Las camisas voladoras
Corría el año de 1945. Diógenes
Escalante, precandidato a la presidencia de la República de Venezuela por el Partido
Democrático Venezolano, iba a desayunar con el general Isaías Medina Angarita,
para la fecha Primer Magistrado de La República, acompañado de
los líderes de la organización política y los miembros del gabinete.
Empero, ocurrió un hecho insólito. Escalante,
de una puntualidad británica no llegaba a Miraflores. Por lo cual el coronel
Ulpiano Varela, Jefe de la Casa Militar, llamó al Hotel Ávila, donde se
hospedaba el diplomático.
Su llamada fue atendida por Ramón
J. Velásquez, Secretario de la
Presidencia, quién le informó que Escalante no iba al desayuno. El oficial
preguntó: ¿por que? A lo que Velásquez replicó: Dice
el doctor Escalante que le acaban de
robar su ropa, que carece de camisas y pañuelos para colocar en los bolsillos
de su paltó.
Francisco Suniaga desvela la
extraña conducta de Escalante en su novela El
pasajero de Truman (2008); y nos habla de su triste final, acaecido en
1964, cuando el candidato que nunca llegó a presidente fallece en una modesta
casita de Florida, prácticamente descerebrado por el bárbaro tratamiento de
electroshocks con que la psiquiatría trataba a los dementes hasta bien entrado
el Siglo XX.
El extraordinario actor y director Javier
Vidal da una visión más íntima del político en el drama Diógenes y las camisas voladoras, donde dialogan la política y la
locura, el civilismo y el militarismo.
La pieza está basada en las
conversaciones de Vidal con Oscar Yánez y el libro Amores de Última Página escrito por el famoso periodista, así como
en la consulta en numerosas bibliotecas y hemerotecas del país.
Un orate en Miraflores
La interrogante que formula Vidal
al público, a través de uno de sus protagonistas, es: ¿Usted se imagina a un loco en Miraflores?
La contestación que te doy, mi
querido Javier es: Sí.
Lamentablemente, allí lo tenemos. Lo hemos tenido allí, enquistado como el tumor maligno que hoy
le corroe, durante los últimos 13 y casi 14 años.
Pero, a diferencia de lo que
sucedió en aquellos tiempos, no hubo nadie que se concienciara del riesgo
mortal que había al sentar en la silla presidencial a un deschavetado, hablando
literalmente. A algunos les parecían graciosas sus ocurrencias, y otros creyeron poder manejar estos desvaríos en beneficio propio. Lo cual funcionó, al principio.
Hubo algunos comensales que
acudieron al apartamento donde residía el frustrado golpista del por ahora,
gracias a la bondad de un empresario de seguros quien se lo cedió de gratis, pero actualmente es su perseguido.
Quienes compartieron su condumio,
vieron dejarle un puesto reservado al Libertador, y servirle –me han dicho-
vino y los tres golpes –sopa-seco y postre-.
Los más íntimos, le oyeron conversar
con el Padre de la Patria, pues se creía su reencarnación.
Su psicólogo tratante e informante que contaba estas anécdotas cual chistes, ahora se encuentra mudo, pues tiene la casa por cárcel,
tras haber seducido y asesinado a una jovencita, estudiante de Comunicación
Social, quien tuvo la desgraciada idea de irle a consultar sobre sus trastornos
emocionales.
La vaina se les puso color de
hormiga
Además del doctor de supra citado, que le
recetaba más píldoras al Guasón que el galeno envenenador de Michael Jackson,
estaban clarísimos de la sicopatología padecida por el futuro inquilino de
Miraflores todos los miembros del recién nombrado Consejo de Estado,
posiblemente con la excepción de Eleazar –que en esos tiempos se codeaba con la cúpula podrida de la IV República-, que sí no sabía al menos
imaginaría la tocoquera del comandante, pues el pendejo lo tiene bien alejado.
Sucede que cada uno de estos
personajes notables reporta a algún poderoso. Por ejemplo, el otro periodista,
a Fidel. El ex juez, a Cisneros. El oficial, a los narco-soles. Y así: elija usted
al que quiera, y yo le diré de quién es ficha.
Mal que bien, la mayoría de los
supra escritos estaban demasiado cómodos para meterse en esta suerte de soviet
supremo. ¿Por qué, entonces, lo hicieron o aceptaron que los introdujeran a dedo en él?
Porque la vaina se les puso color de hormiga –por doquiera se la mire-, el
régimen pende está pegado con saliva de loro y lo que viene es candanga con burrundanga y rinkinkalla.
En Washington, por ejemplo, hay un
movimiento coral que cada día se nutre con más voces. Primero fue la de Eladio Aponte
Aponte (a) American Airlines. A ella se le sumaron las de Hugo Carvajal –según la
periodista Marianela Salazar, el Pollo ya voló a EEUU, aunque algunos lo
desmienten- y un funcionario no identificado del CEN; sin dejar a un lado la revelación
del momento, Luis Velásquez Alvaray, candidato seguro al Grammy Latino.
El canto del ruiseñor Velásquez
Alvaray
Entre los trinos que vocalizó ayer
en Soi TV, se recuerdan los siguientes:
La simpática Banda de los Enanos controla las decisiones de los jueces en el
país.
José Vicente Rangel ordenó la
sentencia de 30 años contra los ex comisarios Vivas, Forero y Simonovis, así
como el ex candidato Manuel Rosales, siguiendo instrucciones de Hugo Chávez.
Quien suplió a American Airlines en la CSJ es mano derecha
del general Cliver Alcalá quien, según Velázquez, es el autor intelectual de
los homicidios del ex gobernador de Apure y el general Wilmer Moreno. Los
generales favoritos de presidente Chávez son narcotraficantes, y que Cliver
Alcalá posee un cartel.
El magistrado Marco Tulio Dugarte
es el abogado de las FARC en Venezuela. Freddy Bernal, el jefe de la
guerrilla para la Gran Caracas. Alí
Rodríguez Araque, el vínculo con los forajidos colombianos, y se reúne en Cuba y Venezuela con ellos para manejar los
asuntos de las FARC. Adán Chávez trabaja con los insurgentes, y envió a 35 mil jóvenes a
Cuba, para ubicarlos después en los campamentos de las FARC.
En la DIM se reunían los faracos
para planificar secuestros: Liberé a un narcotraficante
que trabajaba para Hugo Carvajal. En Barinas hay una finca que funciona
como el cuartel general de las FARC en Venezuela.
Velásquez exhortó al presidente
Juan Manuel Santos a que actúe ante la presencia guerrillera, y presentó documentos
del DAS de Colombia que confirman su aserto.
Indicó que parte del petróleo
enviado a China es pagado con armas, de un tipo para las Farc y de otro para Venezuela".
Aseguró que asistió a una de las
reuniones de los viernes, siendo vicepresidente José Vicente Rangel, por dejó de hacerlo pues en ellas se decidía sobre la vida de las personas, si viven,
o mueren.
Mostró foto de Makled con otro
miembro del gobierno, Rodrigo Cabezas, ex director de Identificación y
Extranjería.
Cuentó cómo se creó la famosa y
perjudicial Lista Tascón, en realidad fue Francisco (a) Tramparencia Carrasquero el que creó la lista.
Y, como ya es costumbre en este
evento social, Velázquez Alvaray le pidió perdón a los venezolanos por haber apoyado a este régimen. Include me
out, tocayito, ni que yo fuera el
Santo Cachón.
El parte del galeno Marcano Santini
A falta de un parte médico, bien
vale la opinión del periodista Alejandro Marcano, autoexiliado en Miami, quien
en la última entrega de su columna expresa su estupefacción ante (sic) la fulana sombra que pasó por detrás del
presidente Chávez, durante su última alocución de despedida.
Dice Marcano que la hizo analizar
por astrólogos, brujos y técnicos, y éstos llegaron a las siguientes
conclusiones:
Santero Carlos Valdés: La hermana de la Enfermedad, la Muerte,
ronda a Chávez, para recordarle que vino a desgastarlo y acabarlo, con la
finalidad de que su pariente pueda llevárselo muy pronto.
Astróloga Adriana Azzi
–autoexiliada en la República Dominicana-:
Fue una encarnación venida del Infierno […] el alma de Chávez, según
mis estudios, estba relacionada con espíritus babilónicos malignos.
Técnicos de TV –presumiblemente
también autoexiliados pues piden se mantengan sus nombres en reserva-: No es
posible que dicha sombra surja naturalmente. Se trata de algo sobrenatural.
El rugido del ratón
A su regreso de Bogotá, el
candidato de la llamada oposición democrática cambio su estrategia, y en lugar
de seguir visitando casa por casa a sus electores potenciales, los reunió a
campo abierto en Barinas, y les prometió acabar con las FARC y las expropiaciones.
Con los Chávez, pues, según el muy enjundioso análisis del ex magistrado
Velásquez Alvaray dadas ante una televisora hispanohablante del Sur de Florida.
Este cambio, ¿a qué se debe? ¿A qué
la intención de votante favorece todavía a Chávez por un 10%, pese a que sus
adversarios le consideran un cadáver insepulto? ¿A que los financistas del
gobernador mirandino se están poniendo nerviosillos por los resultados de las
encuestas, con las consabidas reacciones –o más bien omisiones- ante los
mismos? En verdad, no lo sé, pero felicito este rugido del ratón. Que debe ser
acompañada, en su caso, por un cariñito a sus aliados estratégicos, los
traidores copeyanos –así les llaman en su bando- y los adecos, junto a sus ONG
filiales. Para que le arrimen el hombro a la campaña, que bien ausentes están.
También sería bueno que el
candidato le preguntara a Julio, el Secretario General de su partido, qué tanto
habla con el ahora Presidente del Consejo de Estado, ya que lo ven reunirse con
él casi una vez a la semana en una oficina cercana al Restaurant Urrutia de la
Solano.
Todo esto lo digo porque me cansé
de callarme la boca sobre lo que leo y veo, observo por mí mismo o me lo cuenta
gente de mi confianza. Y para evitar, en lo posible, otro Pasajero de Truman.
El primero por loco, y el otro por quedado.
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