Se
conocen infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines
empeñados en demostrar que tienen talento.
Santiago Ramón y Cajal: Charlas de café
La generación del 98
Charlas de café constituye una sucesión de reflexiones,
pensamientos, anécdotas y confidencias; surgidos en el Café de Madrid, la
Cervecería Inglesa, el Café de Fornos y otros lugares públicos donde se
reunían, inicialmente, los integrantes de la generación del 98, escritores, ensayistas y poetas españoles
profundamente afectados por la crisis moral, política y social habida en España
merced a la derrota en la Guerra Hispano-Estadounidense, y la pérdida sucesiva de
Puerto Rico, Guam, Cuba y Filipinas en 1898. Este material fue recogido y procesado por el médico Santiago Ramón y Cajar (1852 - 1934).
Al grupo, iniciado por Pío
Baroja, José Augusto Martínez Ruiz (Azorín) y Ramiro Maeztu se le fueron
agregando, por decantación, Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno, Enrique de Mesa,
Antonio Machado, Ramón del Valle-Inclán, Ramón Menéndez Pidal, Vicente Blasco
Ibáñez y Jacinto Benavente. También formaron parte del movimiento otros
intelectuales como los pintores Ignacio Zuloaga y Ricardo Baroja, y los
compositores músicos Isaac Albéniz y Enrique Granados.
Posteriormente y por
motivos similares surgió –el shock postraumático causado por la I Guerra
Mundial, pese a que España fue neutral en el conflicto- la Generación
del 14, con la presencia de José Ortega y Gasset, Gabriel Miró, Ramón Pérez
de Ayala, Manuel Azaña, Gregorio Marañón, Juan Ramón Jiménez, Ramón Gómez de la
Serna y otros escritores de gran valía.
Finalmente, se dio la Generación del 27, integrada por Jorge
Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso,
Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio
Prados, León Felipe, Concha Méndez-Cuesta, Enrique Jardiel Poncela, Edgar
Neville, Miguel Mihura y Salvador Dalí; con el refuerzo de jugadores importados
como Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Jorge Luis Borges y Francis Picabia. Una
cascada de nombres cuyo torrente se detuvo o, al menos, mermó en su caudal con
la Guerra Civil, la Revolución Comunista y la dictadura de Francisco Franco.
Enfurecido por la
homofobia de sus compañeros de mesa se cuenta que, durante una de esas
tardes, Jacinto Benavente –quien era
gay- haló el mantel y echó la vajilla al suelo, mientras exclamaba:
¿Vosotros os creéis muy machos porque, al salir de aquí vais a intentar
ligaros a una sirvientica? Macho soy yo, que a esa misma hora intentaré ligarme
a un guardia civil…
No hubo generaciones
intelectuales en Venezuela
En la historia
venezolana, que yo sepa, nunca hubo movimientos parecidos, pues las
generaciones de 1810, 1928 y 1958 brillaron en la guerra, la conjura y la
política, mas no en la literatura y las bellas artes.
Es por eso que, al no
haber existido un diálogo donde el ocio compartido tuviese un efecto
potenciador de la difusión del talento de la intelectualidad venezolana, el
oficio de escritor se convirtió en una labor titánica, mal recompensada y peor
vista por los regímenes de turno.
A quienes nacimos con ese
don y lo cultivamos deliberadamente, no nos ha quedado otra que emplearlo con
fines prácticos –como la publicidad y el periodismo- para medio sobrevivir
decentemente. La otra no es para mí una opción: plegarse a una de esas lacras
morales que constituyen los capitanes de empresas o los funcionarios públicos
de la Venezuela actual, para mentir publicando noticias, biografías y opiniones
apologéticas al castro chavismo y la boliburguesía.
Por eso, me alegré cuando
fuiste electo presidente del Círculo de
escritores de Venezuela. Por eso, y también por las modestas charlas de café que mantenemos con
algunos profesores universitarios los miércoles en la tarde, pues, aunque tú no
lo creas, representamos una isla de ética y sabiduría en este desvergonzado,
putrefacto y amoral reino en que se ha convertido Venezuela.
El horror boliburgués
He perdido amistades y
hasta el trato de personas a quienes quiero cuando denuncio por este medio, el
único del cual dispongo, del horror económico que implica el sistema impuesto
por los hermanos Castro Ruz, a través de sus mascotas, el postrado comandante
–cuya situación pareciera ser idéntica a la del rey Zheng al final de su
existencia-, así como el Inmaduro y el Descabellado.
Mi hipótesis es que no
sólo el PSUV, el Polo Patriótico y la oposición tolerada de la MUD estructuran
el sistema de destrucción física, moral y económica del país; sino que también
lo hacen notables banqueros, empresarios, concesionarios y dueños de medios de
comunicación y otros sujetos pertenecientes a las fuerzas vivas de la nación.
Estos últimos cuentan con
la tradicional desmemoria del venezolano para cuando esta vaina se caiga, con la promesa de inclusión de los actuales colaboracionistas, la cual no se refiere
en realidad a los patéticos pata en el suelo de las misiones, sino a la nueva
clase surgida a expensas de la corrupción.
Sobornos por 82 millones de dólares
Hay centenares de
ejemplos al respecto, surgidos en estos 14 años de desmadre. Para muestras,
vale un botón y veamos uno calientico, relatado por 6º Poder el 22 de los
corrientes:
El fiscal federal Kenneth Magidson libró en Houston, el 6 de marzo de
2012, una acusación formal contra 4 venezolanos relacionados con el bróker
marítimo Lake Huron Chartering. El proceso revela sobornos por 82 millones de
dólares, originados en sobreprecio en fletes de crudo transportado desde
Venezuela a Houston.
Los estadounidenses imputados, Jon Barnes, empleado de Lyondell, y los
mercaderes internacionales de crudo, Bernard Meltzer y Langley Clyde, fueron
arrestados, confesaron su culpabilidad y esperan por la sentencia.
Cuatro venezolanos también enfrentan acusaciones por dicho delito:
Alireza Etessami, arrestado a su llegada a Miami; Gustavo Gimeno, Denny
Martínez y Guillermo Nones, prófugos de la justicia federal. Tales ciudadanos se
vinculan con una empresa registrada en Venezuela, Lake Huron Chartering, así
como con la panameña Lake Huron Group.
Panamá y su “banca suiza”
Llamo la atención sobre
el papel estelar de la República de Panamá en este triángulo de la corrupción,
y considero que la reciente destitución de Guillermo Cochez, embajador del país mesoamericano ante la OEA,
más que a una presión del Inmaduro, se originó en la de los operadores financieros que manejan
inmensos recursos venezolanos, entre ellos –según denuncia de el periódico El Venezolano- los aportados por Pancho,
actual gobernador del Zulia.
A tal grado ha llegado los
banqueros suizos en Panamá, que Ricardo
Martineli, el presidente anfictiónico, ha sido acusado de tejemanejes tramparentes con inversionistas
extranjeros, y que la CIPC informó ayer que los fondos en moneda extranjera
captados por una banda de secuestradores exprés eran enviados allá vía Western
Union.
Nota: El autor se reserva
escribir una segunda misiva a Alarico, cuando tenga tiempo para redactarla, que
no es hoy precisamente.
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