Delcy vendió el sofá
¿Y
ahora qué…?
El 25 Armando Durán publicó un artículo intitulado ¡Y ahora qué…? Concluyó el ex ministro
de CAP que–: A la dirigencia política de
la oposición le corresponde diseñar una hoja de ruta que nada tenga que ver con
sus habituales querencias electoralistas. El pueblo y el régimen han dejado
esas tentaciones, espejismos y debilidades muy atrás. La alternativa que surge
de estos sucesos de abril, es la del todo o nada. La dictadura, al fin sin
adornos que la disimulen, o la democracia plena. La consolidación del régimen o
la libertad. Para quien aspire a ser dirigente de la oposición y de la
Venezuela por venir no le queda más remedio que asumir esta contradicción:
Dirigir la lucha o ser aplastados por una marea humana que ya ha desbordado los
diques de la dictadura, conscientes de que quien dude y deje de pedalear se
caerá irremediablemente de la bicicleta de la historia.
Una opinión semejante expresó Luis Alberto Martínez, ex gobernador de
Monagas, en una entrevista dada esa misma fecha a Primera Página. Ante la pregunta sobre si el era precandidato para
volver a gobernar su estado, afirmó, contundentemente, que lo primero es salir de esto, y después ya veremos.
Falta
de liderazgo
La única que daría la talla... pero
En ambos casos, hay un reconocimiento tácito sobre que la MUD ya no
controla ni dirige las protestas, sino que, en el mejor de los casos, las
acompaña, pues la disidencia se les fue de las manos. La gente no quiere
elecciones, sino echar a Maduro, ¡ya! El problema se complica aún más, pues en
la oposición no hay un liderazgo que pudiera recoger ese clamor popular y
convertirse en la figura clave para sustituir al inquilino de Miraflores, quien
esta guindando y no es bombillo.
En efecto, Ledezma y López están presos y mal recomendados, Capriles
inhabilitado y Machado secuestrada en una burbuja por sus asesores, uno de de
quienes –se dice– actúa como doble agente de la antigua KGB. Ramos se vino en
picada en los sondeos. Borges y Florido siguen, contra la corriente, hablando de comicios y votos, y el resto ni siquiera
aparece en las encuestas.
El padre Luis Ugalde, ex Rector de la UCAB, sintetiza lo que dice
piensa la gente que lucha en la calle sobre la dirigencia política–: La población está más exigente que nunca en
cuanto al liderazgo político, ya sea del Gobierno o de la oposición, porque
estamos con el agua al cuello. En este momento hay un liderazgo político
desgastado y hay otros que no acaban de engancharse con las necesidades
concretas de la gente (Lenys lcmoreno@laverdad.com).
Salir
de Maduro, ¡ya!
El "pran" que más manda en Venezuela
Todo el que esté yendo a las marchas sabe que la propuesta cuádruple
de la oposición tolerada –cronograma electoral, libertad de los presos
políticos, respeto a la Asamblea Nacional y apertura a la ayuda humanitaria–no
entusiasma más a nadie. Y no lo hace, porque el marchista sabe que el régimen
no cumplirá con ninguna de las solicitudes, apegado como está a las órdenes que
recibe de La Habana, que califica sus protestas como–: Acciones vandálicas terroristas promovidas por algunos sectores de la
ultraderecha opositora, que buscan generar caos en el país y promover una
intervención extranjera (Granma, diariodecuba.com).
La MUD solicita que se restituya el hilo constitucional –yo diría más
bien, que se ponga uno nuevo, pues el que se rompió es muy difícil anudarlo–,
que se convoque a elecciones, se libere a los políticos presos y se abra un
canal humanitario para que al país ingresen alimentos y medicinas, entre otras
exigencias. Los protestatarios dicen, a grito pelado, que lo que quieren es
salir de esta vaina ya, sin importar lo que venga después.
La situación es tan real e inminente que la embajada lusitana prepara
un operativo de emergencia para expatriar a sus ciudadanos de Venezuela, en caso
de que el conflicto se intensifique y ponga en peligro la integridad de sus
conciudadanos.
Dado que la colonia portuguesa es la segunda o tercera en cuantía en
el país –hablo de millones con derecho al pasaporte comunitario, no de miles–,
el éxodo ocurrido en la frontera entre Táchira y Santander Norte el año pasado
sería peccata minuta en comparación.
Mientras tanto, tirios y troyanos se inculpan mutuamente de los 32
muertos, heridos y abusos habidos hasta ahora durante el sangriento abril.
Empero, quien tiene las armas e incita grosera, sistemática y públicamente a emplearlas
contra sus adversarios es el gobierno, de acuerdo a las órdenes específicas que
Raúl le da a su procónsul, Nicolás; y Ramiro a su subalterno, Vladimir.
Como expresa Durán en el artículo antes citado–: Es un grave error de cálculo de Maduro y Raúl Castro no entender la
hondura del compromiso de los venezolanos con los valores esenciales de la
democracia, pues en lugar de sofocar este compromiso colectivo por la fuerza,
la violencia oficial sólo ha servido para aumentar la indignación del país y
estimular a la gente a no abandonar la lucha ni las calles hasta alcanzar el
objetivo de restaurar el hilo constitucional y el estado de Derecho. Al precio
que sea.
Democracia
y libertad no son gratuitas ni perennes
Al pedir democracia y libertad, los venezolanos comienzan a
comprender que éstas no son gratuitas ni perpetuos. Estados Unidos es la
primera potencia mundial, entre otras razones, porque nunca hubo en su historia
algún pendejo que intentara convencerles que la democracia y la libertad se
logran de manera constitucional,
electoral y pacífica. Al contrario, todas las generaciones de
estadounidenses han aportado su cuota de sangre, unas veces mayor y otras
menor, para defender el llamado sueño
americano.
Luis Alberto Martínez aseguró
en Globovisión que ésta era la última
oportunidad del régimen para no llegar a las primaveras árabes. Gerardo Blyde, Alcalde de Baruta, dijo algo muy
parecido a comienzos de semana en el programa Vladimir a la una. En medio de la sensatez de los opináticos de
oficio, hay una epidemia de abogados constitucionalistas afectos a la dictadura
cuyas credenciales lucen tan dudosas como
las de los magistrados nombrados a dedo para el TSJ.
Epidemia
de “abogados constitucionalistas”
Cada día lcon menos foros a los cuales asistir
Según la descripción más conocida, es función de los abogados
constitucionales asesorar a los legisladores y ayudar a quienes que necesiten
protección de la Carta Magna. Para lo cual, deben investigar causas judiciales,
escribir resúmenes, presentar mociones y discutir los casos en los tribunales
sobre la si las leyes, decretos y actos de las autoridades están en consonancia
o violan la Constitución. El abogado que escuché esta semana, defendiendo la
violencia gubernamental, no sabía ni siquiera hablar bien. Si hubiese sido
alumno mío cuando daba Castellano Jurídico, no hubiera pasado de primer año.
Ahora bien, en vista de lo que ocurre y con la finalidad de mantener
sus saqueos e impunidad, la tiranía decidió, como en el cuento de Fritz y
Franz, vender el sofá. En medio de grandes despliegues mediáticos, Delcy
anunció la salida de del régimen de la OEA, un proceso que durará 2 años
–espero que haya otro que reconsidere esta medida–.
Para quien no recuerda el cuento, Franz le dice a Fritz–: Tu mujer te engaña en el sofá de tu casa.
Tiempo después le pregunta–: Fritz,
¿resolviste el problema? Su amigo le dice–: Sí, vendí el sofá.
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