Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada
No
recibía ningún consejo, ningún apoyo, ningún estímulo, ningún consuelo, ninguna
asistencia de ningún tipo, de nadie que me pudiera recordar. ¡Cuánto deseaba ir
al cielo!
Charles Dickens.
A finales del Siglo XVIII, la
prensa, convertida en el espacio donde el ciudadano de pie comenzaba a
expresarse libremente y a dirimir sus conflictos políticos y sociales, los
lectores se enteraban de actualidad, pulsaban la opinión ajena y se entretenían
con las novelas por entregas de sus escritores favoritos: Alejandro Dumas, Charles
Dickens, Julio Verne y Emile Zolá, entre los más destacados.
El modelo capitalista impuesto
por la Revolución Industrial, requería de la alfabetización masiva y originó la
publicidad y su iconografía básica, para que el consumidor entendiese lo
mensajes comerciales y pudiese diferenciar, a simple vista, los productos y
servicios de cada manufacturera de los sus competidores
El periódico más antiguo de
Tenerife, Diario de Anuncios, revela
en su propio nombre su intención mercantil. Sucedió lo mismo con El Comercio de Lima, decano de los
diarios en Sudamérica; y el Listín Diario,
en la República Dominicana.
En esta onda innovadora, Dickens lanzó The Daily News, publicando
en él Historia de dos ciudades (1859).
No había telégrafo ni nada parecido, empero, el éxito de la obra fue tan grande
que una veloz fragata esperaba las copias del periódico y lo llevaba a EEUU en
una semana, donde se las recibía, reimprimía y repartía entre los ávidos
lectores de la Costa Este.
Dickens describe en Historia
de dos ciudades la ambigüedad, duplicidad y traición humanas. En el primer
párrafo, parece narrar lo que pasa ahora en Venezuela y también el resto del
mundo:
Era el mejor de
los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de
la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y
de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la
desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en
derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra,
aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables
autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo
es aceptable la comparación en grado superlativo.
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos
Toneladas
de papeles laudatorios se han escrito sobre la Revolución Francesa, considerada
paradigma de la democracia moderna. Pero fue un movimiento que acabó la
agricultura del país con la capa de humus más profunda del mundo, degolló a sus
más connotados líderes políticos y empoderó a los peores psicópatas –Robespierre,
Marat y Sade–, logrando así un Reinado de
Terror por una década. Aunque Francia se recuperó económicamente con
Napoleón, debió esperar más de cien años para que los términos Libertad, igualdad y fraternidad tuviesen
algún sentido real.
La Revolución Industrial,
democrática, pacífica y productiva, impulsó el mejoramiento de toda la
Humanidad. Menospreciada por los llamados sectores
progresistas, logró transformar una situación injusta desde la base
alimentaria, donde las proteínas eran privilegio de las clases dominantes; las
grasas, manjar de los guerreros; y, los cereales, la dieta obligada de la
mayoría de la población. La medicina resultaba inalcanzable para los pobres y
los fármacos iban desde la inutilidad total, como las cataplasmas, hasta la
toxicidad letal, como el mercurio aplicado a los sifilíticos.
Al poner alimentos y medicamentos
al alcance de la mayoría, la Revolución Industrial convirtió en realidad la Leyenda
de Matusalén, pues la esperanza de vida saltó en Inglaterra de 30 a 70 años, ¡hecho
insólito que duplicó la longevidad después de casi veinte milenios!
A la Revolución Industrial le debemos conceptos como sindicalismo,
seguridad social y derechos humanos, totalmente
desconocidos antes de ella. Aunque el primer centenario de la Revolución
Industrial no se caracterizara precisamente por la justicia social, no hay evidencias de que, durante el mismo
período, el campesinado viviera que mejor el proletariado. Contrario a lo que
se piensa, el siervo de la gleba, anclado al feudalismo, seguía dependiendo de
los caprichos de sus nobles, de los avatares de la Naturaleza, e interactuando
en un entorno brutal donde el aislamiento, la ignorancia y la falta de
servicios públicos le obligaban a luchar a brazo partido por la mera
subsistencia.
Hubo progreso antes que la
máquina de vapor, el acero inoxidable y los combustibles fósiles –las tres
innovaciones emblemáticas de la Revolución Industrial– cambiaran radicalmente la
Historia. Pero el hombre sólo se transformó en gigante al desarrollar la
producción masiva de bienes y servicios.
Pese a los augurios maltusianos
sobre el límite del crecimiento, la población del Siglo XXI se ha incrementado exponencialmente,
gracias a la mayor variedad y disponibilidad de bienes de consumo. Aunque las
primeras innovaciones y mejoras de la Revolución Industrial parezcan hoy
ingenuas, torpes y caricaturescas, forman parte de esa ola gigantesca que trajo
consigo analgésicos, antibióticos, anticonceptivos, computadoras, detergentes,
fertilizantes, insecticidas, televisores y millones de artículos más, que
permiten vivir hoy por más tiempo y con mayor confort.
La Revolución Industrial también
terminó con la impunidad del fabricante, al lograr que la calidad de los
productos fuese una responsabilidad del anunciante, y no azar de comprador. Si
esta última y única idea maravillosa de la Revolución Industrial se hubiese
trasladado a la política, el mundo estaría hoy más cerca del Paraíso, pues no
existe sanción alguna, ni siquiera un reproche, para quien deje de beber Polar o
rechace una hamburguesa Mac. Pero sí se castiga hasta con la muerte –y en
Venezuela sobran ejemplos– protestar contra un gobierno corrupto, narcodelincuente
y traidor a la Patria.
Quienes condenan la Revolución
Industrial, consciente o inconscientemente, quisieran un juicio final
anticipado contra quienes promueven las bondades de vivir más larga, cómoda y
sanamente. Más bien querrían que la mayoría de la población volviese a la
mugre, el hambre y la enfermedad de hace tres siglos, como lo propone el
chavomadurismo; no por supuesto, para la nomenclatura
o clase dominante.
La era de la luz y de las tinieblas
Cuando Inglaterra era el mayor poder político y económico
global, Dickens puso de manifiesto el horror de la pobreza existente en el
corazón del Imperio, pero sus escritos no pudieron crear una matriz de opinión.
Publicó su más terrible denuncia en Tiempos difíciles (1854). Utilizó el sarcasmo y la exageración para
demostrar cómo el trabajador marginado, denominado Manos por sus patronos, se le consideraba un apéndice de las máquinas
que operaba.
Sus escritos motivaron a intelectuales y políticos para
que reflexionaran e incluyeran en sus agendas el tema social, y evidenciaron su
casi sobrenatural talento para crear extraordinarios argumentos e inolvidables
personajes, en los cuales sobresalían aspectos ignorados o soslayados. Por
ejemplo, durante su primera gira a EEUU, se ganó la animadversión de los
terratenientes del sur del país al criticar acerbamente a la esclavitud.
Empero, con la luz también vinieron las tinieblas. Carlos
Marx basó su disparatada teoría en las obras de Dickens, llegando a aseverar
que: Dickens y otros novelistas de la
Inglaterra victoriana exhibían al mundo más verdades sociales y políticas que
las sostenidas por políticos profesionales, propagandistas y moralistas juntos.
Casi todos los fascistas, nacistas, comunistas y ahora los yihadistas han
plagiado las metáforas e imágenes de Dickens y otros colosos del Romanticismo
para vender su basura ideológica a las masas aún ignorantes de las cuales se
sirven para sus diabólicos propósitos.
La edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las
creencias y de la incredulidad
La vigencia de Dickens se proyecta al pasado reciente. Me
refiero a de quienes viven actualmente.
El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quién hoy
se pasea por Caracas como mediador entre Maduro y la MUD, se comporta como un
personaje de Historia de dos ciudades.
El 11 de marzo de 2004, en los suburbios
de Madrid, diez bombas explotaron en los trenes suburbanos que llevaban a los
trabajadores madrileños residentes en las ciudades dormitorio. El atentado
ocurrió entre las 7:37 y las 7:39 AM. Fue
el acto terrorista más grande de Europa, y dejó un total de 193 muertos y 1.858
heridos.
Rodríguez Zapatero condenó entonces los
sucesos, sin pronunciarse sobre la su posible autoría: Quiero transmitir mi firmeza y determinación para acabar con el terrorismo.
Un gobierno totalmente desinformado, que
había saltado todos los protocolos para atender emergencias graves, atribuyó el
hecho a la ETA. El presidente José María Aznar, a las 2.40 PM, señaló: Todos sabemos que este asesinato masivo no
es la primera vez que se intenta.[...] Lograremos
acabar con la banda terrorista ETA.
¿Qué sabía Rodríguez Zapatero que
ignorara Aznar? Y, si tenía una mejor información, ¿por qué se la calló y no la
compartió con el gobierno y el pueblo de inmediato?
El 11-M dio un vuelco a las elecciones presidenciales que
se celebraron 3 días más tarde, en contra de lo expresado en las encuestas la
semana anterior. Todas ellas daban como ganador al PP, variando sólo en los
porcentualmente. De un 59 a un 70 % de los votantes opinaban que arrasaría el
PP, frente a 6 a 12 % que creían en el PSOE. La investigación realizada después
indicó que el 64 % de las personas creía que: El PSOE no habría ganado las elecciones sin mediar lo ocurrido el 11-M.
Según el informe policial de conclusiones, una especie de
autopsia mediática, entregada del 3 de
julio de 2006 e incorporada al sumario judicial, los ejecutores del atentado
tenían como objetivos estratégicos: Provocar
un cambio de gobierno, conseguir la retirada de las tropas españolas de Afganistán
e Irak y aislar a las tropas estadounidenses.
Dicho análisis llegó a la siguiente conclusión:
1.
Se movilizaron cerca de 1 millón 700 mil
abstencionistas debido al atentado y el desasosiego provocado esa semana
2.
Dejaron de ejercer su derecho 300 mil votantes
por los mismos motivos
3. Cambió
la intención del voto hacia el PP de 1 millón 100 mil electores.
El PSOE gobernó a España durante 2 períodos seguidos –8
años–, contribuyendo a la corrupción en gran escala –como se ha comprobado
recientemente en los casos de la Banca de Andorra y los Papeles de Panamá-, agravando
la crisis económica, llevando al desempleo a niveles inconcebibles y logrando
la agitación de los grupos secesionistas, especial mas no exclusivamente en
Cataluña. En pocas palabras, prefigurando una situación similar a la que tuvo España
inmediatamente antes de que ganaran
los comunistas, renunciara Alfonso XIII y se desatara la Guerra Civil.
El 18 de noviembre del 2014, según El País de España, el general Jaime Domínguez Buj, jefe del Ejército de Tierra, aseguró que las
FFAA españolas estarían dispuestas a defender la Constitución: En la forma que el gobierno decida, en el
interior o el exterior de la nación, yendo a Afganistán o Valencia.
Declaración que molestó profundamente al PSOE, que exigió a Pedro Morenés,
ministro de Defensa una rectificación
urgente, pues consideró las
palabras del general como profundamente
inadecuadas e impropias de una persona con
las responsabilidades del jefe del
Estado Mayor del Ejército de Tierra.
Yo no sé a usted, amigo seguidor, pero a mí la edad no me
permite creer en coincidencias ni en cuentos de pajaritas preñadas. Desconozco
cual ha sido el juego del PSOE y cuál será la misión de Rodríguez Zapatero en
Caracas. Pero, los recientes golpes recibidos por el Foro de Sao Paulo, con
cuya postura ambos simpatizan, me parece que nada bueno se fragua aquí.
Época tan parecida a la actual [...] que sólo es aceptable la comparación
en grado superlativo
En su primeras acepción: Prevaricación es delito que cometen los funcionarios públicos al
faltar, a sabiendas o por ignorancia inexcusable, a las obligaciones y deberes
de su cargo.
Es el delito más común y nunca castigado cometido por los
jueces, fiscales y otros miembros del Poder Judicial
de Venezuela, desde hace casi 18 años. Gracias a él, las catacumbas del SEBIN
están colmadas de estudiantes, Leopoldo López está preso en Ramo Verde y el
Alcalde Ledesma y la jueza Afiuni están confinados en sus domicilios. Empero,
para el ex Vice Presidente, José Vicente Rangel, aquí: No hay presos políticos, si no políticos presos.
En 1894 se dio en París prevaricación contra el capitán
Alfred Dreyfus, judío alsaciano, al haberle condenado a cadena perpetua en la
Isla del Diablo por alta traición.
En marzo de 1896, el coronel Georges Picquart, director del
Service de Renseignements (Servicio de Información), comprobó fehacientemente
que Dreyfus nunca había sido el topo
germano en el Estado Mayor francés, si no que el verdadero espía era el
comandante Ferdinand Walsin Esterhazy. Por este motivo, Picquart fue alejado de
París, confinado primero a la frontera y, poco después, a Túnez.
En diciembre de 1897, Esterhazy, cuya letra es idéntica a
la de los escritos reproducidos, es inculpado y comparece ante el tribunal
militar, pero los jueces le declara inocente un mes más tarde..
Indignado, el escritor y periodista Emile Zolá, plantea el
caso ante la opinión pública, en su célebre carta abierta al presidente de la
República, intitulada J'accuse (Yo acuso),
publicada el 13 de enero en L'Aurore.
La polémica enardece a Francia, y desencadena la guerra entre
la derecha y la izquierda. El formato utilizado por Zola rompe el celofán: Casi
5 mil caracteres, 8 columnas, toda la primera página de L'Aurore, una novedad en la prensa opinática, donde los ensayos no
superaban dos columnas. El título consta de una sola palabra de dos sílabas. Las
dos mayúsculas iniciales y los tres puntos suspensivos, seguidos de un signo de
admiración, resaltan el dramatismo del escrito.
A partir de esta denuncia, Francia se polariza.
La gente cambia su percepción, al concienciarse de la manipulación
política y militar. Muchos creen en la inocencia de Dreyfus, y claman por su
liberación. Sin embargo, Zolá es detenido y enviado a los tribunales por
calumnia.
En defensa del escritor se levantan, entre otros, Anatole
France, Claude Monet, Marcel Proust, un total de 1.482 firmantes, quienes
representan a lo más granado del arte, la literatura y la ciencia francesas,
Ludovic Trarieux, ex parlamentario, es designado Ministro
de Justicia el 26 de enero 1895. Descubre que las formas jurídicas se irrespetaron
durante el proceso judicial de Dreyfus. Aprovecha la polarización causada para crear
la primera ONG a favor de los derechos humanos, la cual evoluciona hasta
constituirse como Sociedad de los DDHH, el 4 de junio de 1898. Trarieux, la
preside hasta el 13 de marzo 1904, dos años antes de que Dreyfus fuese
rehabilitado.
No teníamos nada
Con la estanflación, la escasez de alimentos y
medicamentos, la destrucción de la infraestructura del país, los 150 mil
muertos por la violencia en 18 años de régimen castro comunista, el cierre y
autocensura de los medios de comunicación independientes y la ocupación
nacional por los clap, cubanos, elenos, faracos, iraníes, pranes y cuanto
bichos dedicados a la delincuencia en sus varias facetas existan, los
venezolanos han descubierto que: Todo lo
poseíamos, pero no teníamos nada. Lo próximo no es rasgarse las vestiduras
ni lamerse las heridas, sino actuar agresivamente contra la metástasis que
devora a esta República, y sus cómplices extranjeros.
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