domingo, 14 de septiembre de 2014

Complot son las escaseces y la estanflación

El decrecimiento del coeficiente intelectual
Lo único que en Venezuela no crece si no, más bien, decrece, es el coeficiente intelectual. A fuerza de no ejercitar ni usar de manera cotidiana su músculo gris se ha atrofiado, colectivamente, y las neuronas que sirven en otras longitudes y latitudes para innovar y mejorar la calidad y estilo de vida de sus pobladores, aquí, lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar su derecho a la vulgaridad y lo impone dondequiera. Como se dice en Norteamérica: “ser diferente es ser indecente”. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, debe ser eliminado (Ortega y Gasset: La rebelión de las masas, 1979).
Lo de afirmar su derecho a la vulgaridad  e imponerla dondequiera no es una característica particular del actual ocupante de Miraflores ni de su antecesor. Simón Bolívar lo intuyó, de manera anticipatoria (sic): Venezuela es un cuartel, Colombia una universidad, Ecuador un convento.
No es que la totalidad de los oficiales venezolanos hayan sido o sean lerdos, sino que, en verdad, los escogidos para dirigir y digerirse la administración pública desde que el elegido por los hermanitos Castro y el Foro de Sao Paulo lo hicieran en 1999, están al nivel del defenestrado ex cónsul de Venezuela en Aruba, alias El Pollo Carvajal, quien se vanagloria en su perfil ejecutivo de que (sic) no lee, no le gusta leer.
El mercado de las escaseces
Si bien el CI del venezolano decrece a paso de vencedores, todo lo demás aumenta desmesuradamente de precio o desaparece del mercado. Me refiero a insumos inexistentes como lentillas intraoculares -uno de mis amigos ha tenido que suspender dos veces sus operación de cataratas porque no las hay-, película para radiografías -sustituidas por CD-, losartán potásico -hipotensor-, alopurinol -disolvente del ácido úrico- sal sódica de ácido hialurónico y glucosamina con choitoindrina -para aliviar dolores crónicos de las articulaciones-, vitaminas -A, Complejo B, C, E,-, polivitamínicos, y macro-elementos. Me refiero a los insumos que me conciernen, no a los de los demás, que llenarían éste y todos los blog que he publicado.
Los alimentos son harina de otro costal. Los hermanitos Castro se han vengado de la derrota que las FFAA le infringieran al Ejército Cubano en Machurucuto, durante el período de combate contra las guerrillas marxistas leninistas en los años 60, poniendo a los venezolanos sojuzgados por la traición a la patria de los actuales des-gobernantes a pelearse como perros callejeros por una ración de comida.

La sopa de Andy Warhol ahora vale Bs. 98
Así lo realza Jesús Petit Da Costa en sus crónicas semanales de La Razón. Pero hay otra razón pedagógica en las colas para adquirir alimentos, y ésta es sacar a las mujeres de la calle, de las marchas y protestas contra el régimen, pues son ellas, precisamente, su dinamo o motor esencial. En vez de parársele a los esbirros de la Guardia, la Milicia, los Colectivos Hamponiles, el SEBIM y demás fuerzas represivas, ahora las féminas se la pasan recorriendo mercados y farmacias, perdiendo su tiempo y energía en esas lides.
La erupción de los precios
Tampoco quiero ahondar en los costos de las refacciones automotoras. Diré sólo que la garrafa de aceite sintético para motor -hay que llevar el envase- cuesta 5 mil bolívares fuertes; si es semi-sintético, 3 mil 500. Los cauchos ring 14, 1 mil 500. Y las baterías importadas de Colombia, Bs. 2 mil 500 (las más baratas, pues las hechas acá superan los 4 mil).
¡Y pensar que la PDV del pueblo inició sus exportaciones a Sudamérica con lubricantes!
Considere usted, amigo seguidor, la implosión en los PVP. Si se le ocurre desayunar un cachito de jamón y queso crema, un jugo natural de frutas y un café marrón grande, le costará dicho refrigerio el equivalente a lo que pagaría por iguales productos en Moisés Bakery of Miami (7310 Collins Avenue Miami Beach). Me refiero al dólar al mayor valor de cambio.

Un cachito aquí o Miami vale lo mismo
Los de los aumentos también es arrecho. Un litro de aceite de oliva pasó de 150 a 750 bolívares en tres semanas (el nacional de soya, que valía 37, está a 90 en los mercados libres). Una lata de leche evaporada subió de 37 a 150. El kilo de aguacate oscila entre 50 y 90 (igualmente se vende más barato en Miami). La botella de 2 litros de refresco, que andaba por los 12 bolívares hace un año, ahora se consigue a 60. Carne no hay en los supermercados, salvo una pieza brasileña que llaman cogote, sólo sirve para desmecharla o guisarla y de la cual se pierde la mitad al limpiarla (grasa y pellejo). A uno le venden sólo 400 gm de café del bueno, a 75 bolívares la bolsa. Desapareció la mayoría de los productos de cuidado del hogar, y los reemplazos son bien chimbos. ¿Desodorante? Todos olemos a MUM, cuando se consigue.
La desinformación a granel
Si lo anterior es malo, peor es la desinformación. Hay una empresa comunicacional, con varios semanarios y una costosa campaña publicitaria por cable, cuya promesa básica es no opinar: No opinamos, ¡informamos!-: repiten cual loros los directores de los magazines. ¿Y en qué universidades estudiaron periodismo estos prohombres? ¿Dónde aprendieron que comunicar es sólo informar y no opinar?
Aunque casi todos los medios están en manos del régimen castro-marxista, y los que no lo están han sido adquiridos por grupos y personajes cuyos seudónimos más bien parecen títulos de películas de Disney -aunque sus acciones nada tengan de graciosas-, de repente se les escapa a los auto-censores un gazapo como el siguiente:
Denuncian ocho muertos por una enfermedad desconocida
Erika Guillén,
EL UNIVERSAL
jueves 11 de septiembre de 2014

Collage de El Universal
En alarma se declaró el Colegio de Médicos en el estado Aragua por la muerte de ocho personas durante los últimas horas en el Hospital Central de Maracay a causa de un virus o bacteria que aún no identifican.
La información fue confirmada este jueves por el presidente del gremio de la salud en la entidad, Ángel Sarmiento, quien explicó que las ocho víctimas, cuatro adultos e igual número de niños, presentaron los mismos síntomas desencadenando la muerte en menos de 72 horas. Indicó que se muestra con un cuadro febril que alcanza 40 grados, malestar general y erupciones en la piel que luego forman ampollas.
Asimismo, se presentan sepsis que originan fallas multiorgánicas que produce coagulación intravascular diseminada, sangramiento de oído y nariz y el posterior colapso del organismo [...]
Ángel Rafael Orihuela, ex ministro de Sanidad y especialista en enfermedades tropicales se refirió a varias hipótesis que podrían explicar las muertes por la similitud de los síntomas con diversas enfermedades. Una de ellas es la meningoccemia, pero destacó que no ha habido ninguna epidemia en el país. Mencionó la ritketsiosis, causada por un ácaro que vive en los ratones, o la peste causada por la bacteria Yersinia pestis  [...]
El gobernador de Aragua, Tarek El Aissami,
negó a través de su cuenta en la red Twitter la existencia de una bacteria en el Hospital Central de Maracay (HCM). “Se han desatado cadenas por msm y redes digitales sobre supuesta bacteria en el Hospital Central de Maracay. Totalmente falso!!”, escribió.
Pero no fue únicamente El Aissami -quien, por cierto, figura en la misma lista donde aparecen alias El Pollo Carvajal y otros connotados gobernadores y funcionarios del régimen- el único que estriló. Le siguieron, casi al unísono, el dios negado y el norsantanderiano, aduciendo que se trataba de un complot del Imperio.

Complot son las escaseces y la estanflación.