sábado, 2 de enero de 2016

Una Nochebuena bien mala para Ceaucescu


De por qué desterraron al “Capital Alcohol”
Mientras uno de mis conocido, que estudiaba en Bucarest gracias a su parentesco con uno de los directores de la industria petrolera venezolana, era expulsado por la policía, con su diploma de Ingeniero bajo el brazo, la situación de tornaba color de hormiga para el matrimonio Ceaucescu: Nicolae y Elena, dictadores comunistas de ese país.
Al Capital Alcohol  ---así le pusieron de mote sus amigos al novel profesional, sabrá Dios por qué razones--- le condenaron a terminar el último año de su carrera yendo a la universidad sólo para asistir a clases, presentar pruebas y estudiar, por el bochornoso delito de copular con una chica usando condones. La penalidad le obligaba a dormir y permanecer el resto de tiempo eso, en la cárcel. Pese a la catástrofe económica y política generalizada, el régimen mantenía la prohibición de uso de cualquier anticonceptivo, no por argumentos morales, si no para evitar que la población disminuyera, una ley proclamada después de la II Guerra Mundial debido al alarmante número de bajas habido entonces.
Las elecciones con las cuales Ceaucescu “se limpió el flux”
Poco tiempo después que el Capital Alcohol  iniciara su destierro en Alemania Occidental ---no quiso regresar a Venezuela de inmediato para evitar la ira de su pariente---, hubo una suerte de elecciones donde se evidenció el voto castigo contra los tiranos que habían llevado al país a la bancarrota, con una deuda de más de 13 mil millones de dólares la corrupción generalizada de los jerarcas de la nomenclatura y caída de los precios peroleros de finales de los 80 del siglo pasado- Por lo cual, la vida cotidiana de los rumanos era una lucha desesperada para conseguir alimentos de la cesta básica, medicinas, vestidos y alojamiento.
Empero, los Ceaucescu hicieron caso omiso del mensaje que les había enviado su pueblo. En lugar de renunciar e irse a vivir de sus dineros mal habidos a algún paraíso fiscal, alinearon los medios masivos y los saturaron de propaganda donde equiparaban a Nicolae con Pericles, Napoleón y Alejandro Magno; y llamaban a Elena: La madrecita del pueblo rumano.
Además, a la Primera Dama la doctoraron en Medicina y licenciaron en Ingeniería, grados falsos, cuya falsedad fue descubierta y transmitida por Radio Bemba, lo cual enardeció aún más al ánimo popular.
El drama llegó a su apogeo durante la Nochebuena de 1982. El 24 de diciembre los Ceaucescu fueron juzgados, sumariamente, por un Tribunal Militar que les condenó a muerte por crímenes de lesa humanidad. La sentencia fue ejecutada al día siguiente, el 25, sin miramientos.

La mentira de que cualquiera puede hacer de todo
Ceaucescu accedió al poder en 1947, cuando el Partido Comunista ganó las elecciones, y lo designaron Ministro de Agricultura ---aunque no sabía un pito de sembrar, cosechar o criar---. Más tarde ---merced a la creencia comunista que los cargos poco tienen que ver con la experiencia o experticia del burócrata sino con la lealtad a La Revolución---, Vice Ministro de las FFAA.
Elena fue contratada como secretaria en el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero muy pronto la botaron por incompetente.
Ceaucescu subió en la nomenclatura, y, en 1955 fue elegido Secretario General del Partido. Además del control político, Ceaucescu se adueñó del poder del Estado, convirtiéndose en Presidente en 1974. Le apoyaron China y Corea del Norte, que conspiraban abiertamente contra la URSS. Asimismo, al oponerse a  la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968, se ganó la simpatía y el apoyo financiero de Occidente.
Rumania sigue postrada, aunque nada en petróleo
Hoy, casi tres décadas después de la ejecución de los Ceaucescu, Rumanía intenta aún salir de la  postración en la cual la dejaron los comunistas. Pese a que su fértil suelo flota sobre miles de millones de barriles de petróleo.
Mi hermano Rafael asegura que la Historia no se repite, y tampoco cree en la brujas. Pero de que vuelan, vuelan. Y la Nochebuena de 1989 fue muy mala para Ceaucescu.