lunes, 9 de septiembre de 2019

¿Quién mató a Karina García?

Luis García Planchart

No tiene paz; no sabe hallar hartura;
osó llamar a su maldad justicia;
arbitrio, al robo; a la dolencia, cura.
Francisco de Quevedo


 Así quedó el carro de la candidata asesinada (Cortesía de El Tiempo)

Como México no hay dos...

Un total de 523 políticos y funcionarios murieron asesinados en el periodo electoral 2017-2018 en México, según el 7º Informe de la Violencia Política presentado por la ONG Etellekt, que cubrió el período del 8 de septiembre de 2017 al 1º de julio de 2018, fecha donde se efectuaron las elecciones generales.
Del total de los fallecidos, 371 eran funcionarios públicos y 152 líderes políticos; 28 eran candidatos y 20 precandidatos a los cargos electivos. De los 152 políticos, 133 fueron hombres y 19 mujeres.
Durante 11 años de lucha contra el crimen organizado –léase narcotráfico–, 2007 fue el año con menos homicidios violentos en México, con 8.867 –una tasa de 8.2 por cada 100 mil habitantes)– Para 2009 los homicidios se habían duplicado. Y, en el 2011, se llegó a la cúspide de la violencia, con casi 30 mil casos –24 por cada 100 mil habitantes–.
Tras un decenio de guerra contra los cárteles de la drogas, las ONG calcularon que hubo entre 30 y 50 mil bajas, para un total de más de 176 mil muertos.
Tras la captura de Joaquín El Chapo Guzmán, el diario El País de España, en su versión mexicana, publicó de qué manera los cárteles emergentes se estaban repartiendo el negocio, en abierto desafío a las autoridades:
En Ciudad Victoria, la capital del estado mexicano de Tamaulipas, las noticias de la guerra aparecen en plásticos, sábanas y cartulinas que alguien deja en la calle a cualquier hora (como, por ejemplo ….) Esta guerra no es de ustedes, pero si así la quieren, así será. Firmaba el comandante Bravo, de “Los Zetaz”. Con la palabra “ustedes” se refería a la policía estatal.

Como Colombia, tampoco...

El Tiempo de Bogotá, citando al politólogo Jairo Libreros, compara la situación actual de Colombia con la que vivió México en las campañas comiciales cuya presidencia ganó Ángel Manuel López Obrador el año pasado:
Los grupos ilegales están haciendo una apuesta violenta muy fuerte. Colombia tiene experiencia en lo que se llama apropiación ilícita de gobiernos locales (…) Eso les da (a los narcos) presencia territorial, capacidad de gestión, y, quizás, están pensando en eventuales negociaciones de paz para salir de estos líos en mejores condiciones.
Nancy Patricia Gutiérrez, viceministra del Interior, aseguró que el gobierno del presidente Iván Duque trabaja de una manera articulada para aprehender, judicializar y penalizar a los responsables de los crímenes políticos que acabaron con la vida de 6 candidatos en campaña para las elecciones regionales y locales que habrá en Colombia el próximo 27 de octubre.
El más sórdido de estos asesinatos ha sido el de Karina García, quien se postulaba como alcaldesa del municipio Toledo, en el Departamento de Antioquía, y que murió, junto a sus cinco acompañantes, cuando el vehículo donde se desplazaba fue emboscado y ametrallado durante 20 minutos por supuestos ex guerrilleros.
Orlando García, viudo de Karina, declaró a los medios: Sufrimos las consecuencias de la indolencia en este país, de un país guerrerista, de los resultados de una falsa paz en donde los grupos armados atacan a las gentes de bien…
Con el debido respeto a Don Orlando, a quien acompaño en su sentido dolor, y a doña Nancy Patricia, quien tiene una fe muy grande en la Ley y la Justicia; considero que ambos están equivocados, como también lo está el reportero político de El Tiempo, Juan Francisco Valbuena.
Lo que enfrenta Colombia no es más de lo mismo de ayer, sino la depurada perversión del aquí y el ahora, donde se mezclan la izquierda ultrosa y el crimen organizado de manera inseparable.

El Imperio del Mal

El Imperio del Mal se encuentra en La Habana, y lo rige Miguel Díaz Canel.
Desde Cuba, este carcinoma se expande a América Latina y España, con el resurgimiento de la corrupta Cristina, el incendiario Evo, el pedófilo Ortega, el criminal de lesa humanidad Maduro y los dirigentes de Podemos, asalariados de los gobiernos totalitarios de Irán y Venezuela.
Una maldad que controla, desde hace por lo menos diez años, el Sur de México, donde, el que nace pobre, tiene un 80% de seguir igual o peor para el resto de su vida; frente al Norte, donde el porcentaje es totalmente inverso.
Una maldad que ahora compra ametralladoras punto cincuenta y otras armas sofisticadas en Estados Unidos, y se las cambia al ELN, ubicado geográficamente ahora en Venezuela, como parte de pago por la coca que vuela desde los aeropuertos clandestinos a Honduras y México.
Una maldad que maneja la prostitución y todos los vicios en la tierra azteca, y que entierra a las pobres mujeres que ya no sirven para follar en centenares de cementerios clandestinos.
No, por malucos que fueran Tirofijo y Escobar Gaviria, no se aproximan siquiera a los doctorados en maquiavelismo de los políticos a quienes me referí anteriormente.
Quizás, en la historia más reciente de la humanidad, sus mentes y acciones pudieran equipararse a las de Adolfo Hitler, José Stalin o Polpot.
Es por eso que, si alguien se pregunta, ¿quién mató a Karina García?; al menos para mí, la respuesta es clara

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