Quincalla de reciclados
Hoy ha sido restituido mi servicio de internet. Ya no es ilimitado,
sino limitado y se paga por gigas. De cómo esto ocurrió, vale la pena
compartirlo con mis seguidores, para que estén alertas y a la defensiva contra
los proveedores de la red.
A diferencia de la mayoría de los internautas del país, no estoy
afiliado a la estatal telefónica sino a una compañía privada, que ahora se
llama Inter. Pese a que ninguna de ellas funciona bien, Inter era, hasta este
año, la mejor.
En diciembre de
2015, me sustituyeron este decodificador que grababa pero estaba averiado por
otro que no lo hace. Espero hasta ahora me regresen uno como el que tuve. Nunca
me reconocieron el mes que estuve sin el paquete de canales por el que pago.
Cuando había fallas que ameritaban atención técnica, las visitas se
realizaban, a lo sumo, 48 horas después del reporte. El suscritor podía ir a
pagar y reclamar a oficinas
estratégicamente ubicadas en la gran Caracas: Avenida Diego Cisneros, CCTT,
Centro Terrazas del Ávila, Centro Lido.
Las oficinas fueron cerradas, me imagino, para ahorrarse los salarios
y prestaciones de los trabajadores. La atención al público se circunscribe a un
número telefónico el cual me aprendí de memoria: 0550 468 3700. También se
liquidó a los técnicos, quienes operan como empleados a destajo y cobran por
visitas, que anteriormente eran gratuitas.
Hace 17 días, tras estar desde las 8 am hasta las 8 pm intentando
comunicarme, logré contactar al departamento de reclamos sobre internet, donde
–después de las instrucciones correspondientes– se me informó que el problema
estaba en el módem router, y que debería esperar la visita domiciliaria.
Prácticamente estuve sin poder salir de casa durante diez días,
porque, a diferencia de antes, ahora no dan preaviso del día, y si uno no está
presente, pierde la cita que uno no sabe cuándo la va a tener y debe reiniciar
este kafkiano proceso. Todo lo cual pasa por la desvinculación entre los
técnicos para trabajos de campo y los operadores del número de reclamos.
Finalmente, el jueves ppdo. los recibí y me confirmaron que el módem estaba quemado, que en Inter no había
repuestos y que tenía que comprar un aparato nuevo en las tiendas de
computación. También me dijeron que, si me quedaba sin wifi, podía usar el
módem de la línea telefónica para usar internet sólo por cable Ethernet.
En otro proceso telefónico híper burocrático con el departamento de
ventas, finalmente me informaron que tenía que dar de baja el módem router para
que ellos pudieran reponerme el servicio. Cuando les llamé, al día siguiente,
para saber si todo estaba listo, me notificaron que si yo aceptaba pagar más del
doble por el servicio y perder internet ilimitado, me podían reconectar. Caso
contrario, ¡Hasta la vista, baby! En
verdad, yo vivo de esto, por lo cual no me quedó otra que aceptar la extorsión.
De eso se trata, ¿o no?
Un día se me
dañó el remoto. Esto fue lo que conseguí del proveedor, uno reciclado –“si a
Ud. no le importa”– al que tuve que ponerle tape para que no se caiga la tapa y
se salten las pilas. No hay repuestos.
Veamos la opción de la telefónica estatal. Una amiga se quedó sin
internet y número telefónico. Tras ir decenas de veces a las OACI –Oficinas de
Atención al Público– y llamar al número de reclamos otras más sin éxito alguno;
por debajo de la mesa le pasaron un contacto que, por Bs. 40 mil, le arregló
todo en un santiamén. Se llama matraqueo,
¿o no?
Los módem router nuevos y originales chinos de la telefónica estatal
superan los Bs. 100 mil (cerca de US 100 a dólar flotante controlado). Lo que
nadie le informa a los usuarios es que los módem
quemados se pueden arreglar, ya que en la mayoría de los casos sólo se
dañan los capacitores o condensadores eléctricos.
Cuando los capacitores integran un circuito, conservan y ceden la
energía eléctrica en per
íodos sucesivos
de carga y descarga. Al abrir los aparatos y, a simple vista, se puede observar
el estado de cada capacitador: si está abombado, hay que cambiarlo. Sabana
Grande está llena de módem router reparados, vendidos en quincallas de
electrónicos reciclados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario