viernes, 30 de mayo de 2014

Carta abierta a mi primo
Querido primo:
En nuestra última conversación, me amenazaste con no hablarme más si no se cumplía mi hipótesis de que el CNE iba a manipular los comicios para la elección de los nuevos burgomaestres de San Diego y San Cristóbal. Y, afortunadamente, no se cumplió.
Según Folha de São Paulo, la razón por la cual ello no ocurrió se debe a la advertencia de algunos cancilleres de los gobiernos foropaulistas de Sudamérica, quienes le pidieron abstenerse de hacerlo al neogranadino que desgobierna a Venezuela como procónsul de La Habana.
Yo añadiría que, como el Plan de la Patria -donde se contempla la sustitución de las alcaldías por comunas, según el modelo de la Comuna de París-, alguno de los facinerosos que integran la cúpula del régimen ha debido recordarle al infausta mandatario aquella máxima del dominó que asevera: Juego ganado no se tranca.
Y es que, pese al desastroso estado de la macroeconomía y su impacto a nivel microeconómico, la adopción del modelo político del socialismo real va, contra viento y marea. A semejanza de las FARC, que se sentaron a hablar con los emisarios del Presidente Santos porque están débiles y necesitan ganar tiempo, los castro comunistas de acá hicieron lo mismo con la MUD y por idénticas razones.
Lo que sucede en que tal es el resentimiento social que los des-gobernantes sienten hacia cualquiera que no piense, actúe y posee el mínimo coeficiente intelectual y el ínfimo nivel de conocimientos de los cuales ellos se enorgullecen, chatear aún con quienes sostienen su fachada de legitimidad ante la izquierda global, les obliga a quitarse la caretica y decir cosas como que el diálogo no es para llegar a ningún acuerdo. Y, entonces, ¿para qué es?
Están guindando sin ser bombillos
El problema es que ellos saben qué les queda poco tiempo, y qué lo que se les viene encima es un tsunami. Porque ningún grupo de poder ha sembrado tanto odio en Venezuela como el actual. Por sus mentiras, descaro al dilapidar las riquezas mal habidas, desprecio al prójimo, entrega de la República a ejércitos extranjeros de ocupación, sustitución de la agroindustria y la explotación petrolera por el narcotráfico como actividad productiva alterna, centenares de miles de muertos a manos de un crimen aupado, promovido y organizado desde arriba y desde el inicio de esta pesadilla hace más de 15 años.
Yo entiendo que tu quieras una salida incruenta a este proceso, y que le des tu voto de confianza a los que, mal que bien, dirigieron la política durante el régimen de libertades habido desde el 23 de enero de 1958 y hasta la ascensión del difunto comandante. Al fin y al cabo, a ti te gusta tu país, y visualizas un futuro para tus nietos en él. Eres, por demás, una persona no violenta. Y, asimismo, sientes una profunda desconfianza hacia los milicos, que son la única fuerza capaz de darle la vuelta al timón.
Te entiendo, y respeto tu manera de pensar.
Ahora, tú a veces no entiendes la mía.
Cuando al candidato Zuluaga, convertido en el fenómeno electoral de Colombia, le preguntaron si seguiría  con los diálogos de paz con la FARC en el caso de ser electo, y aseguró que los suspendería hasta poder evaluar sus resultados, añadiendo que uno de sus cambios consistiría en la eliminación de Venezuela como mediador, porque no se justificaba la inclusión de una dictadura para generar una transición democrática.
Esto es, exactamente, lo mismo que yo habría pensado y dicho si estuviese en sus zapatos. Porque pensar que los des-gobernantes de acá no son comunistas, que van a cambiar al modelo productivo capitalista y que se van a dejar llevar ante la justicia penal internacional sin decir ni ñé es una utopía peor que la que concebida por Carlos Marx en El Capital.

Los muertos y los presos siguen igual
Mientras aquí se intenta dialogar, no hay resultados concretos para los deudos de las 42 bajas de las manifestaciones, los 190 estudiantes detenidos y torturados según el Foro Penal Venezolano; mientras aquí se intenta dialogar, los colectivos motorizados el lunes pasado irrumpen en mi universidad y atracan a los alumnos dentro de ella; mientras aquí se intenta dialogar, el comisario Simonov decide morirse de hambre antes que pudrirse en la cárcel por un crimen que no cometió; mientras aquí se intenta dialogar, el ministro de Injusticia, el secretario del partido del desgobierno y el presidente de la asamblea compiten por ver quién escribe el mejor thriller para las telenovelas de la hegemonía comunicacional; mientras aquí se intenta dialogar, los precios se van a las nubes y la escasez de alimentos y medicamentos llega a niveles insostenibles. Mientras Venezuela se banaliza en la cotidianidad, el proceso sigue vivito y coleando, inexorable en su curso irreversible.
Como un elefante en una cristalería, el socialismo real, científico o del Siglo XI continúa aplastando y llevándose todo a paso de vencedores. Y con su memoria paquidérmica, destruyendo a quienes odia: Leopoldo, María Corina, Alfredo, Diego. Para comenzar…
Pero hay otra lista mejor, la que maneja el senador Rubio en EEUU. Y puede que, gracias a ella, se produzca el milagro de la renuncia de tú sabes quién. Porque lo único inaceptable para estos nuevos sicofantes del hamponato es que le vacíen sus bolsillos. Y eso es lo que se está fraguando en el Norte.
Finalmente, querido primo, extraño tus llamadas telefónicas y nuestras reuniones. Prometo no hablarte más de política, y comportarme como un yes-man. Pues, en realidad, me haces falta.

Saludos y cariños a la familia.