lunes, 19 de noviembre de 2012

La semántica en la Corte de los milagros


Los gay tienen más público del que Ud. cree
Ayer reenvié una frase que me causó mucha gracia, la cual había recibido desde Bogotá: Estoy 100% a favor del matrimonio gay, pero sólo entre políticos. Todo lo que ayude a que no se reproduzcan... ¡es bueno para el resto de la Humanidad!
Con ella logré más realimentación pa que la que habitualmente consigo tras un artículo en el cual invierto 3 ó 4 horas de trabajo.
Y este hecho me entristece, pues si a mi lista limitada de contactos y los que acceden a mi blog no les conmueven los temas que aquí desarrollo, debe ser porque o bien estoy perdiendo el instinto del oficio de escribir, o bien al cada vez más escaso número de lectores que, como animales salvajes en peligro de extinción, siguen practicando su adicción les atraerían otros contenidos y lenguajes.
Por ejemplo, los pornos
Según el remitente del pensamiento sobre el matrimonio gay, en la actualidad el 45 ó 50% del uso de Internet está dedicado a la visualización de dicho material.
Creo haberlo dicho en mi blog anterior, pero lo repito aquí porque me parece asombroso.
Fíjese, poca atención le he dedicado a dicha temática, sobre todo por falta de tiempo y terror a la contaminación informática –como usted debe saber, las páginas contra la moral, la religión y las buenas costumbres están pletóricas de virus, gusanos, protozoarios y cuanto bicho malo se genera en los laboratorios mundiales del hackeo, no sé si de manera espontánea, con el patrocinio de la Mafia o apoyado por los fabricantes de software y hardware..
Lo que si he visto son algunas películas XXX, y encuentro –en todas ellas- fallas fundamentales de producción.
Verbigracia, los diálogos
¡Ah! y ¡Yeah!-: son las palabras de mayor uso en dichos corto y largometrajes. Yo, en verdad, no recuerdo haber empleado ninguna de ellas cuando me han tocado los momentos respectivos. Lo cual no es raro, pues pudiera tratarse de anglicismos, como el de los perros de las historietas que, en inglés, ladran arf, arf, y, en español, jau, jau.
Se trata de un asunto bien extraño, pues escribir un buen guión erótico no es cosa del otro mundo.
Best-seller  y blockbuster pornos
El afamado poeta francés Alfredo de Musset se vio obligado a explotar el género porno cuando ecasi se comió un cable de alta tensión. Dos noches de placer o La condesa Gamiani no sólo fue el mejor best-seller de su categoría, sino el que más turbó la imaginación de millones de adolescentes en el mundo entero.
También la obra fue pionera en ser pirateada, pues ediciones completas en castellano se pusieron a la venta sin pagar los derechos de autoría.
Vladimir Nobokov, un serísimo exiliado ruso –según su propia opinión, aunque yo me reservo la mía-, profesor universitario en los institutos de educación superior más importantes de EEUU, diz que para ganar una apuesta, escribió Lolita, novela donde se narra la relación pedófila entre una teenager y su padrastro.
El relato se llevó al cine, en dos oportunidades, y su exhibición fue prohibida en los teatros de la Unión Americana. Finalmente, los gringos suscritos al paquete HBO-MAX pudieron ver el original y su re-do. Es una moraleja que, francamente, nunca entendí.
El primer filme porno de larga duración difundido en los cines estadounidenses fue Garganta Profunda (Deep Throat), protagonizada por Linda Lovelace estrenada en 1972, escrita y dirigida por Gerard Damiano.
Una sinopsis de su trama, palabra más, palabra menos, sería:
Linda no consigue alcanzar el orgasmo, por lo cual acude a un sexólogo. El especialista diagnostica que, por una extraña mutación, su clítoris está ubicado en la garganta. A partir de entonces, logra plena satisfacción practicando el coito oral.
La influencia y el éxito de Deep Throat,  en cartelera por más de una década, se debió a haber coincidido en su lanzamiento con la llamada Revolución sexual en EEUU y el Primer Mundo, época en la cual muchas chicas decentes decidieron ser promiscuas, y muchos cónyuges empezaron a exigir desempeños sexuales más creativos y satisfactorios a sus parejas.
Jartarse de cucarachas
Otro problema que observo con preocupación es la destrucción –por involución- del idioma escrito.
Notable ejemplo de esa vulgarización presente en las primeras paginas de Últimas Noticias, cuyo director cree que vende más ejemplares mientras más chabacanos sean sus titulares.
Bueno, todo sabemos quién es y dónde milita el camarada alias Lavrenti Beria, y sus textos no son más que una extrapolación de los coprófagos discursos del Guasón.
Pero peor es lo de El Propio, un pasquín que se vende a Bs. 2, y que publica headings como: Se murió por jartarse de cucarachas.
Terrible también es saber que El Propio pertenece al portafolio mediático de la C. A.  Editora El Nacional, la misma que patrocina y promueve diplomados y posgrados de periodismo a granel.
Y que en una reciente encuesta de aspirantes a ingresar a un instituto universitario, 70% de los entrevistados señaló a El Propio como el periódico donde habían visto el anuncio correspondiente,
Me espanta, asimismo, porque a esos chamos que les gustar leer cómo se muere algún cristiano, jartándose con tan exótico menú, pueden ser mis alumnos mañana. ¿Y cómo voy a educarlos en la necesidad de expresarse correctamente, si el entorno que les rodea constituye una permanente y negativa lección?
Cualquiera de los dos Migueles, Capriles u Otero Silva, se levantarían de sus tumbas, indignados, y pulverizarían a los responsables de tales desaguisados idiomáticos.
Pero a los Migueles de ahora no les importa, o lo que más cuenta para ellos es lo que perciben en metálico.
Por mi parte, le pido consejo a usted, amigo seguidor, a ver si me dejo de escribir pendejadas que, al parecer, poco interesan, o me dedico a la pornografía y a hacer mis textos según la semántica de la Corte de los milagros, que es la Venezuela de hoy.  

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