Los emigrantes venezolanos
Estoy muy cansado, la verdad;
Y más que cansado de estar aquí,
Estoy muy pero que muy cansado,
porque no veo a mi país.
Porque extraño sus cerritos de color de miel,
Su tierra áspera de molde bronco,
Las imaginativas nubes de su cielo,
Su aire nocturno y ronco.
Miles de pensamientos desordenados,
me avasallan en forma de recuerdos,
me quedo abrumado, pensativo y triste,
y muy cansado, muy cansado me siento.
Y es que estoy cansado, mas no puedo
recostarme entre pinos y candelas,
siento sed y no hallo pozos,
pido luz y sólo veo niebla.
Y así el cansancio me cierra los ojos,
y el corazón se me cierra entre punzadas,
las ojeras me delatan con alevosía,
y el mayor cansancio es el del alma.
Antonio Moreno
Ruiz: Estoy muy cansado
Nuestros
refugiados
Algunos los calculan en 6 millones, otros en 4. Los más afortunados,
los balseros del aire, arriban a sus
destinos en pocas horas. Otros tardan hasta una quincena en llegar a Brasil y los
países andinos.
Todo esto sucede mientras Maduro baila cumbia con la primera combatiente, lanzando con esta danza
macabra su campaña electoral, Oscar Martínez es cruelmente asesinado, Ramos se
prepara como única alternativa y, por debajo de cuerda, los estrategas se
devanan los sesos para habilitar a Falcón y Rosales para poner en el mapa a 3
candidatos opositores a las presidenciales, y así justificar mejor las trampas del
CNE.
Promover opciones para crear confusión comicial no nuevo, así lo hizo
Chávez con el Conde del Guácharo.
Según Rafael Poleo, "lo único malo de Ramos Allup es su cuñado malandro"
El gobierno aupó al cómico, le dio billetes y espacio para que
aspirara a sentarse en Miraflores. Al momento que el Conde empezó a coger
cuerpo, le defenestró. Que le sirva o no el mismo método con sus evidentes protégées, Falcón y Rosales, dependerá de que haya
o no primarias para elegir al candidato de la oposición.
Mucha gente decidió sacrificarse
para encabezar un supuesto gobierno de transición. Entre ellos, los antes
mentados ex gobernadores de Lara y Zulia, el inefable Ramón Aveledo y se
menciona a un destacado empresario quien no ha dicho hasta ahora ni pío,
Lorenzo Mendoza, CEO de Polar. En el área chavista, destaca Rafael Ramírez, desafiando
a Maduro, y dejando entrever que cuenta con apoyo militar, dinero y poder para
vencerle en una improbable contienda interna.
No le recomiendo a Mendoza que se meta en esta merienda de
afro–descendientes. No porque subvalore sus condiciones como venezolano,
gerente y hombre probo. Con el dinero que Mendoza tiene repartido por el mundo,
estoy seguro que no le interesa ni un centavo del erario público.
Ser rico es
malo, ser pobre es bueno
Beto Finol, el adecuo rico que casi fue preso por aspirar a la Presidencia de Venezuela
Pero recuerdo la dolorosa y costosa experiencia sufrida por un buen
amigo, el ingeniero Alberto (Beto) Finol, cuando manifestó sus aspiraciones
presidenciales. Fue dentro de su mismo partido, Acción Democrática, donde
surgió la más perversa campaña imaginable para hacerle añicos. Socialistas como
son los adecos, al fin y al cabo, comparten la satanización del libre mercado que
Chávez propagó–: Ser pobre es bueno, ser
rico es malo […] Primero pasará un camello por el ojo de una aguja que un rico
por la puerta celestial…
Pues bien, en reunión con Joe Napolitan, un asesor político a quien
el dirigente maracucho contrató y le pagó por todas las campañas de AD, el
gringo le advirtió que o se iba o iba preso, pues esas eran las órdenes del
CEN. Todos los asistentes al encuentro se avinieron a la recomendación de que
se fuera, excepto mi querido y finado amigo Adolfo Herrera y yo.
Adolfo le advirtió a Beto que si se iba no volvería, y que una vez en
el extranjero en nada le podría ayudar. Yo le agregué, desafiando a Napolitan,
que cuando él pudiera pronunciar inteligiblemente Machurucuto –nombre de la
población mirandina donde el Ejercito Cubano sufrió su más afrentosa derrota–
yo aceptaría su evaluación sobre el comportamiento sociopolítico en Venezuela.
Beto no se fue. Se quedó.
Hicimos una campaña de RRPP con los periodistas, la cual comenzó por presentarles
las facilidades de Ilapeca en Lara, Monagas y Zulia –la empresa creada por la
familia Finol–, y cómo el capital de la misma se había constituido según la
producción de litros de leche de cada granjero, avanzadísimo criterio de
justicia social ideado y ejecutado por Beto, sin demagogia ni oportunismo.
En Boa Vista, los
profesionales venezolanos cobran salario mínimo
Estatua del garimperio en Boa Vista. Por allí se van el oro y los diamantes
Según una encuesta del gobierno brasileño, realizada bajo la
supervisión del Alto Comisariado de ONU para los Refugiados y publicada durante
el último trimestre del 2017, el flujo migratorio de venezolanos está compuesto
mayoritariamente por jóvenes de 20 a 39
años –72%–, hombres –63%– y solteros –54%–.
El 78% tiene educación media y un 32% pregrados y posgrados. Empero, vive
con menos de un salario mínimo, que en Brasil ronda entre US$ 300 y 400. El 44%
del grupo de migrantes gana entre uno y dos salarios mínimos, mientras que el
5% restante recibe el doble.
Se trata de una migración con
fuerte potencial de ser plenamente incorporada en la sociedad y en el mercado
de trabajo brasileño, dadas sus características étnicas y educacionales–: indican las
conclusiones del estudio, cuyo objeto fue contribuir a formar políticas
públicas en Brasil que atiendan a la oleada migratoria prevista para el 2018.
Xenofobia
anti–venezolana en Panamá
Nunca había sido tan cierto el dicho, Una cosa es con guitarra y otra con bandolín, que en el caso de la
migración venezolana a Panamá. Hasta hace pocos años, los venezolanos eran
bienvenidos en la república istmeña. Llevaban dólares, entre ellos –se dice–, los cobres del comandante
Arias Cárdenas, para lavarlos en los bufetes desvelados por los Papeles de
Panamá.
Hoy las primeras planas de los periódicos de la nación istmeña
incitan al chauvinismo, sobre todo contra los venezolanos. Si se evalúan los
medios de mayor audiencia, La Prensa
y La Crítica, se estima en más de 60
mil las notas y artículos opináticos donde se menciona a los venezolanos, sobre
todo negativos. Lo que no admiten la
prensa convencional y las redes panameñas es que nuestros refugiados fueron allá
por gusto sino por necesidad, a trabajar en actividades que los nacionales no
quieren o no saben hacer; que los venezolanos no fueron a pedir limosna, sino a
laborar duro y parejo.
La xenofobia reinante no sólo logró que el gobierno panameño tome restringa
el acceso a los venezolanos, sino que, asimismo, se expande a todos los órdenes
de la cotidianidad: trabajo, escuela, transporte.
Hay un relato dramático de un ama de casa venezolana que tuvo que
sacar a sus dos hijas de la escuela porque el resto de sus compañeras las
tenían sometidas al bullying o acoso escolar, impidiéndoles jugar durante los
recreos con otras niñas, dada su nacionalidad.
Resulta preocupante que esta cantidad de alumnos se encuentren en
situaciones situación como ésta, pero ¿por qué sólo fijarse la casuística y no
en el origen del problema? No sólo son las afectadas, sino la sociedad: por
cada víctima hay un acosador que intimida, unos padres involucrados y unos alumnos, un director o un profesor,
entre otros, que tiene los ojos vendados o mira hacia el otro lado, por no mencionar
las secuelas que dejan estas humillaciones, insultos, burlas, aislamiento por grupal.
Quienes sufren acoso son más susceptibles de padecer problemas de salud mental
al llegar al final de la adolescencia, tales como ansiedad, depresión,
trastorno de estrés postraumático pudiendo llegar al suicidio. ¿Es éste el
mensaje que Panamá quiere darle al mundo en relación con sus vecinos en
desgracia?
Venezolanas
migran a Colombia para poder parir
La crisis sobre condiciones de vida de Venezuela, según la Encuesta
Nacional 2016, llevó al 82% de los hogares a la pobreza; 9,6 millones de
venezolanos comen dos o menos veces al día–.
O me iba o nos moríamos ambos–reveló Dariana Elluz Amaya, de 25 años, a El País de España.
De una carpeta, que lleva como diario de su embarazo, extrae dos
ecosonogramas: la de un hospital del Zulia, que predice el alumbramiento de un
varón y la de Cartagena, que le asegura el de una niña. Es que en Venezuela ni esos los exámenes hacen bien, asevera indignada.
Dos días después da luz a la niña, Ashely Samara, en la Maternidad Rafael
Calvo. Contrata esta noticia con la situación existente antes de la dizque
gloriosa revolución chavista, cuando había busetas que cubrían la ruta Cúcuta–Maternidad
para que dieran a luz en San Cristóbal las parturientas colombianas.
Dariana Elluz es una de las 82 venezolanas que en los dos primeros
meses del pasado año solicitaron atención médica en Cartagena. La mayoría
–según Jorge Quintero, galeno y gerente del hospital– llega sin historia
clínica ni controles–: Por lo general
ingresan por urgencias cuando ya tienen los dolores de parto o se sienten muy
mal. Recibir atención, empero, no es tan fácil–: El Estado colombiano está de espaldas a lo que pasa con la salud en la frontera
a raíz de la llegada de venezolanos. Se necesitan más recursos y una política
que garantice su atención.
EEUU dejará de
importar crudo de Venezuela
Si el régimen venezolano no se aviene a los pedimentos de la
oposición en la Republica Dominicana, Rex Tillerson, próximo Secretario de
Estado de EEUU, advirtió ayer en Chile que EEUU prohibiría la importación de
crudo venezolano; cerrando así la única fuente de divisas que le queda al país
tras la destrucción de la industria petrolera. También anunció la necesidad
perentoria de alcanzar una estrecha cooperación con Brasil, Colombia y la OEA,
para hallar una transición negociada a un
gobierno democrático en Venezuela.
Tillerson indicó que si se logra una transición negociada con el
gobierno venezolano se reconstruirían las instituciones políticas con valientes
defensores de la democracia y los derechos humanos–: Abrirá el camino para el tipo de reformas necesarias para poner a
Venezuela en el camino de la recuperación económica.
Mientras tanto, las democracias del mundo –especialmente las
iberoamericanas– deben ser tolerantes con nuestros refugiados. Por ahora,
pareciera ser que sólo Argentina, Chile y Brasil reciben a nuestros migrantes
compasiva y solidariamente. Al menos por ahora.
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