¿A quién
favorece el rumor?
A Nelson
Bocaranda le puse un signo de abre interrogación tras el runrún que publicó
sobre la muerte de Chávez, abortando con ello que se desarrollara el verdadero tubazo: los 3 y medio millones de votos
logrados por la oposición de las primarias del 2012, cifra que descompensaba al
gobierno, cuyo cálculo, a lo sumo, era de 500 mil participantes; y
desconcertaba a la MUD, cuya estimación para un exitazo se obtendría con 1,5 millones de electores.
Bocaranda
cortó el flujo informativo, del batacazo al asegurar la muerte de Chávez. Y, al
unísono y de inmediato, los medios hegemónicos del estado, lanzaron una campaña
masiva, en apariencia contra el columnista, pero en realidad destinada a
desocupar las primeras páginas de las noticias y opiniones que contrariasen las
manipulaciones de las señoras del CNE y las predicciones de los encuestadores
del régimen quienes aspiraban y anticipaban 10 millones de votos para el
comandante enfermo.
Entonces
me pregunté, como se preguntaron otros, ¿a
quién o a quienes favorecía el anuncio prematuro de la defunción del líder
castro comunista? ¿A la causa del gobierno o a la de los que aspiraban a un
cambio económico, político y social? Sin embargo, en función de las
simpatías del pasado, no quise cerrar la pregunta abierta sobre el fablistán o
hablistán; término que empleo en el triple sentido que Alexis Márquez Rodríguez
le da al vocablo, como charlatán o que
habla mucho fuera contexto o propósito, como adjetivo coloquial, que habla lo que no debe y también como
sustantivo, periodista.
Pero llegó el
momento de cerrar la interrogante, pues Bocaranda, probablemente turbado
porque, probablemente, percibe que está perdiendo seguidores -lo cual
para quien se considera líder de opinión resulta la peor pesadilla-, sin
que nadie le preguntara declaró el jueves pasado ante el Ministerio Público que
la denuncia del diputado Pedro Carreño por la violencia desatada luego de las
elecciones del 14-A era un cobro de factura porque yo informé la
verdad sobre Chávez…
La
verdad no es lo que uno quiere que sea
Y no se trata de
recordar simpatías, recuerdos o favores del pasado, cuando Nelson y yo éramos
amigos, felices y rico, sino de enfrentar las realidades del presente, donde
Venezuela vive una guerra no declarada mas igualmente efectiva por Cuba, su
ejército de ocupación, sus aliados traidores y vendepatrias -milicos
y civiles- y la IV
Internacional Comunista que ahora se denomina Foro de Sao Paulo.
Situación en la
cual, como asevera Enrique Jardiel Poncela: No
hay grises, sino blancos y negros; ni escala cromática, sino azules y rojos.
La verdad no es
la que uno quiere que sea, Nelson, sino la que realmente es. No son los rumores
los ni runrunes, sino los hechos, acontecimientos y sucesos, verificables de
manera rápida y expedita. Lo demás es clarividencia, astrología o factor psi, con
sus correspondientes secciones en los medios masivos, pero que nunca pueden ni
deben confundirse con los contenidos noticiosos.
La verdad es que
el Ilegítimo continúa legitimándose, dentro y fuera del país, pese a que ni
siquiera ha presentado su Partida de Nacimiento.
La verdades que
la oposición tolerada sólo desea que llegue el 8-D para
pasar el cepillo, como la hacen los monaguillos en las misas dominicales.
La verdad es que
el G2 cubano quiere a Edward Snowden, no para tener acceso a los archivos de
Wilkileaks -que ya no son un
secreto para nadie-, sino
para saber cómo acceder a la información clasificada de la inteligencia yanqui,
ya que el primer intento de penetrar la Nube y la data encerrada en el desierto
de Utah, a cargo dela ex Cónsul de Venezuela en Miami, Livia Acosta Noguera,
fracasó porque la CIA no es tan huevona como la gente cree.
La verdad es
que, para traer a Snowden por vía aérea desde Rusia a Venezuela o cualquier
otro país gobernado por petrochulos, sólo hay dos rutas: La del Atlántico
Norte, descubierta por el coronel estadounidense Charles Augustus Lindbergh,
piloto fundador de Pan American World Airways; y la del Atlántico Sur,
descubierta por el capitán francés Antoine Baptiste de Saint-Exupéry, creador de
la Línea Aeropostal Venezolana. La primera sobrevuela los estados orientales de
EEUU, la segunda África y Brasil. Las fantasías de rutas árticas de CNN son
sólo eso, fantasías. A menos que lo vayan a buscar, como hicieron con Augusto
Pinochet, en un avión cisterna de combustible,
El G2
quiere a Snowden
La verdad es que
-como aseveró el Chúo Torrealba en
su programa Del dicho al hecho-, al
gobierno no le conviene que cese el paro universitario. Ni a la MUD tampoco.
¿Sabe por qué, amig@ seguidor? Porque la única forma que esta vaina cambie es
que haya un estadillo social previo. Y los únic@s con bolas y ovarios para
hacerlo son los estudiantes. Por lo cual, es preferible tenerlo fuera de las
universidades. Que se empaten las vacaciones, y ya se verá que pasa después.
La verdad es que
ya los presos políticos de Chávez -o políticos presos como afirmaba el ex
Vice delincuente hijo e´putivo- no
pasan de una decena. Los que cuentan ahora son los del Ilegítimo, cuyas
mazmorras aspira llenar con la lista negra de su tren ejecutivo.
Lista que
incluye a autoexiliados -entre
ellos a mi querido primo- que no
pueden regresar al país pues, al pisar la frontera, van a ser aprehendidos y
acusados de haber participado en la compra de aviones de guerra, ocultos en
Colombia, para tumbar al Ilegítimo. Locura que no concuerda con la inversión
trillonaria de Chávez en cazabombarderos rusos pues, ¿qué clase de aeronaves
pudieron haber comprado mi pariente y otros supuestos conspiradores? ¿Acaso furtivos,
indetectables por radar o Stealth?
La verdad es que
el dólar controlado está a 16 bolívares, que fue la media de la subasta del
viernes.
No son runrunes.
Es la verdad.
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