¿… por qué no le crucifican?
Donde hay tiranía,
ella está presente
no sólo en calabozos
ni en las bocas de fusiles,
no sólo las tortursa,
no sólo en las nocturnas
consignas de los guardias,
está la tiranía
…no sólo en la sentencia
fría del juez: !culpable!
está la tiranía,
…no sólo en las noticias
susurradas con miedo
a través de una puerta
furtiva y entreabierta,
… en el dedo, en los labios
indicando callarse,
está la tiranía,
…ni en la cascada
de lágrimas calladas
acreciendo el silencio,
ni en la pupila abierta,
está la tiranía,
…no sólo en los !Viva!,
y en el !Bravo! y los cantos
que en pie todos corean.
Donde haya tiranía
está la tiranía
no sólo en los aplausos,
las palmas incesantes,
las trompetas, la ópera,
la piedra en las estatuas,
el color del retrato
chillón y mentiroso
…Donde hay tiranía, siempre
está presente
en todas partes, como
si Dios nunca estuviese.
Está en el beso de despedida,
al decir de la esposa
¿cuándo vuelves, querido?
En los
qué-tal triviales
que en la calle te llueven,
y ese apretón de manos
que de súbito aflojan
Donde hay tiranía, son todos
un eslabón de su cadena;
su hedor emana de tu cuerpo,
tú mismo eres tiranía;
pues donde está la tiranía
todas las cosas son inútiles,
incluso las canciones,
o cualquier obra…
Gyula Illyés: Sobre la tiranía
Hoy es 19 de diciembre de 2016. Ciudad Bolívar, famosa no sólo por el
nombre con que fuera bautizada, sino por el Congreso de Angostura, donde el
Libertador sentara las bases de su proyecto hispanoamericano el 15 de febrero
de 1819, se encuentra en estado de sitio, con el 90% de sus establecimientos
saqueados por el hampa –organizada bajo las narices y, presumiblemente, con la
tolerancia del general Francisco Rangel Gómez, Gobernador del Estado,
presuntamente involucrado en corrupción, tráfico de armas y precursores para la
fabricación de cocaína a Colombia y el asesinato vil de los mineros de El
Callao–, las familias aterrorizadas y sin bastimentos en plena Navidad, 5
muertos y centenares de aprehendidos. Un espectáculo dantesco, que ya vivimos
durante El Caracazo, el 29 de febrero
de 1989, uno de cuyo instigadores fuera Freddy Bernal, hoy prócer de la V
República.
El detonante de lo ocurrido en Ciudad Bolívar y otras poblaciones del
Estado fue la falta de efectivo y la imposibilidad de deshacerse de los
billetes de Bs. 100, extraídos de la circulación de manera abrupta, para darle un golpe noble a las mafias colombianas, según
Maduro.
Según tengo entendido, los capo mafiosos allende nuestras fronteras
están tranquilos y contentos, preparándose para festejar con sus amigos y
familiares estas fechas. Los que sí están bien jodidos son los ciudadanos de a
pie tachirenses, trujillanos, merideños y, por supuesto, bolivarenses; quienes
han recibieron el fin de semana más palos que gata ladrona, mientras los
sicarios al servicio del gobierno gozan de alacenas y bolsillos repletos con
amplia impunidad.
A diferencia de El Caracazo, donde
quienes sabían callaron los nombres de sus autores intelectuales porque
haberlos mencionado entonces hubiese sido políticamente
incorrecto, en este caso no hay tal sino todo lo contrario.
No hay inflación sino aumento de los precios
Por supuesto, el primer inculpable es Maduro. Pero no voy a repetir
aquí lo que he escrito y doy por sabido.
Hay un personaje estelar, cuyo nombre se desvanece por la desmemoria
macondiana del venezolano, y la falta de seguimiento de los que se creen pero
no son verdaderos comunicadores.
Me refiero al licenciado Luis Salas, quien fuera designado Ministro de Economía y VP del Área
Económica hace casi un año, el 6 de enero del presente año.
Sobre él Maduro expresó–: Es un joven profesor universitario de 39
años. Se graduó en la UCV, luego estudió un magister en Chile, Es director
fundador del Centro de Economía Política de la Universidad Bolivariana de
Venezuela, profesor titular de economía política, docente, investigador.
Maduro también destacó que es alguien que ha
estudiado a mayor profundidad los fenómenos del rentismo y su agotamiento, y
los fenómenos de la guerra económica.
Este joven genio del PSUV ni siquiera es economista. Siguiendo el
ejemplo que Elías Jaua dio, se tomó algo así como un decenio para graduarse de
sociólogo. El master al que Maduro aludió sólo fue un seminario que no duró más
de una semana. Y lo que se omitió en su currículo fue su condena a prisión por
delitos comunes.
En su ensayo 22 claves para
entender y combatir la guerra económica (2015), cuya publicación fue
financiada por la editora estatal El
Perro y la Rana, sale hace las siguientes afirmaciones:
La guerra económica es la
reacción del capitalismo para conjurar el germen socialista que lo amenaza
Su finalidad es la consolidación
de las condiciones de reproducción y explotación de los grupos concentrados,
transnacionalizados, mafiosos y especulativos sobre la sociedad, lo cual pasa
por la derrota del Gobierno, pero también por el aplastamiento de cualquier
iniciativa popular y ciudadana de oponérsele
La inflación no existe en la vida
real, esto es, cuando una persona va a un local y se encuentra con que los
precios han aumentado, no está en presencia de una inflación. En realidad, lo
que tiene al frente es justamente eso: un aumento de los precios
La ley de la oferta y la demanda
no existe […] Los precios aumentan no por la escasez sino por las relaciones donde
se produce
Si el control de precios no
funciona o tiene fallas, hay que mejorarlo, pero no quitarlo, pues quitarlo no
soluciona el problema.
La clase empresarial venezolana
es vividora y malcriada, y se ha convertido en un tumor económico que vive y
subsiste de la renta petrolera y la expoliación del salario de los trabajadores
y trabajadoras a través de la especulación.
El papel histórico de todas las gremiales
de la burguesía parasitaria ha sido precisamente frustrar la posibilidad
sembrar el petróleo, acrecentar la dependencia, maximizar el expolio y la
desigualdad empobreciendo a las grandes mayorías en provecho de sus
agremiados.”
La Venezuela que recibió el
presidente Chávez fue la Venezuela hipotecada y saqueada por Fedecámaras, la
Venezuela de la precarización laboral, de las privatizaciones, del barril de
petróleo a 8 dólares y fiado para los gringos, del 60% de pobreza, 20% de
desempleo, dos millones de analfabetas, 21% de desnutrición y un largo etcétera.
Diez días después de haberlo encumbrado, Maduro destituyó a Salas, el
ministro de Economía que había nombrado, sin dar explicaciones sobre su
decisión, atribuyéndola a situaciones de
carácter familiar; y asegurando que Salas
va a pasar a cumplir otras actividades en los equipos económicos.
Pero Salas sólo fue un breve atisbo de la lumbre con la cual se
cocinaba lo que los castro comunistas denominan Economía, y cuya versión más
actualizada inició el Che Guevara a comienzos de la Revolución Cubana.
Un Serrano que no es jamón sino hambre
Así como Chávez le regaló a España ese esperpento de pelo grasoso, falto de ducha –como dijera de él una de sus opositoras parlamentarias para no sentarse a su lado–, Pablo Iglesias, misionado para terminar el proceso de destrucción de la Corona, iniciado exitosamente por José Luis Rodríguez Zapatero; la Península, agradecida, nos devolvió el gesto, mandándonos
al mequetrefe de Alfredo Serrano Mancilla , quien posee la autoría de
todas las acciones del chavomadurismo para imponer el comunismo
en Venezuela.
Serrano, doctor en Economía,
director del Celag, organización dedicada a
asesorar a gobiernos de izquierdas del otro lado del océano, donde conoció a Luis Salas, es el redactor del discurso económico del régimen venezolano.
Serrano es un ferviente detractor las políticas neoconservadoras y la iniciativa privada como motor de la economía.
Defiende la producción dirigida desde el Estado y a las comunas. Entre sus libros
se cuentan Es autor de libros como El
pensamiento económico de Hugo Chávez, ¡Ahora
es cuando, carajo! y Del asalto a la
transformación del Estado en Bolivia,
Pese a que el nombramiento de Serrano fue el 30 de agosto y su
remoción el 6 de septiembre, dispuso del suficiente tiempo para lanzar a los
Clap, como comandante de su Estado Mayor, junto al gobernador Yaracuy, Julio León;
el Superintendente para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, William Contreras;
y el presidente de Mercal, coronel Tito Gómez.
El diputado Carlos Valero solicitó a la AN interpelar a Serrano Mancilla por su vinculación con Maduro en materia
económica. Valero aseguró que el español era responsable sobre el control y
destino de los alimentos y medicinas, y su consecuente y grave crisis
de escasez.
Jesús Faría, ministro de Comercio Exterior, escurrió el bulto en Globovisión, señalando que Serrano asesoraba al jefe de Estado en algunos asuntos pero afirmó
desconocer cuáles, y negó haber conversado alguna con el citado sobre economía nacional.
La periodista Blanca Vera Azaf aseguró que Maduro siguió contando
con Serrano tras su despido, una de cuyas propuestas cumbres fue generar un
default para retrasar el referendo revocatorio. Vera agregó–: El economista español ha sido asesor de
Maduro por más de tres años, es ideólogo de la guerra económica y fue quien
recomendó a Luis Salas para el ministerio
Empero, en el programa Con Todo
y Penzini, Vera explicó que el presidente de Pdvsa Eulogio Del Pino, fue en
dirección contraria a la recomendada por Serrano, por cuya causa casi quedó
descamburado al no declarar un canje de bonos hostil.
La periodista consideró que haber seguido los lineamientos del
español habría sido una gran irresponsabilidad, porque la población se habría tenido que calar más sufrimientos añadidos a su crisis si el país hubiera caído en default.
Explicó que el español buscaba afanosamente un golpe mediático para elevar la aceptación de Maduro, que estaba en
el suelo. Estrategia que le falló con lo de la guerra
económica, porque nadie creyó en ella.
A Serrano, ideólogo de la explotación de las necesidades básicas para
mantener la dictadura narco socialista, Maduro se ha referido como el Jesucristo de la economía, por creer que
él tiene la llave para mantenerlo en el poder. Si en verdad fuese un
Jesucristo, ¿entonces por qué no le crucifican?
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