Pon tu barba en remojo
La OLP no tiene
nada que ver con la Palestina, pero se le parece mucho
Debido al compromiso del Departamento de Estado de EEUU con Nicolás
Maduro de atornillarlo en el poder, por lo menos hasta que Obama entregue la
presidencia, Miraflores se ha visto obligado a destituir a varios de sus encumbrados
narcosoles, siendo uno de los más notables de los enlistados de la DEA el
general Néstor Reverol, Comandante de la Guardia Nacional hasta el 7 de julio
del presente año. Para reemplazarlo. nombró Antonio Benavides Torres, quien
actuaba de segundo al mando.
La estrategia de la GN durante la jefatura de Reverol –aparentemente
continuada por su sucesor– está enmarcada dentro de la política de la OLP, que
no es la Organización de Liberación Palestina sino la Operación de Liberación
del Pueblo, pero que se parece mucho a su homóloga levantina en actuaciones
solapadas y terrorismo.
A mediados de año, por ejemplo,
la GN se apersonó en un barrio de la Panamericana. Con precisión militar,
desalojaron a vecinos escogidos, los
pasaron por las armas, saquearon sus posesiones y tumbaron sus ranchos.
Seguidamente, llegaron obreros y equipos de construcción, alisaron los pisos y levantaron
allí viviendas en tiempo récord, las cuales fueron ocupadas, casi de inmediato,
por miembros de los colectivos.
Aunque hubo denuncias sobre estos actos de barbarie, no se les paró
porque el público estaba embelesado entonces por la detención del criminal
serial José Antonio Tovar alias el Picure,
de quien aún no se sabe si sigue vivo pues, durante una entrevista realizada por
Patricia Poleo, Iván Ballesteros aseguró que al maleante lo sacó del país el
gobierno nacional y vive ahora en Portugal; así como por la captura de los
asesinos de Mónica Spear y su cónyuge. Regresando a la estrategia de la OLP,
ésta, supuestamente, asigna cuotas periódicas de bajas entre los delincuentes a cargo de los denominados Grupos de Escudriñamiento y Técnicas de
Patrullaje de los uniformados verde oliva.
Esta política no es nada novedosa. La utilizaron los nazis, los
fascistas, los ejércitos aliados de ocupación, los franquistas, los carteles
mexicanos de la droga, las policías de Guerrero y Jalisco en México y los comunistas
en diferentes ocasiones. Recientemente, la empleó la defenestrada Dilma Rouseff
para imponer el orden en las favelas de Río, antes de las Olimpíadas. Se
caracteriza por aterrorizar al resto de los delincuentes –en una especie de
prevención a lo mero macho– y conseguir un voluntariado de informantes in situ
–para las ejecuciones a posteriori–. Lo malo es que, los malandros se esconden
y camuflan, pero no se enmiendan ni desaparecen; y, ante la falta de blancos
ciertos, los francotiradores del Estado se desplazan hacia objetivos inciertos,
qué es lo que ja sucedido, este mes, en Barlovento y Cariaco.
Cronología del
crimen colectivo cometido por la OLP en Barlovento
Los forenses desentierran los cuerpos de los campesinos abatidos por el Ejército
En los valles de Barlovento, Estado Miranda, los verdugos fueron
efectivos del Ejército, integrantes de un Grupo
de Escudriñamiento y Técnicas de Patrullaje, desplegado en la zona desde
octubre pasado. Las víctimas eran 12 muchachos, asesinados por la OLP en un
operativo públicamente elogiado y
calificado de éxito por Néstor
Reverol, actual ministro de Interior y Justicia, poco después de las desapariciones.
Aunque vecinos y familiares intentaron averiguar el paradero de los
jóvenes, las autoridades les negaron, reiteradas veces, cualquier pista para
ubicarles. Eran, en su mayoría campesinos, algunos de ellos analfabetas. En
vida se llamaban Eliécer Ramírez, Anthony Vargas, Antonio Aladejo, Luis Sanz, Dennis
Acevedo, Oscar Rodríguez, Yorman Mejías, Freddy Hernández, Víctor Manuel
Martínez, Jairo Rivas, Kenry González y Carlos Marchena; detenidos ilegal y
arbitrariamente el 15 de octubre de 2016. Sus allegados denunciaron ante varios
organismos lo ocurrido. El 25 de noviembre, aparecieron sus cadáveres en dos
fosas comunes, en los municipios Acevedo y Brión. Aparentemente, hubo otros 2
occisos en las fosas comunes, a los que nadie ha podido hasta ahora
identificar, por lo cual este magnicidio castrense pica y se extiende.
Los familiares empezaron a buscarlos desde que faltaron a sus hogares.
Preguntaron a las autoridades por ellos, mas nunca les informaron sobre su
paradero.
El 7 de octubre se inicia la exitosa OLP en 6 municipios mirandinos,
con un total de 1.300 efectivos de la GN, el Ejército y miembros de la Policía
Nacional, Estadal y Municipales.
El 15 de octubre La OLP llega al
pueblo La Peica de Aragüita. A las 6:40 pm arrestan en su morada a Carlos
Gabriel Marchena Silva, de 20 años de edad. Junto a con él, son detenidos otros
19 jóvenes de la comunidad y sus aledaños. Se les imputa pertenecer a bandas de
extorsión y robo de vehículos de la zona. Posteriormente, Reverol insinuaría también
su pertenencia supuesta a los paramilitares colombianos, que son los culpables
obligados de todo lo malo que hace este gobierno.
El 18 de octubre crece la
inquietud entre los familiares pues desconocen el paradero y status de los aprehendidos.
En la población de El Café les informan que
allí no están. Al final del día, las autoridades les notifican que fueron
llevados al Fuerte Chaguaramal, en Cúpira. Al acudir a dicho cuartel, nadie
sabe nada del asunto; por lo cual acuden al Ministerio Público y la Defensoría
del Pueblo, donde les participan que intentarán lo sucedido.
Ese mismo día, Reverol, hace autobombo de la OLP en Barlovento. Recuerda
que en el municipio Acevedo, el mismo donde detuvieron a los jóvenes, fue
localizada una caleta donde mantenían cautivos a los secuestrados. Habla sobre
la banda criminal El Anohis, que
operaba allí, y que había sido desmantelada
tras varias operaciones. Sus integrantes, en dos enfrentamientos sucesivos,
enfrentarse con la Policía Nacional cayeron abatidos entre el 16 y el 17 de
octubre.
Laura Roldán, directora de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz da
fe que el reclamo sobre los desaparecidos de Barlovento está en curso. El Ministerio
Público comenzó a actuar en el caso. Días más tarde se establece que ninguno de
los muchachos tenía antecedentes penales, relaciones con las bandas delictivas
dela región, ni mucho menos con los paramilitares colombianos. También confirma
que fueron detenidos por efectivos militares, ilegal y arbitrariamente, pues no
se dieron ni el supuesto de flagrancia ni la orden judicial correspondiente.
El 21 de octubre liberaran a 8
de los 20 detenidos, tras haber sido –según los allegados–: Salvajemente torturados y obligados a firmar
documentos en contra de su voluntad sin haberlos leído.
El 7 de noviembre el Secretariado
Internacional de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) insta Nicolás
Maduro, Luisa Ortega Díaz y Tarek William Saab a dar con el paradero de los
jóvenes y garantizar su seguridad e integridad físicas. La Red de Apoyo que
logra este pronunciamiento ha denunciado previamente detenciones arbitrarias,
allanamientos, desalojos forzosos, robos de pertenencias, desapariciones y
ejecuciones a través del uso desmedido de la fuerza, conformando
éstos delitos de lesa humanidad.
El 25 de noviembre funcionarios
del CICP y el SEBIN hallan los cuerpos de los restantes desaparecidos enterrados
en fosas comunes. En La Maturetera consiguen 2 cadáveres, en la vía del Parque
Nacional Guatopo, encuentran a 10. Las pruebas forenses determinan que las víctimas fueron asesinadas poco tiempo
después de haber sido detenidas.
El 26 de noviembre Reverol informa
la detención de los presuntos implicados: el comandante José Ángel Rojas; el
mayor Luis Eduardo Romero; los sargentos Orlando Maceli Barrios, Rafael Ruiz,
Luis Ramón Figuera, Francisco Rivas Salazar, Romí Antón y Miguel Francisco
Rodríguez; y los cabos Arquímedes José Aguey, Luis Eduardo Machado y Fabián de
Jesús Rangel. En horas de la tarde, el
Ministro de la Defensa rechaza lo ocurrido y aclara que fueron 11 y no 8 los funcionarios implicados. Revela, de paso,
que se trató de miembros del Ejército que ejecutaban
operaciones de reconocimiento y patrullaje.
Estos hechos contravienen el
ordenamiento jurídico y no representan en modo alguno el profesionalismo y la
vocación humanista que caracteriza a los soldados de la patria–: afirma el
general Vladimir Padrino López.
La Masacre de
Cariaco
El pueblo carga los féretros de los pescadores asesinados por la GN
Mientras los verdugos del Ejército actuaban en Barlovento, 9
pescadores fueron asesinados por la GN en El Porvenir, municipio Ribero, Estado
Sucre.
Los muertos fueron identificados por las autoridades como Luis
Rodríguez, Miguel Ángel Acosta García, Javier Rodríguez, Jesús Ramón Rodríguez,
Eduardo Jiménez, Carlos Cabello, Jesús Rodríguez, Yairinson Rodríguez García y
Elvinson Arias Cabello.
Además, fueron heridos de balas e ingresados al Hospital Santos Aníbal
Dominici de Carúpano otros 3 ciudadanos, identificados como Ramiro José
Rodríguez Brito, José Rafael Rodríguez Brito y
Samir Urbina.
Testigos presenciales reportaron que a las 10 de la noche del 11 de
los corrienres, los jóvenes estaban sentados, bebiendo y compartiendo, mientras
esperaban el pago de la faena del día –pues laboraban para una empresa pesquera
del sector–, cuando 6 encapuchados llegaron al lugar y los asesinaron sin
mediar palabras.
Paralelamente se produjo otra agresión infundada contra dos jóvenes
en su casa, a quienes sacaron a empellones y les preguntaron dónde estaba una
persona. Como no lo sabían, les liquidaron en medio de la calle.
Los testigos reportaron que una patrulla policial escoltaba a los
encapuchados.
Los vecinos de El Porvenir protestaron la mañana del sábado en la
Troncal 9, cerrando la vía y exigiendo se hiciera justicia ante los asesinatos
perpetrados.
Antes de las 9 de la mañana del sábado, funcionarios del CICPC y el SEBIN
se desplazaron al pueblo para iniciar las investigaciones.
Los GN fueron detenidos e imputados por la Fiscalía por homicidio intencional
calificado con alevosía contra por Carlos y Luis Cabello, así como agavillamiento,
uso indebido de arma orgánica y robo agravado. Se trata del teniente Aldo
Rafael Del Naza y los sargentos César Rafael Fuentes, Anthony José Ramos,
Moisés Fernando Zamora y Robert Antonio Bastidor.
Una vez evaluados los elementos de convicción expuestos por el fiscal
del caso, el Tribunal 2º de Control del Primer Circuito Judicial de Sucre dictó
la medida privativa de libertad para los 5 funcionarios, quienes serán
recluidos en la sede del Instituto Autónomo de la Policía en Cumaná.
Lo grave de los casos analizados es que se trata de asesinatos y
pillaje reiterados cometidos, por ahora,
contra ciudadanos de los sectores más desprotegidos de la sociedad venezolana, campesinos
y pescadores, pero que pudiera entenderse como ejercicios de calentamiento para reprimir al resto de la población,
si fuere el caso. Que los autores materiales son uniformados, y que ningún
soldado procede así si no está amparado por órdenes de la superioridad. Dos
sucesos de esta envergadura, desarrollados en paralelo y casi simultáneamente,
no pueden ser coincidencias, sino sincretismos. Ha llegado la hora de tomar
conciencia sobre la actitud de los militares en Venezuela ya que, cuando veas arder la barba de tu vecino, pon
la tuya en remojo.
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