Más
pelao que hueso en sabana
Hay mujeres que
lloran
tras los
escaparates de los supermercados,
golpeando las
lunas de las lamentaciones,
en las
monumentales góndolas
de los productos
lácteos,
de los niños sin
nombre
de las huevos de
alondra lacerados,
maraña de
retales.
Rosana Acquaroni: Tiempo
De Opacidad...
Víctor Bravo describió al lenguaje, admirablemente, en su
ensayo Transparencia y opacidad (El Nacional, 05/07/15): El mayor bien del humano ser, aquel que lo
levanta en dos pies y lo prepara para recibir la servidumbre o la libertad, es
el lenguaje. En él se incuba la palabra del amo, desde la santa manifestación
del dogma a las más contemporáneas instrumentaciones de la ideología,
produciendo gozosos siervos encadenados en el fondo de la caverna; pero también
se incuba la palabra en fuga hacia otro mundo, mundo del pensamiento, de la
libertad, de la conciencia crítica, de la melancolía. Es posible ver, quizás,
en este arco el trazado del mito de la caverna. Pero también el encuentro
reflexivo entre Hermógenes, Cratilo y Sócrates sobre el lenguaje, de la
transparencia de su manto de signos para nombrar las cosas; y sobre su
opacidad, ese inusitado poder, ese inusitado misterio que el lenguaje oculta en
los pliegues de la misma transparencia, opacidad que se despliega en la
creación de mundos y grietas entre mundos.
En su segunda acepción, opacidad significa falta de
claridad o transparencia, especialmente en la gestión pública. La opacidad
se inicia con la anfibología, que a
su vez significa: Doble sentido, vicio de
la palabra, cláusula o manera de hablar a que puede darse más de una
interpretación, así como empleo voluntario de voces o cláusulas con doble
sentido; por lo cual esta figura retórica es la modalidad más empleada,
universalmente, por los corruptos, políticos –términos que en Argentina,
Brasil, España y Venezuela se han vuelto sinónimos–.
Pero vale la pena desmenuzar la funcionalidad de estos
términos según su procedencia. En el best-seller Usar el cerebro (Paidos Iberica, 2015), escrito por el neurocientífico Facundo Manes y el artista Mateo
Niro, los autores aseveran que la corrupción no es exclusividad de las
personas, si no extensiva a todo el Reino Animal: Desde insectos como las
abejas y hormigas, hasta primates como los gorilas y macacos.
Lo que si es único de la naturaleza humana es la
transparencia, que no depende de los genes si no de la manera como la sociedad educa contra y
reprime la corrupción. El venezolano y el sueco tienen un cerebro idéntico, pero
la honestidad es un valor social en Escandinavia y la deshonestidad una
variable común en Latinoamérica: A mí que
no me den, pero póngame donde haiga.
La visión y pensamiento subjetivos
Dr. Facundo Manes
Antes de conocer los planteamientos de Manes y
Niro, en las clases de producción de contenidos audiovisuales que solía dar,
afirmaba lo siguiente: Lo que más
distingue a la vista es su íntima conexión con el cerebro. Todo padecimiento o
trauma que descompense al cerebro, temporal o permanentemente, genera
alucinaciones. Alucinan los alcohólicos el llamado delirum trémens, o etapa
final de su dependencia. Alucinan los adictos a los narcóticos. La simple
ingesta de dos cervezas ocasiona pérdida de la agudeza visual… Muchos pájaros y todos los humanos vemos
colores, para localizar, entre el follaje, las frutas que allí crecen… Pagamos
nuestra visión cromática con lentitud perceptiva. Los ojos miran todo y todas
las cosas, pero el cerebro sólo registra lo que pasa en 1/5 de segundo, y la
visión nocturna es muy limitada.
También les explicaba a los chamos,
futuros publicistas, que Leonardo Da Vinci estaba convencido que el artista
debía mirar al mundo de manera diferente, pues ojos no son, simplemente, un
sentido, si no una proyección del cerebro al exterior. A diferencia del tacto –extendido
por todo el cuerpo– o de la audición –centrada en los huesitos del oído pero
también dispersa en la periferia–, sólo percibimos información visual a través
de los ojos.
Boceto
–hecho con cámara oscura– y arte final de “Leda y el cisne” (Da Vinci)
Recientes investigaciones neurológicas
han detectado 32 áreas cerebrales que manejan la visión exterior, sin contar
las especializadas en la memoria visual. La identificación de rostros ocupa,
prácticamente, la mitad de estas áreas.
¿Por qué? Probablemente porque somos una especie recién llegada al
planeta y no, precisamente, la más fuerte, ágil o longeva; y el cavernícola
estaba obligado a detectar, en segundos, la fisonomía del amigo o enemigo para
decidir si echar a correr, abrazarlo o apedrearlo.
Por eso es que no vemos panorámicamente:
nos concentramos en los semblantes, luego en lo objetos y finalmente rellenamos
el fondo con apoyo de la memoria visual.
Da Vinci encontró una nueva forma de
mirar y la definió así: El trabajo te
parecerá menos, en un instante tu perspectiva será mayor, y podrás percibir la
falta de armonía o proporción (Rudolf Arheim: Arte y percepción visual, Eudeba, Bs. As, 1977); una asombrosa
anticipación tanto del puntillismo como del programa Adobe Photoshop.
En su Tratado de la pintura, publicado en versión completa en el Siglo
XVIII, pero cuyos manuscritos fragmentados fueron conocidos y manejados por
numerosos estudiosos y pintores desde su fallecimiento, Da Vinci aseguró que: El pintor es dueño de todas las cosas que el
hombre pueda pensar. Lo que en el Universo existe por esencia, presencia o
imaginación, él lo tiene antes en su mente y en sus manos luego. También advertía que la Naturaleza y la gente
debían ser trazadas objetiva y no ideológicamente, pues dibujar es una ciencia:
No me leas si no eres matemático. Que
no había desarrollo posible si se desconfiaba de la perceptiva y la capacidad
de reconstruir y perfeccionar la realidad.
En su época, sacudida por violentas
transformaciones, se formuló
inquietantes preguntas: ¿Cómo
hacer volar al hombre? ¿Cómo convertir a la rueda en un telar?
Creyó que su misión era continuar la
Creación. Trabajó en equipo, compartiendo lienzos con otros artistas. Determinó
el mejor emplazamiento para la escultura David, pese a que Miguel Ángel, su
creador, era también su más despiadado competidor.
Inventó el difuminado para darle
profundidad al diseño. Aprendió con Van Eyck a iluminar los planos intermedios,
para acentuar dicho efecto. Y, como sucede con La Gioconda, pintó errores
en varias de sus obras que no cometería el más lerdo aprendiz. ¿Por qué y para
qué…?
Dejó muchos proyectos inconclusos, al
concienciarse que sus contemporáneos más brillantes no decodificaban sus
mensajes. Escribía al revés, para obligarles a abrir los ojos.
Medio siglo más tarde, la neurociencia confirma las
teorías del ilustre florentino, al invitar a la gente a: Cambiar la manera en que pensamos para cambiar la manera en que
sentimos; ya que ni vemos, ni sentimos, ni actuamos racionalmente.
Regresando a la opacidad
Veamos un ejemplo reciente de opacidad, en este caso la
de algunos políticos agrupados en la MUD. Su Secretario General, Chúo
Torrealba, aseguró que no habría diálogo con el gobierno hasta que no se
cumplieran tres condiciones: liberación de presos político y amnistía para los
exiliados, apertura para la ayuda internacional a la crisis humanitaria y
fijación de la fecha del referendo revocatorio para el año en curso. Esta
consigna la repitieron al caletre los dirigentes de los partidos y se convirtió
en vox populi.
Pero no habían pasado 24 horas de la marcha sin destino,
cuando representantes de la MUD acudieron, presurosos, a dialogar –verbo
intransitivo cuya segunda acepción es: Discutir
sobre un asunto o problema para llegar a un acuerdo o encontrar una solución–
con las tres fichas del Foro de Sao Paulo
que representan al castro-comunismo: Leonel Fernández, Martín Torrijos y José Luis
Rodríguez Zapatero.
El secretismo característico de la opacidad y que fuera –a
mi entender– una de las causas de la caída de la IV República, volvió a
revertirse contra los delegados a un encuentro que no tuvo por qué haberse
efectuado si la MUD hubiese hecho honor a su promesa; pues el ilegitimado
neogranadino denunció el acto sardónica y públicamente, mentando a los asistentes
y generando con ello un pedo gigantesco entre la dirigencia media e interiorana
a quien la habían dejado con pleno desconocimiento. Me produjo gran tristeza escuchar hoy a
Gustavo Marcano, Alcalde del Municipio Lechería del Estado Anzoátegui, intentando
no contestar a una pregunta directa del ancla de Globovisión sobre si la acción
comentada o no podía calificársela de opacidad.
Bajo el manto de la ambigüedad
Anfibología y opacidad se cubren, a la vez, bajo el mismo
manto de la ambigüedad, atributo de
cualquier concepto, idea, declaración, presentación o reclamación cuyo sentido,
intención o interpretación, no pueden ser analizados o resueltos según alguna regla
o proceso resoluble en una secuencia limitada de pasos. Ambigüedad es,
asimismo, el recurso favorito de algunos periodistas, especialmente aquéllos
vinculados con la palangre el aceptar dineros, directa o sutilmente, por parte
de un comunicador o medio masivo en pro de los intereses de otras personas u
organizaciones distorsionando la veracidad u objetividad. Antes de que el
profesor Earle Herrera se convirtiera en un bichito, responsable solidario de
lo desmanes del maduro-chavismo, definía palangre como: Cobrar por falsear y distorsionar informaciones. Ahora, ¿quién sabe
cómo la definirá?
Lo cierto es que la palangre pareciera estar surtiendo efecto
en varios medios internacionales, comenzando con el diario El País de España y sus ediciones de Brasil (www.elpais.com.br/) y México (elpais.com/tag/mexico/a).
Como es sabido, estos periódicos responden a los intereses de Rodríguez
Zapatero, que es como decir los de Raúl Castro.
El País de México transformó la ira del
Chúo en aquiescencia
Juzgue usted, amigo seguidor, a quién favorece esta noticia
del diálogo que no lo fue, publicada por
El País de México:
El chavismo ha
revelado un secreto de la oposición. Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas, ha
asegurado este martes que el Gobierno de Venezuela se ha reunido dos veces en
privado con la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para
iniciar un diálogo. Según Rodríguez, la oposición había pedido mantener estos
encuentros en secreto. Horas más tarde, Jesús Torrealba, secretario general de
la MUD, ha admitido estas reuniones previas al diálogo. “El país entró en una
crisis de gobernabilidad muy grave”, argumentó… Pero el Consejo Electoral, el
rector de los sufragios en Venezuela, aún no ha precisado la fecha para la
recaudación de un 20% de las firmas de los votantes para activar el proceso. El
chavismo se opone al revocatorio porque, supuestamente, la oposición ha
incurrido en fraudes en las etapas anteriores previas a la activación del
referendo. “Consideramos que no se le debe otorgar el permiso a la MUD para
realizar el referendo, porque todavía hay denuncias graves de delitos en este
proceso”, afirma el oficialista Rodríguez.
Finalmente, me preocupan ciertos contenidos recientes de
CÑN. En un reciente programa matutino realizado durante una semana en Buenos
Aires, su conocida ancla presentó a varios periodistas argentinos, quienes
coincidieron en que el gobierno de Venezuela era democrático, se defendía de un
complot derechista internacional y golpistas eran los opositores que querían
salir de Maduro. En otro programa, dedicado a las finanzas y en ausencia de su
titular, el bateador designado presentó a un tal Tonito, con una encuesta cuyos
resultados profetizaban que la inflación en Venezuela iba a ser mucho menor de
la esperada y el incremento de la producción y el PIB iba a crecer a finales
del 2016. Me cansé de buscar a Tonito e Internet, mas no figura por ningún
lado; sólo aparece Toñito, el socio de Voz
de trueno.
Frente a este novedoso opinático, quiero publicar el
fragmento de la opinión del periodista venezolano Alfonso Molina, residente en
Colombia y director del medio digital Inteligencia
Petrolera: El mercado petrolero
global registrará un superávit el próximo año, ya que un abrupto deterioro de
la demanda coincide con un aumento de los suministros, lo que llevaría a los
inventarios mundiales de crudo a otro nivel récord y alteraría las expectativas
de las principales agencias de energía.
En otras palabras, Tonito, seas quien fueres, tas ‘más
pelao que hueso en sabana.
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