La conquista de Iberoamérica por
el Foro Sao Paulo
El 24 de julio de 1993, en
la clausura del IV Encuentro del Foro de Sao Paulo, Fidel Castro fijó los
objetivos de dominio y conquista de las naciones iberoamericanas que hoy se
cumplen en Venezuela y otros países vecinos.
El primero de tales
objetivos fue la integración económica, mas no en el esquema de la Unión
Europea o Estados Unidos. Ni siquiera dentro del sueño bolivariano, sino en el
marco del estalinismo, con un tirano comunista y títeres en los cargos
burocráticos de los países satelizados, por la buena o por la mala:
Ya quisiera Europa, que pasó 5 siglos guerreando entre sí, tener las
cosas en común que tenemos los latinoamericanos y los caribeños; sin embargo,
trabaja por la integración, trabaja por la unidad, y sabe que no podría
competir con Japón si no se integra, sabe que no podría competir con Estados
Unidos si no se integra, sabe que no podría desempeñar ningún papel en el mundo
si no se integra.
¿Qué menos podemos hacer nosotros y qué menos puede hacer la izquierda
de América Latina que crear una conciencia en favor de la unidad? Eso debiera
estar inscrito en las banderas de la izquierda. Con socialismo y sin
socialismo. Aquellos que piensen que el socialismo es una posibilidad y quieren
luchar por el socialismo, pero aun aquellos que no conciban el socialismo, aun
como países capitalistas, ningún porvenir tendríamos sin la unidad y sin la
integración.
La desestimación de la ley el
orden “neoliberales”
El segundo gran objetivo ordenado
a sus acólitos, entre ellos el comandante golpista Hugo Chávez Frías, fue la
desestimación de la ley y el orden
neoliberales, comenzando por los organismos multilaterales:
No podemos permitir que las Naciones Unidas se convierta en un
instrumento del hegemonismo mundial de Estados Unidos, no podemos permitir que
las Naciones Unidas se convierta en un instrumento del imperialismo de Estados
Unidos, y ya saben ustedes la influencia que tiene ese país, que controla el
Banco Mundial, el Banco Interamericano, el Fondo Monetario Internacional,
montones de instituciones de crédito. Lo sabemos por experiencia.
El final de la guerra
revolucionaria
Con el eufemismo de llamar
socialismo a un método económicamente improductivo, políticamente anacrónico,
supresor de los derechos humanos y absolutamente represivo; Castro instruye a
sus siervos sobre el qué hacer como tercer objetivo:
…. Teníamos que saber distinguir entre lo que debíamos hacer para
salvar la patria, la Revolución y las conquistas del socialismo, y lo que
debíamos hacer para perfeccionar el socialismo. Y nosotros sabremos cumplir
esos deberes. Haremos lo que sea necesario hacer para salvar la patria, para
salvar la Revolución, para salvar los principios del socialismo; pero lo que
hagamos lo haremos en orden, porque lo que queremos es salvar y no destruir, y
si para salvar hay que destruir, preferimos que nos destruyan junto a lo que
hemos hecho, junto a lo que hemos creado.
La última parte del párrafo
es una crítica directa a la guerra revolucionaria predicada, emprendida y
predicada por el Che Guevara, un reconocimiento a la posibilidad de acceder al
poder por la vía electoral –tal como sucedió en la truncada experiencia de
Salvador Allende- y una advertencia a los militares golpistas venezolanos del 4F.
La Habana es Moscú, Castro, Stalin
En el cuarto objetivo,
Castro localiza la dirección política de la Internacional Comunista –conocida
ahora como Foro de Sao Paulo- en La Habana, y la centraliza en su persona:
Los tiempos son muy difíciles, pero tengo la más absoluta convicción de
que con el valor y la inteligencia de nuestro pueblo y con la solidaridad de
ustedes, que de forma tan espontánea y tan generosa se ha expresado en esta
reunión, el pueblo cubano, en el que tendrán ustedes el más firme y leal
compañero de lucha, sabrá luchar, sabrá cumplir con su deber y sabrá llevar
adelante su propósito de salvar la patria, la Revolución y las conquistas del
socialismo. Digo conquistas porque
hoy no podemos hablar del socialismo puro, ideal, perfecto con que soñamos,
porque la vida nos obliga a concesiones.
La adopción del populismo como
metodología castro-comunista
En otras intervenciones, Castro ha hablado del
80% de los pobres que conforman la población iberoamericana, de cómo costear el
populismo –no lo llama así, pero la pedigüeñería y el
estado clientelar han sido las constantes del comunismo cubano- y se refiere,
específicamente, a las maderas de Brasil, el petróleo de Venezuela ya un lugar
desconocido entonces para muchos llamados el Cagúan, supongo refiriéndose
entonces a lo que, en 1998. sería la zona de distensión, zona de despeje de San
Vicente del Cagúan o, simplemente, el Cagúan, donde los funcionarios del
presidente Andrés Pastrana discutirían con las Farc, como lo hacen ahora con
los de Santos, el supuesto final de las actividades de una guerrilla que controlaba el narcotráfico y
parte de la narco producción de Colombia, Bolivia y Perú.
El quinto objetivo es la
reiteración de la vocación colonialista de los comunistas, con prescindencia del
territorio, que junto a la soberanía y el gobierno, caracterizan la soberanía
de los estados nacionales. Además, señala que, para pagar el costo de su
revolución, necesita del petróleo –no precisamente del subsuelo cubano, sino de
cualquiera que lo tenga en las cercanías:
La revolución se paga con el
petróleo de Venezuela
¿Qué es eso de tener que cuadricular el territorio nacional e invitar a
las transnacionales a que exploren y perforen en nuestro suelo en busca del
petróleo que necesitamos para sobrevivir? ¿Es acaso el socialismo que
queríamos? Pero como sabemos que para construir el socialismo hace falta la
patria, hace falta la Revolución, preservar la patria y la Revolución es
preservar las mejores conquistas y preservar las esperanzas del socialismo.
Por informar sobre estos
pormenores, en numerosos foros y publicaciones extranjeras y en los pocos
medios nacionales que accedieron a hacerlo –entre ellos, El Diario de Caracas, que lo hizo a instancias mías se publicaron
sus escritos completos, siendo yo su Subdirector-, Alejandro Peña Esclusa,
presidente de la ONG Uno América, fue detenido en su casa el 12 de julio de
2010, acusado de terrorismo y, supuestamente guardar relación con otro imputado
del régimen, Francisco Chávez Abarca.
Antes de su detención, Peña
Esclusa había denunciado en un video difundido
a través de Internet la evidencia falsa que estaba plantando en su contra la
seguridad del Estado, a petición expresa del G2 cubano.
En Marzo 29 de 2011, Indira
de Peña Esclusa y otras esposas de los presos políticos logró su liberación por
razones humanitarias el 20 de julio del mismo año. Empero, escarmentado,
impedido judicialmente de declarar a la prensa y fuertemente afectado por las
dolencias que se le desarrollaron en las mazmorras del Helicoide, Peña Esclusa
perdió el impulso que le había llevado a enfrentarse a la satrapía cubana; que
había sido realmente el propósito de la estación repetidora castro-comunista
insertada como un sarcoma en Venezuela
Hoy, cuando EEUU ha llegado
a un grado absoluto de pajudez en sus relaciones internacionales, al entregar
su patio trasero o backyard, sin
disparar un cartucho de salva, a la oprobiosa tiranía de los Castro; cuando los
uniformados venezolanos, a quienes se les paga y deja actuar en negocios
lícitos e ilícitos de cualquier cuantía para que defiendan la soberanía, callan
o se arrodillan ante los sátrapas
caribeños y sus muchachos de mandados de acá; cuando Raúl se quita la careta en
la reunión de la CELAC-Unión Europea, y habla y predica en nombre de Venezuela;
hoy, amigo y amiga lector y lectora, es bueno recordar a Peña Esclusa y otros
tantos que se han sacrificado, esperando que, como aseveraba Miguel Ángel
Capriles: Siempre habrá Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario