No news, good news
He decidido darle curso hoy a una interesantísima comunicación que me ha llegado de la ONG Amor en Acción, y que se refiere a Islandia.
El Poder detrás del Poder Mundial ha tranccado toda información sobre Islandia desde hace varios años, país donde comenzó la actual crisis económica global y que fuera considerado por todos los organismos económicos mundiales –ONU, BM, CE, BCE, FMI, RF- “modelo” del capitalismo en todos los aspectos, calidad de vida, economía, educación, seguridad social. Sin desempleo, control gubernamental ni drogas. Casi sin presos, con estabilidad monetaria y política-.
De la noche a la mañana el cuasi perfecto sistema insular se vino al suelo, y la caída arrastró todos los maravillosos beneficios del país que con el trabajo y esfuerzo de todos sus pobladores se habían logrado.
Si todavía cree que no hay censura en las democracias occidentales, que diga por qué como se supo y sabe lo que pasa en el Medio Oriente y África del Norte, pero se silencia lo que pasa en Islandia, donde el pueblo hizo dimitir a su gobierno por incompetente, obligó a nacionalizar a los principales bancos, decidió no pagar la deuda que sus corruptos gerentes crearon con Gran Bretaña y Holanda y se acaba de elegir una Asamblea para reescribir su Constitución. Y todo ello de forma pacífica.
Una patada contra el poder financiero
Una revolución contra el poder que les condujo hasta la catástrofe financiera. Esa es la razón por la cual no se han publicado los hechos durante tanto tiempo. Porque, ¿qué pasaría si el resto de indignados europeos siguieran el ejemplo de los islandeses?
Esta es la síntesis de los sucedido:
1. Se nacionaliza el principal banco del país, el efectivo desaparece, la bolsa suspende su actividad, Islandia cae en bancarrota (2008).
2. Las protestas ciudadanas frente al parlamento logran que se convoquen elecciones anticipadas, provocan la dimisión del Primer Ministro, y del gobierno en bloque. Continúa la pésima situación económica del país. Mediante una ley se propone la devolución de la deuda al Reino Unido y los Países Bajos mediante el pago de 3 mil 500 millones de euros, suma que pagarán todos las familias, mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de interés (2009).
3. La gente vuelve a la calle y solicita someter dicha la ley a referéndum. En enero de 2010, el Presidente se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta popular. En marzo se celebra el referéndum y el NO al pago de la deuda arrasa con un 93% de los votos. A todo esto, el gobierno ha iniciado una investigación para enjuiciar a los responsables del desaguisado. Comienzan las detenciones de varios banqueros y otros altos ejecutivos de las finanzas. La Interpol dicta una orden, y todos los implicados, abandonan el país. n este contexto de crisis, se elige una Asamblea para redactar la nueva Constitución que recoja las lecciones aprendidas de la crisis y que sustituya a la actual, copia de la Constitución danesa. Para ello, se recurre directamente al pueblo soberano. Se eligen 25 ciudadanos políticamente independientes -de los 522 candidatos en nombre propio-, cuyos únicos requisitos fueron la mayoría de edad y el apoyo de 30 electores (2010).
4. La Constituyente comienza en febrero de 2011 para presentar un proyecto de carta magna a partir de las recomendaciones consensuadas en distintas asambleas que se celebran por todo el país. Debe ser aprobada por el actual Parlamento y por el que se constituya tras las próximas elecciones legislativas (2011).
Una lección gélida al resto del mundo
Esta es la breve e incruenta historia de la Revolución Islandesa: Dimisión de todo un gobierno en bloque, nacionalización de la banca, referéndum para que el pueblo decida sobre las decisiones económicas trascendentales, encarcelación de responsables de la crisis y reescritura de la constitución por los ciudadanos. .
¿Se ha hablado de esto en los medios masivos? ¿Se ha comentado en los programas de opinión? ¿Se han visto imágenes por la TV? Claro que no. Ni en Europa, ni en América ni en algún lugar del globo. El pueblo islandés ha sabido dar una lección a toda Europa, plantándole cara al sistema y dando una lección de democracia al resto del mundo. Lección que deberíamos memorizar los venezolanos, para cuando cambie el régimen y todo se derrumbe. Como pasó en Islandia.
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