Sobre este último punto, en la
redes sociales circula con persistencia, desde hace varios días, la noticia de
que Rafael Isea, ex gobernador del
Estado Aragua, ex presidente del Banco del Alba y miembro de la cúpula del PSUV
se convirtió en testigo protegido de
la DEA.
Según dicen por ahí, Isea huyó
del país vía Curazao. De allí saltó a la República Dominicana, donde sus
testaferros le arreglaron contactos con la agencia anti narcóticos. Y el
próximo salto lo llevó a un lugar desconocido de Norteamérica.
Isea habría perdido su condición
de intocable, y se le investigaba por
el hurto de más de 200 millones de dólares, y eso empujó a Rafael Isea a
entenderse con las autoridades de EEUU. El embajador panameño Guillermo Cochez,
aseguró el martes pasado que desde que Isea se entregó a la DEA, ni Diosdado Cabello ni otros boligarcas duermen
bien.
Rafael Isea, nuevo intérprete de Tanhauser que hizo quedar a Plácido Domingo como un gorrión
Mientras esto sucede en una
semana que aún no finaliza, todavía siguen vivos los ecos de otros escándalos.
Voy a hacer algo de historia.
En 1913, un año después de la publicación de El mundo perdido –donde su autor anticipa del descubrimiento de miles de nuevas especies en la Orinoquia- Arthur Conan Doyle lanza La zona ponzoñosa, donde los protagonistas que asombraron a los científicos de The Royal Society, el periodista Malone, el aventurero lord John y los profesores Summerlee y Challenger se reúnen nuevamente .
El descubrimiento que desencadena el encuentro es, esta vez, la baja resolución en las líneas de los espectroscopios a nivel global. Challenger afirma que el fenómeno esto sólo puede ser ocasionado por una grave alteración atmosférica.
A partir de dicha hipótesis y en correlación con una elevación desmesurada de la violencia, la locura in crescendo de los psicópatas y la progresiva apatía de la mayoría, Challenger deduce que la humanidad está al borde de su extinción, y convoca a sus afectos para que le acompañen durante el triste final.
Lo curioso de ambas novelas es que ambas definen a Venezuela: El mundo perdido se refiere al Macizo Guayanés, cuyo Reino Vegetal aún no ha sido clasificado totalmente; La zona ponzoñosa, es la mejor explicación de lo que está aconteciendo aquí y ahora, el envenenamiento colectivo del país por un gas como el sarín, el cual, en lugar de causar la muerte debilita la mente.
A pesar de que Pedro Carreño es dueño de Zamora FC -¿de dónde sacó los reales para comprar un club de fútbol?-, escribe en su cuenta Twitter: ¿Hasta cuándo los venezolanos nos vamos a calar que Esquivel y Farías hagan del fútbol, que es nuestra pasión, su gran negocio? Para su información, señor aspirante a llenar el vacío cloacal televisivo dejado por Mario Silva, en el 2012 la FIFA ubicó a Venezuela en la posición 56ª del ranking planetario. A partir de la victoria sobre Perú, saltó a la 36ª.
Claro que el fútbol es un gran negocio, pero uno lícito para las empresas y el público que lo patrocina, y no ilícito como el de los narco generales, los boliburgueses y otros componentes de la cúpula psuvista, con más de 1.500 millardos de dólares derrochados sin dejar nada a cambio, salvo luna infraestructura en ruinas, la violencia desatada con más muertos que en las primaveras árabes, acreencias petroleras incobrables, deudas internacionales impagables, el país ocupado militarmente por guerrilleros de Colombia, espías cubanos y soldados iraníes y la más terrible desmoralización, apatía y desmotivación de la ciudadanas.
César Farías, técnico nacional, le contestó a Carreño -quien desde que El Nacional le dio una columna se cree Cervantes-: Demuestre que yo soy un delincuente. Aquí estoy de pie, esperándolo. Mándeme a quien quiera, a la Guardia Nacional […], no me importa ir preso. Tengo algo que es dignidad. Usted a mí no me asusta. Fuera de la federación puedo hablar y decir lo que quiera […] Ellos se han puesto 9 camisetas, no voy a permitir que ninguna persona nos venga a manchar a mí ni, ni a mis jugadores, mucho menos un politiquero.
En 1913, un año después de la publicación de El mundo perdido –donde su autor anticipa del descubrimiento de miles de nuevas especies en la Orinoquia- Arthur Conan Doyle lanza La zona ponzoñosa, donde los protagonistas que asombraron a los científicos de The Royal Society, el periodista Malone, el aventurero lord John y los profesores Summerlee y Challenger se reúnen nuevamente .
El descubrimiento que desencadena el encuentro es, esta vez, la baja resolución en las líneas de los espectroscopios a nivel global. Challenger afirma que el fenómeno esto sólo puede ser ocasionado por una grave alteración atmosférica.
A partir de dicha hipótesis y en correlación con una elevación desmesurada de la violencia, la locura in crescendo de los psicópatas y la progresiva apatía de la mayoría, Challenger deduce que la humanidad está al borde de su extinción, y convoca a sus afectos para que le acompañen durante el triste final.
Lo curioso de ambas novelas es que ambas definen a Venezuela: El mundo perdido se refiere al Macizo Guayanés, cuyo Reino Vegetal aún no ha sido clasificado totalmente; La zona ponzoñosa, es la mejor explicación de lo que está aconteciendo aquí y ahora, el envenenamiento colectivo del país por un gas como el sarín, el cual, en lugar de causar la muerte debilita la mente.
A pesar de que Pedro Carreño es dueño de Zamora FC -¿de dónde sacó los reales para comprar un club de fútbol?-, escribe en su cuenta Twitter: ¿Hasta cuándo los venezolanos nos vamos a calar que Esquivel y Farías hagan del fútbol, que es nuestra pasión, su gran negocio? Para su información, señor aspirante a llenar el vacío cloacal televisivo dejado por Mario Silva, en el 2012 la FIFA ubicó a Venezuela en la posición 56ª del ranking planetario. A partir de la victoria sobre Perú, saltó a la 36ª.
Claro que el fútbol es un gran negocio, pero uno lícito para las empresas y el público que lo patrocina, y no ilícito como el de los narco generales, los boliburgueses y otros componentes de la cúpula psuvista, con más de 1.500 millardos de dólares derrochados sin dejar nada a cambio, salvo luna infraestructura en ruinas, la violencia desatada con más muertos que en las primaveras árabes, acreencias petroleras incobrables, deudas internacionales impagables, el país ocupado militarmente por guerrilleros de Colombia, espías cubanos y soldados iraníes y la más terrible desmoralización, apatía y desmotivación de la ciudadanas.
César Farías, técnico nacional, le contestó a Carreño -quien desde que El Nacional le dio una columna se cree Cervantes-: Demuestre que yo soy un delincuente. Aquí estoy de pie, esperándolo. Mándeme a quien quiera, a la Guardia Nacional […], no me importa ir preso. Tengo algo que es dignidad. Usted a mí no me asusta. Fuera de la federación puedo hablar y decir lo que quiera […] Ellos se han puesto 9 camisetas, no voy a permitir que ninguna persona nos venga a manchar a mí ni, ni a mis jugadores, mucho menos un politiquero.
Así
es como debe contestarséles a los renacuajos del régimen, no con mansedumbre.
Si cada uno de nosotros, los venezolanos, reacciona como lo hizo Farías, Maduro
se caería de ídem.
Pero
a Henrique Capriles le preocupa que eso ocurra. Le preocupa el golpe que pudieran darle a Maduro. ¿Y
por que no le preocupan los dos golpes
que le dieron a él, en las presidenciales de diciembre y abril -Pablo Medina
dixit-?
Vaya
tranquilo, presidente, que cuando vuelva no habrá golpe-: dicen que
aseguró Cabello, a quien las redes sociales identifican como cabecilla de los
supuestos insurrectos, con apoyo de los gringos.
Y es
que a Maduro todos los que dicen apoyarle, por malicia, ignorancia o estupidez,
le mueven el piso. Como Cristina Urría, Ministra de Salud, quien declaró
recientemente: Si de todas maneras se van a morir, ¿qué importa que los enfermos de cáncer carezcan de anticancerígenos? Una
perla digna de los médicos de los campos de concentración del Tercer Reich. O
el gobernador Aristóbulo Istúriz, quien ayer se fue de parrillero para no
enfrentar las hordas enfurecidas del pueblo barcelonés. O el presidente del Banco
Central de Venezuela, Eudomar Tovar, quien sacó a los vacacionistas del listado
de beneficiarios de la próxima subasta en dólares.
Todo
pareciera apuntar a que la preocupación de Capriles es válida, si no fuera por
qué…
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