Mentiras, medias verdades y silencios
Herbert Marcuse, el Benjamín de la Escuela
de Frankfurt, arremetía contra los medios masivos de su época denunciando que
distorsionaban la información difundiendo mentiras podridas, medias verdades o
silenciando realidades.
Es importante dicha reflexión en el
momento que vive el país, frente al continuismo que pretende imponer el
presente régimen y en referencia a la actitud de algunos políticos de
oposición.
Más allá de Marcuse, voy a copiar una
frase de Rafael Poleo, aparecida en su columna Corto y Profundo de El Nuevo
País, el 1º de los corrientes: El
periodista no tiene por qué ocultar lo que los ciudadanos tienen derecho a
saber, y los políticos quieren que nadie sepa. Cosas básicas, como que los
interés de los líderes y los intereses de los militantes con frecuencia son
diferentes…
Por
la plata brincó el mono
Yo sabía de antemano no que William Ojeda
iba a saltar la talanquera, como efectivamente lo hizo ayer, sino que el
gobierno estaba ofreciendo una prima de 200 mil dólares a connotados dirigentes
del chiripero que apoya la candidatura presidencial de Henrique Capriles
Radonzki; haciendo visible el dicho de que por
la plata brincó el mono.
Lo sabía, porque me lo comentó una fuente
muy buena, involucrada además en impedir que ocurriera un deslave de grandes
magnitudes, capaz de confundir o modificar la voluntad de los electores cagones
de acudir a las urnas o votar por El
Flaco el próximo 7 de octubre. Esa misma persona me hizo saber que,
afortunadamente, la mayoría de los demás objetivos designados, tras vacilar un
tanto, resistieron a la tentación del organillero ofrecida por los endemoniados
miembros del putrefacto PSUV.
¿Hasta cuándo seguir callando?
Lo confirmé escuchando hoy a Roberto
Henríquez, Presidente de Copei, quien veladamente lo dejó escurrir en sus
declaraciones en Primera Página,
para, inmediatamente, corregir su error y atribuir la deserción al un no ser tomado en cuenta.
Acorde con la línea de las verdades a
medias y el ocultamiento de algunas realidades que se han trazado por estos
días los autodenominados medios
independientes cuando se refieren al tema político electoral por aquello de
que diciendo lo que es se le está haciendo un favor al Guasón, las anclas de Globovisión calificaron al
supuestamente vendido Ojeda de su posible victimización por parte del ex
Vice-Delincuente HDP de la República, José Vicente Rangel, quien nunca le va a
perdonar las denuncias que hiciera sobre la presunta corrupción de su homónimo
hijo cuando fuera Alcalde del Municipio Sucre.
O sea, que amén de gozar de sus canonjías
mal habidas, el politicastro de marras seguirá siendo portavoz de la
politiquería comunitaria. ¡Carajo, William, no jeda más a Venezuela!
Acorde
con la recomendación de mi compañera de posgrado Gloria Cuenca de Herrera, ni
me callo ni le doy chance a la otra opinión a estas alturas del juego.
No me callo porque no considero que los
electores sean pendejos, masoquistas o mentecatos. Igual que los consumidores, los
votantes tienen el derecho a conocer toda la verdad, nada más que la verdad y
sólo la verdad. Quien considere a los electores son ovejas, no es un pastor
sino un borrego.
Ahora el gobierno va a los medios privados
No me interesa ahora la otra opinión
porque demasiadas ventanas tiene para mostrarse, porque hay millardos de
bolívares y darlos para impulsarla y porque una claque de asalariados la
propaga, dentro y fuera de Venezuela. Así es que, a través de mi humilde blog,
le corto la proyección a las mentiras del gobierno.
No es justo que mientras El Flaco sostiene
que importamos el 80% de lo que nos comemos, Globovisión –a punto de ser
cerrada por el comandante-presidente- le de amplio espacio a Nelson Merentes
para que lo desmienta, reafirmando lo que dice el Guasón en sus cadenas: que
sólo importamos un 18 ó 19%, y lo demás lo producen Jaua y sus muchachos en los
toldos de los Valles de Aragua confiscados a la oligarquía. Esa canallada no me
la calo.
Como he decido no callarme, afirmo que lo
publicado ayer por el inefable Oscar Schemel ayer sobre la diferencia de 20 puntos
y más puntos entre los aspirantes a la Presidencia de la República es
absolutamente cierta pero al revés, según informes que me han llegado por
consultas astrológicas, ya que la percocería que se ha apropiado del CNE me
impide comentar encuestas.
Finalmente, le pido a los asesores del
Flaco que abandonen la estrategia de callar, pues, en este caso, el que calla
otorga. Y no hay nada peor que sostener que de eso no se habla.
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