Presidente
Trump, saludos y pórtese como lo ofreció
Los
chavo maduristas andan como palo de gallinero
Convencidos como estaban los chavo maduristas del triunfo de Hilary
Clinton y del consecuente desarrollo y crecimiento de la apertura cubana,
iniciada sin ninguna concesión a cambio para EEUU, a los solicitados por Interpol
(78 los en total, de quienes 37 tienen alerta roja y son solicitados también
por Argentina, Colombia y Ecuador) y las agencias de seguridad de la Unión
Americana no les queda otra que terminar de raspar la olla y migrar, lo cual no
ha de resultarles fácil ni económico.
Entre los más afectados se encuentra Diosdado, quien ahora se
moviliza con más círculos de seguridad de los que los nunca tuvo Chávez, pues
anda con la paranoia de que lo van a detener y enviar enhuacalado a EEUU,
operativo que ya se practicó exitosamente en el pasado con una narcotraficante.
Pero en la lista que, supuestamente, elaboró Maduro, Diosdado no está
sólo. Le acompañan como pejes gordos Tarek El Alssami, gobernador de Aragua y
heredero del Cartel Mackled, y alias El
Pollo Carvajal, ex director del Sebin y del cartel de los Narcosoles, para
tener algo que canjear con la oposición timoteísta.
A esta oferta se añaden unos cuantos presos políticos, y mucho menos Leopoldo
López o Yon Goicochea.
Para mi sorpresa, tirios y troyanos protestan por la elección de
Donald Trump a la Presidencia de EEUU. No me parece extraño que lo hagan los
mexicanos, por razones obvias. ¿Pero los venezolanos? ¿Por cuáles? Para nuestro
país, el cambio de Obama por Trump abre grandes posibilidades, no para transición que habría que resolverla
ya, sino para el reconocimiento del gobierno provisional que surgiría si el
régimen castro comunista se niega a entregar el poder por vía constitucional.
Raúl ya se anticipó a felicitar a Trump, mientras nuestra meteórica
Canciller le exige soberanía, lo cual es una incongruencia pues a quien debería
pedir que se la devuelva es al propio presidente de Cuba, que es uno de los
responsables de haber convertido a Venezuela en una colonia del Foro de Sao
Paulo. Como se sabe, los otros son Chávez, Maduro, los boliburgueses y los
narcosoles.
Lo que me encanta es que, así como hicieron todos los medios masivos
de EEUU, Raúl y Maduro creyeron en las encuestas que le daban una victoria segura
a Hilary Clinton.
Miseria
de las encuestas
Lo cual confirma, una vez más, mi teoría de que las encuestas no
comprometen al entrevistado sino que reflejan meramente sus opiniones. Las
encuestas son como fotografías: Fijan los gestos, aquí y ahora, pero no
determinan posibles y hasta inmediatos cambios. No provocan respuestas
espontáneas, sino más bien mediáticas: Recibes
de vuelta, como agua sucia, lo que, como agua limpia, pusiste a circular en los
medios- Son eficaces en algunos casos, pero inútiles cuando se requiere
saber más de lo que se supone.
Hay dos tipos de investigación social aplicables al marketing en
general y, específicamente, al electoral: los sondeos de opinión pública y la investigación
motivacional
Los sondeos se basan en el diferencial
semántico, agrupado en 4 posibles respuestas: Muy bueno, Bueno, No sabe/no contesta, Regular, Malo.
La investigación motivacional, en profundidad, en el buen decir de
José Font Castro: Escarba el cerebro del
entrevistado y provoca la manifestación
de esos sentimientos que subyacen, silenciados, en su mente-
La investigación motivacional ofrece, a su vez, 2 opciones: entrevistas individuales y grupos focalizados. Los grupos
focalizados sí revelan actitudes o predisposiciones, y son estos resultados los
que más sirven en marketing
Las entrevistas individuales funcionan con mayor efectividad en los
sectores de menores recursos, pues aún con 12 ó 24 participantes, entre
aquéllos con menores niveles de información y cultura, siempre alguien asume el
liderazgo y contamina los resultados.
Por eso, ante la equivocada pretensión de Luis Vicente Camaleón y Oscar Schemel de apropiarse
del vacío creado en los medios por la salida de sus líderes de opinión, por
presión del régimen o la perención de sus lugares de trabajo, vale la pena
recordar el aserto de Abraham Moles y Claude Zeltmann en su monumental obra La comunicación y los mass media: Las
encuestas electorales sólo son valederas y verdaderas cuando se llevan a cabo
en entornos de absoluta democracia y libertad de expresión.
Otra equivocación –y que me perdone mi sobrino gringo Guzi, quien sé
que está de duelo por Clinton– es pensar que Trump es una suerte de Chávez,
destinado a retrotraer a EEUU al siglo XVIII. Como Chávez, Trump es
carismático, machista, populista, racista, anti-sistémico; y por ambos votaron
los más ignorantes y brutos de los electores. Pero, a diferencia de Chávez,
Trump es nacionalista, partidario del libre mercado y demócrata.
Mis contemporáneos presidentes de
EEUU
Desde que tengo uso de razón, recuerdo a los presidentes con quienes
EEUU se vio obligado a lidiar, emergiendo de todos sus mandatos más fuerte y
poderoso que antes.
Empiezo con Truman, cuya actitud era distinta a la de su antecesor.
Fue un personaje sencillo, tranquilo y sin pretensiones. Popularizó frases tales
como The buck stops here (Yo soy el responsable) e If you can't stand the heat, you better get
out of the kitchen (Si no soportas el
calor, aléjate de la cocina). Tuvo el nivel más alto de reprobación pública
registrada hasta entonces, sólo superado en 1991 por George Bush. Empero, le sobró
coraje para terminar la Guerra del Pacífico, ordenando la destrucción atómica
de Hiroshima y Nagasaki. También para enfrentarse a Douglas Mac Arthur, considerado
un héroe estadounidense, a quien se metió en cintura.
Después de Truman hubo dos períodos del general Dwight Eisenhower,
hecho insólito en un país donde los presidentes habían sido civiles casi desde
el final de la Guerra de Secesión. Eisenhower, ex Comandante Supremo de los
Aliados Occidentales durante la II Guerra Mundial, puso fin al macartismo con
un amplio uso de su llamado privilegio
ejecutivo. Conservador moderado, mantuvo los organismos del Nuevo Ideal de
Roosevelt y amplió la seguridad social. Puso en marcha la construcción de autopistas
interestatales, las agencias DARPA y NASA, estableció una sólida educación
científica a través de la National Defense Education Act y alentó el uso de la
energía nuclear con el programa Átomos para la Paz. Desde finales del siglo XX, muchos posicionan
a Eisenhower como uno de los mejores presidentes en toda la historia de EEUU.
En 1961, John Kennedy asumió como Primer Mandatario de EEUU, pero su
gestión fue tronchada en 1963 por una conspiración donde fuera asesinado, sobre
la cual hoy se ha profundizado un pelo más. Al parecer, la autoría intelectual
del genocidio estuvo repartida en una
triple y contra natura alianza de miembros del Poder detrás del poder –horrorizados pues Kennedy casi desató un
conflicto nuclear con la URSS durante la Crisis
de los Misiles–, Fidel Castro Ruz –en venganza por la invasión de la Bahía
de Cochinos– y Santos Traficante –el capo mafioso que más dinero perdió cuando
Fidel se convirtió en dictador comunista de Cuba–.
Lyndon Johnson terminó el período de Kennedy y fue electo por un
período más. Quiso quedarse en Washington, pero el estallido social ocasionado
en EEUU por la Guerra de Vietnam, le obligó a desistir.
Los asesinatos de Robert Kennedy, Fiscal General de la Nación y
candidato a la Presidencia y Martin Luther King, activista a favor de la
minoría negra, potenciaron a Richard Nixon, quien prometió acabar con la Guerra
de Vietnam. Aunque en se segundo mandato lo hizo, fue defenestrado al mentir
sobre su desconocimiento del llamado Watergate. Su período lo completó Gerard
Ford, de quien la gente se burlaba mucho porque decía que era incapaz de coordinar
las acciones de mascar chicle, saludar y bajar las escalerillas del avión
presidencial sin caerse.
Después de Ford se presentó y dijo Jimmy Carter, en mi opinión el
peor presidente de EEUU durante el pasado siglo, a quien los venezolanos le
debemos el descalabrado desempeño de la Coordinadora Democrática y el famoso
revocatorio que atornilló a Chávez en el poder. Carter no duró más que 4 años,
y fue vencido por Ronald Reagan quien, a mi entender, hizo uno de los mejores
gobiernos de EEUU porque le ganó la Guerra Fría a la URSS y socavó las bases de
la Cortina de Hierro.
Después de Reagan vino George Bush Sr, quien descontroló la economía,
creando las bases para la crisis financiera de 2008.
Bill Clinton, en 2 períodos, generó prosperidad y oportunidades para
la clase media, pero el balance existente entre los dos grandes partidos
estadounidenses desde 1940 de que los yanquis no se calan a ninguno de ellos
por más de 8 años, volvió a poner a otro Bush en el poder, George Bush, Sr,
quien gobernó desde el 2001 hasta el 2009
Y entonces le reemplazó Obama, y lo demás acaba de pasar.
En resumen, para los venezolanos de oposición, hay motivos de alegría
si Trump se comporta como lo prometió ante sus empleados venezolanos en Doral.
Empero, para los venezolanos oficialistas, para Santos y para Raúl, los motivos
son de tristeza. Presidente Trump, saludos y pórtese como lo ofreció.
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