de los reveses  sufridos por EEUU fueron mitigados por la política monetaria de Trump y el enorme estímulo fiscal de la Reserva Federal, los desacuerdos sobre ayudas a los ciudadanos sin trabajo podrían dejar muy pronto a unos 14 millones de desocupados en la calle. Por eso y también por la polarización extrema existente hoy en EEUU, los expertos auguran un decremento del PIB de 1,9% interanual entre el 2022 y el 2024, lo cual sería –en metáfora de los economistas– como caerse desde último piso de un rascacielos hasta la planta baja y seguir bajando de sótano en sótano.

Para el CEBR, el Brexit también ha sido un knock out  contra el Reino Unido, que vuelve a exacerbar las tendencias separatistas de Escocia e Irlanda del Norte, y la ruptura económica con la República de Irlanda, como lo demuestra el reciente lanzamiento de un servicio de ferries entre Francia e Irlanda, para evitar el control aduanero de Gran Bretaña. Por ahora, Banco de Inglaterra redujo sus tasas de interés en un 0,25%.

India se convertirá en la tercera economía global en el 2030, desplazando a Japón. Alemania perderá la cuarta posición que ocupa al final de esta década y, a partir de 2030, bajará al quinto lugar en el ranking. También para CEBR, en el 2035 habrá un nuevo orden económico global, con el ascenso de economías pujantes como las de Brasil, Indonesia y Rusia.

Para usted, amigo seguidor, espero que quede claro de cómo la guerra como extensión de la economía por otros medios.

Imágenes cortesía de El Viejo Topo y Google


viernes, 1 de enero de 2021

 

La medicina es la continuación de la política por otros medios

 

 

Luis García Planchart

 

 

El arte de la guerra es la habilidad para destruir a los hombres;

el arte de la política es la maña para engañarlos.

Jean-Baptiste le Rond d’Alembert:

Mélanges de littérature, d'histoire et de philosophie, Tomo V

 

Breve crónica “De la Guerra”

 

 

Carl Philipp Gottlieb von Clausewitz nació en Magdeburgo, el 1 de junio de 1781, y falleció en Silesia, el 16 de noviembre de 1831. Fue general, historiador y teórico de la ciencia militar moderna, y se le conoce por su tratado, “De la guerra”, donde analizó –en 8 tomos– la naturaleza de los conflictos bélicos, sus motivaciones y ejecución, añadiendo recomendaciones sobre táctica, estrategia y filosofía.

 

 “De la guerra” es un tratado militar, como también lo son “El arte de la guerra” de Sun Tzu –escrito entre el 526 y el 221 ADC– y “El príncipe”, de Nicolás Maquiavelo,  pero el texto de Clausewitz pretende ser un ensayo ético acerca de la razón y el devenir de la guerra y sobre la postura que el soldado profesional debe adoptar  ante ella; resiliencia resumida en la versión distorsionada de una de sus frases: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”.

 

“De la guerra” no sólo transformó y modernizó a la pedagogía castrense en Occidente, sino que se extrapoló a los estudios avanzados sobre la gestión empresarial, la publicidad y el marketing.

 

La nueva  guerra por el poder global

 

Hoy, en referencia a la guerra global desatada con la manipulación mediática en el mal llamado “mundo libre”, pudiéramos parafrasear la frase de Clausewitz así: “La medicina es la continuación de la política por otros medios”. Así lo hicieron los milmillonarios que aspiran a dominar Occidente, y que van a seguir haciendo si no se les pone un parado.

 

Lo primero a entender es el sentido verdadero del pensamiento de Clausewitz. La cita real, según “La Vanguardia” de España, es: “La guerra no es un acto político”. En nuestro caso, la medicina tampoco es un acto político, sino un “instrumento político”, o, dicho de otra manera, representa la continuación de las relaciones políticas y su desempeño por otros medios.

 

Clausewitz creyó que el militar estaba obligado a subordinarse a los designios del gobierno, y no al revés. También así lo creen los Soros, Gates y Slim y demás que constituyen la cúpula que maneja las finanzas y la comunicación social del mal llamado “mundo libre” respecto a los médicos que opinan sobre la pandemia. Aunque los galenos–opináticos no lo sepan o no lo crean, son sus patrocinadores quienes hablan por la boca de otros.

 

Para Clausewitz, no puede emprenderse una guerra sin responder a dos preguntas: qué se pretende obtener con ella y durante ella. La primera respuesta mide el alcance y cobertura de la acción militar; la segunda, determina su objetivo. La histeria global desatada en paralelo a la pandemia, pretende convencer a la Humanidad que, si no hacen exactamente lo que los medios les imponen, enfermarán y morirán de manera horrible.

 

La pandemia, una nueva forma de guerrear

 


 

 Aclaremos, el covid/19 es altamente contagioso y puede causar la muerte particularmente entre los afectados por inmunodeficiencia derivadas de otras afecciones.

 

El covid/19 apareció por primera vez en diciembre de 2019 en Wuhan, Hubei, China Comunista. Pertenece a una familia viral que afecta solamente a los animales, y que, sólo por excepción se ha transmitido en pocos casos  a las personas, la mayoría de las cuales sólo ha sufrido problemas respiratorios de sintomatología leve. Por lo cual la hipótesis de que el covid/19 fue producido como arma biológica no resulta para nada descabellada.

 

Si el virus fue mandado o no a fabricar para dispersarlo y crear la actual crisis, es algo que probablemente nunca sabremos. En todo caso, le vino de perlas a los políticos para concentrar su poder, a costa de las libertades de sus ciudadanos y la destrucción de la economía a niveles inconcebibles hace apenas un año.

 

Lo que sí podemos estudiar es la metodología para la comunicación masiva del mismo del fenómeno, llevados de la mano de Clausewitz, y con nuestras acotaciones en cada tema.

 

Clausewitz (C): No debe emprenderse una guerra sin responder a las preguntas sobre qué se pretende obtener con ella y durante ella. Lo primero es medir su alcance; lo segundo, determinar su objetivo final. Acotación (A): Hay que convencer a la mayoría de las personas de que, si no hacen lo que los amos del poder pregonan, se enfermarán y morirán de manera horrible.

 

C:  Cualquier campaña o batalla tiene partir de un plan que señale sus objetivos, el apoyo logístico y la intensidad requerida. Deberán también conocerse a priori los efectivos y disposición del enemigo. Un plan no asegura la victoria, pero sin él, la derrota es segura. A: Los estrategas al servicio del poder tuvieron que planear esta campaña con años de antelación.

 

C: Las claves del éxito de una batalla son la sorpresa, las ventajas con ñas cuales se llega al lugar elegido y el ataque desde varios frentes. A:  El virus irrumpió simultáneamente en varios lugares no relacionados entre sí, y la desinformación y los fake news también

 

C: El objetivo principal de toda batalla es destruir al enemigo. Por lo cual se exige contundencia, para lograr el mayor daño en el menor tiempo posible. A: El enemigo es todo aquél que no se someta a “la Regla del Oro” de los conjurados, desde un científico que nade contra la corriente, hasta un político que se acerque demasiado a las verdades sobre los orígenes del covid/19, como acaba de sucederle al presidente Donald Trump.

 

C: Aunque el defensor pareciera llevar la mayor ventaja cuando se le ataca, defenderse solamente es incompatible con la victoria, por lo cual hay que considerar a la defensa exclusivamente como una etapa previa al contraataque. A: En nuestra impresión que en el silencio de la mayoría de quienes saben lo que realmente sucede solamente hay miedo, y no voluntad de contraatacar.

 

C: Cuando dos ejércitos chocan, aparecen imprevistos o elementos distintos a lo planeado. Por eso, hay que contar con reservas estratégicas para enfrentar lo imprevisto y desequilibrar una lucha indecisa. A: Con la pérdida global de los medios de comunicación, en manos de la izquierda pro pandemia, en verdad no podemos ser optimistas sobre el futuro de la democracia liberar en el corto o mediano plazo.

 

C: La moral del combatiente multiplica su fuerza. Un soldado bien equipado y alimentado se siente superior. A: Al referirnos a las “anclas” –o periodistas alineados con el proceso–por lo general están bien equipados y alimentados; los que están fuera pasan el trabajo hereje tanto para expresarse como para alimentarse.

 

C: Ganar una batalla no debe llevar al triunfalismo. Desde el principio hay que saber el límite de las fuerzas y no ir más allá, a riesgo de perderlo todo. También hay que distinguir el avasallamiento de la destrucción. A: Creemos que el triunfalismo de nuestros enemigos es la única luz al final del túnel que nos queda para recuperar, no el mundo que perdimos en menos de 365 días –afectiva, cultural, económica, política y socialmente– sino para un renacer, más modesto materialmente pero más rico espiritualmente cuando a la canalla se le caiga la máscara que los separa del hedor creado por ellos mismos.

 

Lo que le falta a Clausewitz, le sobra a Putin

 

Cabe señalar que, en tiempos de Clausewitz, no se conocían ni la Psiquiatría ni la Psicología, tal como las entendemos hoy. Tampoco se manejaban la inteligencia y contrainteligencia en su acepción militar, o la propaganda política.

 

Aún durante la I Guerra Mundial, a comienzos del Siglo XX, los altos mandos desdeñaban el espionaje y los espías. Fue después de la II Guerra Mundial, y durante la Guerra Fría, donde se pulieron dichas actividades con la aparición de las redes sociales, al punto que Vladimir Putin ha desafiado el poder de EEUU con el 10% de lo que invierte esa nación en su defensa, afianzándose en el control de los medios convencionales y digitales, y con varios éxitos en su haber, como el Brexit y la manipulación electoral en Norteamérica bajo el precepto de Julio César, “Divide y vencerás”.

 

Para finalizar, vayan nuestros mejores deseos para todos los seguidores de este blog para el año que comienza hoy. Sobre todo, para los médicos, con la esperanza de que dediquen con todo ahínco a su noble oficio en aulas, consultorios, laboratorios y quirófanos, y dejen de parecerse a muñecos de ventrículo. Quienes no puedan resistir la atracción del protagonismo, que, al menos, tomen lecciones de actuación, pues da pena ajena verlos balbuceando en la pantalla chica, ahora que la medicina es la continuación de la política por otros medios.

viernes, 18 de diciembre de 2020

 

Dos Sol y un Mi Bemol

 

Luis García Planchart

 

 

Estas tres notas inician la más conocida e interpretada composición de Ludwig Van Beethoven, su V Sinfonía. El compositor, director, pianista y profesor alemán nació en Bonn, el 16 de diciembre de 1770​, y falleció en Viena, el 26 de marzo de 1827; motivo por el cual hace un par de días se cumplieron 250 años de su onomástico.

 

La obra de Beethoven abarcó desde el Clasicismo, al estilo de su paisano Juan Sebastián Bach, hasta el Romanticismo, del cual puede ser considerado como uno de los pioneros. 

 

Aunque el leiv–motiv de la V Sinfonía fue empleado por los Aliados como iconografía contra los alemanes durante la II Guerra Mundial, aunado al símbolo V hecho con el índice y anular de la mano derecha, por esas extrañas vueltas que da el mundo, su Himno a la Alegría, presente en la IX Sinfonía, fue adoptado como el Himno de la Unión Europea.

 

Si uno busca la cantidad de eventos planificados hace un año para celebrar el nacimiento de Beethoven, se encuentra con que, posiblemente, ni siquiera un 10% se llevó a cabo; no porque el genial alemán no los mereciera, sino porque la histeria mediática lanzada para domesticar la Humanidad, basada en la pandemia de covid/19, afectó –entre miles de millones de personas– a los músicos. 

 

A diferencia de otros grupos que reciben asistencia privilegiada bajo la forma de comida, dinero y subvenciones, los músicos viven de lo que tocan. Los músicos son como los barcos, que, amarrados a los puertos, no ganan flete.

El doctor Roger Hodkinson, patólogo, virólogo e infectólogo inglés, aseguró que la pandemia del covid/19 era una gran farsa y que tanto las mascarillas como el distanciamiento social resultaban inútiles.

 

Sin argumentar, las autoridades médicas de Canadá, aunadas a la conjura mundial, decidieron descalificarlo mediáticamente, mas no cuestionaron ninguna de sus ideas.

 

El fatídico año del 2020, que deberíamos llamar como Año del Confinamiento –entendiendo por confinamiento las dos acepciones del RAE: Desterrar a alguien, señalándole una residencia obligatoria; y, encerrar o recluir algo o a alguien en un lugar determinado o dentro de unos límites– a mi entender, lo único que nos debería dejar es que…

 

1.    La sospecha de que lo difundido sobre el conavid/19 por los medios globales fue perversamente manejada por una combinación de intereses políticos, económicos y sociales de la peor especie.

 

2.      Demasiados periodistas del Mundo Occidental siguieron directrices inflexibles para el manejo informativo, apretándoles el bozal de arepa. No me refiero a los sobrevivientes de totalitarismos y carteles, como los fablistanes rusos y mexicanos, sino a quienes son asalariados de televisoras como CÑN, New York Times y Washington Post; que, al cambiar de dueños, trocaron también sus líneas editoriales, vale decir que lo hicieron en varios aspectos, pero todos ellos están relacionados con la dominación del nuevo orden internacional que  se intentará imponer tras la catástrofe económica tras la pandemia.

 

3.       El convencimiento de que los científicos, médicos e instalaciones sanitarias del planeta, por desconocimiento o falta de data, han sido incapaces de controlar la propagación del covid/19; y que la luz al final del túnel que creyeron vislumbrar con las vacunas sólo será viable para la toda Humanidad a finales del 2024 o comienzos del 2025.

 

4.      La pandemia y su histeria se han convertido en armas políticas en manos de los gobiernos totalitarios, que confinan y desconfinan según les conviene para mantenerse en el poder. Es el caso de Venezuela, donde el covid/19 le ha caído de perlas a Maduro y a su cohorte de delincuentes para ganar tiempo; mientras que la popularidad de líderes opositores como Juan Guaidó se ha venido al piso, no sólo por las apetencias, contradicciones y zancadillas de sus compañeros de lid, sino pues sin calle no hay oposición, y, en el 2020, las masas fueron recluidas en lugares determinados o dentro de unos límites.

 

Dado que nada trascendente ha podido celebrarse en el 2020, propongo mudar lo que iba a hacerse este año para conmemorar el natalicio de Beethoven, como  harán con las Olimpíadas, a fin de que podamos unir nuestros corazones con dos Sol y un Mi Bemol.