Descerebrados e idiotas del mundo, ¡uníos!

Luis García Planchart

Nada que podamos hacer.

Se nos parecen. Nos rodean, caminan en nuestras aceras, se sientan a nuestro lado, y no sabemos quiénes porque, como los topos, su estupidez e ignorancia supinas permanecen ocultas, hasta que algún manipulador sicolingüístico las activa, en beneficio de sus clientes.

Carecen de ideología en el sentido racional de la palabra, si es que acaso alguna ideología tuviese algo de racionalidad.

 Las consignas son: conspirar y quemar a Bogotá

Los Beverly pobres que apoyan a Trump

En Estados Unidos, los descerebrados e idiotas (DI) fueron las bazas que le dieron el triunfo al candidato presidencial Donald Trump. En su caso, les correspondió a los rednecks, un término referido a las quemadas de sol sobre los cuellos de los caucásicos de segunda clase, pues, por lo pobres y faltos de instrucción que son, tienen que trabajar de labriegos o en oficios al aire libre para sobrevivir, los cuales generalmente están reservados a los mexicanos; a quienes, ¡por supuesto!, odian a muerte por la supuesta y desleal competencia que les estarían haciendo al cobrar menos por su trabajo.

Por eso, los rednecks escuchan –como si fuera música celestial– las promesas políticas de levantar un muro entre México y Estados Unidos, deportar de inmediato a 133 mil indocumentados que solicitaron asilo o separar a los wetbacks –espaldas mojadas, que cruzan a nado el Río Bravo o Grande– de sus menores hijos. 

En Europa, los DI son la base de los partidos neonazis de Austria, Polonia y Rumania, pero también la de los manifestantes amarillos que incendian París, de los separatistas catalanes, y, de manera específica, de los marxistas leninistas del PSOE y Podemos en España, revestidos con un barniz democrático, tan tenue, que apenas resiste un raspado de uñas.

En África, los titiriteros de organizaciones terroristas como Al Quaeda e Isis lograron su máximo nivel de eficiencia procreando ese género subhumano de auto-bombas que se inmolan junto a centenares de inocentes –o a miles, como ocurrió en el caso de las Torres Gemelas–, en una yihad que Mahoma nunca previó ni solicitó, y, que, de haber sabido hasta dónde iban a tergiversar sus seguidores el mensaje que le había confiado el Arcángel Gabriel para que les predicara, seguramente se habría horrorizado frente a la ominosa intervención del propio Satanás en el Corán.

No es a Alberto a quien apoya el Foro de Sao Paulo, sino a la Kirchner

Las idiotez que camina por América Latina

Pero es en nuestra América Latina donde hay más DI, incrustados en las más altas esferas de poder político, sus niveles medios y la canalla que quema supermercados Walmart en Santiago de Chile, autobuses en Bogotá y archivos con las pruebas de corrupción del régimen de Correa en Quito.

Algunos DI latinoamericanos forman parte de otros subgrupos como lo es el LGTB, y, entre ellos se ha puesto de moda encamisarse con la imagen del Che Guevara, sin percatarse de que el guerrillero cubano–argentino, además de haber sido un asesino psicópata, fue profundamente homófobo, racista y machista.

Por cierto, en una encuesta realizada anteayer en ese campo de escombros al cual los DI convirtieron el centro de Santiago de Chile, un periodista independiente que entrevistó a seis izquierdistas –cinco caballeros y una dama, todos bien nutridos y bien vestidos– , al preguntarles qué opinaban sobre el Che, demostraron su crasa ignorancia sobre el histórico personaje. El que más se acercó a describirlo fue un estudiante de la Universidad Católica, quien afirmó que, aunque el revolucionario argentino no sabía nada de Economía, “… hizo mucho por mejorar la condición social de los pobres.”

Mientras tanto, los manipuladores se frotan las manos y esperan con fruición que llegue el próximo domingo, un sentimiento que comparten los periodistas a quienes han financiado o los los tontos útiles que todavía creen en que el socialismo es la mejor receta para mejorar la calidad y el estilo de vida de la mayoría de la población.

El domingo hay comicios presidenciales en Argentina y Uruguay, y elecciones regionales en Colombia. Ylos manipuladores esperan que la brisa bolivariana encumbre, no al candidato Alberto Fernández, sino a la Kirchner –ya se lo dijo Diosdado, palabra más palabra menos: “No crea que es usted a quien apoya el Foro de Sao Paulo, es a la otra, a que va de Vice”–; al delfín de Tabaré Vásquez, Daniel Martínez; y a los gobernadores, alcaldes y ediles que las encuestan ubican como empates técnicos aquí, en la antigua Nueva Granada.

Poe eso, el nuevo Manifiesto Comunista, o, mejor dicho, Foropaulista, le pide unidad mundial no a los proletarios, sino a los descerebrados e idiotas, porque de ellos será el Reino de los Cerros.