Esta telenovela está llegando al final

Calígula y el Derecho Penal Venezolano
Hace ya décadas, siendo mi primo Nelson Eduardo Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia –nada que ver con esta Corte donde el hedor que despide sólo es comparable al que dimana de los container putrefactos de Pudreval-, escribí un editorial dedicado a él, intitulado Da pena el Derecho Penal.
Su contenido se refería al resultado de un juicio incoado contra un hijo de mala madre que asesinó a golpes a su querida, y cuyo defensor logró que el juez inculpara a un caballo como responsable del hecho.
Dado que el suceso ocurrió dentro de la alcoba de los amantes, y la única persona que dormía en su recámara con equinos –según la Historia- era el emperador Calígula, quienes conocían al entonces declarado no culpable por un tribunal en manos de la Tribu de David, comenzaron a llamarlo con el apodo de Cayo César Germánico, el tercer emperador de los Doce Césares.
El sobrenombre le venía como anillo al dedo, pues la descripción que de su homónimo hizo Séneca también le cuadraba a la perfección: Calígula carecía de atractivos, su aspecto resultaba aterrador, y él lo acentuaba con las más diversas muecas con las cuales asustaba a sus cortesanos. Su escasa cabellera, muy encrespada, le acomplejaba doblemente. Practicaba el sadismo, en especial, sobre las mujeres próximas, con quienes se ensañaba.
Se limpió el paltó con Montesquieu
Creo que volví a repetir el título de mi escrito a propósito de la arbitraria detención de la jueza María Afiuni, para quien el Guasón y pidió para ella la pena máxima de reclusión por haber liberado, actuando conforme a Derecho, al banquero, Eligio Cedeño: Es mucho, mucho, mucho más grave un juez que libere a un bandido, que el bandido mismo […] Habrá que meterle pena máxima a esta jueza, y a los que hagan eso. ¡Treinta años de prisión!, pido yo a nombre de la dignidad del país. Esa jueza tiene que pagar, con todo el rigor de la ley, lo que ha hecho.
Condena solicitada que fue acordada a Afiuni gracias al par de percusias que ocupan al presente los más altos cargos en el sistema de justicia venezolano.
Como aclaré en su oportunidad, no las llamé percusias por marginales en su apariencia o trato, sino por la adulación perruna que manifiestan ante su jefe, su total carencia de valores y su manifiesto desprecio por el rol de la Ley frente al delito y la justicia.
Empero, los abusos cometidos durante la IV República por dirigentes de los partidos de la alternancia en conchupancia con los jueces penales de 1ª Instancia parecen travesuras infantiles si se los compara con la sistemática violación por el Guasón y su entorno íntimo de todas las normas establecidas para la preservación de los derechos ciudadanos, tal como lo aseverara la Presidenta del Colegio de Abogados de Caracas, doctora Yvett Lugo, refiriéndose al caso de Afiuni: Se evidencia la quiebra del estado de derecho y del principio de la separación de poderes.
El coronel que abrió La caja de Pandora
Hoy, más que evidencia, el aserto de Lugo se valida como prueba, merced a las explosivas declaraciones del Coronel (GN) Eladio Aponte Aponte, ex Magistrado de la Sala Penal de la CSJ, teledifundidas ayer al respecto: En el Poder Judicial no hay autonomía, no es un poder independiente. Es una falacia […] Todos los fines de semana, principalmente los viernes en la mañana, hay una reunión en la Vicepresidencia Ejecutiva del país, donde se reúne el Vicepresidente, que es el que maneja la justicia en Venezuela, con la presidenta del Tribunal Supremo, la Fiscal General de la República, el presidente de la Asamblea Nacional, la Procuradora General de la República, la Contralora General de la República, y unas que otras veces va uno de los jefes de los cuerpos policiales. De ahí es donde sale la directriz de lo que va a ser la justicia. O sea, salen las líneas conductoras de la justicia en Venezuela.
Aponte Aponte no sólo reconoció que en el país había presos políticos, sino, asimismo, los vínculos de los militares afectos al régimen con el narcotráfico: Un comandante Magino. Un teniente. No me acuerdo muy bien. Fue detenido en Carora con un cargamento de cocaína.
Era subalterno del comandante Magino, se le descubrió la droga. Por Magino me llamo a mí, desde la Presidencia de la República para abajo, para que lo favoreciera.
Aponte Aponte aseguró haber recibido –según El Tiempo de Puerto La Cruz- telefonemas del Ministro de la Defensa, el cuatrisoleado general Raúl Baduel; del director de la Disip, general Henry Rangel Silva; del director de la DIM, general Hugo Carvajal; del almirante Aguirre, del Estado Mayor presidencial y de Néstor Reverol, jefe de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA).
Mientras salta una rata bien gorda, ¿qué pasa con las demás?
Pdvsa está quebrada, y no hay suficientes divisas Cadivi para quienes estudian fuera del país. Los 98 mil Km de vialidad deñ país se encuentran vueltos trizas –lo último en caerse fue el Puente Libertador, que comunica San Cristóbal y Táriba, y al Táchira con el resto del país-. Se desploman las escuelas –ayer ke tocó al preescolar Giraluna en Petere, y los padres y representantes de sus alumnos trancaron Caracas por 4 horas-. Hay protestas por doquier, y por diversos motivos. El Guasón boquea: lo afirman, entre otros, Nelson Bocaranda, Rafael Poleo y Carlos Blanco en sus últimos análisis. Jesse Chacón habla de un conglomerado -¿una Junta?- para gobernar sin Chávez-. Berenice Gómez, (a) La Bicha, asegura haber interceptado un SMS, dirigido a la cúpula chavista, que señala: Se acortan los tiempos, ten los pasaportes en la mano. ¿Podrán los Castro Bros impedir lo que se les viene encima? Lo sabremos próximamente, pues pareciera que esta telenovela está llegando al final.