domingo, 26 de febrero de 2012

La cerecirula

Una delicia frutal
Ayer probé una delicia frutal sin nombre específico todavía, resultado de un laborioso proceso genético, el cual tomó más de una década.
En el Mercado de Chacao, los marchantes la llaman cereza, pero es un híbrido entre ésta y la ciruela, la cual a su vez es una evolución del durazno.
En cuanto al sabor y la textura, representa una síntesis de ambas especies, pero con énfasis en el dulzor de la cerezas.
La mayoría de estas novedades se producen en EEUU, y muchas de ellas en California, pues allí el Estado las promueve, con financiamiento y el apoyo científico y tecnológico, dado por prestigiosas universidades y centros de investigación como la Universidad de California -fundada en 1868 y reconocida como la institución pública de enseñanza superior número uno en EEUU-, situada en la ciudad ribereña de Berkeley, al norte de San Francisco; y la Universidad del Sur de California, fundada 8 años antes en Los Ángeles.
En ambos casos, se trata de centros dirigidos inicialmente a la formación de profesionales en Agronomía, Arquitectura, Ingeniería, Zootecnia y Veterinaria, para solventar las necesidades de los granjeros que las financiaron, así como el crecimiento urbano.
Más tarde, escalaron a posgrados y experimentos para mejorar los suelos, cultivos y animales de crianza, y, de manera simultánea, otras áreas del saber y quehacer humanos, convirtiéndose en epicentros de verdaderas revoluciones: desde la invención de la Bomba “A” hasta las protestas contra la Guerra del Vietnam, pasando por los súper atletas Trojans.
Del Valle de la Muerte al Valle de la Vida
El famoso Valle de Napa fue conocido hasta comienzos del siglo pasado como Valle de la Muerte, pues era una zona desértica y carente de agua. La transformación llegó cuando el incremento poblacional de las ciudades costaneras explosionó el consumo de agua potable, y se construyó la red de embalses para satisfacerla e irrigar a los campos adyacentes.
Producto de esta constante dinámica, surgió el vino californiano, para ubicarse a la postre como primero en el ranking como primero en la degustación de los más connotados catadores:
En 1976, 11 expertos en vinos compararon los mejores vinos franceses con varias botellas californianas, en una prueba a ciegas. Entonces nadie negaba que Francia fuese la productora de los mejores caldos del mundo. Cuando todos y cada uno de los jueces -9 de ellos franceses- otorgaron las mejores calificaciones a los productos de EEUU, la reacción otorgó un nuevo significado al título de la novela y largometraje Las uvas de la ira del Premio Nobel de Literatura John Steinbeck.
Para mayor indignación de los viticultores galos, quienes habían calificado el triunfo estadounidense como un lechazo, y echado a patadas al marchand Steven Spurrier, organizador de la contienda, California volvió a triunfar en los blind test de 1991.
Junípero: El primer héroe californiano
Fue el fraile franciscano Junípero Serra (24/11/1713-28/08/1784), evangelizador y fundador de varias misiones en la Alta California, -entre ellas Los Ángeles, San Francisco, Sacramento y San Diego, quien llevó las estacas de las vides a la región, contraviniendo la prohibición las autoridades españolas que reservaban la producción del vino y las olivas para el trueque entre la Península con sus colonias americanas.
Cuando Junípero y sus monjes llegaban a algún sitio con agua y tierra apta para la labranza, levantaban la capilla, algunas cabañas para residencia y un fuerte protector contra posibles ataques.
Acogieron a los indígenas que se acercaron, movidos por la curiosidad y, una vez establecida la confianza mutua, les invitaron a radicarsese alrededor de las misiones.
Les catequizaron y enseñaron agricultura, albañilería, carpintería, ganadería y herrería. Les proporcionaban semillas y animales, y les asesoraban en el trabajo de la tierra. A las mujeres las enseñaron cocina, costura y el uso de telares.
Este encuentro pacífico dio lugar un sincretismo que aún perdura y moldeó al californiano una manera única, quien considera al fraile como un héroe regional.
Los plátanos y yucas del Guasón
Contrasta esta postura con la del Guasón, quien basa sus discurso en la Leyenda Negra, y promueve la invasión de tierras cultivadas de manera avanzada por sus ignorantes acólitos, para que siembren plátanos y tubérculos.
Lo cual no pasa de ser una farsa que pretende encubrir operaciones siniestras, como la toma de las tierras de Guayana ricas en coltán, una operación que le costara la vida a Franklin Brito y que ya lleva más de 9 millones de muertos en una guerra no declarada al Sureste de África.
Lo que quiero decir es que basta ya de esa huevonada socialera de que la tierra hay que entregársela a quienes no tien ni puta idea de cómo hacerla productiva. Que la cereciruela no se produjo por un milagro de Dios, y que Venezuela volverá a reverdecer cuando la mafia Giordani-Jaua entregue o sea despojada del poder.

martes, 21 de febrero de 2012

Globalidad, cánceres y carnestolendas

Una vivencia enriquecedora
Al reflexionar sobre el término globalidad, el primer significado que se me ocurre en nada se parece a la ilusión de un mundo feliz de Marshal McLuhan, quien anticipaba un planeta donde todos vestirían jeans y comentarían las peripecias del serial de TV de más alto rating.
Ni tampoco según el entendimiento los especuladores bursátiles, modernos y perversos loteros del Primer Mundo, que abogan por el irrestricto libre mercado a lo laissez passé, laissez faire, con la debida protección estatal a los capitales volátiles, como lo ha hecho por décadas la Reserva Federal de EEUU bajo la dirección del inefable Alan Greenspan.
Percibo más bien este concepto como una degradación de la Aldea de McLuhan, donde lo global califica a los extremos de la maldad humana, verbigracia, el culillo de la ONU y las grandes potencias que le permite al sátrapa Bashar Al-Assad asesinar a 70 compatriotas al día, utilizando una fuente de armamento idéntica de la cual se surte su colega de acá para aprestar, en ambos casos, a ejércitos y paramilitares.
Para mí, la globalidad debería ser esa red de convergencia que llama Mario Vargas Llosa civilización, y que define como un ritual compartido. en el que una pequeña colectividad, elevada espiritual, intelectual y emocionalmente por una vivencia común que anula momentáneamente todo lo que hay en ella de encono, miseria y violencia y exalta lo que alberga de generosidad, amplitud de visión y sentimiento, se trasciende a sí misma.
El enfermo imaginario
Vargas Llosa ubica su definición dentro del contexto de una comedia de Jean-Baptiste Poquelin –Molière- de la cual disfrutó recientemente en París, y cuyo título, El enfermo imaginario, pudiera venir de perlas para describir la situación que padece Venezuela, causada por el velo desinformativo tejido por la inteligencia cubana y los mequetrefes como William Izarra sobre un supuesto cáncer del Comandante-Presidente Chávez. Un status que desestima el Gobernador-Candidato Capriles en los siguientes términos: No hago de mi vida personal, como Chávez, una historia que pretende sea la historia del país.
De alguna manera, el rumor sobre el agravamiento de la enfermedad presidencial, real o ficticia, pero mediáticamente manipulada, desafortunadamente se yuxtapuso a mi decisión de Año Nuevo de no pararle bolas a los discursos del Guasón, de ni siquiera leer la información digerida que publican los denominados medios independientes. Actitud que empleó Capriles para las primarias, magistralmente asesorado por Dick Morris, y que tan buenos resultados le trajo.
Samba y 70 mil condones
Pero me fue imposible rechazar a los parientes y amigos que telefonean y repiten los runrún de Nelson Bocagrande, las versiones de La Patilla y hasta lo que publica El Nuevo Herald. Sobre todo, cuando ya ningún canal –ni siquiera los de cable- transmite desde el Sambódromo de Río, donde, según TVE, el Ministerio de Salud de Vilma Rousseau repartió 70 mil condones; acto que no critico y, al contrario, felicito, y el cual me parece más trascendente que el tamaño de la bola que le sacaron o se reprodujo en el bajo vientre del Primer Mandatario.
Trascendente, porque, ¿cuántos embarazos indeseados y enfermedades de transmisión venérea no se evitaron con esa modesta inversión y oportuna distribución?
En cuanto a los primeros, no cabe duda que es más económico e incruento prevenir la bastardía en las carnestolendas que cazar a los niños de la calle, ya crecidos delictivamente en las favelas de Río. Como lo hace la policía de Rousseau para asegurar la integridad de los visitantes al Mundial y las Olimpíadas.
Respecto a las ETV, es bueno recordar que los tres lugares de mayor contagio del sida –cuando el virus aún no había mutado y era llamado cáncer gay- fueron los baños públicos de San Francisco preferidos por los homosexuales, donde un sobrecargo de Air France lo desparramó a diestra y siniestra; el Retreat´s Plato de Nueva York, donde los miembros del club hacían de todo con los suyos propios; y el Carnaval de Río, donde se contaminaron muchos venezolanos.
Definitivamente, el tema del cáncer nos lleva a la reciente denuncia de Kem Gamble sobre la presión de las farmacológicas transnacionales para evitar innovaciones y mejoras en el tratamiento de esta verdadera epidemia lo que calificara mucho antes el siquiatra venezolano Álvaro Martínez Arcaya como Estado Global Fascista-Sanitario. Por lo cual, el Carnaval 2012 se me ha convertido en globalidad, cánceres y carnestolendas.

martes, 14 de febrero de 2012

El cuento de Candelaria y Piedad

El Mum Bolita y la sangre que corría por La Habana
Cuando la Revolución Cubana era mirada con simpatía por todos aquellos que anhelaban un mundo mejor, hubo un chiste que surgió de la escaseces que acompañan –sin excepción- a todo experimento socioeconómico que excluya a la propiedad privada y al trabajo formal como pilares productivos:
—Candelaria –le comentaba una mulatica cubana a su rubia y jíbara compañera Piedad-, ¿sabes que el Comandante ha dicho que no hay pesos para importar toallas sanitarias? ¿Qué tú opinas…?
—¡Qué ahora sí correrá la sangre por las calles de La Habana…!
Algo similar nos va a suceder con la fijación atrabiliaria del PVP de los desodorantes por parte del Comandante Presidente de la IV República, y lo escribo en plural pues espero no la haya cogido sólo con los fabricantes de Mum Bolita. Así como Caridad y Piedad vaticinaban un futuro cruento para las habaneras, yo anticipo una hediondez generalizada, producto de la descomposición del sudor, en los espacios públicos y, principalmente, en los cerrados como el Metro, las aulas y los teatros. Porque de que huele, huele; y de que se pega, se pega.
A quienes todavía consideran que el olor a la transpiración rancia es una descortesía para con los demás, les recomiendo se provean de desodorantes antes de que se agoten, pues las compras nerviosas van in crescendo. O que apelen al bicarbonato de sodio, que no es lo mismo pero funciona como paliativo. No es opción esperar a que los camaradas compren los antitranspirantes chinos a punto de vencerse, los embarquen en containers boliburgueses, las motonaves recorran 12 mil Km y lleguen a los puertos, sean desembarcados, esperen varios meses bajo un sol de 40º, y, finalmente, se vendan en operativos de Pdval.
Pero viendo las cosas desde otro punto de vista, ¿a usted no le parece que el que le conté esta a punto de perder la poca chaveta que le queda, preocupándose por el Mum Bolita y la mineral Minalba? ¿Es qué acaso no le son suficientes las manifestaciones, los homicidios violentos, la rebelión de La Piedrita, las viviendas que no aparecen o se derrumban, como las de los Dos Cochinitos, a las primeras de cambio? Y, por último, ¿los 3 millones de votos de las primarias de la oposición, que en realidad fueron 5?
3 millones que fueron 5
Si el servicio del CNE hubiera estado disponible para todos los electores, en lugar de 3 millones de votantes, habrían sido 5 millones, puesto que un 40% de los inscritos fue ubicado en centros comiciales de acceso largo o costoso.
Un ejemplo, si para votar hubiese tenido que recorrer 3 Km a pie o pagar un taxi, lo habría sopesado.
¿Por qué se dio el alud de votos? Porque la gente está más harta del Guasón que lo que los políticos, los medios y los militares suponían. Porque se desbordaron las estructuras partidistas –que estimaban un máximo de 1 millón 500 mil votos-, y los arrechos se manifestaron públicamente, ante la incredulidad de muchos y, particularmente, de quienes les había motivado a hacerlo. Si esto no hubiera ocurrido, posiblemente Pablo Pérez habría vencido a Henrique Capriles.
Ganó la Derecha
Para mi hermano Rafael y para mi amigo Raúl, el domingo pasado fenecieron AD y Copei. Yo creo que estiraron la pata antes, cuando renunciaron a las candidaturas presidenciales de Alfaro Uvero e Irene Sáez, y se pusieron a cabalgar en Carabobo sobre la vana ilusión de Frijolito Salas Röemer.
El domingo ganó no la antipolítica sino la derecha en Venezuela, como la hecho en Chile, Colombia, España y México. Y lo hizo con los votos del pueblo, no de los ricos como preveían los chavistas, ya que si aquí hubiesen 3 millones de ricos, este país sería Suecia.
Ayer le dije al amigo coriano Luis que era el momento de los políticos para escoger –como afirmaba Joselo- si eres molusco o marisco, de derecha o izquierda. Luis es copeyano –y más que copeyano, socialcristiano- pero a dicha ideología y a mi entender se llegó su cuarto de hora –que fue el final de la Guerra Fría-, sin pena ni gloria en lo que a Venezuela se refiere.
Para mi, ninguno de los presidentes democristianos de este país aplicó alguna de las medidas que crearon el Milagro Europeo de la posguerra en Alemania e Italia. Experimentos tan simples como el cooperativismo que funcionaron y funcionan tan bien en Chile y Centroamérica como la organización Dos Pinos, el mejoramiento de los planes de bienestar social que también fueron claves en la formación de la Unión Europea y la devolución de las garantías económicas consagradas por la Constitución de 1961; fueron soslayados durante las administraciones verdes.
Esto lleva a un aquí y un ahora interesante para la reflexión y la reestructuración de los partidos. Pablo Pérez cuenta con un nada desdeñable 30% del afecto opositor, en el cual se incluyen adecos y copeyanos. Ahí está la semilla de la nueva izquierda, una especie de PSOE que tanta falta hace.
Capriles tiene que aceptar, por su parte, que él encarna a la derecha, que nada de malo tiene ser de derecha y que es la hora de la derecha en Venezuela, tras un siglo de silencio. Y que si se extrapolan los resultados de anteayer, con una ñinguita ganaría el 7-O.
¿Y qué queda para los demás? Lo que siempre hubo, un 10 ó 15% de votos, que dé voz a los ultrosos de izquierda y derecha. O, en otras palabras, el cuento de Candelaria y Piedad.

domingo, 5 de febrero de 2012

¿Cuál será el propósito de Antonio Nicolás?

La observación, la paciencia y el espíritu
Recuerdo a mamá, Juana de Ávila, como la conocían sus lectores, cuando dedicaba las pocas horas libres que le restaban de su intensa jornada como ama de casa y periodista a armar rompecabezas.
Lograrlo requería aguda observación y gran paciencia, pues se trataba de unir miles de mínimas piezas, con dibujos y colores similares, cuyo ensamblaje final necesitaba de una semana o más.
A mi difunta mujer, Cristina, también le atraían los ejercicios mentales, en su caso los crucigramas, a los cuales les dedicaba su mayor empeño.
Confieso mi impaciencia frente ambas actividades las cuales, tengo entendido, previenen del Alzheimer restableciendo las conexiones bioeléctricas que cortocircuitan debido a la degradación cerebral, sustituyendo por neuronas inactivas las que se pierden por edad o bombardeo fotónico procedente del Sol, cuya frecuencia se ha duplicado desde la década de los ochenta del Siglo XX.
Pese a mi cortedad de vista, siempre tuve capacidad de observar y aprehender. No me refiero a las pendejadas que llaman la atención de la mediocridad militante, y que se relacionan con los atributos de la riqueza y la concepción guaricadilla de la belleza –al estilo del Miss Venezuela-. En otras palabras, no me interesan –ni me interesaron nunca- la plata ni los culos, salvo para efectos pragmáticos, inmediatos y de corta duración que dejo a la imaginación del lector.
A través del crecimiento, he ido agudizando la capacidad de observar, obviando lo superfluo, negativo e impertinente, y concentrándome en el objeto o sujeto del análisis, sin connotaciones afectivas o socioculturales, según fuere el caso. Lo explico como mirar con los ojos bien abiertos, creativamente, como lo hacen los pintores y quienes aprecian el arte por ser coleccionistas o marchantes.
Como lo expresa Rudolf Arheim, en Arte y percepción visual (2007), esa manera de percibir la realidad objetiva es gestáltica, y no sólo emplea la inducción –yendo de lo particular a lo general- sino que, simultáneamente, va formando el todo intuitivamente, mucho antes de la última pincelada.
La conspiración de Kem y Kimberly Gamble
Es por eso me han conmovido hasta las más profundas raíces de mi conocimiento y existir el mensaje del documental Thrive (2011), dirigido, producido y protagonizado por la pareja formada Kem y Kimberly Gamble, con la participación de especialistas de alto vuelo y el apoyo de una data que corrobora el contenido de 2 horas y 15 minutos del film, la cual puede ser consultada en la página Web www.trhivemovement.com.
To thrive puede ser traducido al español como prosperar, mas posee otras acepciones que tienen cabida para captar el significado verdadero de la película: florecer, alcanzar el éxito económico, como resultado de una acertada planificación estratégica y desempeño gerencial. Y, asimismo, crecer en estatura y volumen, casos sobre los cuales el Diccionario Webster da como ejemplo: Threes thrive in a good soil (Los árboles crecen en una buena tierra).
Conforme a su propia descripción, Kem Gamble posee el suficiente dinero, pedigrí y formación para, si así lo hubiese querido, haberse convertido en uno de los más importantes capitanes de la industria estadounidense; en lugar de dedicarse –como lo ha hecho- a investigar temas que en Norteamérica son considerados políticamente incorrectos, como el poder detrás del poder, la eliminación sistemática de científicos y sus descubrimientos en las áreas de energías y medicinas alternas que curan al cáncer y otras pandemias, la esterilización masiva de contingentes enteros en California, la India y Puerto Rico sin mediar su consentimiento, la promoción de conflictos bélicos de variada intensidad, la proletarización de la clase media en EEEUU y Europa merced a la estafa financiera e inmobiliaria y otras bellezas por el estilo.
El espíritu de P&G y su aplicación al movimiento de los indignados
En efecto, el Gamble de Kem es el apellido del otro socio de Procter, la firma que identifica a uno de los mayores fabricantes globales de productos de cuidado personal y limpieza hogareña.
Por eso, el espíritu que guió a Kem en su enjundioso esfuerzo no difiere mucho del que acompañó a Procter & Gamble –P&G- en su lucha planetaria contra la mugre individual y del hábitat, llevada a cabo en uno de los segmentos más competitivos del mercado.
En su obra Consultoría de negocios, Gilbert Toppin y Fiona Czerniaska (2008) comentan la respuesta a la pregunta que les hiciera uno de sus asesorados: ¿Cómo vencer a P&G? No se puede –le aseguraron-, hay que esperar a que cometa un error. No, ni P&G ni Kem y Kimberly son perfectos, pero ambas duplas se caracterizan por no dejar cabos sueltos.
Kem y Kimberly comienzan por proyectar una imagen contraria a la de los convencionales sustentadores de la Teoría de la Conspiración, cuyas versiones actualizadas pueden ser definidas como Los indignados: desaliñados, peludos y, obviamente, hediondos, tras varios días de desaseo en pernoctas bajo las carpas del activismo anti-establishment .
Los esposos Gamble aparecen impecables en su presencia y atuendos informales, como si fueran a una reunión de algún exclusivo club de golf o marina de Nueva Inglaterra. Y, probablemente, oliendo tan bien como los jabones y cremas de su empresa.
Una declaración de guerra contra “La banca de las burbujas”
Pero las apariencias engañan. Lo que dicen es dinamita pura. Afirman, verbigracia, que quien solicita a la banca un préstamo de US $ 10 mil, termina siendo cómplice inconsciente de una estafa generadora de beneficios por US $ 100 mil. ¿Por qué se castiga a quien invirtió gran parte del esfuerzo de su vida en la adquisición de su vivienda no se le indemniza, ya que aunque el precio de la misma se incremente en un supuesto negado del 3% anual, necesitará una década para igualar el valor del inmueble con el monto de su pasivo?-: se preguntan. ¿Por qué se rescata a los entes financieros que, premeditada y alevosamente, fueron a la bancarrota?
Los Gamble no sólo identifican a los victimarios y sus víctimas, no los de ahora sin al través de varias generaciones, contadss desde antes de la II Guerra Mundial, y quizás más allá.
En 1833 un brillante científico serbio, Nikola Tesla, fue contratado por Thomas Alva Edison para que mejorara los primitivos generadores eléctricos que había inventado.
Edison consideraba este proyecto una tarea titánica, la cual le exigiría años de trabajo a dedicación completa, por lo cual le ofreció al joven inmigrante una prima de 50 mil dólares, si lograba resolver el asunto.
Tesla dedicó 18 horas diarias al empeño y, en 1834, produjo un prototipo de avanzada, que substituyó la operación manual por controles automáticos. Al ir a cobrar sus recompensa, Edison le contestó:
—¡Vaya, señor Tesla! En verdad, usted todavía no entiende el sentido del humor estadounidense.
Tesla se fue a trabajar con George Westinghouse, tras firmar un acuerdo por US $ 12 millones de dólares en regalías.
Al poco tiempo, la compañía de Westinghouse fue adquirida por el banquero J. Pierpong Morgan, y Tesla pudo apenas redituar un poco más de 200 mil dólares de su contrato original.
Otra patente de Tesla le permitió a Marconi difundir la radio, en 1917, y también habría posibilitado el envío de inalámbrico de electricidad. Pero Morgan, fabricante del cable de cobre empleado para transmitir de energía eléctrica, se opuso ferozmente al proyecto, y descalificando moral, material y mentalmente al insigne el serbio,y reduciéndole a la más abyecta miseria. Tesla falleció de mengua, tras rechazar la Medalla Edison conque pretendía honrarle el Instituto Estadounidense de Ingeniería Eléctrica.
Desde esa época, el banco J. P. Morgan ha estado involucrado en numerosos casos que bordean la frontera delincuencial, si no la trspasan. Entre las más recientes, su relación con el narcolavado de dinero de un capo mafioso italiano que obtuvo, en tiempo récord, la nacionalidad venezolana, y su co-responsabilidad en la creación de la burbuja que desató la crisis del 2008, cuyas consecuencias ocasionaron, únicamente en la Unión Europea, el 10% de desempleo entre la fuerza laboral potencialmente activa.
Pero el Nous accusée de los Gamble no se limita a Morgan, sino a todas las familias de las bancas involucradas en la producción de combustibles fósiles, motores que los emplean y energías altamente contaminantes, como los Ford y Rockefeller –automotores e hidrocarburos- y Rotschild –carbón-.
A ellos y sus sicarios, los Gamble les responsabilizan por la sangre derramada de varios genios como Edwin Howard Armstrong, inventor de la alta fidelidad y la FM; Rudolph Diesel, creador del motor a gasoil; Wallace Hume Carrothers, inventor del nylon; y Paul Schmidt, inventor del primer misil. En torno a estos personajes hubo verdaderos complots, que pueden ser descifrados según la clave del Premio Nóbel hindú Ruyard Kipling: Los poderosos intentan moralizarnos, mientras libran guerras muy sucias y ocultan crímenes espantosos.
La verdad nunca triunfa

Ésta es la mayor de las estafas que denuncian los Gamble: Convencer a la Humanidad que lo mejor lo tiene aquí, pues no hay sino un solo camino a la verdad. Pero la verdad, como lo aseveró dijo Max Planck, no triunfa nunca, aunque sus adversarios se mueren antes.
Los Gamble advierten que los genocidios cometidos no son contra etnias -como más de 10 millones de bantúes sacrificados en una guerra intestina en África Sudoriental por la posesión de las reservas de coltán- o creencias, ideologías y variantes específicas –como los millones de comunistas, gays, gitanos, judíos, democristianos y minusválidos vilmente masacrados en los campos de concentración del III Reich-, sino que representan una acción deliberada para mantener a raya el crecimiento global de la población. Aseguran, asimismo, que los primeros experimentos eutanásicos y eugenésicos se llevaron a cabo en la Alemania Nazi, bajo el patrocinio de fundaciones de las familias denunciadas.
Me falta sólo una pregunta. ¿Por qué mi querido primo, el Presidente de la Fundación Amor en Acción, me azuzó para que bajara la película Thrieve, la viera y le diera mi opinión al respecto? Se me ocurren dos opciones al respecto: O bien lo hizo para que yo me comprometiera a escribir el presente reporte, que alude a los pesos –y crudos- pesados; o bien espera que reaccione sin darle armas a los atorrantes que en Venezuela justifican su ineficiencia, ineficacia e inefectividad –así como otras llagas morales que les caracterizan- atribuyéndoselas al Imperio.
Bueno, Nico, déjame decirte que la última alternativa no me quita ni un segundo de sueño. Son tan ignorantes los chavistas y sus constructos psicológicos operan tan mala manera que, aunque les regalaras Maná del Cielo, terminarían convirtiéndolo en una fritanga full de colesterol y triglicéridos. Lo digo literal y mentalmente.
En cuanto a la primera alternativa, una cosa es opinión y otra información. En algunos puntos, coincido con los esposos Gamble. Verbigracia, en los experimentos genéticos pagados por las trasnacionales estadounidenses en la Alemania hitlerista, pues poseo como referencia dos fuentes difícilmente cuestionables que confirman tales hechos: The Rise and fall of the Third Reich (1960), de William L. Shirer, y Mein Führer (Adolf Hitler - Una biografía narrativa), publicada en el 2009 bajo la autoría de John Toland.
Sea cual haya sido tu propósito, Nico, te lo agradezco y me ofrezco para trabajar por la ONG Thrivemovement. Y hasta fundarla en Venezuela, pues tengo a orgullo haber trabajado como copywriter de P&G.