miércoles, 11 de marzo de 2020

El Corona Virus como nueva estrategia de la guerra mediática


Luis García Planchart




La “Gran Recesión” y la “Gripe Aviar”

Durante el siglo XX hubo tres pandemias gripales –en 1918, 1957 y 1968–. La primera de ellas, llamada “Gripe Española”, mató cerca de 40 millones de infectados.

En 1997, apareció un nuevo virus, el H5N1, primera infección de su tipo transmitida al hombre por animales. Ocurrió en Hong Kong (1997), cuando la denominada “Gripe Aviar” enfermó gravemente a 18 personas. El rápido sacrificio de 1,5 millones de aves de corral, sirvió para contener, aparentemente, la propagación del virus. Empero, el H5N1 siguió apareciendo al oeste de Asia, África y Europa Oriental, en brotes limitados. Como consecuencia, en el 2004 se reportaron unos 300 casos en humanos, de quienes fallecieron el 60%. 

Asociada al fenómeno in crescendo de la “Gripe Aviar”–pues los medios la transformaron de endemia en pandemia, y, más tarde, en epidemia– surgió la “Gran Recesión”, que así bautizaron la crisis económica mundial de 2008, originada en Estados Unidos.

Además del terror colectivo hacia el H5N1 –que sembró en el público la idea de que “algo iba mal y todo iría peor”–, las causas objetivas del crac fueron la desregulación económica, la sobrevalorización de algunos bienes, la escasez alimentaria, el desorden en los precios del crudo, y, sobre todo, la burbuja crediticia e hipotecaria que surgió con la bancarrota de varios bancos de inversión (2017) y la quiebra de Lehman Brothers (2008).

Estos hechos hicieron que las bolsas y mercados de valores se derrumbaran y llevaran el caos a todo el planeta. Debido a volumen ingente de dinero que tuvo que ser asignado a los rescates financieros y a la caída generalizada de los ingresos fiscales, se impusieron programas de austeridad económica en Occidente que mocharon el auxilio social, provocando huelgas y manifestaciones violentas, e incrementado pobreza en el mundo entero.

Durante el 1er. trimestre de 2009, los índices bursátiles de Estados Unidos y Europa fueron superados por los de China, Brasil y Rusia, que crecieron en un 9%; el índice de India pasó de negativo a positivo y el índice compuesto de Shanghái aumentó en un 30%.

Ese año, Luis Ignácio Lula Da Silva –creador del Foro de Sao Paulo y patrocinador de la corrupción nacional y latinoamericana a través Petrobras y Odebrecht– presidía Brasil, Vladimir Putin era Primer Ministro en Rusia y Hu Jintao –creador de la frase, “No importa el color del gato con tal que cace ratón”, con la cual justificó la adopción del capitalismo salvaje– era Presidente de China y Secretario General del Partido Comunista. De manera que estaban los tres ligaditos.


Una primavera que incendió el Medio Oriente

La “Primavera Árabe” fue el nombre con el que mediáticamente se ha identificó a las violentas manifestaciones que se produjeron en el Medio Oriente desde finales del 2010, y que condujeron a la caída de las autocracias de Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto, al potenciamiento del conflicto en Yemen y a la guerra civil en Libia. Lo que sucedió con la “Primavera Árabe” estuvo emparentado con las manifestaciones anticrisis en Europa, Asia y Estados Unidos.

La “Primavera Árabe” contó con la cobertura mediática de las televisoras Al-Jazeera y Telesur, así como el apoyo en las redes sociales de WikiLeaks, que se dedicó a irritar a sus seguidores con cables filtrados del Departamento de Estado de Estados Unidos que calificaban a los mandatarios defenestrados como “vampiros de la sangre que chupaban a los menesterosos”.

Aunque, en cada caso, las tácticas mediáticas fueron específicas, la estrategia seguida fue general y logró, entre otros de sus “éxitos” …


1.    Aterrorizar a las familias de los trabajadores egipcios que vivían en Arabia Saudí con el anuncio del inminente despido de 500 mil obreros por la inestabilidad del mercado petrolero
2.    A mediados de 2008, el Fondo Monetario Internacional –FMI– anunció que la inflación había llegado al tope las naciones exportadoras de petróleo, pero, en el 2009, el problema fue inverso, pues sobrevino la deflación, que obligó a la Reserva Federal de Estado Unidos a reducir la tasa de interés al 0,35%
3.    Estados Unidos perdió a sus aliados políticos en Túnez, Libia, Egipto y Siria
4.    La banca árabe perdió US$ 4 mil millones en las primeras de cambio
5.    La Organización Internacional del Trabajo (OIT) denunció que se alcanzó un máximo histórico de desocupados en Occidente, con más de 205 millones de la población económicamente activa (2011).
6.    Según el Banco Mundial –BM–, la violencia en las calles les costó a los países involucrados mas de US$ 30 mil millones.

Con sus catastróficos efectos, la “Gran Recesión” fue nada comparado con lo que se nos viene encima con del Corona Virus (CONVID–19) 

 ¿Por qué lo del CONVID–19 va a ser peor que lo de la “Gripe Aviar”?

Todo el alboroto sobre el CONVID–19, que cubre actualmente el 80% de los medios masivos y las redes sociales, es producto de una estrategia destinada a crear una crisis económica global peor que la del 2008, para beneficio de China, Rusia y sus aliados en el mundo.

Lo primero que debemos saber es que el CONVID–19 no es otra cosa que un virus gripal, cuyos principales síntomas son dolor de cabeza y muscular, fiebre y malestar generalizado. En los casos más severos aparece la neumonía y otros problemas que, eventualmente, pudieran provocan la muerte, sobre todo entre los grupos de riesgo: mayores de 65 años, niños y enfermos crónicos. 

La gripe que genera el CONVID–19 se caracteriza su alta capacidad de distribución, patología e incidencia. Debido a la variabilidad en la mutación del virus, la población carece de anticuerpos. y la infección puede propagarse con rapidez. La enfermedad aparece como brotes de intensidad variable.

La descripción del CONVID–19 difiere poco de la que corresponde a las modalidades de la influenza o la “Gripe Aviar”

Sin embargo, el CONVID–19 no ha superado aún el umbral para que se le considere, epidemiológicamente hablando, como pandemia.  Este umbral tiene como límites los estragos que ocasiona la influenza, y éstos son…

1.    Que más del 20% de la población global esté infectada, lo cual equivale a más de 26 millones de personas 
2.    Que más de 300 mil enfermos sean hospitalizados
3.    Que más 25 mil individuos mueran virus por los efectos colaterales de la virosis
Si lo anterior no ocurre, no hay pandemia. 

Según datos procedentes de las redes centinelas y de vigilancia en España, uno de los países más afectados de la eurozona por el CRONAVID–19, el año pasado se registraron 1,7 millones de engripados –3,8% de su población total–, sobre todo. En dicho pa fueron contabilizados 15 mil muertos de neumonía como consecuencia de la influenza, la más común de las gripes.

Entonces, ¿por qué carajo tanta alharaca?

El primer objetivo de la estrategia es acabar con el turismo

Todos los días se clausura un evento cultural o deportivo planificado con años y hasta décadas de anticipación, se cierran las puertas de un santuario o un museo, pero, sospechosamente, la gente sale a manifestar en contra del feminicidio y a favor de los grupos LGBT. Aparentemente los feministas y activistas gay son inmunes al CRONAVID–19.

Mientras el Papa cierra el Vaticano y transmite los oficios de cuaresma por Internet, les pide a sus sacerdotes que sean valientes, y vayan a consolar a los infectados con CRONAVID–19.


Según la OMT, el turismo generó, en el 2018, US$ 5 mil al día, y la suma de ingresos por este rubro de todos los países del mundo alcanzó US$ 1,7 billones, que se gastaron los 1.400 millones de viajeros que recorrieron el globo por negocios y placer, con un incremento interanual sostenido de 4 al 5%.

El turismo –además– provee 1 de cada 5 empleos en el mundo-.

Así es que, dadas estas cifras, la mejor manera de desatar una crisis económica global es acabar con el turismo. Y así ha estado sucediendo con los “brotes” que aparecen –aparentemente sin ton ni son– en destinos y lugares de alta receptividad turística, como Italia, España y los cruceros; así como detener el flujo de vacacionistas como chinos, estadounidenses y europeos, aterrorizándolos e impidiéndoles el acceso a sus sitios de atracción y esparcimiento.

Así se desgañiten los periodistas de los noticieros del mundo, no me creo este nuevo cuento chino. Y no me da la gana de caer en la provocación del Corona Virus como la nueva estrategia de la guerra mediática.


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