lunes, 21 de enero de 2013

No más foros


Santo que no es conocido, no es adorado
A. Jiménez, Picardía mexicana
Microfonitis aguda
Cuando contaba 17 abriles, asistí a mi primer foro, celebrado en el Teatro Boyacá de Caracas, en ocasión de la Asamblea Plenaria de Unión Republicana Democrática, partido que reunía a sus dirigentes tras 6 años de clandestinidad y resistencia contra el régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez.
En dicho acto, presencié cómo afloraba una enfermedad que padecen numerosos compatriotas, y a la cual llamé, entonces, microfonitis aguda. El delegado del Estado Apure, infectado por tan terrible morbo, casi extendió su petitorio durante toda la jornada matutina, para que el arreglo de las alcantarillas de San Fernando –capital de su Entidad- fuese incluido como tarea prioritaria del futuro gobierno.
Con el advenimiento de la televisión y el cambio cultural que ella trajo consigo, el venezolano dejó de exponer y resolver sus conflictos sociales en los impresos y las radioemisoras, trasladándose al novedoso medio desde 1975, año en el cual -¡por fin y gracias a las microondas!- los canales VHF cubrieron al 80% de las poblaciones del país.
Para sortear esta transformación conductual y colectiva, el virus de la microfonitis aguda mutó a una versión más contagiosa, letal y perversa, conocida como el pantallerismo, término referido a la superficie exterior del tubo de rayos catódicos que, hasta la invención del plasma y los LED, permitía ver las imágenes transmitidas.
Desde entonces, hay dos categorías de seres humanos: los pantalleros y los que, de alguna u otra manera, hemos vivido o vivimos de la pantalla.
Las primera constituye la inmensa mayoría de la Humanidad, y abarca desde quienes, ingenuamente, saludan a familiares y amigos en cualquier estadio, marcha de protesta o concierto pop, hasta los opináticos de oficio –a quienes la microfonitis aguda ha debido infectarles por vía genética o serles inoculada en el vientre materno- que no desaprovechan la menor oportunidad para predicar ante las cámaras, independientemente de que sus declaraciones les importen un bledo al resto de los mortales.
Los segunda forma parte de un iceberg gigantesco, un entramado extendido hasta el fondo abisal, cuya manifestación visible es el reducido número de actores, cantantes, periodistas y presentadores, conocidos bajo el genérico de farándula, denominado por los ancestros bohemia y por las generaciones contemporáneas beautiful people –gente linda–.
La pantalla no describe un lugar, un medio ni un canal específicos; tampoco determina territorialidad, tiempo o ideología. No es la realidad objetiva, sino un pálido reflejo de la misma, segada por la impronta de escritores, guionistas, directores y protagonistas. Resulta, más bien, una abstracción global, cuyas reglas se repiten aquí, acullá y en Cafarnaúm.
A veces el crimen paga, la incomunicación nunca
El caso de PDVSA es un clásico de lo que no debe hacerse en Comunicación Social. El mismo término meritocracia, tan adorado por los gerentes de la estatal durante la IV República, llegó a convertirse en el condimento para el guiso de maledicencia, amargura y envidia, cocinado a las puertas de cualquier pozo, refinería o inmueble de la petrolera.
Meritócrata era el instruido, el inteligente, el laborioso. Los demás, incapacitados, brutos, zánganos. Por eso, tras la huelga del 2002, fue relativamente sencillo echar a la calle a más de 20 mil expertos, sin que casi nadie levantara la mano en favor de los desocupados. Antes bien, más de uno se habrá sintió complacido, y hasta pensaría: Se lo merecían, por arrogantes, fanfarrones, vanos.
Lo de PDVSA no es único en la historia de la incomunicación y desinformación. El bajo perfil le costó la existencia a Unión Carbide, trasnacional que inventó los zapatos de tenis US Keds, los neumáticos radiales y las baterías alcalinas, tras un desastre ecológico donde pasaron a mejor vida cerca de 40 mil hindúes.
¿Qué le hubiera sucedido a la Standard Oil, tras derrame del súper-tanquero Valdez en Alaska, si en la matriz de opinión pública no pesara un acumulado positivo de casi 150 años?
Al leer, Si es Bayer, es bueno, pensamos en la aspirina y le atribuimos a la marca, automática e inconscientemente, las magia que derrotó a un dolor de cabeza sufrido por la gente por 1,7 millardos de años. Sin embargo, pocos recuerdan que la misma compañía produjo el gas Ciclón B, empleado para exterminar a millones de cautivos durante la II Guerra Mundial.
El hierro de la espinaca no puede ser metabolizado por el organismo humano, y dicha verdura tarda 72 horas en ser digerida. Sin embargo, en su momento, Popeye el marino convenció a los desempleados por la Gran Depresión de los años treinta en EEUU, que –como sucede hoy con los esteroides- desarrollaba poderosos músculos. La espinaca era uno de los pocos excedentes agrícolas con que contaba el Presidente Roosevelt para mitigar la hambruna de su nación, y la historieta le sirvió de apoyo para iniciar su proyecto de rescate económico.
Al pan, pan; y al vino, vino…
Dentro del nauseabundo establishment que nos desgobierna, el manejo de los medios masivos dentro de los parámetros de la inteligencia militar, es lo que le ha permitido a la dictadura sobrevivir y medrar por más de 14 años, dentro de marasmo de increíbles contradicciones. Por lo que hay que hablar claro, y llamar al pan, pan; y al vino, vino
La gran contradicción a ser resuelta es la dependencia de  Cuba.
Como afirma Carlos Blanco en su columna dominical del 20 de los corrientes: El centro de la recuperación democrática en Venezuela pasa por romper los vínculos de dependencia política, administrativa, simbólica, militar y estatal, en general, con Cuba. Desde aquella frase de Raúl Castro, según la cual Venezuela eran la misma cosa hasta hoy, la dependencia no ha hecho sino aumentar hasta llegar a esta vergonzosa situación [] Los albaceas políticos de Chávez han llegado a considerar que el lugar para limar sus diferencias, llegar a sus trémulos acuerdos, enviar sus desangelados mensajes, es el Aeropuerto de La Habana bajo la sardónica vigilancia de Raúl Castro. La ignorancia histórica que parece poseer Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, como que si se la hubiesen ganado en combates intelectuales en la Sierra Maestra, les impide ver que su dependencia a Cuba es tan fuerte como el rechazo que produce…
No hay vía electoral…
Para romper con la dependencia cubana, hay que asumir el poder, sin esperar que el cambio llegue a través de comicios, pues en del sistema imperante, gobierno, oposición, medios y CNE son una misma cosa.
Si lo que se dice es cierto, el presidente electo regresará muy pronto, quizás el 4-F, apenas capacitado para jurar –mas no para ejercer sus funciones-  y, asimismo, en 3 meses habrá elecciones. Las cuales, impepinablemente, ganará Maduro, pues así lo quieren sus amos cubanos; como lo confirma Enrique Aristiguieta Gramcko en su Manifiesto a la sociedad…  del 10 de enero:
De manera lenta y progresiva, los cubanos han tomado control de nuestras notarías, los registros, el sistema de identificación y extranjería, la política exterior, y sectores importantes de la economía nacional. El control de los cubanos ha llegado incluso a los cuerpos policiales y a las Fuerzas Armadas, en detrimento de la seguridad y defensa del Estado.
Las consecuencias de la dominación castro-comunista se evidencian en todos los ámbitos del quehacer nacional. Esto ha significado, entre otros muchos males, la destrucción de nuestra industria petrolera; el desmantelamiento del aparato productivo, tanto en el campo como en la industria; la progresiva eliminación de las libertades civiles y económicas; y el avance del narcotráfico, la guerrilla y el crimen organizado.
Encendiendo una humilde vela
Para decidir si si Venezuela deja de existir como nación y se convierte definitivamente en  colonia de Cuba, o si recupera su identidad y destino histórico, Aristiguieta le pide a todos los venezolanos, especialmente a los militares, restablecer la vigencia de la Constitución, según el mandato explícito contemplado en su Artículo 333. Nos pide un nuevo 23 de enero, como el que el autor planificó y lideró en 1958.
¿Por qué lo hace? Porque sólo pueden poner fin a esta vergüenza, que nos ha convertido en la presa fácil de los mandatarios alcahuetas del Foro de Sao Paulo y en el país hazmerreir del mundo entero, quienes poseen el monopolio de las armas. Y, para que esto último suceda, es preciso que los civiles se movilicen, como ya lo han hecho los estudiantes universitarios en Barinas, Caracas, San Cristóbal y Valencia. ¿Por qué? Porque en la Historia de Venezuela los únicos movimientos exitosos de transformación socio-política han sido los cívico-militares.
¿Qué los civiles movilizados ahora son muy pocos? Cierto. Pero no es menos cierto que Cristo comenzó 2 milenios de Historia con 12 apóstoles. Y siempre resulta preferible encender una humilde vela  que permanecer a oscuras.
Lo que no valen son más foros. Llegó el tiempo de actuar y cesó el de hablar.

Nota: Dado que ningún medio de comunicación venezolano lo ha publicado aún, el documento de Aristiguieta en el presente blog puede ser leído y suscrito por mi amig@s seguidor@r, está a su disposición en la página Web: http://venezuelasoberana.com/manifiesto-a-la-sociedad-democratica-venezolana-y-a-su-fuerza-armada-nacional-2/ Manifiesto a la Sociedad Democrática Venezolana y a su Fuerza Armada Nacional.

viernes, 18 de enero de 2013

Se limpian el paltó con la Constitución


Una percepción de la salud
Soy de quienes creen que el presidente electo está QUEP, y si aún no lo está, se encuentra en la tendencia irreversible de su deterioro físico y síquico, lo cual hace muy improbable que, a cualquier plazo, retome las funciones de gobernante.
También considero que, a semejanza de otros regímenes  autocráticos –como ocurrió en el año 210 ADC, cuando murió en China el tiránico rey Zheng, y su defunción se le ocultó al pueblo por meses-, el usurpador se ha guardado im pectore las malas nuevas, hasta que Raúl Castro y Ramiro Valdés, factuales amos de Venezuela, tracen la estrategia funeraria para el postrado comandante.
Mi indisposición al duelo
Cuando se dé la noticia, no voy a cometer la hipocresía común entre la mayoría de mis paisanos de rasgarme las vestiduras –como l las famosas lloronas en los velatorios y entierros en el pasado-, ni en enunciar las bondades realizadas por el susodicho. Como tampoco lo hice cuando peló gajo su más emblemático funcionario, el diputado Luis Tascón, a quien 3 y medio millones de venezolanos le debemos amenazas, acoso, hostigamiento, pérdida de empleos y oportunidades por un derecho garantizado en la hoy violada Constitución de 1999 de solicitar un revocatorio del mandato de usted sabe quién.
Tampoco voy a caer en la frivolidad de beberme una botella de champaña para la ocasión, ni siquiera argentina o chilena, no por su precio, sino porque –como lo presencié en numerosos velatorios y sepelios a los cuales acudí, cuando éstos se efectuaban en los hogares de los difuntos y funerarias integradas a la ciudad, y no en camposantos periféricos aislados de los bares y restaurantes- uno libaba, sobre todo, para recordar y honrar al muerto.
La caída y mesa limpia
Lo que temen Castro y Valdés, así como los sargentos cipayos que ejercen el gobierno colonial, es que la noticia del mutis por el foro, arrastre no sólo a la nomenclatura –que, como un condón, es desechable- sino también a Cuba, encargada por el Foro de Sao Paulo para mantener a Venezuela como rehén y expoliarla inmisericordemente. Lujo que ni siquiera el imperialista Brasil puede darse, porque las inversiones y planes a futuro de sus capitalistas salvajes son muchísimo más que los 10 millardos que los Castro le roban a Venezuela cada año.
No van los dos ligaditos
La confrontación actual dentro del chavismo no es, pues, la ruptura con el pasado o el presente, sino para dilucidar quién se queda realmente con el coroto.
Poder para disponer de los ingresos de PDVSA, así como sobre el chorro de dinero proveniente del comercio ilícito, en el cual se incluyen el narcotráfico, el lavado de dinero, el contrabando de extracción, el tráfico de armas y municiones. Y, en un nivel menor en volumen pero no en importancia, para manejar la importación de alimentos y medicinas, vender divisas y cobrar las comisiones bajo la mesa de los negociados dependientes del Estado.
Aunque Maduro y Cabello salgan en la tele dándose abrazos y casi besos de piquitos, aunque quieran hacer creer que andan –como era el estilo de una emisora promover sus próximos éxitos musicales- los dos ligaditos, la verdad es que uno representa a los cubanos y otro a los locales, no por nacionalismo, inexistente en ambos, sino porque los isleños se han vuelto muy caros y metiches. Lo cual levanta roncha.
Levanta roncha… ¿entre quienes? Entre otros, que nada tienen que ver con el desgobierno dividido y la oposición colaboracionista, sino que esperan su oportunidad: la descomposición final, para actuar en consecuencia.  Ignoro quienes son,  mas como asiduo lector de la Historia de Venezuela, me he hecho una idea muy clara de su perfil, pues aparecen cada vez que la Patria se halla al borde del abismo.
Como sucede ahora, donde los gobernantes espurios se limpian el paltó con la Constitución.

viernes, 11 de enero de 2013

Una noche de Cala


Del Elogio de la locura a la III Declaración de La Habana
El 4 de febrero de 1962 el auto-designado comandante Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana y también auto-elegido Primer Ministro, frente a una multitud de simpatizantes y decenas de invitados extranjeros, proclamó la ruptura respecto al devenir histórico, social, cultural y político de su estado nacional.
A este pronunciamiento se le conoce como II Declaración de La Habana, fue traducido a varios idiomas y se distribuyó ampliamente, grabado en long plays, a través de las embajadas insulares y los partidos comunistas en el mundo entero.
Hasta hace poco, poseí copia en acetato del discurso de Fidel, guardado junto a otro disco singular: los mejores speeches de Adolfo Hitler, pues considero que la una y los otros pertenecen al mismo género, caracterizado con brutal honestidad por Erasmo de Rotterdam en El Elogio de la locura (1511), una de las obras más emblemáticas de la Civilización Occidental, catalizadora de la Reforma Protestante.
Erasmo comienza su ensayo con una loa satírica. Después, su trama se ensombrece por la adulación y exaltación de locura, focalizada en las supersticiones y prácticas corruptas de los príncipes de la Iglesia, así como la insania mental de los feligreses, entre quienes el propio Erasmo se incluye para autocriticarse.
Erasmo escribe su obra en menos de una semana, y la corrige en casa de su mentor, Tomás Moro, tras regresar profundamente decepcionado del Vaticano, donde se había asqueado de la degradación y decadencia de la curia romana.
Al final, la locura abandona el espíritu de Erasmo, quien recupera la razón, condenando duramente a los clérigos que viven y se solazan en el pecada, y rogando por el regreso de los fieles añ ejercicio de los verdaderos ideales cristianos.
 En su II Declaración de La Habana Fidel, a diferencia de los dirigentes del chavismo venezolano -cuyo analfabetismo político resulta mas que evidente-, conocedor de la Historia y con el propósito manifiesto de mantenerse en el poder al costo que fuera, denuncia las maquinaciones de la Iglesia Cubana –recuerda a la Inquisición y a la quema de Giordano Bruno-, corta definitivamente el lazo umbilical con EEUU, y hace una ménage a trois del comunismo, el nacionalismo y el populismo, sintetizando su propuesta en los siguientes términos:
Porque esta gran humanidad (refiriéndose a los asistentes a la plaza ese día) ha dicho: ¡Basta!,  y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia. ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
Si usted se lee el texto de La Habana de hace 51 años, y lo compara con el juramento con el cual Nicolás Maduro comprometió ayer a los asalariados del régimen y los fanáticos de Chávez que concurrieron a la infausta Esquina de Llaguno, se puede inferir que se trata de una misma idea, repetida y una y mil veces como lo aconsejaba Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del III Reich, para transformar la mentira en verdad. Maduro dixit:
Queridos Compatriotas digamos desde el corazón: Juro frente a esta Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, absoluta lealtad a los valores de la Patria, absoluta lealtad al liderazgo del Comandante Hugo Chávez.
Juro que defenderé esta Constitución, nuestra democracia popular, nuestra independencia y el derecho a construir el Socialismo en nuestra Patria,
Juro que me comprometo a llevar adelante el Programa de la Patria, en cada barrio, en cada fábrica, en cada escuela, en cada esquina, en cada plaza, en cada familia. Juro por la Constitución Bolivariana que defenderé la presidencia del Comandante Chávez, en la calle, con la razón, con la verdad y con la fuerza y la inteligencia de un pueblo que se ha liberado del yugo de la burguesía.
Aquí en Caracas, hoy 10 de enero, le decimos al Comandante Chávez, recupérese que este pueblo ha jurado y va a cumplir lealtad absoluta. Aquí nos vemos.
¡Qué viva Chávez! ¡Qué vivan los pueblos del mundo! ¡Qué viva la Revolución Bolivariana!
¡Hasta la victoria para siempre! ¡Independencia y Patria socialista! ¡Adelante Compatriotas!
Lo único novedoso en la III Declaración de La Habana, proclamada ayer desde Caracas, es que Maduro hizo jurar a las masas convocadas y transportadas para la ocasión, mientras que Fidel asumió la carga directamente, en nombre del pueblo cubano. 
Pero también es cierto que Maduro no ha disparado ni un tumba-rancho para ocupar el cargo espurio, que su actuación como líder sindical fue absolutamente ineficiente y que si está donde se encuentra es merced a la lealtad perruna demostrada tanto al comandante golpista de 1992 como a sus nuevos amos de Cuba.
Un inciso necesario sobre la lealtad perruna
Antes de seguir, hago un inciso.
Sé que a Luis Betancourt Oteyza le choca lo de lealtad perruna, pues el convive con un perro, llamado Monsieur, una reencarnación karmática del Marqués de Sade, o de cualquiera otro de los locos elogiados por Erasmo.
Pero a los canes a los que me refiero son los que mayoritariamente adopta la gente, que –lamentablemente para su animalidad- poseen la mentalidad de personas afectadas por la minusvalidez neuronal. Que te siguen, por la comida, el despulgue y unos cariños de vez en cuando. Que atacan a tus agresores bajo tus órdenes, sin un ladrido de protesta. Que orinan y defecan en las aceras, sin  miramientos.
¿Estoy claro, tocayo Luis?
La locura erasmiana, de que se pega, se pega…
Los que no estuvieron claros fueron los periodistas que cubrieron para el resto del planeta la poblada de ayer.
El corresponsal enviado ad hoc, Pedro del Rincón –si mal no me equivocó- entrevistó añ infeliz encuestador de una cosa terminada en 21, quien aseguró que el 67% de los venezolanos apoyaba la decisión del TSJ de legalizar la usurpación del poder y otros delitos anticonstitucionales cometidos en nombre del socialismo del presente siglo.
Pregunto, ¿dónde está la ficha técnica de la muestra, cuáles son sus características? La verdad verdadera es que el 70% de la población ni siquiera entiende qué aprobaron los magistrados anteayer. Pero no cabe duda que Venezuela es ahora, más que nunca, un territorio libre para los muñecos de Geppetto.
Más tarde el Presidente de Datanálisis, alias Voz de Trueno, ante el vacío manifiesto existente en el liderazgo de oposición y el desgaste de la MUD –así lo calificó CNN- continuó con su promoción para ocupar la vacante de Henrique Capriles, quien, un día antes, apoyó al gobierno de facto, y le suplicó a Maduro que gobernara, pues el país está paralizado. Noticia ante la cual mi amigo Julio me reiteró su creencia de que la mitad de los miembros de la MUD figuran en la lista de la idiotez, y el resto en la nómina de PDVSA,
A sus demás supuestos adversarios, Maduro amenazó que, si no le legitimaban, el a su vez les desconocería. Lo que, a mi juicio, implica una ni tan velada alusión a un corte en el apoyo logístico, que es como ahora aquí se llaman, eufemísticamente, a los cobres.
En la misma noche de anoche y durante el mismo programa de Cala, presentador por lo general de temas frívolos como las preferencias sexuales de Boris Izaguirre y los implantes de Mis Universo, Alfredo Coronil Hartmann señaló dos hechos novedosos e importantes: que muchos venezolanos piensan que el presidente reelecto pero no juramentado está RIP; y que Diosdado Cabello incurrió en un delito grave al no asumir las funciones que la Constitución le señala.
Sin embargo, lo medular de la exposición de Coronil se perdió porque el animador Cala quiso imponer las preguntas que llevaba guardada entre pecho y espalda, y acabó con un espacio totalmente desestructurado, donde Luis Vicente León habló sin parar –defendiendo su lanzamiento político y a sus patrocinantes, los pagadores de sondeos públicos y privados-, Coronil no pudo extender lo que dijo y María Angélica Correa publicitó su libro A ese muchacho lo van matar…, sembrando empero la duda –sobre todo entre los televidentes no venezolanos- si quienes legalizaron anteayer el golpe constitucional  fueron o no los mismos que mandaron a darle matica de café al fiscal Danilo Anderson.
En fin Cala, la comiste y tu show, convertido en una tragicomedia de variedades, terminó como una Noche de Cala, en la cual los espectadores pudieron disfrutar de la muerte definitiva de la Constitución de 1999. 

domingo, 6 de enero de 2013

La mano de Dios


La falla de nuestra época consiste en que sus políticos
no quieren ser útiles sino importantes

Winston Spencer Churchill

¡Que viva España!
Ayer fue el poco celebrado septuagésimo quinto cumpleaños de Don Juan Carlos de Borbón, Monarca de España y descendiente directo de Isabel y Fernando de Castilla y Aragón, quienes, hace más de medio milenio, bajo la ideología de la cruz y el idioma español, unieron en una especie de cobija de retazos a pueblos muy disímiles, descendientes de 20 mil leches.
No fue para el Borbón su cumpleaños más feliz, porque a un porcentaje muy significativo de la sociedad le cayó muy mal la crisis económica que sufre el país; las corruptelas de su yerno, Iñaki Urdangarín, esposo de la Infanta Cristina, en libertad bajo fianza tras pagar 8 millones 200 mil euros; las amenazas secesionistas de Cataluña, desatadas para velar los tejemanejes del gobierno, acusado de malversar fondos de la Unión Europea; y, finalmente, el caso del elefante, la amante tudesca y la rodilla aplastada en Kenia.
Empero, la matriz de opinión ibérica se muestra terriblemente injusta con Don Juan Carlos, ya que lo único que puede achacársele es su romance con Corinna Sayn Wittgenstein, cuyo karma ya lo pagó rapidito él con su Eisbein rodilla de cochino en alemán-. Además, como lo demostró el presidente Bill Clintonco su pasante, un mal paso cualquiera da en la vida.
Echarle la culpa al otro
Lo de Cataluña ha sido obra y gracia del capo mafioso Jordi Pujol Soley, presidente de la Comunidad, quien carga consigo con un expediente de peculado, donde están incluidos desde el Partido Socialista Catalán –que ya no quiere llamarse PSOE-  hasta una de las instituciones financieras más publicitadas en el mundo.
No fue el Rey de España quien seleccionó a los pretendientes para sus hijas quienes, aparentemente, sufren de ese instintivo mal que los romanos denominaban error in eligendo. Las infantas, como Yacumbele, se mataron ellas mismitas con esposos que no quieren servir para nada.
Y tampoco puede inculparse al Jefe del Estado la crisis económica, desatada globalmente con premeditación y alevosía por el poder detrás del poder.
La gente sufre desempleo y pérdida de calidad de vida en España y otros países de Europa, porque estas naciones cumplen con las reglas que acordaron para su integración. Para poder revisar dichas normas, habría que identificar, encausar y despojar de su riqueza mal habida a los verdaderos culpables de este crimen de lesa humanidad.
Y esta  es una acción que ningún gobierno o conjunto de ellos puede iniciar, si no cuenta con la información y movilización de gigantescas masas de indignados a escala planetaria.
Lo que si deberían agradecerles los españoles a Don Juan Carlos, de rodillas en tierra y con alabanzas antecedidas de Su Majestad –odiosos y serviles gestos y términos, eliminados del protocolo por sus propias órdenes- es la democracia y libertad que ha mantenido, a trocha y mocha –como ocurrió durante el fallido golpe de Estado del 23-F de 1981-, y contra todas las expectativas de su mentor político, el Generalísimo Francisco Franco, Caudillo por la Gracia de Dios.
De no ser por Juan Carlos, España no se hubiera asimilado a los tiempos de cambio y ruptura habidos tras las II Guerra Mundial, Y África seguiría estando ubicada detrás de los Pirineos.
La triste historia al contrario
Lo que me lleva a la triste historia actual de Venezuela, que una vez nos hiciera sentir orgullosos de ser sus ciudadanos, pero que hoy ha sido despedazada y entregada a la dictadura de los fósiles comunistas Castro Ruz, gracias al colaboracionismo de supuestos partidos de oposición, la conchupancia de, asimismo, supuestos medios independientes y, la guinda de del cóctel, igualmente supuestos oficiales patriotas.
Sobre la vergonzosa actuación de la MUD, me permito copiar textualmente algunas ideas de mi tocayo Luis Betancourt Oteyza me ha enviado recientemente desde Londres
Luis es un excelente jurista, padre de familia y cristiano; compañero de luchas y pareceres desde la Universidad. Con la mayr transparencia y misionado para servir al prójimo, desempeñó exitosamente elevados cargos públicos durante el período democrático.
Su papá, virtuoso oficial del Ejercito Venezolano, sufrió el exilio en la dictadura perezjimenista; su esposa, Ana María, nació en La Habana. De manera que en su caso no podría hablarse de ant-milico o anti-cubano.
Venezuela se encuentra en un absoluto estado de vacío de poder, figura difícil de observar en los estados modernos pero que suele ocurrir cuando la ausencia de autoridades presagia un escenario de anarquía previo a la violencia generalizada, que puede costar muchas vidas inocentes, pérdidas territoriales y posibilidad de desintegración de la Nación. Se podrá decir que exagero y lo acepto, pero es lo que siento y, peor aún, lo que veo.
Chávez se ausentó del país el 9 de diciembre, sin abandonar su condición de presidente en ejercicio y mando efectivo de las FAN; esa fue su disposición y su expreso anuncio.
No permitió el resorte automático de la constitución de entender y aceptar que incurría en ausencia temporal y que su vicepresidente lo suplía en sus funciones. No contento con esa arbitrariedad, por demás normal en él, delegó posteriormente las funciones que abandonaba, sólo para mantener la farsa de que seguía en posesión de facultades físicas y, sobre todo, mentales para conservar el poder.
Toda esta charada configura la anómica situación de vacío de poder que advertimos arriba.
Sin embargo, los actores del momento pretenden seguir la burla, que va a ser muy costosa para la República.
En los mandos militares se confía en el control de un ministro que ha rendido su prestigio y autoridad mediante proclamas de fidelidad ideológica contrarias a Ley y la Constitución, en muestra de adulación insoportable para los hombres y mujeres del país, civiles y militares, y cualquier subalterno está llamado a rescatar el honor militar en cumplimiento de su deber legal e institucional. Los encargados de las finanzas públicas ven agravado su abandono de directrices de los últimos 14 años. La satrapía de ministerios y gobernaciones afectos no encuentran a quién pedir instrucciones u ocultar sus pillerías.
Ante este gravísimo panorama, los voceros de la MUD, luego de su descanso navideño, han producido una declaración que debemos desglosar para destacar los términos y espíritu que rechaza la oposición al chavismo.
El comunicado de marras, leído ayer miércoles 2 de enero, comienza por esmerarse en consideraciones y anhelos por la salud del Tirano, que nadie les ha pedido y que resaltan una hipocresía innegable para partidarios y opositores; insiste en hurgar en un parte médico infinitamente oculto y negado, con una tozudez casi morbosa: A estas alturas de hoy, y con buen pronóstico para el agónico, Chávez se está muriendo irreversiblemente, y se encuentra física y mentalmente discapacitado. Punto, no más que preguntar, el secretismo llegó a su final.
No es propio de personas pensantes seguir preguntando nimiedades ni reclamando seriedad a quienes nunca la han aprendido, y menos invitarlos a que se sientan []  el gobierno de todos los venezolanos, porque, y es hora que entiendan desde esa trinchera que les hemos concedido, que el chavismo lo ejerce sólo para su minoría, con absoluta exclusividad y prescindencia de la mayoría.
En el camino se alude, como quien no quiere, a las elecciones que se prevén para la falta absoluta del mandante mayor, sin advertir que sin la reestructuración del CNE, acatando las condiciones exigidas en la constitución para la designación de sus rectores, la limpieza del REP y el desahucio del sistema electrónico fraudulento diseñado por los cubanos con sus maquinitas de lotería tramposas, serían otra burla inaceptable y de consecuencias inimaginables para la sociedad.
Luego se deja caer que la Asamblea, construida en fraude a la mayoría de los electores, será el instrumento de una continuidad inaceptable y que en auxilio de su autoridad y rescate imposible de prestigio, se ofrece aportar candidatos a la directiva, para insistir en decir que somos lo mismo, que no hay diferencias y que en pago de esas posiciones, prestas a cubrir, ofrecen un manto de impunidad a tantos crímenes cometidos contra personas y cosas en estos aciagos  14 años ¡Y todo en nombre del diálogo!
Se reclama sin desparpajo que los venezolanos debemos entender que: no tienen un Estado paralizado, que su gobierno no es impotente o incapaz, que sus representantes saben lo que está pasando.  ¡Por Dios, quién escribió esto! Señores de la MUD, los venezolanos tenemos la trágica y larga experiencia personal que vivimos en un Estado paralizado en sus deberes patrios, regido por un gobierno impotente de atender sus obligaciones y lealtades, e incapaz de resolver nuestros problemas más elementales, y que sus representantes son cómplices del desastre.
Se alude a la Unidad de la oposición de manera manipuladora porque si se insiste en ella, que no sea impuesta, que se oiga a la sociedad. La Unidad no puede ser sinónimo de confusión, ni la solidaridad de complicidad; ya lo dijimos hace mucho y lo recordamos hace poco ¿Por qué se escribió eso? ¿Por qué nos pusieron en la encrucijada de escribir esto? ¿Por qué? No quiero pensar en las respuestas ¡Ya basta!
Las resonancias del miedo
Revela la denuncia de Betancourt la situación que vive el país, donde hay un vacío de poder, sin que, simultáneamente, exista n liderazgo capaz de movilizar las masas. Y, al contrario, lo que hace es totalmente lo contrario: apaciguar y desmovilizar.
¿Por qué la gente no se activa? Por un doble fenómeno, que los psicólogos sociales conocen como resonancia y disonancia cognitivas.
La resonancia cognitiva del ciudadano de a pie no se deriva de la paranoia mediática que Chávez desvelaba, por ejemplo, al anunciar supuestos intentos de magnicidio –cuyos pormenores y autores nunca identificó-, o de la venganza que ejercida contra sus adversarios; aunque, su conducta pareciera haber variado en este punto, al final de sus días.
La resonancia cognitiva proviene de la persecución, convertida en terrorismo judicial, contra los llamados políticos presos, el desmantelamiento físico y presupuestario de entidades y municipios que le fueron adversos y el fraude virtual multi-denunciado en las entregas de este blog
Venezuela no es Cuba –aunque cada día se le parece más-, ni Chávez Fidel –aunque quisiera ser como él-. A Juan Vicente Gómez se le temía y se le respetaba. Marcos Pérez Jiménez infundía pavor. Según asevera Manuel Caballero, Chávez no inspira miedo ni respeto, pues nunca actúa de frente ni se responsabiliza por sus propias decisiones.
Amenaza, simplemente, y después deja el trabajo sucio a los fiscales, jueces y grupos militares y mafiosos que le son afectos. Tampoco al pueblo le intimidan su Fuerza Armada y Milicia, pues percibe a estos contingentes como organizaciones con fines de lucro, a cuyos negociados sólo les faltaría legitimarse con algún código o ley que la Asamblea Nacional apruebe.
 Lo que aterran al hombre y la mujer comunes son problemas más concretos, urgentes y cotidianos: no poder pagar los servicios básicos o cancelar otras obligaciones, encontrar los alimentos básicos o las medicinas que requiere para su sustento y salud o, en caso de hallarlos, no tener con qué pagarlos. Carecer de asistencia médica. Que sus hijos deserten de la educación o sus hijas terminen violadas por algún guapetón de barrio.
Perder sus empleos porque la empresa privada donde laboran baje su santamaría, o porque algún chivato les denuncie ante el organismo público donde prestan servicios o del cual son contratistas por desafectos al régimen.
Morir en un atraco, un robo, un secuestro, un cruce de disparos de las narcoguerrillas, el hampa común, los cuerpos de seguridad o grupos paramilitares como La Piedrita, triste destino de más de 200 mil personas asesinadas, contabilizadas hasta el tercer trimestre del 2009, durante los crímenes violentos ocurridos desde 1998.
Es el miedo de cada día, no a lo desconocido, sino a lo que observan cuando salen y regresan a sus hogares, encienden sus radios y televisores, escuchan en bocas de sus  amigos, vecinos y familiares. Se trata de un largo metraje de terror que nunca termina, ni siquiera al dormir, pues se convierte en pesadilla.
El miedo es un sentimiento, en otras palabras, forma parte del software de arranque del ser humano. Hay muchas maneras de superarlo, pero la más efectiva, por automática, proviene del instinto de la supervivencia: Hasta la bestia más mansa lanza un zarpazo cuando se ve acorralada.
El juego-miedo, desarrollado en Venezuela por más de una década, tiene dos polos: el acorralamiento –económico, político, jurídico, social, delictivo - y la dosificación de la muerte para quienes no están con el proceso.
El 11-A hubo 19 víctimas fatales y más de un centenar de heridos, ninguno de ellos militar. Fue una orden implacable del Sombrerero Loco, personaje clave de Alicia en el País de las Maravillas: ¡Qué le corten la cabeza! ¿A quién? A sus enemigos, a  los que no piensan como él. Si se quedara solamente en la narrativa de Lewis Carrol, no habría por qué preocuparse. Pero lo que sucede por estas calles no es ficción, sino  una bestial realidad que supera cualquier fantasía.
Me habría gustado poder observar las caras del general Charles De Gaulle o del doctor Leonardo Ruiz Pineda, si algún dirigente opositor -durante los gobiernos del Henri-Philippe Pétain o el Marcos Pérez Jiménez-, les hubieran sugerido –como se nos propone ahora a los venezolanos- la resistencia democrática, cuya estrategia no pasa de ofrecer la otra mejilla después de haber sufrido una avalancha de balas, perdigones y gases lacrimógenos.
Aún Mohandas Gandhi, pionero del pacifismo en el Siglo XX, tuvo que cargar con más de 650 mil muertos antes de concretar su sueño independentista. Y él mismo murió abaleado, en 1948, víctima del fundamentalismo.
Y, al fin y al cabo, ¿qué carajo puede importar la opinión global, si ya decidió a favor de Chávez? ¿Dónde están los comunicados y las declaraciones de la Internacional Socialista o la Democracia Cristiana a favor de un pueblo que, por décadas, votó por sus candidatos en Venezuela y que ahora padece una guerra no declarada pero igualmente letal, con más de 200 mil muertes violentas?
El uso de la resonancia cognitiva como arma ideológica se sustancia en un documento de amplia difusión al inicio del régimen:
 La reunión de circunstancias y hechos favorables al actual tránsito pacífico no quiere decir de ningún modo que esta coyuntura sea eterna e inmutable. El tránsito pacífico o violento de la revolución depende de factores objetivos y no exclusivamente de la voluntad de la dirección revolucionaria. La vieja política cohabita con la V República, pero no la acepta voluntariamente, es una cohabitación forzada por su derrota y debilidad, por su actual inferioridad de fuerzas. La vieja política genera constantemente contrarrevolución para desestabilizar el proceso de cambio. Nadie puede jurar que los viejos factores de poder no sean tentados por la desesperación y la aventura, lo que obligaría a la dirección revolucionaria a enfrentarlos en otros terrenos. 
De ahí viene la famosa frase: ¡Vienen por mí!
Las disonancias del miedo
En cuanto a la disonancia cognitiva para fracturar a la oposición, Alberto J. Vollmer, refiriéndose no a este pantano sino a los lodos que lo crearon, sostiene: Los robos y atropellos perpetrados contra el patrimonio nacional, [...] no lo han sido sólo en materia económica, sino que hemos permitido que nuestro patrimonio moral haya sido vulnerado en forma significativa. Los miles de millones de bolívares que se robaron miles de pícaros, a quienes todos conocemos en Venezuela, son nada en comparación con el deterioro sufrido por el país en su tesoro ético, heredado de nuestros libertadores y mantenido por las generaciones anteriores. Se ha [...] permitido que se haya robado y despojado a la confianza, a la esperanza, a la cultura y a todos los demás valores de nuestra tradición y nacionalidad... 
Horacio Martínez complementa el concepto: En la disonancia cognitiva interviene el factor Romeo y Julieta. La tragedia ocurre porque Capuletos y Montescos se oponen a su relación. Los amantes, en fuerte compensación a dicha oposición, rompen las reglas y valores, y tal acción les cuesta la vida. Lo que pudiera ser enunciado como una Ley de Newton psicológica: a una fuerza dada, se le opone otra de igual magnitud y dirección divergente, o, dicho de otra forma, una reactancia psicológica. La moraleja del drama consiste en que, cuando la persuasión fracasa no solamente dejan de pasar cosas, sino que, a veces, se producen conductas opuestas y de igual intensidad a las propuestas, cuyos resultados son catastróficos. 
León Festinger  sostiene que en la mente toda persona puede distinguirse conocimientos o cogniciones, esto es, todo lo que sabe sobre sí misma, su conducta y circunstancias; y que algunos de estos elementos pudieran ser contradictorios, no sólo lógica sino psicológicamente. Ofrece el ejemplo de que si sé que el semáforo debe ser respetado, al saltarme la luz roja estoy contraviniendo mi propio compromiso. A estas contradicciones Festinger, las denomina disonancias cognitivas. Cuando se presentan, el individuo se obliga –para su propia protección- a minimizarlas: No le pares, al fin y al cabo, ¿quién no se salta un semáforo? Esta elaboración implica un cambio en su conducta, si es posible. Y si no lo es, lo cual ocurre en muchos casos, entonces le induce a modificar sus conocimientos, o la revaloración de las mismos.
Para Dick Morris, romper un compromiso es como renunciar al alcohol: Quien lo hace, enfrenta un conflicto permanente entre su sed interior y la obligación de abstenerse. Por eso, el que quiera reposicionarse deberá luchar contra la conformidad y la rutina, y afirmar su determinación de abrir una nueva senda. 
Lo que creo, después de escuchar gimotear a la mayoría de los autoproclamados líderes de oposición ante las esperadas nuevas agresiones del PSUV, es que los venezolanos de verdad estamos obligados a aprovechar la intervención divina para enmendar nuestros pasos. En otras palabras, a usar el recurso de La mano de Dios, como hizo Diego Maradona.
Fe de erratas: Adjunto e mail que acabo de recibir, tras haber publicado la presente nota
Estimado Tocayo: Te agradezco mucho los generosos calificativos con los que me distingues pero incurres en dos errores: Mi padre, el teniente Pedro Betancourt Grillet  fue una víctima de la dictadura de Juan Vicente Gómez...y no de Pérez Jiménez. Fue torturado en Villa Zoila por el hijo del Tirano, Jose Vicente, guindándolo por las bolas, y no cantó; nosotros mi hermano Guillermo y yo, nacimos después así que sus bolas aguantaron.
Luego pasó una larga temporada de 8 años en La Rotunda de Caracas y todo iniciando su juventud con tan solo 19 años, para luego ir por otros 8 largos años al exilio. Por otra parte, mi mujer Ana María, efectivamente nació en La Habana, Cuba, pero de chiripa porque su padre era el vicecónsul de Venezuela y sólo vivió en esa perla antillana un mes, y luego no ha regresado...Así que de cubana no tiene sino la alegría musical y su belleza. Por lo demás, no ha pasado nada. Saludos, LBO