La
culpa no es del ciego, sino de quien le da el garrote
Proverbio anónimo
No había analizado el torpedo
lanzado por Mario Silva contra sus propios compañeritos, porque quería entender
primero los por qué y para qué del caso, ya que el mismo no
amerita una simple opinión, sino una investigación de cabo a rabo.
Comienzo por hacer mías las
palabras de Milagros Socorros, -El
Nacional, 26/05/13- una de las más brillantes periodistas venezolanas,
quien asevera lo siguiente:
La
conversación entre un coronel de las fuerzas armadas cubanas y Mario Silva,
sicario de Hugo Chávez, a quien éste encargaba de perpetrar sus asesinatos
morales, ha puesto a Venezuela frente a una realidad que el país intentó por
todos los medios desconocer: hemos sido ocupados por una impotencia extranjera.
Los hijos de los libertadores del siglo XIX hemos sido colonizados por una
islita hambreada, presa de una tiranía de más de medio siglo, destino turístico
sexual de Europa e incubadora de un patético destino humano: la jinetera y su
intrincada red de chulos […]
Ese
diálogo de bandoleros que tuvimos que tragar es la evidencia definitiva, la
demostración concluyente que no podremos soslayar, de la deshonra que nos
tizna. A presenciarlo, con bombos y platillos, nos invitó la oposición democrática,
a través de los reiterados mensajes de Henrique Capriles, quien voceaba en las
redes sociales como quien empuña un megáfono para publicitar, en las calles de
una aldea, la inminente función de circo. Con innecesario y pueril suspenso, la
grabación fue anunciada como si se tratara de un logro de la oposición, del
país, de algún venezolano, de algo positivo que por fin hubiera ocurrido. Muy
lejos de eso, era el reventón de un pozo séptico que en su estallido no sólo
dejó pringado al presidente de la Asamblea Nacional, cubierto de insultos y de
imputaciones, al Ejército de Venezuela, a muchos altos oficiales de la Fuerza
Armada, al Consejo Nacional Electoral, al partido de gobierno, a ciertos
directivos de VTV, al Presidente de la república impuesto por el CNE, a la
primera dama… no sólo enterró a estos en una montaña de vituperios, sino, lo
más importante, es que aplastó al pueblo venezolano al restregarle en la cara
su subordinación a los Castro y su soldadesca.
El
extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
Lo peor de la grabación, querida
Milagros, no es su contenido –que ya lo conocíamos o suponíamos con bastante
certeza-. Lo peor es cómo pudimos caer tan bajo, así como la responsabilidad de
cada uno de nosotros no sólo en haber llegado tan lejos, sino en dejar que
todavía esta vergüenza se mantenga. Pues nadie me convencerá que la culpa es de
los cubiches, o el Foro de Sao Paulo, o el Santo Cachón; sino del popule meo, del pueblo mío. De todos y
cada uno de los venezolanos. De los políticos, de los boliburgueses, de los
empresarios de medios y de quienes alguna habilidad tenemos para escribir
aunque, como sucede en mi caso, no me paguen por hacerlo.
La semana pasada vi a quien,
durante la llamada IV República, actuó como el doctor Jekyll en la novela de Roberto Luis Stevenson. O sea, con sindéresis, conforme a los
ideales que pregonaba, en contra del crimen político, la corrupción y el uso
del poder para el propio provecho.
En esta ocasión, convertido en el
señor Hyde desde hace 15 años, apareció retratado durante el lanzamiento desde
La Orchila de un misil Mark II, repotenciado en Cuba. Y recordé cuando le
saludé por vez primera, como líder juvenil de un partido que oscilaba entre el
liberalismo popular y la socialdemocracia.
Desde esa ocasión, la mayor parte
de mi existencia adulta estuvo influida, de alguna manera, por JV súper estrella. No porque así lo hubiese querido, sino porque, desde 1958
hasta hoy, se dedicó a acumular riqueza y poder de manera creciente, por sí
mismo y de manera nepótica.
JV
súper estrella fue y hizo de todo. Desde diputado de oposición hasta
candidato a la Presidencia de Venezuela, opción a la cual se presentó 3 veces
sin éxito en 1973 y 1978 -en ambas oportunidades auspiciado
por el MAS-, así como en 1983 -por el MEP, PCV
y un chiripero-, con muy precarios resultados
4,26%, 5,18% y 3,34% de los votos respectivamente, Junto con su actividad
política también ejerció la abogacía. A eso y al periodismo se dedicó, mientras
calentaba su brazo siniestro para coronarse VP Ejecutivo y Ministro de la
Defensa de la revolución castrochavista.
JV
súper estrella ascendió al máximo nivel no electivo posible durante el
mandato del Difunto gracias a su programa televisivo en Televén por aquel
entonces, donde exponía sus puntos de vistas, críticas y denuncias contra los
gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera.
También pesó mucho a su favor -sobre todo entre
los intelectuales de izquierda- su amistad con
Fidel Castro y los ensayos Tiempo de
verdades, Socialismo y democracia y La
administración de justicia en Venezuela; así como la denuncia sobre el
asesinato del docente universitario y secretario general del PCV, Alberto
Lovera, secuestrado el 17 de octubre de 1965 frente a la entrada de plaza de
Las Tres Gracias de la UCV por funcionarios de la Digepol. A Lovera lo
encarcelaron y torturaron por 9 días en la sede de la policía política y,
aparentemente, se les murió en el proceso.. El 27 de octubre de 1965, su
cadáver apareció sumergido en la playa de Lecherías, en Puerto La Cruz, estado
Anzoátegui.
JV
súper estrella, disfrutó plenamente de esa por él criticadísima y
detestable etapa de la derecha burguesa llamada IV República, trabajando como marchand d’Art, una gestión que parte
de su clientela podría haber estimado extorsiva, de no ser porque en Venezuela
era más barato comprar obras de arte que aparecer denunciado en sus columnas
por cualquiera transgresión cometida. O contar con su apoyo para alguna
aventura, política o no, mas siempre altamente lucrativa.
La compraventa de esculturas y
cuadros no es delito, salvo para una mente
retorcida como la Farruco Sexto, quien considera al socialismo como el
único realismo posible -criterio oficialista según el
cual quedarían proscritas todas las novelas del Gabo- y, a sí mismo, como la singular
opinión autorizada para descalificar obras de arte de factura nacional, y a
cobrar por las suyas moneda gruesa en divisas, como lo hiciera en cada etapa de
la construcción de los monstruosos mamotretos del Panteón y el Nuevo Circo,
inmuebles que espero sirvan a futuro como museos poscomunistas donde se
muestren los desmanes del régimen que hoy agoniza.
El cambio actitudinal de JV súper estrella fue súbito y notorio:
Tan pronto fue nombrado VP Ejecutivo, se olvidó de los amigos y favores
recibidos, y se dedicó a su beneficio particular, según asientan los mismos
ñángaras. En el periódico El Libertario -18/10/12- puede leerse lo
siguiente: Quienes pisotean hasta el
desprecio el legado de Alberto Lovera son los propios marxistas. ¿La razón? Esa
particular concepción que les motivó a hacer campaña electoral, codo a codo,
con Roger Cordero Lara, asesino de revolucionarios en la Masacre de Cantaura
durante la IV República.
Los
enanos sin Blancanieves
Lo más jodido de JV súper estrella es su responsabilidad
participativa y protagónica –no porque yo lo afirme sino porque puede inducirse
aplicando la hermenéutica periodística - en la destrucción ética, social y
económica del país.
En la entrega del mismo a Cuba.
En su presunta asociación con la Banda de los enanos –cuyo jefe, el
magistrado Maikel Moreno llegó a su alta investidura no gracias a su currículo
sino a su prontuario, pues en 1987 fue condenado por el homicidio de un joven
ocurrido en Ciudad Bolívar; y en 1989, implicado en la muerte de Rubén Gil
Márquez, asesinado durante un tiroteo en Caracas-.
En su supuesta autoría
intelectual de asesinato del fiscal Danilo Anderson, documentada por el
diputado Pablo Medina, en un libro no desmentido ni cuestionado.
Otra de los más importantes integrantes
de la tribu judicial de la cual JV súper
estrella sería su operador político
es Belkis Cedeño, ex presidenta del Circuito Judicial de Caracas, a quien la
Revista Analítica, en publicaciones
que van del 2010 al 2012, atribuye múltiples decisiones ilegales
durante sus funciones, entre ellas la violación del software que garantiza la
imparcialidad electrónica en distribución de los casos penales, a fin de acceder y controla los presumiblemente más
rentables; jugada que le permitió, por ejemplo, entubar el conocido affaire Microstar.
Los reportes de Analítica abundan en detalles sobre cómo
se tomaban las decisiones en la tribu. Describe, verbigracia, de qué manera el
acto conclusivo de uno de los casos manejados se decidió durante una parrillada,
celebrada en casa del juez Diego Damasco, en la cual participó la banda
completa, y por el que cobraron la módica
suma de 500 mil dólares.
En otra operación de manipulación de expedientes, la banda extorsionó
al propietario de un conocido instituto educativo privado de Caracas, con 300
mil dólares, para excluirlo de la lista de los asistentes a la juramentación de
Pedro Carmona en abril del 2002.
El mismo
modus operandi lo utilizó la banda en el caso de la clínica Vista Alegre, para
controlar la inhibición de la jueza Rita Hernández un día sábado, sin que se
produjera flagrancia, así como la distribución, para asignárselo a uno de sus
miembros, Gumer Quintana, quien sobreseyó la causa para complacer a otro de los
enanos. Quintana es descrito es otra de las joyitas, portador de amplio
prontuario judicial: enjuiciado por robo a mano armada, con un tiro en el glúteo cuando intentó escaparse tras cometer un
atraco. Empero, su expediente fue
desaparecido, ya que este juez resultó esencial para montar la farsa del testigo
clave, Giovanny Vásquez, del caso de la ejecución del fiscal Danilo Anderson.
Analítica
también
describe cómo estos mal llamados jueces organizaron la suspensión legal
de las operaciones bursátiles a través de los bonos ADR en la Bolsa de Valores
de Caracas, hecho que volvió a saltar a
la palestra publica con el reciente VTR de Mario Silva, a petición del entonces vicepresidente José Vicente Rangel, para
desestabilizar por 48 horas a la banca. Esta acción trajo aparejada la
destitución la juez 34 de Control, que actuaba como secretaria de Maikel Moreno
y cargó con el muerto.
Finalmente –y además de los ya
citados Belkys Cedeño y Maikel Moreno-, Analítica
menciona a los siguientes abogados en el patuque, algunos de ellos
vinculados con conocidas empresas financiares, locales y foráneas, y, más
recientemente, con los medios masivos independientes: Jesús Orangel Silva,
Francisco Silano, José Benigno Rojas, Diego Damasco, François Yen, Raúl Gorrín,
Gustavo Perdomo y 60 más.
Lo grave es que esa ventana
supuestamente independiente llamada
Globovisión, pareciera estar cerrándose. Así lo reclama Henrique Capriles,
aunque, si bien es cierto, el ex candidato presidencial no puede pretender estar
siempre en vivo y directo, cuando lo que dice es la repetición de su discurso
de campaña. Un canal de noticias tiene otros materiales que exhibir a
diario, como los desastres naturales,
los chismorreos sobre ricos y famosos y las guerras. Yo creo que el estratega
de Capriles debe revisar su argumento, y que al mismo gobernador mirandino le
toca ser más proactivo.
Pero que más llama la atención
sobre Globovisión es la salida de tres personajes: Vladimir Villegas –sin
siquiera encargarse de su Dirección-, Kiko Bautista –presentador de Buenas Noches- e Ismael García –diputado
y animador de Aló, Venezuela-. Cuando
el río suena, piedras trae.
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