El pronunciamiento de González al cuadrado
El 10 de Abril de 2002, el general
Néstor González González emplazó públicamente a Chávez en los siguientes
términos: Usted negocia para alcanzar sus
objetivos comunistas, y vende y traiciona a su patria y pueblo por ambición
personal. No es aceptable que un Presidente diga que aquí no existe la
guerrilla, cuando hay más que suficientes pruebas al respecto en poder del
CUFAN, pero al señor Presidente le
interesa más su relación con Fidel Castro y el comunismo [...] Somos un país digno de ser gobernado por alguien
mejor que usted.
Dichas palabras fueron,
probablemente, el detonante que hizo estallar la dinamita que se había ido
acumulando en Venezuela entre grupos significativos de militares, empresarios y
opositores nacionalistas; hasta llegar a la frustrada transición de el 11 de
abril, hace exactamente 12 años tal día como hoy.
Según el Diario El Universal
(06/04/14): Alarmado por el derrumbe
emocional y el destino de su aliado, el 11 de abril de 2002 Fidel Castro pidió
refugio para Hugo Chávez en Madrid. Cuando
se produjo el golpe -asegura el ex premier José Mª
Aznar en su autobiografía-, recibí una llamada de Cuba, en la cual su gobierno me pedía organizar
un convoy para sacar a Chávez de Caracas y traerlo a España. Les respondí que,
si querían sacar a Chávez de Venezuela, lo hicieran ellos.
En
La Habana, mientras tanto, insistían en buscarle un destino a Chávez fuera de
su territorio. Tanto así que entre los embajadores acreditados en Venezuela
empezaban a notar que la diplomacia cubana movía sus fichas, para sacar a su
camarada a un tercer país. Eso dijeron al arzobispo de Mérida, Baltazar Porras
-desde la Nunciatura Apostólica- horas antes de que terminara acompañando al
mismísimo Chávez al filo de la madrugada del 12 de abril.
Cerca de las 12:30 de la madrugada
del 12 de abril, el capitán de navío Ramón Rodríguez Chacín, le pasó a Chávez
al teléfono, para que hablara con Monseñor Baltazar Porras. Y esto es lo que
recuerda el prelado en sus memorias:
Con
voz grave me saludó, pidió la bendición y me dijo: Perdóneme todas las
barbaridades que he dicho de usted. Lo llamo para preguntarle si está dispuesto
a resguardar mi vida y las de los que están conmigo en Miraflores [...] He decidido abandonar el poder. Lo que yo quiero es salir del país, si se
garantiza la vida de los que están conmigo. Le pido a Ud. que me acompañe hasta
la escalerilla del avión o inclusive que me acompañe si es el caso.
Y así sucedió, Porras fue a ver Chávez
en Fuerte Tiuna junto al arzobispo de Barinas, José Luis Azuaje; únicos
testigos civiles en una reunión de militares que se disputaban el poder.
¿Qué sucedía entre los
uniformados? Algunos testigos afirman que se barajaron 3 opciones: dejar que Chávez se fuera, apresarlo y llevarlo
ante la justicia militar o, simplemente ejecutarlo.
Esta indecisión resultó fatal
para la insurgencia.
El Jefe del CUFAN, general Manuel
Rosendo, iba a entregarle el un salvoconducto para que Chávez viajara a Cuba
con los suyos.
Empero, cuando Chávez llegó a
Fuerte Tiuna, le dijeron que quedaba bajo custodia de la Fuerza Armada
Nacional. A lo que el derrocado mandatario ripostó: Ustedes cambiaron las reglas de juego. Les dije a Rosendo y Hurtado que
firmaba la renuncia si me mandaban fuera del país, continuó el mandatario. Soy menos
problema si me dejan salir que si permanezco aquí. Pero ustedes tienen la
última palabra, advirtió a Efraín Vásquez Velasco y los otros generales que por
un momento terminaron dejando el salón, para tomar la última decisión en
privado.
De una manera injusta, según el
presentador radial y ex oficial Esteban Ballesteros, al general González
González, actualmente en la lista roja de Interpol, se le responsabilizó por la
decisión que cambió la suerte de la
rebelión popular. Afirman que se negó a asumir el poder para los militares y conformar una junta al respecto -ya que el
gobierno presidido por Pedro Carmona Estanga se había hecho mediáticamente inviable- porque le daba culillo. De allí el apodo que le
pusieron: El general culillo.
González González, ¿se aculilló?
Patria, socialismo o muerte
Afirman, asimismo, que el general
Raúl Isaías Baduel -acuñador de la frase Patria, socialismo o muerte en la
Academia Militar de Venezuela y preso hoy sin pruebas ni condena-, comentó: Como estos huevones no terminan de ponerse
de acuerdo, lo que soy yo me voy con Chávez.
Raúl Isaías Baduel: Con pendejos ni a la esquina
Los recuerdos del 12-A vienen al
caso en el presente porque Venezuela confronta una situación similar a la del
pasado, pero en esta oportunidad con protagonistas multipolares.
Por una parte, están los actores fracasados
de la V República, y los también representantes fracasados de la IV República,
a quienes considero como una oposición
colaboracionista.
Los primeros fallaron, pues aún
cuando lograron su propósito primordial, entregarle la soberanía de Venezuela a
los tiranosaurios cubanos, el costo político, económico y social que este acto
de traición a la patria conlleva es insostenible a corto plazo.
Los segundos también fallaron, porque
creyeron que bastaba el espacio las hertziano y la convocatoria comicial para
derrotar a la dictadura castro-comunista.
Ese espíritu de los últimos, la
MUD en la actualidad -derivada metodológica de la
famosa por ineficaz Coordinadora Democrática, con todos sus apéndices
igualmente ineficientes, Carter y Gaviria-, ha excitado a medio mundo, en Venezuela y
fuera de ella.
A la MUD la sentaron los estudiantes en
Miraflores
La MUD se atribuye la gracia de haber
logrado, tras 15 años de gobierno marxista leninista, ha logrado figurar en un
programa transmitido en cadena nacional.
Desestima la MUD que si se pudo
sentar allí fue gracias a la valentía de los estudiantes universitarios, que
tomaron las calles, abandonadas por los cuarto-republicanos, e hicieron suyas
las más sentidas consignas de la protesta popular: el desempleo, la
inseguridad, la violencia, la escasez, la inflación y, sobre todo, la entrega a
Cuba y otros socios foropaulistas de la soberanía y riquezas del país.
No entiende la MUD que el
apresamiento de estudiantes, la inconstitucional defenestración de Mª Corina
Machado y los alcaldes de San Cristóbal y San Diego, la negativa a darle
medidas de gracias al comisario Boris Simonovis y otros inculpados por los
homicidios del 11-A, todos ellos constituyen componentes de una planificación maquiavélica totumeada en
La Habana para acabar con la resistencia patriótica hoy en plena ebullición.
Y tampoco termina de asimilar la
MUD -a lo mejor porque no le conviene- que los deudos
de las 41 víctimas de la salvaje represión ordenada por Raúl Castro, de los
centenares de presos, detenidos y procesados desde el 12-F por ejercer su
legítimo derecho a la protesta, conforme a la Constitución vigente, tiene como objeto impedir que se abra la Caja
de Pandora, y los responsables de estos crímenes y otros delitos inconfesables
paguen por ellos.
Por eso, en esta nueva jornada de
la Pascua Florida, hay que reivindicar a la imagen del Cristo del Nazareno, que
simboliza la lucha del pueblo de Venezuela, y la gallardía que demostraron los
jóvenes en 19 de abril de 1810. Fecha en la cual comenzó la etapa republicana
que hoy intentan arrebatarle a la nación.
María Corina: La Dama de Hierro de Venezuela
Orar por los estudiantes, y por
los políticos que se han segregado del colaboracionismo como Mª Corina Machado,
Leopoldo López, Diego Arria y Pablo Medina. Y recordar la frase del Alcalde
Antonio Ledezma: Una cadena nacional no
vale 41 muertos.