Disparen primero…
La noche del viernes 16 de los corrientes fue vilmente asesinada Karen Berendique, estudiante de Comunicación Social e hija del cónsul chileno en Maracaibo, cuando iba a reencontrarse con sus ex compañeras de estudios de Secundaria.
Los victimarios, agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas –antigua PTJ- dispararon al vehículo donde viajaban cuando Fernando, su hermano, se negó a detenerlo frente a una supuesta alcabala por temor a ser asaltado.
La causa de su proceder es que él contaba ya con una experiencia parecida que había terminado en atraco.
Karen recibió tres tiros: uno en la cabeza, otro en el cuello y otro en la mano derecha.
Según las autoridades, el operativo que segó la vida de la joven Berendique tenia como propósito controlar el hurto de automotores, frecuente en el lugar de los acontecimientos.
Empero, no es función de dicho organismo llevar a cabo este tipo de prevención, y, de estar urgida de hacerlo, ha debido apoyarse en otras fuerzas del orden público.
El accionar de los tombos se corresponde más con la descripción de la labor policial durante el gobierno de Rómulo Betancourt: Disparen primero y averigüen después.
Sin embargo, hay que recordar que la democracia entonces luchaba en un capítulo de la Guerra Fría denominado La Tricontinental, contra guerrillas apertrechadas e ideologizadas en la URSS y Cuba.
160 mil homicidios violentos en 12 años
Karen se suma al número de fallecidos por homicidios violentos, que el año pasado llegó a 160 mil desde que desgobierna el Guasón, y el cual ubica a Venezuela entre las 3 docenas de naciones del mundo donde hay confrontaciones bélicas de mediana intensidad.
A diferencia de los demás países en abierto conflicto, en Venezuela no combaten regulares e irregulares, sino la ciudadanía desarmada y el hampa, armada hasta los dientes y, en algunos casos, promovida y protegida por el régimen por sus más altos jerarcas; como el grupo paramilitar Colectivo La Piedrita, cuyo líder máximo, Valentín Armas, prófugo de la justicia ordinaria, se pasea impunemente y a sus anchas e por Caracas, mientras su paradigma le llama terrorista.
Por favor… alguien que lo afine
Por su parte el Guasón, a quien en La Habana no sólo le inyectan los venenos de la quimio, sino también los de la mente perversa del moribundo y jurásico Fidel, se refocila con sus aires de boxeador y prende el contrapunteo en Miraflores, haciendo caso omiso a la noticia que enlutó a Maracaibo y Chile el fin de semana. Y, por si fuera poco, no hay ningún o ninguna hala bolas entre su entourage que le enseñe a cantar o, al menos, le ayude a afinar la voz; a él y a quienes le dedican coplas milagreras.
Ninguna Venezuela me gusta
Esa es una de las dos Venezuela que a mí no me gusta. La desangrada de gente y recursos, propiedad de Cuba y los militares golpistas encumbrados en el poder, no por sus hazañas y valentías, sino por la desidia de los políticos de la IV República aunada a la avaricia de los contratistas de todos los tiempos.
La otra tampoco me gusta.
La de quienes mienten con descaro y cinismo, y le aseguran a este pueblo manso y dócil que ganarán por paliza, sino que de los bandoleros les entregarán el poder por las buenas, y se pondrán a la orden de los tribunales para ser juzgados según las leyes de la República.
¡Míííí…! (expresión que debe ser acompañada por la señal de costumbre).
Oda a un fatídico mes de marzo
En este fatídico mes de marzo y con el mayor respeto, me uno al duelo que aflige a la familia Berendique, pus también soy papá, abuelo de dos chamas y profesor de Comunicación. Además, se cumple un año de la muerte de Chris, mi querida mujer, y varios de la desaparición virtual de quien fuera mi amigo pde siempre, el insigne compositor venezolano Jesús Sanoja Soteldo.
Me acabo de recordar de Chuchito pues encontré un CD con la música que le regaló a su mamá con motivo de su octogésimo onomástico.
Por décadas mantuve una relación de profundo afecto con él, al punto que le agradezco el haberme desasnado musicalmente, pues fue Sanoja quien me enseñó a leer el pentagrama.
Quise mucho a sus cónyuges, a todas, pues entiendo que el status ideal del ser humano es vivir emparejado, aunque no sea siempre con la misma persona.
Cuando murió su hijo, a quien amé entrañablemente, no pude siquiera darle mis condolencias, porque sus dos teléfonos repican sin contestar, y su e mail permanece también mudo para mí.
Me han dicho que Sanoja se ha alejado de sus antiguos clientes y amigos por razones políticas.
Lo cual, de ser cierto, me parece una reverenda huevonada.
Mi tutor de posgrado fue el finado doctor Héctor Mujica, fundador y secretario general del Partido Comunista. Tuve compañeros ñángaras incluso enconchados en mi casa durante los días duros del romulato. Adversando y aborreciendo como adverso y aborrezco al marxismo leninismo, no cabe en mi corazón odio para quienes profesan tan extraviada manera de concebir al mundo en general y al ser humano en particular.
Y aunque no tengo relación alguna con el maestro Gustavo Dudamel, he tenido más de una discusión con aquéllos que le señalan como propagandista de el Guasón, porque no es cierto y porque el arte y la música tienen poco que ver con nuestra realidad aparentemente objetiva, y sí mucho que ver con la híper-realidad que espera a quienes hagan el terrible esfuerzo de evolucionar para convertirse en criaturas de luz.
Si alguno de ustedes, amigos seguidores, puede comunicarse con Chuchito, les ruego le copien este blog. Y, si tienen relación con la familia Berendique, le transmita mi más sentido pésame por la pérdida de Karen, sacrificada la noche de los gatillos alegres.
lunes, 19 de marzo de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
Los banqueros serios también van a la cárcel
El dueño de Antigua y Barbuda
El 6 de marzo próximo pasado, el banquero Allen Stanford, encarcelado desde 2009, fue condenado a 262 días de presidio por un jurado federal de Texas, al habérsele comprobado estafa continuada de más de 7 mil millones de dólares durante dos décadas sobre los cuentahabientes del Stanford International Bank de Antigua, siguiendo el método del Esquema de Ponzi, con el cual captó cerca de 30 mil incautos, a escala mundial, con certificados de depósito que aseguraban intereses estrafalarios a corto plazo.
Empero, la justicia federal estadounidense se mostró muy comedida con estafador tejano, habida cuenta que en un caso muy reciente y similar, Bernard Madoff (29/06/09) fue condenado a la 150 años de prisión por haber obtenido 68 mil millones de dólares aplicando el mismo procedimiento.
Stanford debió cantar La Traviata a 4 voces
¿Por qué tanta diferencia entre ambas decisiones? En entrevista fechada en junio de 2010, Madoff declaró no sentir arrepentimiento ni pena por los daños causados a sus estafados: [...] Que se jodan mis víctimas [...] eran avaros y estúpidos [...] Fueron una pesadilla para mi [...] Me habría gustado se aprehendido hace 6 u 8 años [...] La prisión mi representa una liberación.
James M. Davis, testigo clave del Ministerio Público en el juicio contra Stanford, ex jefe financiero del banco y su roommate en la Universidad de Stanford, describió todo el proceso como fraudulento, incluyendo jugosos sobornos a connotados personeros del gobierno de Antigua y Barbuda, aprovechado este micro país cual paraíso fiscal.
Desde su encarcelamiento, en julio de 2009, Stanford casi perece por la agresión de otro recluso. ¿Venganza o violencia penitenciaria? Además, estuvo en coma por su supuesta adicción a medicamentos prescritos y administrados en el penal. ¿Intoxicación o envenenamiento? Lo que le obligó a pasar la mayor parte de su confinamiento en un hospital federal.
Y es en la declaración del testigo clave y en los intentos por erradicar a Stanford del mundo de los vivos donde, a mi juicio, reside la gran diferencia. Porque Stanford debió cantar La Traviata a 4 voces. Vea usted, qué partes de la ópera le interesaban a los organismos de seguridad de EEUU, y se relacionan con Venezuela.
Stanford y Petrocaribe
En julio del 2004, viajé por negocios a Antigua y Barbuda. No era fácil llegar a Saint John, su capital, por lo cual contraté una avioneta en Margarita.
El proyecto, presentado al Honorable Winston Baldwin Spencer, Primer Ministro desde marzo de ese mismo año y líder máximo del Partido Progresista Unido, fuerza opositora desde que la nación se independizó del Reino Unido (1981), consistía en establecer vuelos regulares –inexistentes a la fecha- entre las dos islas que denominan dicha región insular.
Adicionalmente, el inversionista que pagaba el viaje traía bajo la manga una propuesta de PDVSA sobre Petrocaribe.
Sin embargo y sin saberlo, ambos volábamos con perdigones bajo las alas, pues Stanford ya se había reservado la explotación del mercado aéreo, los puertos y aeropuertos y los Alíes y Ramírez la venta de hidrocarburos procedentes de Venezuela en la nación antillana.
Así surgió la trampa caza-bobos
Fue de contacto obviamente corrupto donde se dio la creación del Banco Stanford en una lujosa oficina en Caracas, así como otras por el mismo estilo en Colombia, Ecuador, México y Perú.
Stanford en Venezuela, al momento de su intervención en el 2009, había captado 473 millones de bolívares, y el Estado le había depositado 18,1 millones de dólares. Pero eran peanuts –maníes- en relación con lo colocado por la boliburguesía en los certificados de depósito de la más septentrional de las islas de Barlovento.
Por eso, cuando estalló el escándalo, los dueños y pilotos de aviones privados hicieron su agosto, ya que hubo entre 30 y 40 salidas diarias de Maiquetía a Saint John. Algo parecido ocurrió –me enteré- en los otros países latinoamericanos con dolientes.
¿Cómo funciona el Esquema de Ponzi?
La pregunta es, ¿cómo personas aparentemente instruidas e inteligentes pudieron caer en una trampa así? Para responderla, hay que estudiarla un poco.
El método empleado por Stanford es una operación fraudulenta que implica el pago de intereses a los inversionistas con su propio dinero o con el de otros clientes.
Las ganancias qobtenidas por los pioneros son generadas gracias a las promesas de obtener grandes beneficios.
El sistema se va deteniendo según decrece el número de nuevas víctimas.
Este delito debe su nombre a Carlo Ponzi, emigrante italiano que llegó a EEUU en el a finales del primer decenio del siglo pasado, con una mano por delante y otra por detrás.
Gracias a una información originada en España, se percató que los vales de respuesta internacional, obligaciones que permiten obtener respuestas pre-franqueadas con tarjetas postales dobles, eran más caros en EEUU que en el exterior, por lo cual se podrían obtener pingües beneficios al comprarlos fuera y revenderlas dentro del país.
Así fue que Ponzi – un vendedor nato -todo estafador tiene que serlo- esparció la especie de que representaba a muchos inversionistas europeos, y los gringos no quisieron quedarse fuera, apoyándole con capital.
Pero aunque Ponzi recolectaba gigantescas sumas, y la gente hacía largas colas para confiarle sus ahorros, en realidad no compraba nada; aunque sí pagaba beneficios del 100% en 3 meses con la plata de los sucesivos incautos.
En febrero de 1920, Ponzi obtuvo unos 5 mil dólares; un mes más tarde, ya tenía unos 30 mil dólares; para mayo había recaudo unos 420 mil; en julio, su cuenta en el Hanover Trust Bank of Boston manejaba millones.
El 26 de ese mes, comenzó el derrumbe, gracias a la información publicada por el Boston Post cuestionara las prácticas de la empresa de Ponzi. La empresa fue intervenida, y las nuevas captaciones prohibidas.
Muchos de los inversores reclamaron enfurecidos, y Ponzi devolvió el capital a quienes lo solicitaron, lo que incrementó por unos días el apoyo popular de cual gozaba. Hasta planeó reabrir su empresa bajo un nuevo nombre, Charles Ponzi Company, para invertir en empresas globalmente.
En agosto los bancos declararon a Ponzi en bancarrota, y, descubierta su estafa, fue encarcelado pero lo liberaron ipso-facto pues canceló la fianza.
Al salir, volvió a las andadas. Empero, más temprano que tarde, el sistema colapsó y los ahorristas se cayeron por ese barranco.
Todos los bancos juegan con Ponzi
El Esquema de Ponzi no difiere en esencia del sistema que emplean los bancos convencionales para hacer rendir los depósitos de sus cuentahabientes.
Si un microempresario recibe un préstamo, digamos por ejemplo de 10 mil dólares, esa suma –que no se la lleva en su bolsillo- le permite a la institución que lo otorga producir hasta 90 mil dólares de manera perentoria, con los proveedores del nuevo emprendedor Quien, en Venezuela y en un 85 o 90% de los casos, termina por fracasar durante el primer año de su desempeño y se queda con el mono a cuestas.
Tal mecanismo surgió en la Venecia de Andrea Doria con la letra de cambio o pagaré, a través del cual se emiten y endosan obligaciones sin causas ni objetos, con el respaldo de dineros que tampoco existen, pero cuyos intereses acrecientan prodigiosamente la fortuna de los gestores.
Los mahometanos ortodoxos consideran tal procedimiento como usura, un pecado expresamente señalado por el Corán. Por eso, se valen de mediadores para invertir a la usanza occidental.
Contrario a especuladores medio locos, como Madoff y Stanford, los banqueros serios ofrecen intereses que, mientras más reducidos son, más seriedad inspiran a los posibles clientes.
Pero igual van a la bancarrota, como acaba de ocurrir en la crisis financiera global que se inició en el 2008, y todavía sigue victimizando países y gente con desempleo, pérdida de ahorros y de calidad de vida. Como pasó en Venezuela con la quiebra del Latino y sus secuelas; en España con la del Banesto, y aún en Chile. Lo que sucede es que en esos países –a diferencia del nuestro-, los banqueros serios también van a la cárcel.
El 6 de marzo próximo pasado, el banquero Allen Stanford, encarcelado desde 2009, fue condenado a 262 días de presidio por un jurado federal de Texas, al habérsele comprobado estafa continuada de más de 7 mil millones de dólares durante dos décadas sobre los cuentahabientes del Stanford International Bank de Antigua, siguiendo el método del Esquema de Ponzi, con el cual captó cerca de 30 mil incautos, a escala mundial, con certificados de depósito que aseguraban intereses estrafalarios a corto plazo.
Empero, la justicia federal estadounidense se mostró muy comedida con estafador tejano, habida cuenta que en un caso muy reciente y similar, Bernard Madoff (29/06/09) fue condenado a la 150 años de prisión por haber obtenido 68 mil millones de dólares aplicando el mismo procedimiento.
Stanford debió cantar La Traviata a 4 voces
¿Por qué tanta diferencia entre ambas decisiones? En entrevista fechada en junio de 2010, Madoff declaró no sentir arrepentimiento ni pena por los daños causados a sus estafados: [...] Que se jodan mis víctimas [...] eran avaros y estúpidos [...] Fueron una pesadilla para mi [...] Me habría gustado se aprehendido hace 6 u 8 años [...] La prisión mi representa una liberación.
James M. Davis, testigo clave del Ministerio Público en el juicio contra Stanford, ex jefe financiero del banco y su roommate en la Universidad de Stanford, describió todo el proceso como fraudulento, incluyendo jugosos sobornos a connotados personeros del gobierno de Antigua y Barbuda, aprovechado este micro país cual paraíso fiscal.
Desde su encarcelamiento, en julio de 2009, Stanford casi perece por la agresión de otro recluso. ¿Venganza o violencia penitenciaria? Además, estuvo en coma por su supuesta adicción a medicamentos prescritos y administrados en el penal. ¿Intoxicación o envenenamiento? Lo que le obligó a pasar la mayor parte de su confinamiento en un hospital federal.
Y es en la declaración del testigo clave y en los intentos por erradicar a Stanford del mundo de los vivos donde, a mi juicio, reside la gran diferencia. Porque Stanford debió cantar La Traviata a 4 voces. Vea usted, qué partes de la ópera le interesaban a los organismos de seguridad de EEUU, y se relacionan con Venezuela.
Stanford y Petrocaribe
En julio del 2004, viajé por negocios a Antigua y Barbuda. No era fácil llegar a Saint John, su capital, por lo cual contraté una avioneta en Margarita.
El proyecto, presentado al Honorable Winston Baldwin Spencer, Primer Ministro desde marzo de ese mismo año y líder máximo del Partido Progresista Unido, fuerza opositora desde que la nación se independizó del Reino Unido (1981), consistía en establecer vuelos regulares –inexistentes a la fecha- entre las dos islas que denominan dicha región insular.
Adicionalmente, el inversionista que pagaba el viaje traía bajo la manga una propuesta de PDVSA sobre Petrocaribe.
Sin embargo y sin saberlo, ambos volábamos con perdigones bajo las alas, pues Stanford ya se había reservado la explotación del mercado aéreo, los puertos y aeropuertos y los Alíes y Ramírez la venta de hidrocarburos procedentes de Venezuela en la nación antillana.
Así surgió la trampa caza-bobos
Fue de contacto obviamente corrupto donde se dio la creación del Banco Stanford en una lujosa oficina en Caracas, así como otras por el mismo estilo en Colombia, Ecuador, México y Perú.
Stanford en Venezuela, al momento de su intervención en el 2009, había captado 473 millones de bolívares, y el Estado le había depositado 18,1 millones de dólares. Pero eran peanuts –maníes- en relación con lo colocado por la boliburguesía en los certificados de depósito de la más septentrional de las islas de Barlovento.
Por eso, cuando estalló el escándalo, los dueños y pilotos de aviones privados hicieron su agosto, ya que hubo entre 30 y 40 salidas diarias de Maiquetía a Saint John. Algo parecido ocurrió –me enteré- en los otros países latinoamericanos con dolientes.
¿Cómo funciona el Esquema de Ponzi?
La pregunta es, ¿cómo personas aparentemente instruidas e inteligentes pudieron caer en una trampa así? Para responderla, hay que estudiarla un poco.
El método empleado por Stanford es una operación fraudulenta que implica el pago de intereses a los inversionistas con su propio dinero o con el de otros clientes.
Las ganancias qobtenidas por los pioneros son generadas gracias a las promesas de obtener grandes beneficios.
El sistema se va deteniendo según decrece el número de nuevas víctimas.
Este delito debe su nombre a Carlo Ponzi, emigrante italiano que llegó a EEUU en el a finales del primer decenio del siglo pasado, con una mano por delante y otra por detrás.
Gracias a una información originada en España, se percató que los vales de respuesta internacional, obligaciones que permiten obtener respuestas pre-franqueadas con tarjetas postales dobles, eran más caros en EEUU que en el exterior, por lo cual se podrían obtener pingües beneficios al comprarlos fuera y revenderlas dentro del país.
Así fue que Ponzi – un vendedor nato -todo estafador tiene que serlo- esparció la especie de que representaba a muchos inversionistas europeos, y los gringos no quisieron quedarse fuera, apoyándole con capital.
Pero aunque Ponzi recolectaba gigantescas sumas, y la gente hacía largas colas para confiarle sus ahorros, en realidad no compraba nada; aunque sí pagaba beneficios del 100% en 3 meses con la plata de los sucesivos incautos.
En febrero de 1920, Ponzi obtuvo unos 5 mil dólares; un mes más tarde, ya tenía unos 30 mil dólares; para mayo había recaudo unos 420 mil; en julio, su cuenta en el Hanover Trust Bank of Boston manejaba millones.
El 26 de ese mes, comenzó el derrumbe, gracias a la información publicada por el Boston Post cuestionara las prácticas de la empresa de Ponzi. La empresa fue intervenida, y las nuevas captaciones prohibidas.
Muchos de los inversores reclamaron enfurecidos, y Ponzi devolvió el capital a quienes lo solicitaron, lo que incrementó por unos días el apoyo popular de cual gozaba. Hasta planeó reabrir su empresa bajo un nuevo nombre, Charles Ponzi Company, para invertir en empresas globalmente.
En agosto los bancos declararon a Ponzi en bancarrota, y, descubierta su estafa, fue encarcelado pero lo liberaron ipso-facto pues canceló la fianza.
Al salir, volvió a las andadas. Empero, más temprano que tarde, el sistema colapsó y los ahorristas se cayeron por ese barranco.
Todos los bancos juegan con Ponzi
El Esquema de Ponzi no difiere en esencia del sistema que emplean los bancos convencionales para hacer rendir los depósitos de sus cuentahabientes.
Si un microempresario recibe un préstamo, digamos por ejemplo de 10 mil dólares, esa suma –que no se la lleva en su bolsillo- le permite a la institución que lo otorga producir hasta 90 mil dólares de manera perentoria, con los proveedores del nuevo emprendedor Quien, en Venezuela y en un 85 o 90% de los casos, termina por fracasar durante el primer año de su desempeño y se queda con el mono a cuestas.
Tal mecanismo surgió en la Venecia de Andrea Doria con la letra de cambio o pagaré, a través del cual se emiten y endosan obligaciones sin causas ni objetos, con el respaldo de dineros que tampoco existen, pero cuyos intereses acrecientan prodigiosamente la fortuna de los gestores.
Los mahometanos ortodoxos consideran tal procedimiento como usura, un pecado expresamente señalado por el Corán. Por eso, se valen de mediadores para invertir a la usanza occidental.
Contrario a especuladores medio locos, como Madoff y Stanford, los banqueros serios ofrecen intereses que, mientras más reducidos son, más seriedad inspiran a los posibles clientes.
Pero igual van a la bancarrota, como acaba de ocurrir en la crisis financiera global que se inició en el 2008, y todavía sigue victimizando países y gente con desempleo, pérdida de ahorros y de calidad de vida. Como pasó en Venezuela con la quiebra del Latino y sus secuelas; en España con la del Banesto, y aún en Chile. Lo que sucede es que en esos países –a diferencia del nuestro-, los banqueros serios también van a la cárcel.
viernes, 2 de marzo de 2012
Ni un centavo para Teresa
La interdependencia y separación de los poderes
Carlos Luis Carrillo Artiles, en su análisis La composición del poder público en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2001), reivindica el sentido y vigencia del principio de la separación de los poderes, implícito y explícito en la Carta Magna de 1999.
Para Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, en todo lo Estado hay existen tres categorías del Poder Público: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
La especialización la justifica en relación al equilibrio que debe existir entre los múltiples y diferentes órganos que ejercitan el Poder, única forma de garantizar los derechos y libertades individuales.
En 1922 Charles Eisenmann, en su ensayo L`esprit des lois et la séparation de pouvoirs, se preguntaba: ¿Cómo podría un poder detener a otro, si ambos no ejercen conjuntamente la misma función?
Carrillo responde que la interpretación clásica resulta errónea, pues ninguna autoridad está o puede ser habilitada para desempeñar la totalidad de estas funciones.
En la referida Constitución Nacional de 1999, los asambleístas, inspirados en una ilusión que su autor, Simón Bolívar, jamás desarrolló teórica ni prácticamente, creó el Poder Público Nacional, integrado por un quinteto de poderes: Ciudadano, Ejecutivo, Electoral, Judicial y Legislativo. Antes de este acto, Allan Brewer Carías y otros reformistas del Derecho Administrativo, habían evidenciado y reconocido al Electoral el rango de un cuarto poder, representado entonces por el CSE, y hoy por el CNE.
Francisco y Luisa: ¿Quién les dio velas en este entierro?
Cuando Carmen Teresa Albanes, presidenta de la Comisión Electoral de Primarias de la MUD, negoció y pactó el Reglamento de los Comicios Internos del de la oposición con Tibisay Lucena, presidenta del CNE, cumplió no sólo con todas las normas jurídicas de la República, sino también –lo que a mi parecer es mucho más trascendente- con las que impulsaron y perfeccionaron la democracia y en los países civilizados, desde los enciclopedistas al presente.
Por eso, el tramparente magistrado Francisco Carrasquero López, vicepresidente de la Sala Constitucional del máximo tribunal del país, y la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, orinaron fuera del perol al multar por desacato y hostigar a Teresa, quien cumplió con su obligación de quemar los cuadernos electorales, manteniendo así el anonimato de los votantes con la finalidad de prevenir el acoso, la persecución y la sanción de dichos ciudadanos por parte del hamponato militar, delictivo y comunista que desgobierna a esta sufrida nación. Acto sin precedentes históricos y de corte nazi-fascista-estalinista, ideado por el finado Luis Tascón y ordenado por el Comandante Presidente, tras la recopilación de firmas para el referendo revocatorio del 2004.
Además de la meada mal direccionada, los susodichos califican on su conchupancia para corregir las debilidades del proceso como presuntos prevaricadores.
Según el DRAE: Prevaricación es el delito que cometen los funcionarios públicos al faltar, a sabiendas o por ignorancia inexcusable, a las obligaciones y deberes de su cargo.
El tramparente declaró en su contra: El Tribunal Supremo de Justicia actuó ajustado a derecho y no tergiversó la ley orgánica que lo rige en este caso.
Pero la norma asegura otra vaina –Artículo 404A del Código Penal-: La autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.
Sin moral ni luces
Que los encumbrados dignatarios ignoren la forma y el fondo de la Ley es natural, pues tras la muerte de Carlos Escarrá y la desaparición de Luis Velásquez Alvaray, fichas rojas rojitas –pero al menos con 2 dedos de frente y cierto contenido jurídico en sus respectivas neuronas- las luces escasean en los ahora inseparables poderes público o, al menos, han bajado su intensidad a los niveles intelectuales del Guasón.
Velázquez Alvaray, por cierto, reapareció recientemente en Colombia, en un homenaje que las fuerzas vivas le rindieron a Gabriel García Márquez. Allí, en declaraciones dadas a Tal Cual, el prófugo ex magistrado y ex diputado, anticipó las posturas de José Vicente Rangel y Omar Mora en la actual disputa y rebatiña sucesoral, y habló sobre su novela, la cual ficciona la vida del fundador del Opus Dei.
Pero volviendo al inicio voy a exponer una anécdota de Raúl San Machado, referida a la limosna que más le ha dolido dar en su vida: Un bolívar para la Sierra.
Recuerda Raúl un la campaña en la cual casi todos los venezolanos cayeron cy a la cual también casi todos contribuyeron para brindarle apoyo logístico a las guerrillas de Fidel que luchaban en la Sierra Maestra.
A objeto de evitar un dolor semejante o aún peor, propongo no cotizar para el pago de la multa impuesta a la MUD.
Si usted, como yo, está convencido de que los cabecillas del CSJ y el Ministerio Público están cometiendo prevaricación al sancionarla de esta forma, su deber ciudadano es denunciar el hecho, y no caer en complicidades.
A su vez, los deberes de Ramón Aveledo y Teresa consisten desacatar una acción ilegal, y deslegitimarla por omisión; exponiéndose, sí, a que los lleven presos y mal recomendados, lo cual sería mmuy desagradabe para ellos pero muy bueno para Henrique Capriles, pues desataría un escandalazo mediático global, e incrementaría significativamente su votación del 7 de octubre, si es que hay elecciones para la fecha.
Pero, fíjese, amigo seguidor: No se trata de la cantidad, sino del principio. Gustoso ayudé a pagar la multa de Globovisión, aunque no concuerde con algunos de sus opináticos de oficio. Pero allí lo que se defendía era la libertad de expresión.
Por eso, la consigna debe ser: Ni un centavo para Teresa.
Carlos Luis Carrillo Artiles, en su análisis La composición del poder público en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2001), reivindica el sentido y vigencia del principio de la separación de los poderes, implícito y explícito en la Carta Magna de 1999.
Para Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, en todo lo Estado hay existen tres categorías del Poder Público: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
La especialización la justifica en relación al equilibrio que debe existir entre los múltiples y diferentes órganos que ejercitan el Poder, única forma de garantizar los derechos y libertades individuales.
En 1922 Charles Eisenmann, en su ensayo L`esprit des lois et la séparation de pouvoirs, se preguntaba: ¿Cómo podría un poder detener a otro, si ambos no ejercen conjuntamente la misma función?
Carrillo responde que la interpretación clásica resulta errónea, pues ninguna autoridad está o puede ser habilitada para desempeñar la totalidad de estas funciones.
En la referida Constitución Nacional de 1999, los asambleístas, inspirados en una ilusión que su autor, Simón Bolívar, jamás desarrolló teórica ni prácticamente, creó el Poder Público Nacional, integrado por un quinteto de poderes: Ciudadano, Ejecutivo, Electoral, Judicial y Legislativo. Antes de este acto, Allan Brewer Carías y otros reformistas del Derecho Administrativo, habían evidenciado y reconocido al Electoral el rango de un cuarto poder, representado entonces por el CSE, y hoy por el CNE.
Francisco y Luisa: ¿Quién les dio velas en este entierro?
Cuando Carmen Teresa Albanes, presidenta de la Comisión Electoral de Primarias de la MUD, negoció y pactó el Reglamento de los Comicios Internos del de la oposición con Tibisay Lucena, presidenta del CNE, cumplió no sólo con todas las normas jurídicas de la República, sino también –lo que a mi parecer es mucho más trascendente- con las que impulsaron y perfeccionaron la democracia y en los países civilizados, desde los enciclopedistas al presente.
Por eso, el tramparente magistrado Francisco Carrasquero López, vicepresidente de la Sala Constitucional del máximo tribunal del país, y la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, orinaron fuera del perol al multar por desacato y hostigar a Teresa, quien cumplió con su obligación de quemar los cuadernos electorales, manteniendo así el anonimato de los votantes con la finalidad de prevenir el acoso, la persecución y la sanción de dichos ciudadanos por parte del hamponato militar, delictivo y comunista que desgobierna a esta sufrida nación. Acto sin precedentes históricos y de corte nazi-fascista-estalinista, ideado por el finado Luis Tascón y ordenado por el Comandante Presidente, tras la recopilación de firmas para el referendo revocatorio del 2004.
Además de la meada mal direccionada, los susodichos califican on su conchupancia para corregir las debilidades del proceso como presuntos prevaricadores.
Según el DRAE: Prevaricación es el delito que cometen los funcionarios públicos al faltar, a sabiendas o por ignorancia inexcusable, a las obligaciones y deberes de su cargo.
El tramparente declaró en su contra: El Tribunal Supremo de Justicia actuó ajustado a derecho y no tergiversó la ley orgánica que lo rige en este caso.
Pero la norma asegura otra vaina –Artículo 404A del Código Penal-: La autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años.
Sin moral ni luces
Que los encumbrados dignatarios ignoren la forma y el fondo de la Ley es natural, pues tras la muerte de Carlos Escarrá y la desaparición de Luis Velásquez Alvaray, fichas rojas rojitas –pero al menos con 2 dedos de frente y cierto contenido jurídico en sus respectivas neuronas- las luces escasean en los ahora inseparables poderes público o, al menos, han bajado su intensidad a los niveles intelectuales del Guasón.
Velázquez Alvaray, por cierto, reapareció recientemente en Colombia, en un homenaje que las fuerzas vivas le rindieron a Gabriel García Márquez. Allí, en declaraciones dadas a Tal Cual, el prófugo ex magistrado y ex diputado, anticipó las posturas de José Vicente Rangel y Omar Mora en la actual disputa y rebatiña sucesoral, y habló sobre su novela, la cual ficciona la vida del fundador del Opus Dei.
Pero volviendo al inicio voy a exponer una anécdota de Raúl San Machado, referida a la limosna que más le ha dolido dar en su vida: Un bolívar para la Sierra.
Recuerda Raúl un la campaña en la cual casi todos los venezolanos cayeron cy a la cual también casi todos contribuyeron para brindarle apoyo logístico a las guerrillas de Fidel que luchaban en la Sierra Maestra.
A objeto de evitar un dolor semejante o aún peor, propongo no cotizar para el pago de la multa impuesta a la MUD.
Si usted, como yo, está convencido de que los cabecillas del CSJ y el Ministerio Público están cometiendo prevaricación al sancionarla de esta forma, su deber ciudadano es denunciar el hecho, y no caer en complicidades.
A su vez, los deberes de Ramón Aveledo y Teresa consisten desacatar una acción ilegal, y deslegitimarla por omisión; exponiéndose, sí, a que los lleven presos y mal recomendados, lo cual sería mmuy desagradabe para ellos pero muy bueno para Henrique Capriles, pues desataría un escandalazo mediático global, e incrementaría significativamente su votación del 7 de octubre, si es que hay elecciones para la fecha.
Pero, fíjese, amigo seguidor: No se trata de la cantidad, sino del principio. Gustoso ayudé a pagar la multa de Globovisión, aunque no concuerde con algunos de sus opináticos de oficio. Pero allí lo que se defendía era la libertad de expresión.
Por eso, la consigna debe ser: Ni un centavo para Teresa.
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