Víctima de la epidemia global del cáncer
El 11 de los corrientes falleció en Miami el oftalmólogo y
científico venezolano Francisco Fantes, de 57 años de edad, víctima de esa
epidemia global a la que se le da el nombre genérico de cáncer, y cuyas
terribles y dolorosísimas manifestaciones se siguen tratando, aún entrado el
Siglo XXI, con las toscas y primitivas herramientas descubiertas por los
esposos Federico e Irene Joliot-Curie en Francia, en 1930, y por los investigadores
de la farmacéutica alemana I. G. Farben (Bayer) Heinrich Hoerlein, Josef Klarer
y Gerhard Domagk, en 1935. O sean, la radioterapia y la quimioterapia.
En el ínterin, el hombre voló a la Luna, blancos y negros acabaron con la
segregación racial en Sudáfrica y Pfizer inventó la Viagra para resolverle los
problemas a Érez, el señor a quien no se
le araba la inga.
La Relatividad generó a las bombas y usinas nucleares. La Cuántica
a las computadoras. La Física de Hawkins formuló la teoría para que el viaje
por el tiempo sea viable y factible.
Fueron derrotados el nacismo, el fascismo, el falangismo, y
el comunismo –salvo en algunos países como Cuba, Bielorrusia y Venezuela, donde mandan
dinosaurios políticos… ¡por ahora!-.
También fueron vencidas la sífilis, la gonorrea, la
tuberculosis, la lepra, y controlado el SIDA, gracias sobre todo al activismo
de los grupos de presión de las minorías gay.
Pero para mi primo, Francisco, igual que a mi querida
compañera de vida, Cristina, no hubo más remedio que la muerte súbita, antes de
que ambos hubiesen culminado sus proyectos de vida. Finales cortos, pero
dolorosos e inmerecidos, pues existe una conspiración global contra el
desarrollo de cualquier terapia alterna que se desvíe de la horrible e ineficaz
ecuación radiación + quimioterapia.
Su guerra contra la invidencia
Si Ud. no me cree, amigo lector, le suplico vea con
detenimiento el documental Thrive,
producido el año pasado por los esposos Kem y Kimberly Gamble –sí, de la
familia de los jaboneros Procter & Gamble-, donde figuran todos los
archivos del negro expediente contra los jerarcas del Poder detrás del poder.
Ahora bien, ¿quien fue Francisco Fantes y por qué su muerte
debe conmover tanto a todos?
Francisco Fantes lideró una guerra mundial contra el
glaucoma, un padecimiento genético y hereditario, que afecta a un 10% de la
Humanidad, y causa ceguera. De hecho, Fantes
era el científico más reconocido en este campo.
Solicitado por varias universidades de EEUU, escogió empero
al Bascom Palmer Institute, centro oftalmológico de la Universidad de Miami, pues
el glaucoma se da con mayor frecuencia entre los afroamericanos, un grupo
étnico numeroso en el área, y los planes de auxilio social del Condado de
Biscayne y el Estado de Florida le daban suficiente cobertura para su
investigación.
Más que consultorio, su despacho parecía un cuartel general,
con pasantes y pacientes de todo el mundo.
Allí se practicaban técnicas, herramientas y medicamentos
novedosos contra el glaucoma, desarrolladas por Fantes, sus colegas y pupilos.
Entre ellas, una novedosa válvula que se abre y cierra según la presión de los
los ojos, y un colirio efectivísimo; opciones menos traumáticas que la
soluciones quirúrgicas para extraer el exceso de humor acuoso.
Como docente, aplicó a la Medicina la Gerencia del conocimiento. Y a su vocación por la enseñanza la
definía como: El corazón y el alma de mi
vida.
Mientras diagnosticaba y operaba, Fantes enseñaba y aprendía
de sus muchachos, todos ellos
oftalmólogos famosos en sus países de origen.
Fantes creó sistemas de comunicación para difundir,
simbióticamente, los resultados de sus experiencias
Mientras diagnosticaba y operaba, enseñaba y aprendía de sus muchachos,
todos oftalmólogos reconocidos en sus países de origen.
Al haberse comprometido con esta noble causa, a Fantes le
sucedió lo que a los grandes maestros: Al final, se transformó en discípulo.
Entre los proyectos que dejó truncos fue una demanda contra
el Sistema de Salud del Reino Unido, en la que figuraría como testigo de parte
de sus colegas británicos, quienes habían descubierto que el gobierno de Su
Majestad prefería que los afectados por glaucoma se quedaran ciegos, ya que era
más barato mantenerlos como invidentes que pagar sus tratamientos.
Fantes creó sistemas
de comunicación para distribuir la información simbiótica lograda con
sus equipos de trabajo. Estos incluían seminarios en Miami, eventos
imaginativos como La batalla de la playa, cursos comando en
Latinoamérica, e interacción a través de la Red.
El amor por su familia
El tiempo que le quedaba libre lo dedicaba a su familia, la
lectura y la ubicación de quienes compartían su apellido paterno, pues casi
todos los parientes de su abuelo Fritz perecieron en campos de exterminio
nazis.
Paz a sus restos y mis condolencias a sus deudos, Lourdes
Cuervo de Fantes, Francisco y Ignacio Fantes Cuervo, Liris Mijares de Fantes,
Oswaldo y Ricardo Fantes Mijares.
Honor a este extraordinario representante de la diáspora venezolana
del saber, quien tanto hizo por el prójimo sin discriminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario