Miedo y bozal de arepa
Corea del Sur, Cuba e Irán
emplean modelos similares para mantener a sus dinastías en el poder: sembrar el
miedo entre sus posibles disidentes con la represión, la eliminación de sus
bozales de arepa y su conversión en ciudadanos de segunda y tercera clases. En
las escasas oportunidades en las cuales se enfrentan a sucesos que pudieran
representar peligro para su continuismo, echan un pasito atrás para contentar a
sus adversarios por ahora, para más adelante, a mediano y largo plazos, seguir
avanzando a zancadas en la construcción de sus disparatados regímenes
absolutamente asincrónicos en el espacio y el tiempo.
Se trata, exactamente, de la
misma estrategia utilizada por el ilegítimo presidente de Venezuela para
sortear los lodos que sobre su elección han arrojado los mismos polvos que lanzaron
su difunto comandante y la banda de forajidos que le rodeaban. Además, se
corresponde con el paradigma habanero propugnado por Raúl: acelerar a fondo el
Proyecto Cubazuela.
Es lo que trasluce del discurso
en cadena de ayer, donde Maduro no nombró a nadie nuevo en su gabinete, sino
que le pasó factura a algunos. A Giordani, por ejemplo, a quien lo remitió a
organizar la planificación estratégica de las comunas. A Mari Pili, que la
mandó a mojarse las piernas en un
cargo burocrático de su politburó en el Oriente.
Durmiendo con el enemigo
Dijo, asimismo, que dialogaría
hasta con el Diablo, cuando tuviese
tiempo, y que para él diálogo no implicaba sentarse a conversar con las cúpulas de la podrida burguesía, sino
directamente con el pueblo que había votado en su contra para saber por qué lo
había hecho.
Condenó a Televén por haberse
encadenado con Globovisión en el discurso de Capriles -lo lamento,
Omar, Gustavo te echó la zancadilla
igual que lo hizo con Marcel-. Para el
Ilegítimo, la única opinión admisible en los medios iconográficos es la suya, y
la de los teóricos maximalistas cubanos- Lo demás, lo permitido en Venezuela,
serán los deportes, la salud, la moda y la gastronomía. Siempre que no se
incite en ellos al consumismo.
Además, la rectora del CNE Sandra
Oblitas había insistido en su declaración, horas antes, que la verificación
aprobada por su organismo no era una auditoría sino un simple saludo a la
bandera. A esta ciudadana sólo le faltó agregar: ¡Para que no sigan jodiendo! Aunque no sé si en Bolivia, donde
Oblitas se comenta nació, o en Hungría, donde aseguran se formó, bajo las más
estrictas normas del Partido Comunista, joder
significa lo mismo que acá.
Mientras Elías Jaua -que es el
verdadero milagro de esta revolución, pues de encapuchado terrorista saltó a
Vicepresidente y Canciller, y no su compañero ilegítimo y legalizado, pues los
títulos académicos ciertamente no han descollado abundado entre quienes
ocuparon la primera magistratura en Venezuela- le declara la
guerra económica a EEUU desde Quito, lo importante sería anticipar cual es el
próximo paso que dará Henrique Capriles.
Un pasito atrás, dos zancadas adelante
Porque en la estrategia cubano-coreana-iraní
que hemos descrito, cuando a la oposición le dejan dar un pasito adelante, ésta
suele celebrarlo como si el mandado ya
estuviese hecho. Y eso está muy lejos de haber ocurrido.
Para poder impugnar las
presidenciales –si eso fuera lo que Capriles ha decidido-, no puede esperar al
conteo, chimbo o completo, que le imponen Oblita y Cía. Porque si no lo
hace antes de 15 días hábiles, pierde la oportunidad. Y, según la planificación
del CNE, la auditoría o lo que sea está prevista para 30 días. El otro punto ¾y no estoy
seguro de sí la oposición lo sabe o no¾ es que los
votantes no pueden estar replegados,
esto es, desmovilizados por mucho más
tiempo. Enviar mensajes equívocos como lo hace Capriles sobre que él también tiene que dedicarse a sus asuntos
–esto es, regresar a la gobernación de Miranda- constituye, a mi juicio, una
actitud hamletiana que tiende a decepcionar a quienes le escogieron el pasado
14 de abril, especialmente a los ex chavistas.
Finalmente, está el Factor X, los verde oliva, que siempre
han decidido el devenir histórico. Según me han comunicado, la mitad de ellos,
de los que tienen mando, están frontalmente contra el Proyecto Cubazuela. Y
esperan rescatar la sobernía nacional de la manera más incruenta posible.
Juegan, por el momento, a la política, Pero, poco a poco, cada vez se acercan
más a Karl von Clausewitz, quien creía que la guerra era una extensión de la
política por otros medios.