Este país ya no es mío
¿En dónde aquí
encontré
como en mi suelo
criollo
el plato de
arroz con pollo,
la taza de buen
café?
¿En dónde, en
dónde veré,
radiantes en su
atavío,
las mozas, ricas
en brío,
cuyas miradas
deslumbran?
¡Aquí los ojos
no alumbran!
¡Este país no es
el mío!
Virgilio Dávila
La primera científica del mundo
Fue Carl Sagan con su serie Cosmos-Un viaje personal y su libro Cosmos (1980), quien le recordó al mundo la existencia e
importancia de la brillante y enigmática de Hipatía (370-415 DC) matemática
y filósofa griega. Era hija del matemático Teón, profesor de la Biblioteca de Alejandría, la cual,
fundada por Tolomeo, era una verdadera universidad que formaba profesionales en
ciencias y filosofía.
Hipatia trabajó junto a su padre en la preparación de
textos para los alumnos; entre otros el de los Elementos de Euclides y escribió comentarios sobre la Aritmética de Diofanto, el Almagesto de Tolomeo y las Cónicas de Apolonio. Se interesó por la astronomía
práctica, desarrollando tablas sobre los movimientos de los cuerpos celestes.
Entre sus discípulos más destacados se contaban el Obispo Sinesio de Cirene y
Orestes, Prefecto Romano de Egipto. Lamentablemente, sus obras perecieron
juntamente con el incendio de la Biblioteca
de Alejandría.
Su proceder tolerante y sus enseñanzas racionalistas la
hicieron objeto de la envidia y maledicencia del Obispo Cirilo y sus fanáticos.
Acusada por Cirilo, fue lapidada, descuartizada y quemada en la plaza pública.
La duda existencial de Hipatía entre el amor que le
profesaba a la ciencia y la libertad, y el sitial de honor que habría podido
alcanzar si se plegaba a la dominación del Cirilo, un hombre ignorante,
fanático y bruto que se valía del cristianismo para empoderarse eliminando a
los no creyentes y a los judíos (a quienes acusó, por primera vez en la
historia, de ser asesinos de Jesús, y
acabando con todo vestigio cultural que se apartara un milímetro de su
interpretación unilateral del Nuevo
Testamento; dió pie a Alejandro Amenábar y Mateo Gil para el guión (2005) y
el largometraje de Ágora (2009).
Academia versus ideología
La trama de Ágora
se basaba en la psicología de innovadores como Tolomeo, Copérnico, Kepler y
Galileo, hasta que Amenábar y Gil que se toparon con Hipatía, cuya vida, transcurrida
durante el Siglo IV, parecía haber salido
de las noticias del Siglo XXI: Nos
apercibimos que este momento en particular del mundo tuvo muchas conexiones con
nuestra realidad contemporánea. Luego, el proyecto se convirtió realmente
intrigante, pues caímos en cuenta que
podríamos hacer una película sobre el presente ambientándola en el pasado.
Ágora pone
a pensar al espectador, algo que comúnmente la masa no agradece. Y se tarda sus
buenas 2 horas 21 minutos para que el público la digiera. Amenábar y
Gil quisieron expresar en ella las diferencias abismales que
hay entre la búsqueda del conocimiento y la aceptación del status quo. Entre
los conceptos que desmenuzan en la academia -ciencia,
gnoseología, matemáticas- y
las estupideces que los militantes aprenden y repiten de memoria. Entre los
innovadores, verdaderos héroes de la vida, y los matones al servicio de una
causa, por santificada y de moda que esté.
La miseria de Roma
Aunque el Imperio Romano de Occidente cayó con Constantinopla
su declive empezó en 1190, durante la III Cruzada. Los bizantinos, creyendo que
no había posibilidades de vencer a Saladino (sultán de Egipto y Siria y su principal
enemigo en la Tierra Santa), optaron por la neutralidad. Con esta reticencia
como excusa y los tesoros de Constantinopla como acicate, los cruzados tomaron
la ciudad en 1204, durante la IV Cruzada, fundando el efímero Imperio latino
que duró hasta 1261.
Los bizantinos, despojados de su capital imperial,
fundaron nuevos Estados: el Imperio de
Nicea, el Imperio de Trebisonda y
el Despotado de Epiro serían los más
influyentes. En tanto, el reino de los cruzados fue perdiendo territorios. La
tarde del 29 de mayo de 1453, Mohamed II entro victorioso en la ciudad que, en
lo adelante, se llamaría Estambul, y ordenó que la catedral de Santa Sofía
fuera convertida en mezquita.
La grandeza del pensamiento
Junto al Descubrimiento
de América (1492) y la rendición de Granada ante los Reyes Católicos (1491),
Occidente entró en un nuevo ciclo histórico, la Modernidad.
Su característica más relevante fue retomar la costura
donde la habían iniciado las antiguas civilizaciones. Todo comenzó con la
revalorización un proceso llamado cultura
y definido como: La habilidad para
compilar, clasificar y representar las experiencias grupales en un lenguaje
global, así como la capacidad de actuar imaginativa y creativamente.
A esta primera definición, se fueron añadiendo otras
descripciones, habiendo sido las más importantes:
1. Saberes, creencias y pautas conductuales
de un grupo, con su infotecnología para la comunicación social, y focalizada en
la resolución de necesidades, deseos y expectativas colectivas
2. Vínculos sociales establecidos de manera
creativa y colectiva, al transformar preferencias en objetos de culto, o grupos de fans, en espacios, tiempos y
lugares determinados
Algoritmia
y Heurística
Los
antiguos griegos descubrieron dos formas de pensar, producidas -según
creían- por el alma. Sin poder describirlas,
observaron empero sus efectos y los clasificaron con gran exactitud. Al pensamiento lógico lo llamaron algoritmo, y lo definieron como un resultado evidente o cuyo camino se
conoce a priori. Al pensamiento
creativo lo llamaron heurístico
(de heuriskein=descubrir), y lo
definieron como verdad circunstancial, no
demostrable o matemáticamente comprobable, técnica de resolver problemas, por
ensayo y error; cuya solución surge por selección, conexión y traslación
asociativas,
Hasta
la década de los años veinte del siglo pasado, se desconocía la neurología del pensamiento, develada
gracias a experimentos realizados los institutos Aslan (Rumania) y Herrrmann
(EEUU). En ambos casos, se demostró que el lóbulo
cerebral derecho piensa heurísticamente y, el izquierdo, algorítmicamente.
Empero,
ni los filósofos clásicos ni los artistas creyeron que la creatividad fuese un
don celestial, sino, más bien, una característica propia de la especie.
Sin embargo, a causa del pragmatismo imperante por más de un milenio, Occidente desestimó la enseñanza del lóbulo derecho, tendencia que logró que la mayoría de los seres humanos sólo perciban y entiendan la mitad de las cosas. Me refiero a los inteligentes e instruidos, no a los militantes analfabetas orgánicos.
Sin embargo, a causa del pragmatismo imperante por más de un milenio, Occidente desestimó la enseñanza del lóbulo derecho, tendencia que logró que la mayoría de los seres humanos sólo perciban y entiendan la mitad de las cosas. Me refiero a los inteligentes e instruidos, no a los militantes analfabetas orgánicos.
Un
creador fuera de su tiempo
Fue
Leonardo Da Vinci (1452-1519) quien demostró, medio milenio años antes de Herrmann
y la doctora Ana Aslan, que el cerebro podía manejar, simultánea y
armónicamente, ambos l
óbulos-: El pintor es dueño todo lo que el hombre
pueda pensar. Lo que en el Universo existe por esencia, presencia o
imaginación, él lo tiene antes en su mente y luego en sus manos.
En
su época de violentas transformaciones, Da Vinci se formuló inquietantes preguntas-: ¿Cómo hacer volar al hombre? ¿Cómo convertir la rueda en un telar?
¿Cómo demostrar que dibujar es una ciencia? En su Tratado de la Pintura, advirtió-: No me leas si no eres matemático.
Aseguró
que la Naturaleza y la gente debían ser trazadas objetivamente, y no ideológicamente.
Que no había crecimiento posible si se desconfiaba de la perceptiva y la
capacidad de reconstruir y perfeccionar la realidad. Creyó que su misión era
continuar la Creación. Trabajó en equipo,
compartiendo sus lienzos con otros artistas. Determinó el mejor emplazamiento
para la escultura David, pese a que Miguel Ángel era su más despiadado
competidor
Inventó
el difuminado para profundizar el diseño. Aprendió a acentuar los planos
intermedios. Pintó errores evidentes en varias obras. ¿Por qué y para qué…?
Dejó muchos proyectos inconclusos. Escribía al revés, para obligar a abrir los
ojos a quien leyera sus escritos-: El trabajo te parecerá menos, tu
perspectiva será mayor y podrás percibir la falta de armonía o proporción.
La
implosión de las innovaciones
Pero,
Occidente debió pasar por muchas otras innovaciones para que la Modernidad
madurase. Entre otras: Los viajes de Nicolás, Mateo y Marco Polo a China y el
Lejano Oriente (1271-1295); el Mapa del
Nuevo Mundo (1513), trazado por el almirante turco Piri Rei;
el Descubrimiento de Brasil (1500), por el almirante portugués Pedro Alvares Cabral; la Circunnavegación del Globo (1522) iniciada por Fernando de Magallanes -muerto antes de terminarla- y completada por Juan Sebastián Elcano; el Renacimiento Italiano (desde finales del Siglo XIV hasta 1600), como fusión e implosión de Arte y Ciencia; la Conquista de Norteamérica, iniciada con la fundación de Jamestown (1607).
el Descubrimiento de Brasil (1500), por el almirante portugués Pedro Alvares Cabral; la Circunnavegación del Globo (1522) iniciada por Fernando de Magallanes -muerto antes de terminarla- y completada por Juan Sebastián Elcano; el Renacimiento Italiano (desde finales del Siglo XIV hasta 1600), como fusión e implosión de Arte y Ciencia; la Conquista de Norteamérica, iniciada con la fundación de Jamestown (1607).
La
otra implosión histórica de la Modernidad fueron las Artes Plásticas. Pintar,
esculpir, construir y componer permiten mirar al mundo, pensarlo y
transformarlo: No pinto lo que veo, sino
lo que pienso-:
dijo Picasso; y, mucho antes, Da Vinci describió la pintura como Un ejercicio retórico. Los lenguajes del arte son civilización.
Como los idiomas y las matemáticas, permiten explicar y organizar el planeta.
Representan mucho más que un espejo junto al camino, un reflejo de la realidad.
Un David renacentista, una catedral gótica, una sinfonía de Beethoven son, más
allá de la Historia, la verdadera esencia y naturaleza de sus tiempos. Dicen
cómo se ordenaba la sociedad, físico, política y espiritualmente. Y lo expresan
profundamente, de manera instantánea, sintética, que entra por los ojos cual
torrente de luz.
Un
país de los enanos mentales, mediáticos y jurídicos
He
escrito todas estas reflexiones porque estoy harto del entorno que me rodea. Me
siento como Hipatía en su Biblioteca, vulnerable ante la rebelión de las masas
incubada y alimentada por el dogmático Cirilo.
Me
imagino que Hapat
ía,
al momento de ser lapidada por los colectivos de Alejandría, ha debido sentirse
como yo me siento en Caracas, cuyo nuevo récord es haber sido designada la
ciudad más violenta del mundo. Gobernada como lo está por rufianes,
narcotraficantes, contrabandistas, vendepatrias (sí, carajo, se la vendieron a
Cuba) y esclavistas, pues la esclavitud es típica del castro-comunismo, que
cobra porcentaje por la prostitución de sus hembras y paga salario mínimos en
bolívares los médicos, por quienes cotiza US$ 1,400 mensualmente por cabeza.
Lloro
como debió haberlo hecho Hipatía al ser lapidada, pues este país ya no es mío.
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