lunes, 25 de enero de 2010

La sartén por el mango… y el mango también

Ante el último y aparentemente definitivo cierre de RCTV, al menos por lo que le resta de tiempo al régimen, vale la pena un recuento sobre la persecución de las tiranías contra los medios que no se pliegan a sus deseos de uniformar sus contenidos dentro de líneas oficialistas.
La historia de los medios de comunicación social, en Ibero América y Venezuela, puede resumirse como una lucha permanente por la conquista y defensa de las libertades de expresión e información, amenazadas desde siempre por los gobiernos autocráticos.
Un verdadero diario, tal como lo conocemos hoy en día, no apareció en Sudamérica hasta el 4 de mayo de 1839, fecha del lanzamiento de El Comercio de Lima. Sus fundadores, Manuel Amunátegui y Alejandro Villota, enemigos durante la guerra de Independencia – el primero al servicio de la Corona Española, el segundo bajo las órdenes del prócer José de San Martín –, unieron entonces sus talentos en una nueva nación y un viejo oficio.
Desde ese momento, El Comercio se convirtió en paradigma de la mejor prensa latinoamericana, ya que su mezcla de contenidos respetaba la voluntad del anunciante y priorizaba, a ultranza, la defensa los derechos humanos y las libertades de información y expresión.
Era tan novedoso su estilo que, Félix Vicuña, Editor en Jefe de El Mercurio de Chile, a quien le tocó vivir exiliado en Lima, se asombraba de que los sueldos de los redactores de El Comercio los pagasen los remitidos contra sus propietarios.
A partir de 1875, José Antonio Miró Quesada – nacido en Panamá en 1845 – se incorporó como copropietario y codirector de El Comercio y, desde entonces, la empresa pertenece a la familia del patriarca. Hoy sus biznietos, Alejandro y Gabriel manejan las grandes divisiones de la empresa multimedia: televisoras, radioemisoras, editoras de libros, revistas y material de puntos de venta.
El Comercio contó desde sus comienzos con las mejores plumas de la nación, Ricardo Palma y César Vallejo, entre otros ilustres intelectuales, y fue el primero en ofrecerle a sus lectores cables internacionales, temas femeninos, divulgación científica e impresión a color.
El Comercio resultó blanco de numerosos atentados, cuyas autorías se atribuyeron a los gobiernos y partidos que detentaban el poder. En 1919 fue quemada la vivienda de la familia Miró Quesada y se produjo un intento de saquear el periódico, bajo la vista gorda de las autoridades; una conjura que fracasó gracias al valor de los trabajadores y propietarios del órgano informativo, quienes emplearon las bobinas del papel como escudos antibalas.
La ciudad entera recibió con espanto una terrible noticia, publicada en la edición vespertina del miércoles 15 de marzo de 1935 Antonio Miró Quesada de la Guerra, director de El Comercio, murió asesinado junto a su señora esposa, tan sólo horas antes de la circulación de aquella edición. Una mano alevosa y cobarde, un joven delincuente fanático de una agrupación política de la época había descargado siete balas de cacerina sobre ambos, disparándoles por la espalda… Entre 1974 y 1980, El Comercio fue confiscado por órdenes de la dictadura castrocomunista encabezada por el general Juan Velasco Alvarado, y muchos de sus periodistas resultaron expatriados.
El diario más antiguo de Colombia, El Espectador, acaba de cumplir 120 años. Desde su nacimiento, en 1887, su posición le ha valido duros golpes: el saqueo y la destrucción de sus instalaciones en 1952; el asesinato de su director, Guillermo Cano Isaza, en diciembre de 1986; y el bombazo que destruyó su planta física en 1989…
Pero no sólo son los dictadores de turno quienes atentan contra y cierran los medios que les adversan. A ellos se une ahora la fuerza del comercio ilícito, una perversa actividad económica que se basa en las soberanía de los estados nacionales, la tecnología comunicacional de la globalidad y la conchupancia de los funcionarios corruptos.
Según Diana Calderón, refiriéndose al asedio al cual está sometido el gobierno de Uribe Vélez por la insurgencia colombiana: El impacto del conflicto ha sido distinto en las diversas regiones del país, y los medios de comunicación lo padecen de manera diferente. Entre Bogotá, que lo vive esencialmente a través de los medios, y regiones como Arauca, desde donde todos los periodistas tuvieron que salir por amenazas, hay un verdadero abismo. Ciudades con Medellín han visto la violencia del narcotráfico; en Cúcuta se combinaron la violencia guerrillera y paramilitar con el surgimiento reciente del narcotráfico y negocios ilegales como el contrabando de gasolina. Varios medios han sufrido atentados con bombas, sus periodistas asesinados, amenazados u obligados a exilarse.
En nuestro país la situación ha empeorado, debido a la polarización política y la injerencia de otros poderes públicos contra las voces y los medios independientes; pero no hay nada nuevo bajo el Sol, pues tanto los mandatarios autoritarios como los demócratas han demostrado poca paciencia, si es que alguna, contra los medios y profesionales que les enfrentan.
Abundan muchas muestras sobre la materia, desde los intentos de expropiar y dinamitar al El Correo del Caroní y el cierre de RCTV, así como las amenazas contra Globovisión, hasta la orden que diera en el Siglo XIX el presidente Antonio Guzmán Blanco, de asaltar e iluminarle el trasero al periodista Juan Vicente González para constatar si en verdad era hombre.
Este corsi y ricorsi a un pasado oscuro persigue y estigmatiza a quienes hacen de escribir un oficio. Se cuentan ya por decenas los heridos y bajas mortales en la defensa de las libertades de información y expresión en Venezuela, por centenas los hostigados o a quienes se les aplica el terrorismo judicial por disentir públicamente de la historia oficial, reescrita a diario, al más puro estilo soviético y con la idea perversa de recrear en nuestro país el modelo comunicacional que implantara a finales del decenio de los cincuenta del siglo pasado el peor de los sátrapas del Caribe, Rafael Leonidas Trujillo, conocido como Palacio, Radio y Televisor La Voz Dominicana.
Allí se conjugaban, en Ciudad Trujillo, la única escuela de actores y locutores, la televisión de cobertura nacional, la radio local y provincial, las novelas, las cuñas y, en general, todos los programas que un pueblo hermano y vecino, sometido al más feroz vasallaje, podía ver o escuchar. Para asegurar las audiencias cautivas y la sintonía total, los Volkswagen de la policía secreta de Trujillo recorrían las calles nocturnas de Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Santiago de los Caballeros, Puerto Plata y otras poblaciones insulares; y quien no escuchaba o veía los programas del oprobioso régimen, era detenido, conducido a sus mazmorras carcelarias; y terminaba siendo torturado y encarcelado por largos períodos, o, simplemente, desaparecía.
Fue el mismo modelo que empleó Fidel cuando sustituyó a una televisora comercial, de interés general e información oportuna y veraz, como lo era CMQ de La Habana, por Telecuba. Y el que más tarde utilizaría Velasco Alvarado al confiscar los estudios e instalaciones de Americana y Panamericana de TV, las dos estaciones privadas de mayor rating en el Perú, y transformarlos en un bodrio llamado Telecentro, al cual la mayoría de los televidentes de esa nación andina le volvió las espaldas.
La acción rapaz de Velasco Alvarado terminó con los demás canales independientes, que cerraron por falta de recursos, pues el gobierno peruano les tachó como políticamente incorrectos, les subió a costos impagables el suministro eléctrico y extrañó a los más connotados empresarios, como Genaro Delgado Parker, director de Panamericana, quien se refugió en México e hizo dinero y fama al amparo de Televisa.
Lo interesante, en ambos casos, es que ni Fidel ni Velasco se fijaron entonces para nada en las modalidades de la televisión de Europa Oriental o China Comunista, sino que se apegaron al formato desarrollado por Trujillo, lo cual pareciera demostrar que los autoritarismos, sean del signo que fueren, emplean las mismas estrategias y tácticas para sojuzgar a sus países.
Que La Voz Dominicana no se repita en Venezuela ya no depende de la defenestrada RCTV, sino de todos.
Y de ahora en lo adelante hay que andar con mucho tino, pues convertirse en el brazo ejecutor de las decisiones del que te conté, como sucede con Mario Seijas, presidente de la Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción, no le garantiza al dirigente gremial para nada su futuro y la prosperidad de las empresas que representa, porque el futuro es Cuba, el comunismo, y allí no hay posibilidades de que el ciudadano de a pie pueda ver alguna señal satelital.
Y, asimismo, de este lado, hay que controlar la ira, para emplearla en el momento adecuado y contra quienes se la merecen, que no son los trabajadores de otras plantas. Fue muy desagradable, innecesaria e injustificada la reacción que hubo hoy contra Oscar Yánez, quien se dirigía a la asamblea de periodistas reunida en las inmediaciones de RCTV, y al que lo obligaron a bajar del podio y le recriminaron que por cuál razón no se pronunciaba de esa manera vehemente a través de su propio canal. Cualquiera, con dos dedos de frente y que piense con la razón y no con las vísceras, sabe que Yánez ha sido un contumaz enemigo del que te conté: sólo basta con leer sus columnas en El Nuevo País. Y que si no se expresa de igual manera por Vendevisión, no es porque esté comprado, sino porque el la planta no es suya sino de Gustavo Cisneros.
Miguel Ángel Rodríguez, en Globovisión, declaró también hoy que disentía de sus colegas que trabajaban en medios simpatizantes de la dictadura o mudos, bajo la excusa de que tenían que llevar la arepa a sus casas, y que les había respondido que si, entonces, ellos le juzgan como irresponsable por actuar como lo había hecho.
Con todo el respeto, simpatía y admiración que le profesamos a Miguel Ángel, creemos que está equivocado, ya que hasta el domingo pasado el también pudo acarrear el condumio a su familia, ya que contaba con el respaldo económico, profesional y ético de la empresa para la cual trabaja; cosa que muchos otros, para poderlo lograr, hemos tenido que apelar al reciclaje y la reingeniería personales.
Pensamos que las acciones a tomar son otras, además de las protestas estudiantiles, que hoy se cobraron una nueva víctima fatal en Mérida. No ver Vendevisión ni Telovén, por ejemplo. Hay otras opciones –mientras duren-: videos, Internet, leer e ir al cine. Es un poco la idea de Ghandi aplicada a la realidad objetiva del país. Y acumular energías para cuando llegue el momento, que inevitablemente más temprano que tarde llegará. Mientras tanto, entender que no son los payasos sino los dueños de los circos quienes tienen la sartén por el mango… y el mango también.

viernes, 22 de enero de 2010

¡Zape gato, maragato!

No recordamos quién dijo que Haití era como esa abuela negra que muchas familias caribeñas tienen y ocultan en la cocina cuando llegan las visitas, pues se ufanan de la operación blanqueo con la cual sus antecesores modificaron la apariencia genética de su descendencia. Le hemos preguntado al respecto a algunos compañeros docentes, que tampoco lo saben, y han lanzado al voleo tres nombres: Rómulo Gallegos –posiblemente por su novela Pobre Negro-, Andrés Eloy Blanco –por su poema Angelitos Negros, popularizada por el bolero homónimo- o Juan Liscano –porque ser la lengua más viperina que un su época tuvo la intelectualidad venezolana-.
Lo cierto es que el doctor Francisco Herrera Luque, en su novela En la casa del pez que escupe el agua (1978), relata la anécdota de uno de esos hijosdalgos españoles que vino a hacer la América durante la Colonia. En su caso, intenta llegar al patrimonio por el matrimonio, y le pide la mano de su futura a un antiguo conquistador, que ha sentado sus reales en la villa de Santiago de León de Caracas. En medio de la solicitud, una anciana señora se desliza, sigilosamente, por la sala. El señorito pregunta: Y esta indígena, ¿quién es? A lo que le responde su interlocutor, que. como afirma Karl Jung respecto a los cowboys norteamericanos, se cha convertido en aborigen no por etnia sino por la necesidad de adaptación al entorno, le responde: La madre de tu prometida. Y, al observar un gesto de estupefacción en su futuro yerno, aclara: Cuando vinimos a Venezuela, no había mujeres blancas. Y como no éramos maricos, nos las apañamos como pudimos…
El extraordinario episodio destacado por Herrera Luque, que tiene todos los visos de verosimilitud, revela la esencia del proceso de formación de lo que Arturo Uslar Pietri llamaba la raza cósmica, o humanidad del futuro, donde nadie será caucásico, negroide o mongoloide puro, sino más bien café con leche, con el culo de la señorita de Tal –según lo afirma Jorge Luis Borges en su Historia universal de la infamia-, ojitos achinados y pelo liso. Un sueño que aterroriza al que te conté y a muchos de sus delincuentes asociados, que ven en el mestizaje una afrenta que se opone a sus proyectos racistas, ya que el indigenismo y el afro-americanismo no son más que torpes intentos de llevar la lucha de clases a una realidad subjetiva que nos resulta absolutamente extraña.
Pues bien, donde no se dio la raza cósmica fue precisamente en Haití. Y no sucedió allí porque, a partir de la traición del general Charles Leclerc, gobernador insular, a la palabra de honor dada al segregacionista François Toussaint-Louverture, en la Isla Mágica se desarrolló una confrontación que no ha tenido final, y que puede resumirse en la letra una conocida guaracha de Celia Cruz: Tongo le dio a Gorondongo,/ Gorondongo le dio a Bernabé./ Bernabé le pegó a Muchilanga,/ le dio burundanga/ y le hicha los pies… etcétera.
Conocida es cómo comenzó la merenda du pretos haitiana –expresión original papiamento-, con la derrota de la Legión Extranjera y la degollina de los blancos que no emigraron y los mulatos que no tuvieron a dónde irse. Cuando ya no había minorías raciales identificables de visu, los negros comenzaron a matarse entre sí, y acabaron con las posibilidades de lo que había sido hasta entonces el enclave ultramarino más próspero de Francia, con un per cápita mayor que el de la Confederación Suiza, una flota propia que movilizaba más de 500 buques mercantes entre el Nuevo y el Viejo Mundo y una producción agroalimentaria que no sólo satisfacía las demandas de los consumidores locales, sino que permitía la exportación de excedentes de alto valor a Francia y otros mercados internacionales. Haití era tan rica que, décadas después, fue allí donde concurrió Simón Bolívar, tras la pérdida de la Primera República, a obtener apoyo financiero, oficiales y armas para continuar con su gesta libertaria.
Más avanzado en el tiempo, cuando los haitianos se hartaron de matarse entre ellos, decidieron invadir a la pacífica República Dominicana –entonces una provincia española-, y ejercieron una cruel tiranía por más de cuatro lustros, hasta que los dominicanos reaccionaron y los devolvieron al pedazo de la Española que siempre habían ocupado. De manera que los héroes de la Independencia venerados en Santo Domingo no son los que lucharon contra los españoles, sino quienes derrotaron a los haitianos. Mucho después, cuando el sátrapa Rafael Leonidas Trujillo asumió el poder, se vengó de las afrentas del pasado –y , de paso, asustó a sus paisanos- ejecutando a más de 30 mil haitianos que vivían al otro lado de la frontera. Aunque EEUU condenó a Trujillo a pagar 2 mil dólares por cada víctima, sólo hizo canceló la primera cuota, al demostrar que la ayuda no había llegado a los familiares de los difuntos, sino que se la habían repartido los militares de turno en el poder.
Si ya la situación de miseria, ignorancia y desesperanza era espantosa para mediados del Siglo XX, la aceituna del cóctel se la puso François Duvalier, un médico graduado en París, que renunció a la ética de su profesión, proscribió la enseñanza gratuita y obligatoria, promovió el uso del dialecto patois creole –para que el resto del mundo no se enterara de sus crímenes de lesa humanidad-, formó el cuerpo de seguridad más corrupto y sanguinario del planeta –los tontons macoutes- y abrazó el vudú –una religión satánica que se caracteriza por controlar a las ánimas en pena. A su muerte, le sucedió su hijo, Baby Doc, que cometió tropelías al por mayor, hasta que los marines de EEUU lo echaron, por razones humanitarias. Después hubo otros bandidos presidentes, como el ex sacerdote Jean-Bertrand Aristide, quien durante su exilio en Caracas mandaba a comprar caviar, foie gras, salmón y champaña en la más exclusiva tienda de exquisiteces –con el dinero de todos los venezolanos-, porque su delicado estómago no soportaba otra clase de ingesta.
Convencidos estamos de que, así como la ciencia ha demostrado que las plantas piensan y se defienden de sus atacantes, la geósfera también lo hace, y sus reacciones son temibles: terremotos, volcanes, tormentas, y, ¿por qué no?, guerras de exterminio para controlar el exceso de población. Si a la confrontación de más de dos siglos que hay en Haití le añadimos el ingrediente de pavosidad extrema representada por la vaina esa de los zombies y otros aderezos, los resultados los tenemos a la vista.
Los venezolanos deberíamos concienciarnos de que lo que pasa allá esta comenzando a pasar acá. Que el Haití de Alexandre Petión puede desembocar en la Venezuela del que te conté, y por las mismas causas: guerra, violencia, racismo, inseguridad, destrucción del aparto productivo, persecución de los empresarios. Y que, según nos cuenta un taxista amigo, las imágenes de María y los santos, están siendo sustituidas en los cuarteles por iconos de la brujería. Vale la pena recordar que la falla de Enriquillo no sólo afecta a La Española, sino también a Venezuela. Hay que mirarse en ese espejo, y decir: ¡Zape gato, maragato!
PS: Felicitamos al hermano astrológico Marcel Granier, Presidente de RCTV,r por sus valientes declaraciones. Nacimos el mismo día, a la misma hora y en quirófanos contiguos.Y, en este caso, pensamos igual.

viernes, 15 de enero de 2010

¡Abajo el pishing…!

Querida prima:
La invasión de la privacidad de la información electrónica no es reciente, aunque la frecuencia y magnitud con que este delito contra un derecho humano se comete global y cotidianamente, a escala global, ha ocasionado que los proveedores de estos servicios establezcan protocolos para proteger a los usuarios, y que hayan surgido varias asociaciones de éstos para analizar los reclamos y endurecer las leyes.
El acto delictivo de intromisión en sí se conoce ahora como pishing, un sustantivo intraducible al español. y cuya definición tampoco está muy clara en los diccionarios físicos y virtuales del idioma inglés.
I
El pionero del pishing fue Robert Maxwell, un emigrante checo que surgió de la nada, y que saltó de judío paupérrimo a héroe de la II Guerra Mundial como oficial al servicio del Ejército de Su Majestad.
Su mimetismo, oído para los idiomas y habilidad innata para el promocionarse a sí mismo, lo llevaron a crear uno de los grupos mediáticos más importantes del mundo –Editorial McMillan, The Daily Mirror y The New York Post, entre otros-, en un plazo relativamente corto y dentro una sociedad elitista y conservadora como la inglesa, donde el ascenso social era prácticamente imposible para un extranjero de su perfil. En sus momentos de mayor apogeo, llegó a poseer una de las mayores fortunas del Reino Unido, estimada en más de un mil quinientos millones de libras esterlinas. Además, se convirtió en una celebridad, y llegó a alternar con la crema y nata de los ricos y famosos de esa nación insular, cuya lista incluía a la mismísima Reina Elizabeth II y muchos de sus más conspicuos cortesanos.
Pero Maxwell nunca se desprendió sus raíces semitas, y, al lado de sus actividades visibles, trabajó activamente como agente del Mossad. Empleando de tapadera a una de sus empresas, hurtó a uno de sus correligionarios estadounidenses el software Promis, hizo que los científicos israelíes lo reestructuraran en una de las instalaciones más reservadas de Tel Aviv y lo vendió a las más famosas agencias de seguridad del mundo, a finales de la Guerra Fría.
Su programa estaba provisto de una back door -puerta trasera- que permitía a Israel monitorear las actividades de inteligencia y contrainteligencia de la CIA, la KGB el Stasi y otros organismos de este género.
Promis operaba de una manera muy simple, sumando cambures, peras y manzanas, en su caso, variaciones en los consumos de electricidad, telefonía y movimientos de las tarjetas de crédito y cuentas de sospechosos de enemigos de los países participantes, correlacionándolos con los desplazamientos de los mismos. Fue así como, el Mossad pudo ubicar y eliminar a los responsables de la matanza de los atletas israelíes en las Olimpíadas de Munich.
El lado oscuro de Maxwell consistió en que, pese a su habilidad para juntar dinero, su capacidad de gastarlo era mucho mayor. Por lo cual, después de haber llevado a cabo operaciones de tipo piramidal, cayó en bancarrota y las solicitudes de créditos adicionales que les hizo a los banqueros suizos, ingleses e israelíes para salvarse le fueron denegadas.
Por lo cual intentó chantajear al Mossad, para que presionara a la banca hebrea. Un pecado que nunca le sería perdonado, y que le costaría la vida, pues su cadáver fue hallado flotando, cerca de Tenerife, después de anclar su yate en aguas territoriales españoles para asistir a una cita secreta que había concertado días antes. Y sobre cuyos resultados se mostraba absolutamente optimista.
El cuerpo del difunto fue rescatado por la Fuerza Aérea Española y conducido al tanatorio de Santa Cruz, donde, pese a la petición expresa de su viuda –que venía en camino por vía aérea-, le extrajeron y dispusieron de todas las vísceras, haciendo borrando cualquier prueba sobre las causas del deceso.
Sin embargo, dado que el judaísmo –a diferencia del cristianismo y el islamismo- no invoca ni les pide favores a sus muertos, simplemente les recuerdo y les venera, los restos mortales de Maxwell fueron enterrados en el Campo de David, como reconocimiento póstumo a los miles de judíos cuya emigración negoció y financió desde las naciones tras la Cortina de Hierro.
Todos estos detalles figuran en la acuciosa investigación El espía del Mossad, realizada por el periodista Gordon Thomas, y cuya lectura te recomiendo ampliamente, pues aún cuando se trata de un ensayo absolutamente documentado, parece más bien un thriller de John Le Carré.
Y considero poco probable que algún día sea versionado a la gran pantalla, pues su contenido y conclusiones resultarían políticamente incorrectas para quienes conceden la mayoría de los préstamos a los realizadores de largometrajes. Que tú, indudablemente, ya te imaginas quiénes son.
Finalmente, el pishing de Maxwell fue descubierto por los tecnólogos del FBI, el único organismo que nunca adquirió el Promis y, antes bien, siempre sospechó sobre inocencia de tan extraordinario software.
II
Hace ya algún tiempo, me enteré de que Miraflores andaba buscando jóvenes para adiestrarlos en Internet. Les ofrecía becas, trabajos fijos después de los cursos y, a los más aventajados, posgrados en el exterior.
Es sumamente probable que, la persona que se ocupa de aplicar los pishing a mis correos provenga de esta camada.
A diferencia del pishing de Maxwell, cuya eficacia se mantenía por el secreto total, o sea, por que en la información monitoreada no quedaban rastros de las observaciones no autorizadas, los hackers al servicio del proceso y otros de su misma ralea, conjurados para propósitos ilegales –como la clonación de tarjetas , el vaciado de cuentas bancarias, la pedofilia, el narcotráfico y el terrorismo-, actúan como los ladrones que atracan hogares: no sólo se llevan todo lo de valor que allí encuentran, sino que también dejan sus orines y excretas a la vista, como los perros sarnosos, para marcar territorialidad.
No niego la posibilidad de que, algunos mentecatos, utilicen el pishing para compensar alguna minusvalía mental, social o física que pudiesen tener. Así como quienes carecen de pareja o dinero se masturban, para aliviar sus necesidades sexuales, ciertos piratas de las redes hackean, para resolver las suyas.
Mas, a mi parecer, estos pobres diablos representan un porcentaje minoritario de los implicados, el lumpen proletariat de la informática. A la mayoría la mueve Don Dinero, pues, como asevera José Ortega y Gasset, el dinero manda donde no hay otro valor que se imponga.
III

La pregunta es, ¿cómo proceden estos sicofantes del hamponato?
En primera instancia, se meten en tu buzón y le insertan virus, que lanza contaminantes desde tu dirección a las de tus relacionados. Estos mensajes pueden ser identificados por los receptores pues en la ventanilla que resume el tema suele aparecer la frase, sin asunto –no subject-. Es una especie de, ta´s avisao, y tanto yahoo como gmail poseen protocolos para eliminar los parásitos –yahoo abuse y gmail abuse, ambos en inglés y español-. Fue lo que le sucedió a tu primo Gabriel.
La segunda instancia consiste en apoderarse de tu identidad y/o password, y vaciarte los archivos, un proceso que comienza con los mensajes recibidos. Si esto te pasa con gmail, lo más seguro es que pierdas tu dirección, que fue lo que me sucedió a mi. Yahoo posee empero una seguridad más poderosa, que tu puedes añadir con una imagen –que sólo tú posees- y un color determinado de la gama RGB.
La tercera instancia no quiero ni imaginármela, pero no la tema, porque como decía Simón Bolívar, uno no puede vivir aconsejándose con sus temores. Todos mis correos y escritos son legítimos, y éstos últimos conllevan investigaciones similares a las que llevaba a cabo cuando escribía los editoriales de El Diario de Caracas. Además, heredé esa vena de arrecho que tenía papá, quien más de una vez se fue a las manos para finiquitar una discusión literaria en la que terminó sintiéndose agredido por su interlocutor. He vivido plenamente, nadie me quita lo bailado y no puede cerrar el otoño de mi existencia hundido en el culillo frente a las maquinaciones del G2 cubano y sus sargentos cipayos locales.
Otras recomendaciones que te daría es abrir cuentas en IP –proveedores de Internet- diferentes a la estatal telefónica. No es que sean más seguros, sino que parecieran estar menos vigilados. Todavía no se ha terminado la instalación del cable de fibra óptica entre Caracas y La Habana, pero ten la seguridad de que, cuando eso ocurre, los trapos sucios de los venezolanos se lavarán en los sótanos de la satrapía comunista del Caribe.
Finalmente, como esta carta me ha quedado tan chévere, voy a publicarla en mi blog, para compartirla con otros panas. Espero que me perdonen usar en esta entrega la primera y segundas personas del singular, lo cual –no me preguntes por qué razón, pues la desconozco- resulta un pecado en comunicación social. Así es que, a ellos y a ti les invito a gritar una nueva consigna durante la marcha-protesta del 23 de enero: ¡Abajo el pishing…!

miércoles, 13 de enero de 2010

¡Feliz 2011...!

En principio no somos partidarios convertir estos escritos en collages, tan en boga en la prensa impresa, donde en 2 mil o 3 mil caracteres los periodistas suelen hablar Del todo y todas las cosas, como reza el título de un libro de Gregorio Gurdieff, pero eso sí, en cápsulas, como si sus lectores fuesen esos yuppies de los noventa del siglo pasado que sólo leían executive résumés porque su tiempo estaba dedicado a materias más importantes, como las reuniones –en nuestra opinión, reunión es el antónimo de trabajo-.
Recordamos una anécdota de quien fuera amante de un capitán de empresa, quien le dejó porque en el último encuentroíntimo que mantuvieron se negó a despojarse de la camisa y la corbata, ya que lo estaban esperando otros altos ejecutivos para un meeting de emergencia.
Prefiero a Ibsen Martínez quien, en cada entrega, examina hasta la saciedad el tema escogido, pese a que sus colegas le acusan de terrorista del realismo mágico. El que no le gusta su estilo, que no lo lea, ni a nosotros tampoco. Siempre en el aire quedará la sospecha que no es por apuro, sino por analfabetismo orgánico.
Dicho lo anterior, analicemos la avalancha de datos que recibida en las últimas horas, de forma infiel a nuestra costumbre.
I
A algunos de nuestros fieles seguidores no les ha gustado el artículo anterior, dedicado a denostar al bichito asignado por la inteligencia cubana para hackear el correo electrónico. No aseguran que no somos así, que se nos fue la mano y que caímos en la provocación.
Para los cristianos no hubo mejor hombre que Jesús de Nazareth. Sin embargo, con todo lo bueno que el chamo era, compartió con sus contemporáneos la naturaleza humana. Y para quienes creen que los Evangelios son la Palabra de Dios y así lo reconocen en la misa, ahí está el ejemplar relato de la higuera: Andaba Jesús en sus labores pías, y estaba cansado y hambriento. En el camino se topó con una higuera, e intentó, infructuosamente, alcanzar algunas frutas para reponerse. Tras varios fallidos intentos, cayó en la iracundia y empleó su poder celestial para esterilizar el infausto árbol para siempre. No hay testimonios sobre su arrepentimiento después de tan sorprendente e insospechada acción.
Tampoco nos arrepentimos de la carta abierta que le dirigimos al bichito. Es más, hoy pensamos que nos quedamos cortos en lo que expresamos, pero lo vamos a dejar así, pues con nuestro esfuerzo, dedicación y la ayuda de algunos amigos informáticos pudimos resolver el problema. Y de la manera como respondió el Señor ante un vegetal no pensante, esperamos que la higuera de la estupidez del hacker se seque por el resto de su existencia.
II
El doctor Robert Armao fue asesor de Nelson Rockefeller, cuando este notable personaje hacía campañas para llegar a la Gobernación de Nueva York y la Vicepresidencia de Estados Unidos. Entre otros de sus más distinguidos clientes se cuentan el Dalai Lama y Juan XXIII, uno de los mejores papas que tuvo el Vaticano en toda su historia.
Armao, nuestro querido amigo desde hace más de 30 años, nos regaló un extraordinario consejo en alguna oportunidad: Luis, sólo hay dos opciones en política, la del gobierno y la de la oposición. El gobierno tiene que probar que lo ha hecho bien, y que si sigue en el poder lo hará aún mejor. La oposición está obligada a demostrar que el gobierno lo ha hecho muy mal, y que si sigue en el poder acabará con el país. Ciertamente, el trabajo de la oposición es mucho más fácil que el del gobierno…
III
No hay duda alguna de lo mal que lo ha hecho este régimen, sobre todo desde que el que conté llegó a su punto de inflexión, o como se dice en criollo, desde que se le viró el santo, momento histórico ocurrido cuando don Juan Carlos II de Borbón lo mandó a callar. Aunque este episodio quedara algo deslucido después de que lo recibió, presionado por el Canciller Desatinos y los empresarios españoles, lo que todos vimos directo y en vivo por la televisión no pudo recogerse, como tampoco el asunto de la higuera ni lo del bichito. A Dios gracias.
Pero donde el que te conté es un as es en inculpar a los demás, bien sean éstos semovientes o no. La causa de la falla eléctrica no es su imprevisión, corrupción ni derroche, sino El Niño. Detrás de él, salen sus alter egos repitiendo: ¡El Niño, El Niño, El Niño! Y aunque a muchos las declaraciones de estos infelices les parezcan meras estupideces, lo cierto es que causan su efecto, porque la propaganda se basa en repetición y simplificación.
Hemos visto a varios opináticos de oficio, especialmente a economistas e ingenieros, expresar sus teorías sobre las razones y efectos de la devaluación y los cortes eléctricos. En muchos casos, terminan cayendo en contradicciones, peleándose entre ellos y subsumiéndose en un lenguaje incapaz de ser comprendido por el ciudadano de a pie, que termina optando por mentarle la progenitora a El Niño, sin saber muy bien quién es o de qué se trata. Y ahí es donde el que te conté se anota un punto a su favor.
IV
Para uno de los voceros de una prestigiosa universidad privada, el issue –o tema a ser explotado por la oposición- debería ser el eléctrico, pues es el incordio que incluye a los venezolanos sin distingos. El presidente de una fundación educativa cree, en cambio, que los issue deberían ser manejados como partituras de jazz, donde cada solista toma la melodía cuando le toca. Personalmente pensamos queel final será el resultado de la sumatoria de todos los males o desaguisados, y que el orden de los factores no altera el producto.
V
Hemos decidido no meternos más con los dirigentes de la llamada oposición democrática. Dejarlos que sigan organizando el escenario electoral como si se tratara de unas carnestolendas en Carúpano. Que continúen contando los pollos antes de que nazcan los huevos. Allá ellos y sus conciencias, y que Dios y la Patria se los reclamen.
Pero antes de emprender este propósito de Año Nuevo, me permito recordarles o informarles sobre el contenido de las declaraciones del doctor Alfredo Coronil Hartman, hijo político de Rómulo Betancourt, y líder de Acción Democrática, publicadas en La Razón el domingo 3 de los corrientes: Nada se gana con ir a unas elecciones si quien va a contar los votos, los registros que se van a aplicar, etcétera, los controla el gobierno… Creo que muy difícilmente que un gobernante que lleva más de 10 años sembrando el odio, pueda salir incruentamente del poder, aunque eso sería lo deseable…
Y hasta aquí el final de mi collage de Año Nuevo, y feliz 2011, porque en apenas 8 días, el que te conté acabó con el 2010

martes, 12 de enero de 2010

Pasando un puente…

Hola, bichito.
Por segunda vez te la comiste. Te introdujiste en mi e mail de yahoo, borraste los archivos y te apoderaste de su contenido.
Gozoso, casi al borde del orgasmo, los llevaste donde tus amos los cubiches, que te enseñaron cómo hackear, y penetraste en La vida de los otros, el título de una película que narra los pormenores de un sujeto de tu calaña durante el infame régimen comunista que tuvo Alemania Oriental hasta que, hace más de dos décadas, se cayó el Muro de Berlín, solito, como se caerá el muro estúpido del que te conté, tu jefe y líder máximo, más temprano de lo que tú crees.
No se si la técnica de lo que haces la aprendiste aquí o en La Habana. Si fue allá, además de ron y tabaco, has debido tener alguna aventurilla con una jinetera, pero no con ninguna mujer decente. Y lo digo por experiencia propia, ya que mi nuera es hija de cubanos en el exilio, y mis nietas portan orgullosas –sin saberlo, debido a su corta edad- los genes de los mártires que se inmolaron por la Independencia de Cuba, y de las millares de víctimas que perecieron en manos de la satrapía comunista, liderada por los hermanos Castro Ruz.
Espero que cobres a tus mentores doble precio por la información sustraída. Y digo doble precio, porque a partir del viernes pasado, el oriundo de Barinas devaluó la moneda nacional, y los insumos que requieres para tu pérfido oficio de lambucio, rastracueros y chivato te van a costar dos veces más.
Además, eres un absoluto comemierda –en la acepción cubana del término-, pues todo lo que escribo y recibo en Internet o ha sido publicado en los medios, o es producto de mi experiencia personal, o me ha sido comunicado por personas de mi entera confianza
Y ten la absoluta seguridad de que, cuando suceda lo inevitable, quien esto escribe, develará tu anonimato y te las va a cobrar completas, porque este señor mayor, de 68 años cumplidos, aunque cristiano, no cree en poner la segunda mejilla después de la primera bofetada. Y van dos, huevón. Cristiano como soy, me siento más como un cruzado que como un mártir. Así que estás avisado.
O, como decía mi difunto padre: Pasando un puente dijo una loca, cada quien jode cuando le toca.

viernes, 8 de enero de 2010

Reino de los Infelices.

En Venezuela un infeliz no es solamente un desdichado, sino alguien carente de dignidad y desposeído de talentos y saberes. Dado el desafortunado desempeño de la mayoría de los burócratas que conforman el apparatchik de Chávez desde hace más de una década, es pertinente definirlos como un hatajo de infelices.
Para muestras vale una abotonadura.
Mientras Tarek El Aissami, Ministro de Interior y Justicia del régimen proclama a los cuatro vientos la disminución del índice de homicidios violentos en el país, su primo Haitham Sabeck, Director de Vigilancia Privada del mismo despacho, agoniza en la sala de terapia intensiva de una clínica caraqueña después de que unos malandros lo secuestraron, lo llevaron a su residencia, lo despojaron de sus haberes y, tras impactarlo con seis balazos, lo dejaron tirado en un vecindario de mala muerte para que se desangrara. Esto sin contar con que las ONG que se ocupan de la violencia manejan cifras distintas a las oficiales y señalan que los decesos por estas causas superarán las 19 mil víctimas fatales para diciembre del 2009, que la capital de Venezuela ocupa el segundo lugar en el ranking latinoamericano de decesos por esta causa –cuyo liderazgo encabeza Ciudad Juárez- y que enero del 2010 comenzó con un atraco a las 4 de la tarde, en el Metro de Caracas, donde fueron abaleados cuatro agentes de los cuerpos de seguridad del Estado.
Los saludos a la bandera de El Aissami recuerdan aquél proverbio español que reza: Alábate pato, que mañana te mato.
Otro ejemplo lo representa Jorge Giordani, teórico del marxismo metido a planificador gubernamental en cuyos hombres recae la terrible responsabilidad de los déficit eléctrico e hídrico que perturban e incordian a todos los venezolanos, con mayor eficacia que ninguna de las medidas puestas en la práctica por nuestra descolorida y colaboracionista dirigencia democrática de oposición. Y es que, según tenemos entendido, Luis Althusser, paradigma del infeliz Giordani, jamás estudió los temas relacionados con meteorología, hidrología o electricidad. Por eso, inculpa a El Niño de todas las calamidades. Pero no será, ciertamente, al Niño Jesús, que ese sí fue un chamito bien embraguetado.
De Ramón Carrizales, Vicepresidente Ejecutivo de la República, ¿qué decir? El año pasado, frente al desplome del barrio marginal que trepa desde la autopista de Prados del Este hasta Las Minas de Baruta, no se le ocurrió otra que responsabilizar a los oligarcas del Centro Ítalo-Venezolano y Mágnum por no haber construido los terraplenes adecuados para que los invasores pudieran levantar con seguridad su villa miseria. Con una mentalidad semejante no puede ser descrito de mejor forma que, como dicen los malagueños, un desertor del arado.
En los ejemplos anteriores no están incluidos subinfelices como Elías Jagua –flamante Vicepresidente Inconstitucional de la expropiación y decomiso de fundos productivos-, Francisco Arias Cárdenas –doble agente y próximo Canciller, quien todavía le debe 5 millones de palos a los representantes de un instituto educacional que confiaron en él como sucesor de Chávez- y Rafael Ramírez –grojo, grojito, al que debería denominársele garganta profunda, no sólo por su voz aflautada sinhttp://www.blogger.com/img/blank.gifo porque su cartel funciona como un barril sin fondo-.
Todos estos bichos y bichitos, ¿qué tienen en común? Que son unos arrastrados, según los parámetros descritos por Edecio La Riva Araujo, en su inmortal Elogio de la adulancia. Que están dispuestos, como los tampax, a ser desechados cuando el líder máximo del Socialismo del Siglo XXI decida, como hacían las señoras mantuanas de la Colonia, a abofetearlos como pagapeos, en alguna de las misas satánicas –negras o rojas- que celebra los domingos, y a las cuales denomina, ¡Aló, Presidente! Que, como no hagan suficientes méritos de aquí al corri-corri, se quedarán sin cupos en el Ilushin de 300 puestos donde el que te conté huirá hacia el futuro. Si es que lo dejan salir, asunto que está por verse.
La señora Isabel Allende, sobrina del médico presumiblemente inmolado por sus camaradas cubanos –caso que está en entredicho, como también lo está el asesinato del ex presidente Eduardo Frei-, asevera en su relato autobiográfico La suma de los días que, a diferencia de los venezolanos, los chilenos lavan los trapos sucios en casa. Y que, hasta que a Augusto Pinochet le probaron los actos de corrupción durante su dictadura, contó con el apoyo de la mitad de su pueblo.
Acá la cosa es más sencilla, ya que la corruptela está ampliamente probada. Basta con que trascienda a los ciudadanos de a pie para que reviente la caldera y se abra la Caja de Pandora. Que será. Sin lugar a duda, el final del Reino de los Infelices.

sábado, 2 de enero de 2010

Las aves marinas no son sólo rapaces

I
La televisión no surgió de un día para otro, ni puede atribuírsele a alguien en particular su invención. Fue un largo y maravilloso proceso iniciado en 1873, al descubrirse accidentalmente que la resistencia del selenio a electricidad variaba según la luz que recibía.
Varios investigadores aportaron las partes para amar un rompecabezas cuyo objetivo era codificar imágenes, transmitirlas y recibirlas, mucho antes de que comenzara la radiodifusión.
Entre los pioneros y sus inventos más destacados cabe mencionar a George R. Carey, el mosaico de selenio (1875); Shelford Didwell, la cámara de múltiples planos (1881); Paúl Nipkow, el escáner, sobre cuyo original se desarrollarían el fax y la fotocopiadora (1884); K. F. Braun, el tubo de rayos catódicos (1897) y su ensamblaje con la cámara de Boris Rosing (1902), que generarían los televisores y monitores para radares y computadores, y; Vladimir Zworykin), el iconoscopio (1923), del cual devino la primera cámara práctica de televisión.
Sin embargo, quien verdaderamente revolucionó la tecnología de las telecomunicaciones fue el estadounidense Edwin Howard Armstrong (1890-1954) un verdadero genio, olvidado por quienes plagiaron sus patentes, le persiguieron implacablemente con artimañas juurídicas y le empujaron al suicidio.
Como Rudolph Diesel, inventor del motor de gasoil; Wallace Carrothers, creador del nylon; Paul Schmit, diseñador del cohete espacial, y, Alan Turing, padre de la computación: Armstrong resultó otra de las víctimas de una guerra secreta, cuyos crímenes siempre se ocultan (Ruyard Kipling).
Pese a la guerra sucia, Armstrong cambió cuatro veces la historia del mundo, con descubrimientos que posibilitaron la transmisión de televisión, el sonido de alta fidelidad y la Conquista del Espacio.
En 1912 invento el circuito de realimentación, que permite transportar sonidos sobre ondas electromagnéticas; en 1918 el circuito superheterodino, antecesor del circuito impreso, con el que funcionan todos los radares y receptores y transmisores de radio y televisión; en 1933, la modulación de frecuencia (FM); en 1944, el superradar, con el cual se guían los aviones y misiles no tripulados.
Armstrong vendió su motocicleta, y dedicó el producto de la transacción a construir un radiotransmisor experimental. Cuando solicitó la concesión correspondiente para lo que sería la primera emisora FM del mundo, ésta le fue negada pues –según la opinión oficial del momento- era imposible transmitir información por tales frecuencias.
Ante su insistencia, que contaba con el apoyo de un congresista amigo, Armstrong fue conducido a la presencia de cinco de los mejores cerebros del planeta, quienes se tardaron hora y media y llenaron varios pizarrones del anfiteatro de la Escuela de Ciencias de MIT, para demostrarle la imposibilidad matemática de la FM.
No se inmutó, y ante una junta que ya hacía mutis por el foro convencida de su victoria, pidió su derecho a réplica, tizas multicolores y borrador. Como era un excelente dibujante, visualizó, frente a la estupefacta mirada de los catedráticos, la imagen de un albatros, el ave con mayor envergadura en las alas del globo.
Al lado del croquis, mitad cubierto con la piel y el plumaje y mitad focalizado en el esqueleto y los tendones del alado, Armstrong fue desarrollando ecuaciones, con las cuales demostró, fehacientemente, que dado su peso y otras características fisiológicas, resultaba matemáticamente imposible que el albatros volara. Pero –culminó Armstrong su disertación-, dado que el albatros nada sabe de matemáticas, no sólo vuela sino que lo hace de inmejorablemente, utilizando el planeo dinámico para cubrir grandes distancias con mínimo esfuerzo.


II

Al mismo orden de los procellariiformes, donde se ubica el albatros, pertenecen el alcatraz y el pelícano. Son más de 110 familias, repartidas desde los polos hasta el ecuador, que se destacan por su agudeza visual, inteligencia, robustez y velocidad. En efecto, un pelícano en picada puede llegar a 100 Km/h.
Además de todos, estas aves rapaces son simpáticas, amigas de los pescadores –detectan visualmente por ellos, a la legua, bancos de peces-, compañeras de los marinos y viajeros –anuncian con toda certeza la inmediatez de la Tierra Firme-. Con quienes no congenian mucho es con los pilotos, pues a veces se meten en las turbinas de sus aeronaves y desencadenan graves incidentes. Claro, no es su culpa, sino de lo invasiva que se ha vuelto hoy la aviación moderna.
Hay dos alcatraces famosos, el de una infame prisión californiana, hoy cerrada a los detenidos y abierta al turismo, y el del proyecto del Ing. Alberto J. Vollmer, este último, una maravillosa praxis para el rescate de los delincuentes; multipremiada en el mundo entero, pero con escaso repique en Venezuela, su primer y más exitoso ámbito de aplicación, pues el régimen no resiste que un empresario privado, de apellido oligarca –así considera la canalla gobernante a todo aquél que no tenga nombre o apariencia de pata en el suelo-, heredero y dueño de la hacienda Santa Teresa y productor de una de las marcas de ron más famosas en el mundo desde 1796.
Son como demasiados pecados para que la crápula comunista se los trague, y por eso y por ahora lo bañan con la indiferencia, aunque Vollmer haya triunfado donde ningún gobierno, dictatorial, democrático, pseudo marxista o marxista declarado lo haya hecho hasta ahora.
El morus bassanus de Vollmer –o alcatraz común, que en su caso nada de común tiene- empezó así:
Una de las bandas que pululan en el municipio donde Santa Teresa tiene su domicilio, decidió atracar la empresa. La seguridad interna pudo reducirlos y aprehenderlos, y llamó al dueño del negocio. A este se le ocurrió una idea genial: Tienen dos opciones –les dijo- o van presos, o pagan con trabajo el daño ocasionado.
Optaron por la segunda alternativa, y tras haber cumplido el acuerdo, le comunicaron a Vollmer que querían seguir laborando en la compañía, pero que había un pequeño problema: un banda rival podía atacarlos, presumiendo que estaban preparando una acción. Vollmer se entrevistó con el gang rival, y lo reclutó.
A partir de ese momento y por diez meses –declaró el ingeniero-, lo más difícil fue ayudarles a perder el miedo y a ganar la confianza en el futuro. El índice de muertes por homicidios violentos entre las poblaciones vecinas, que era de 75 por 100 mil –igual que el promedio nacional-, bajó desde entonces a 45 por 100 mil.
El Proyecto Alcatraz provee ocupación directa e indirecta para miles de familias, y, asimismo, bajó su égida, más de 500 chamitos practican el rugby. Y ha logrado que más de 600, a la fecha, personas hayan sobrevivido a la estadística infernal de la violencia delictiva
¿Por qué el rugby? –le preguntan a Vollmer-. Es mi favorito, comencé con los trabajadores del proyecto para drenar la agresividad que aún les pudiera quedar, y decidí incorporar al resto de la comunidad a este extraordinario deporte, que combina estrategia, fortaleza física y contacto.
Al comenzar el 2010 hemos queridos compartir con nuestros lectores y seguidores dos historias de la vida real, muy distintas y distanciadas en el espacio y el tiempo, pero que, empero, poseen algo en común: todas ellas comenzaron con aves marinas, pues no son sólo rapaces.