viernes, 29 de marzo de 2013

Venezuela,¡siempre!; Cubazuela, ¡nunca!


El asesinato bestial de dos primos
Fueron hallados los cadáveres de dos primos, en el en el Km 11 de la carretera hacia El Junquito. Los occisos eran barberos, los secuestraron delante de testigos y los asesinaron en la madrugada del domingo. Seis malandros, provistos de escopetas y chalecos antibalas, arrastraron a José Manuel Zúñiga Acosta (18 años) y a Johan José Solar Acosta (23 años), tras presentarse frente a la peluquería propiedad de Solar, en el barrio José Antonio Páez, mientras los se tomaban cervezas con los amigos.
Los familiares juntaron, con gran esfuerzo, 15 mil bolívares que entregaron a los secuestradores en el sector Tierra Roja, bajo la promesa de su inmediata liberación. El mediador volvió al lugar en la tarde del sábado para inquirir sobre ellos, pues aún no se habían reportado. A cambio, le dieron un cachazo en la cabeza y le dijeron: ¡Piérdete de aquí! A las 9 AM del domingo encontraron a José Manuel, con varios tiros en la espalda. A Johan, cerca del mediodía, en el fondo de un barranco al lado de una quebrada, al cual se precipitó, presumiblemente, huyendo de sus captores.
Estos crímenes, bestiales desde todo punto de vista, merecería una respuesta contundente de parte del gobierno, sino fuera porque, en 100 días de ejercicio del poder ejecutivo, el Inmaduro ha superado el récord de 4 mil bajas causadas por la violencia delictiva durante el último año del régimen de libertades que antecedió, hace 14 años, a la dictadura castro-comunista.
Seguid el ejemplo que Dilma Rousseff dio
Venezuela ha llegado al límite de lo soportable al respecto, pues incluso las calles de Bagdad e Islamabad resultan más seguras que las de Caracas, ya que las repúblicas islámicas de Iraq y Pakistán cuentan con índices de víctimas por homicidio muy inferiores, pese a su efervescencia política y la presencia de Al Qaeda, un cáncer terrorista con el cual simpatizaba tanto el difunto ex presidente sobre el cual una vez declaró, pública y enfáticamente, que no lo consideraba responsable de los ataques del 11-S.
Unas de las anclas de Globovisión aseguró hoy que la cadena perpetua habría que establecerla para aplicársela a los autores de atrocidades como las que a diario se cometen en esta sufrida nación. Estaría de acuerdo con él si la semana pasada no se hubieran fugado 19 delincuentes después de un operativo paramilitar, o si  ayer no se hubiese reinaugurado la discoteca de la penitenciaría El Rodeo I.  Pienso que la perpetua debemos reservársela a los traidores a la Patria que nos desgobiernan por ahora, pero eso sí, en establecimientos como El Dorado, Guasina y la Isla del Burro. A los pranes y sus pupilos no les queda otra que el paredón, porque el problema de su jodienda no tiene enmienda,
Así lo entendió la camarada Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, quien le ordenó a la policía y el ejército brasileros emplear sus grupos swat y fuerzas especiales para limpiar de malvivientes los barrios marginales de Río y Sao Paulo, ya que las acciones de estos gánsteres  amenazaban con poner en vilo las ganancias esperadas por turismo deportivo en los próximos eventos globales: el Campeonato de Fútbol y las Olimpíadas, desgracia que Brasil no se podía permitir.
Así es que, siguiendo instrucciones de la FIFA y el Comité Olímpico Internacional, la primera mandataria –y, según el difunto, ideológicamente afín al socialismo del siglo XXI- se limpió el vestido con el marxismo leninismo, en especial ese capítulo donde Carlitos afirma que el criminal es un rebelde contra una sociedad injusta, y mejoró la seguridad de su pueblo, a balazo limpio y con una que otra granada de por medio.
Todos poseemos instinto criminal
Pese a los criminólogos y a la tesis de la sociedad supuestamente enferma por el modo capitalista de producción, lla violencia homicida es característica de la naturaleza humana, y se manifestó desde en su aparición sobre el planeta, hace 2 mil o 5 mil millones de años. Así puede inferirse del asesinato de Abel por Caín.
La civilización sólo ha sido posible mediante la represión o canalización del instinto asesino, presente en todos y cada uno de nosotros. Se reprime propalando el miedo a la muerte, a la tortura o al encarcelamiento en presidios con reglas rigurosas. Se canaliza a través de las guerras, la caza y los deportes extremos.
Tanto en la Europa Medioeval como en el antiguo Oeste Estadounidense, los ahorcamientos públicos infundían miedo a los desadaptados potenciales.
Con el tiempo, se limitó la afluencia de testigos a estos espectáculos moralizantes, pero aún en una fecha tan cercana como el 3 de abril de 1936, Bruno Hauptmann, condenado por el secuestro y homicidio del bebé de Charles Lindbergh, pereció tras 16 minutos de insufrible martirio en la silla eléctrica de la prisión estatal Old Smokey, frente a 50 invitados para el acto.
Dos días más tarde, una multitud de 2 mil personas se agolpó a las afueras de la iglesia luterana para rendirle pompas fúnebres a las cenizas del ajusticiado.
Pese a  que los resultados de este juicio no convencieron de su transparencia a muchos, con inclusión de J. Edgard Hoover, quien cuestionó las pesquisas, compilación de pruebas, presentación de evidencias e inculpación llevadas a cabo por la policía de Nueva Jersey, tanto el jurado como los jueces participantes decidieron bajo la máxima presión de la opinión pública, manipulada mediáticamente.
Hoover obligó entonces al Congreso a promulgar la Ley Lindbergh, que tipifica al secuestro como delito federal, y asigna las responsabilidades de investigación, captura de sospechosos y elaboración del sumario a los agentes del FBI.
Al crimen no lo cura el comunismo, la educación ni la psicología
Ese instinto criminal, que subyace en el homo sapiens, condicionada según el conductismo e inconsciente conforme al psicoanálisis, no puede ser curada ni siquiera por la psicoterapia experiencial, o centrada en el individuo.
Tampoco puede ser desterrada por la educación, pues el hombre lombrosiano se resiente ante cualquier manifestación de autoridad, hecho que se demuestra con el permanente vandalismo contra las escuelas y liceos públicos, ejecutado impunemente por los mismos y grotescos personajes que figuran de victimarios en los secuestros exprés y otros delitos que engalanan de rojo las páginas de sucesos de la prensa venezolana.
También confirmaría lo que planteaba José Ortega y Gasset, que los humanos éramos una especie de chiste de mal gusto el cual, con inexplicable ironía, había diseñado Dios, pues nos había dejado a medio camino entre las bestias y los ángeles.
Y, asímismo, lo que apuntan los caminos espirituales sobre la reencarnación, pues si somos una materia prima y no pudiéramos en vida transformarnos en un producto elaborado, hechos no a imagen y semejanza de Él, sino incorporados a su propia substancia; no nos quedaría más que volver a comenzar, no desde el inicio, sino desde el lugar donde nuestros karmas y darmas nos hubieran llevado.
El instinto amoroso es lo contrario al asesino
Pero también, si fue Dios, según la parábola bíblica de Adán y Eva, o alguno de
Los Antiguos, como lo expresara Harold Philip Lovecraft –cuya hipótesis sostenía que nuestra razón de existir estaba en la necesidad de usarnos como bestias de carga y satisfacer la concupiscencia crónica de los extraterrestres-, también nos dio el instinto amoroso, lo contrario al asesino.
Amor no en el sentido banalizado como lo entiende la sociedad desvalorizada de hoy, donde todo lo que vale es el tener y no el ser, una creencia desvalorizada que comparten los pranes y sus bandas, los chavistas y los civiles y militares boliburgueses.
El amor no es un lechazo, sino una forma de acercarse, conocer y servir al prójimo; acercándose, conociéndose y sirviéndose uno mismo.
Y cuando digo amor, me refiero a todo lo que dicho concepto implica.
Comencemos con ese sentimiento universal que es la pasión, descrita como lo fuera por Próspero Merimée en Carmen, así como en sus múltiples versiones. Confieso haber vivido una pasión semejante, me gustó muchísimo y tuve con ella casi una experiencia mística, desde el cortejo hasta el último orgasmo. Cometí por ella muchísimos yerros, pero los volvería a cometer aún a sabiendas, con la excepción del final, el cual consistió en alejarme de la mujer que me apasionaba.
Porque ahora entiendo que, si me hubiese quedado en vez de escapar, habría profundizado en otra etapa del amor: el acostumbrarse el uno al otro, el emprender un proyecto de vida en común, el convertirse en las dos mitades de una misma naranja.
Y la estupidez de quienes reprimen ese hermoso instinto con medidas como el celibato, pensando que el no yacer con la persona deseada es del agrado de Dios, cuando la sexualidad no puede interpretarse sino como un regalo que Él nos hizo para ayudarnos a morar en este valle de lágrimas. Si Él hubiese querido sólo lograr reproducción, no nos hubiese dotado del pene más grande que existe, porcentualmente hablando, entre los mamíferos.
Ayer escuché a una dama que hablaba de un estilo diferente de amor. Se trata de un ama de casa, soltera que decidió adoptar un bebé porque es estéril. No una persona adinerada, pero si colmada de valor, ética y afectividad.
Su historia resulta ejemplarizante, pues actúo de manera incondicional –no puso obstáculos por el sexo, la raza o la edad de la o el adoptable-. Recibió una niña que se le parece mucho. Y tuvo que juntar dinero con gran sacrificio para pagarle al abogado que defendió su tesoro contra una jueza que se la quería quitar por no estar casada.
Esta conmovedora slice of life me hizo recordar que pese a los trucos de esta desmañada banda de conjurados que ejercen el poder y despilfarran los cobres de todos los venezolanos, hay gente como ella, que surgirá cuando desaparezca, antes de lo que se piensa, la plaga que quiere convertir al país en Cubazuela.

Venezuela y la Caperucita Roja


Miénteme una eternidad, que me hace tu maldad feliz…
La actual campaña comicial se caracteriza como una gran farsa, tejida sobre una colcha de retazos, en este caso de discursos, los cuales casi todos son falsos en su naturaleza y esencia, pues han sido concebidos con el único y deliberado propósito de engañar a los destinatarios.
También los políticos que se disputan el control de un sistema, ya en avanzado estado de descomposición, profundizan en la mentira a través del fingimiento, otra forma de propagarla, pero un buen observador puede detectarlos ya que el cuerpo, al intentar la simulación,  no guarda el secreto, generando los siguientes efectos:
1.     Se aminoran los gestos usuales
2.     Se realizan movimientos crispados
3.     Se mojan los labios, se rasca la cabeza, se frotan los ojos
4.     Se pierde el tempo de las expresiones
5.     Los ojos se desvían a la izquierda y miran hacia abajo.
De manera que no es necesario un polígrafo para saber cuándo el candidato comunista miente, pues basta con mirarlo en la televisión.
Ni tampoco cuando el opositor tolerado lo hace, aseverando, por ejemplo, que al único a quien despediría de Pdvsa es Rafael Ramírez, a quien además califica como: El hombre más rico de Venezuela.
Yo pregunto, ¿fue que acaso Ramírez se lo cogió todo, él solito? ¿No hubo cómplices en pudreval, el hurto de los fondos para el mantenimiento de las refinerías y las plantas termoeléctricas o la reventa de combustibles por tierra y mar?
A menos que mantener a los compinches encamburados sea parte de la famosa estrategia de la inclusión,  proclamada por tirios y troyanos con igual vehemencia y entusiasmo. Una  estrategia que proviene de otro sofisma, cuya premisa mayor es: ADC –antes de Chávez- a nadie en este país le importaban los pobres. La premisa menor: Si quiero ganar, tengo que prometer incluirlos. El resultado: Regalarles los pescados, sin enseñarles a pescar.
Y también tengo otra interrogante para la MUD, cuyos técnicos acaban de revisar el sistema de votación, en menos de una semana,  y lo encontraron correcto: ¿Dónde están las cifras finales de las últimas 4 elecciones? ¿Dónde residen entre 4 y 5 millones de votantes sin domicilio conocido?
La mentira indocumentada y legalizada
Sostener que a fue Chávez quien se preocupó primero por los pobres es otra mentira podrida, pues durante los 40 años de la democracia imperfecta se les regaló, a granel, educación, salud, medicinas, comidas, materiales de construcción y becas escolares a las madres de menores recursos. Y no sólo a los de aquí, sino a los inmigrantes ilegales que en sus respectivos países carecían de estos privilegios y eran dejados a la buena de Dios.
Recuerdo que en la Intercomunal Barcelona-Puerto La Cruz el día del reparto de dichas ayudas, era imposible atravesar el trayecto entre Lecherías y el Polideportivo, pues miles de personas copaban las sucursales bancarias ubicadas en el sector. También a una línea de busetas que partía del centro de Cúcuta y llegaba, directamente, a la gratuita maternidad de San Cristóbal, donde las se atendía a las parturientas norsantanderianas, que, de otra manera, habrían dado a luz sus criaturas sin asepsia y  en manos de comadronas. Por último, que Pancho, el actual gobernador del Zulia, cuando trabajaba con Caldera 2, era el encargado de repartir el vaso de leche escolar a escala nacional, alimento producido localmente y envasado en empaques individuales  UHT.
¿Qué hubo corrupción? Sin duda alguna. ¿Y cuándo es que no la habido, en Venezuela o en alguno de los países de Iberoamérica? ¿Qué se repartió menos? Porque había menos que repartir, pues el barril petrolero solo alcanzaba un precio de 9 dólares en el mercado internacional.
Actores colaboracionistas y escritores palangreros
La mentira mediática ha sido el otro cáncer mortal que nos carcome, pues los supuestos líderes de opinión se han obligado a mentir.
A decir que están apenados por el deceso de usted sabe quién, cuando, en realidad, deberían compartir los sentimientos de los familiares de los comisarios Forero y Simonovis, así como de la jueza Afiuni cuando se enteraron de la nueva. Pero carecen del valor para expresarlo, porque lo que está de moda no incomoda, y moda es sumarse al proceso de betaificación del difunto.
Algunos opináticos de oficio desaparecidos han resucitado y procedido como Vallenilla y su tribu de actores, y se han volcado a defender los intereses del fascismo venezolano. A los artistas que se vendieron al nazismo, la resistencia francesa los denominó colaboracionistas, pero cuando este vileza se ejerce con los contenidos informativos se la llama en Venezuela palangre.
Los actores colaboracionistas tienden a llenar espacios que el Estado castrocomunista cerró, como los teatros y los espacios audiovisuales. Los periodistas palangreros, a reemplazar a los escritores ñángaras que desertaron cuando comprendieron que ésta no era su revolución.
La primera tarea que se les ha impuesto a los últimos es revestir de academicismo y un pasado gloriosamente socialero al Inmaduro. Hay uno de ellos que ha llegado a atribuirle militancia en las guerrillas de la década de los sesenta del siglo pasado, sin considerar que el caballero de marras en esa época no pasaba de los 7 u 8 años. Otro, sobre su labor supuestamente magnífica como líder sindical, cuando hasta el occiso le reconocía como un perdedor en esas faenadas y, finalmente, lo alejó de ellas. Finalmente, un tercero que analiza su currículo y prácticamente lo eleva a posgraduado en marxismo leninismo, cuando es ampliamente conocido que si acaso terminó la secundaria.
A los actores colaboracionistas se les ha asignado otro rol. Aparecer en los mítines y demás actos públicos decorando, con su presencia, voces, cantos y gestos, la sarta de cobas de los discursos del elegido por Raúl, que es que manda por ahora en este patio.
Frente a tantas mentiras y mentirosos, el estrés colectivo se potencia y el cáncer y los ACV se vuelven endémicos en Venezuela. Por no decir que la locura lo invade todo.  Para no perder la cabeza y morirse antes de tiempo, lo mejor es abstraerse del entorno cocinando, cantando y escribiendo. Qué es lo que hago. Sin olvidarse de que, en este caso, no puede darse un final feliz. A lo sumo, el período iniciado hace más de 14 años con la falacia de los pobres desatendidos, terminará, en el mejor de los casos, como una tragicomedia como la de la Caperucita Roja  –donde el lobo finalmente es cazado, pero antes se come a la abuelita-.

sábado, 23 de marzo de 2013

Escasez de criterio


Los genéricos cubiches
Rafael Orihuela, ex ministro de Sanidad, declaró recientemente que la nueva medida tomada por el régimen castro chavista para imponer récipes aún a los medicamentos de libre expendio, la cual se haría efectiva a partir del 18 del mes próximo, se debe a otro turbio negociado de los cubiches: el aprovechamiento de un fondo de más de 300 millones de dólares, aprobado por Pdvsa, para surtir las farmacias  venezolana con genéricos de dudosa calidad y otras drogas no fabricadas en la isla, pero sí trianguladas a través de los tramposos mecanismos allí imperantes.
De ser esto cierto, sería una patada definitiva a la industria farmacéutica nacional, asfixiada por la carencia crónica de divisas para importar algunas sustancias que no se producen localmente. Además, para los pacientes, la necesidad de ir a médicos particulares a solicitar las recetas correspondientes, dado el colapso del sistema de hospitales públicos y el cierre –no explicado- de muchos dispensarios de la misión Barrio Adentro.
Esta situación se aúna a la falla sistemática de alimentos de la canasta básica, de las dos devaluaciones del bolívar fuerte –que ha hecho saltar el costo de dicha canasta de dos mil a diez mil bolívares mensuales-, una de las tasas de inflación más elevadas del planeta, la baja drástica en la oferta de empleos estables y otros indicativos que llevan al país directo a la pobreza generalizada que vive Cuba desde que los hermanitos Castro establecieron la dictadura comunista, hace ya más de medio siglo.
La misión vampiro
Por lo anterior fuera poco, los cambistas de la frontera utilizan la referencia de 27 x 1 –usted sabe a qué me refiero-, cifra que, curiosamente, constituye el producto de dividir a la población venezolana entre las reservas internacionales; los homicidios violentos superan con creces las ya grotescas cifras del primer trimestre de 2012, durante los 100 días de gobierno usurpado; los indigentes y locos duermen en las aceras sin que la Misión Negra Hipólita o la policía los recoja; y un clima de anarquía colectiva predomina en el ambiente.
No me cabe duda es que ese Mar de la felicidad, es el que quieren, al borde del orgasmo, el Sobrevenido, Jaua y Giordani. ¿Por qué y para qué? Porque son tarúpidos, esto es, tarados y estúpidos. Para poder sobresalir a punta de cobres de la mediocridad que imperaría si se consolidaran sus deseos, los cuales no son otros que las precisas instrucciones dadas por el Foro de Sao Paulo para exprimir a Venezuela, a través del presidente de la Misión vampiro, Raúl Castro.
Mientras esto pasa, una cuerda de malandros de cuello blanco esperan ansiosos hacia donde va la nave, para ponerse a la orden de su nuevo comandante. Pertenecen a la llamada boliburguesía, una nueva clase que a mí me provoca nauseas, pues viven de la minusvalía mental de un pueblo que perdió su identidad importando, albergando y regalándole todo a la chusma de otras naciones, y del esfuerzo titánico de una clase media que se niega a emigrar o desaparecer definitivamente del mapa.
Al reflexionar sobre el tema me acuerdo del otro boom petrolero, el de Carlos Andrés Pérez I, donde también hubo una boliburguesía, la de los banqueros que cambiaron su rol de mediadores del crédito para las mayorías, convirtiéndose en tenedores de bonos del Estado.
El peculado organizado
En esa infausta Gran Venezuela se acabaron las hipotecas al 8 y 12% anual para viviendas, y comenzaron a inmigrar los indocumentados, iletrados y resentidos, cedulados por el desgobierno chavista, que hicieron colapsar la salud, la educación y todos los servicios públicos estructurados para los venezolanos.
Cedulados que, sin conocer la historia de Venezuela ni estar comprometidos con su sociedad, forman colonias marginales en las principales poblaciones del país, entonan sus himnos patrios y enarbolan sus propias banderas. Además, votan rojo, rojito; y se prestan para cualesquiera de las vagabunderías del CEN, el PSUV y otras bandas del peculado organizado.
Pero los  banqueros se hicieron mucho más ricos, como muchísimo más ricos también se han hecho al presente. Por lo cual –y ante la actitud de los gobiernos y los comunicadores extranjeros, que no tocan la situación venezolana ni con el pétalo de una rosa-, yo me pregunto si no será la Teoría de la conspiración, la del Poder detrás del poder, la que impera en el caso del Síndrome Venezuela –la nación que se desmorona en medio de la más increíble bonanza-.
De ser así, todo sería mucho más fácil de entender. Porque comprenderíamos cómo se ha administrado la abundancia, no con criterio de escasez, sino con escasez de criterio. No ahora, sino desde hace tiempo.

viernes, 22 de marzo de 2013

Las condiciones están dadas


La santificación de la muerte
El venezolano, como muchos otros ciudadanos del mundo, percibe a la muerte como una expiación y, en consecuencia, perdona todo lo malo que el difunto hizo en vida, y hasta comienza a santificarlo por las cosas buenas que llevó a cabo.
Este culto a la muerte proviene, probablemente, del Antiguo Egipto; y fue reforzado en Roma y América Precolombina.
Para los egipcios, la naturaleza humana estaba formada por cuerpo, alma y Ka, o doble. Este último era concebido como una suerte de ángel de la guarda o alma inmortal que acompañaba a quien nacía con ella, mas le sobrevivía.
Los romanos creían que, si los muertos no eran debidamente enterrados y cuidados, sus espíritus aparecerían y causarían graves daños. Por lo cual,  resultaba de la mayor trascendencia sepultar al difunto en un sitio donde su espíritu pudiera  morar.
Asimismo, creían que los muertos querían permanecer cerca de los vivos. Por lo cual se les enterraba a la vera de las vías y calzadas de gran tráfico. Una de las tumbas provenientes de la época tiene la siguiente leyenda:
Veo y contemplo a todo el que va y viene de la ciudad, y otra que dice, Casio yace al borde del camino para que todos puedan decirle: Buenos días, Casio.
Para los Mexicali prehispánicos, la muerte carecía de connotaciones morales, en las cuales las conceptualizaciones del infierno y paraíso sirven para castigar o premiar. Por el contrario, creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido y no por su comportamiento en la vida.
A fin de celebrar el tránsito hacia la otra vida, establecieron el Día de los muertos en el noveno mes de su calendario solar, al inicio de agosto del actual, con una duración de 30 días. Las ceremonias eran dedicadas a la diosa Mictecacíhuatl, o Dama de la muerte.
Este homenaje sigue siendo tan importante en la nación azteca que, en el 2003, la UNESCO lo declaró como Patrimonio inmaterial de la humanidad.
La muerte no cambia las cosas
Si se analizan en profundidad las concepciones antes detalladas, se puede entender que todas las creencias, costumbres y honras que son dispensadas a los difuntos, paganas o no, provienen de alguna de estas fuentes, o son una mezcla de varias de ellas.
Yo no creo que la muerte dignifique a nadie, ni mucho menos que lo eleve en su condición ética. Me parece de un cinismo absoluto que, ante el deceso de un personaje como el que usted se imagine, sus enemigos empiecen con esa vaina de que no hay que alegrarse, no hay que celebrar, etcétera.
Si no pude acabar con él, prefiero el castizo dicho: Esperaré a ver pasar en frente mío el cadáver de mi enemigo. Y estoy seguro de que si les preguntara a los comisarios y la jueza presos, y ellos me respondiesen con sinceridad, llegaríamos a idénticas conclusiones, sin temores, porque lo que hace la mano de Dios no es cuestionable.
Nadie dijo ni pío cuando falleció Tascón
Voy a ponerlo de otra manera.
Cuando estiró la pata Luis Tascón, el infame compilador de la lista homónima, por cuya causa más de 3 millones y medio de venezolanos nos convertimos en ciudadanos de segunda o tercera clase por haber firmado a favor de una revocatoria del mandato presidencial, nadie salió a defenderlo, nadie lamentó su deceso y, más bien, se percibió un suspiro de alivio colectivo al conocerse la noticia.
Ahora bien, considero que en casos como éste: La culpa no es del ciego, sino de quien le dio el garrote. Tascón pudo haber sido un ser despreciable, pero, ¿quién fue que le armó y le motivó a actuar en contra de compatriotas cuyo único pecado era pensar diferente?
Por lo tanto, sostengo que, quienes adversan este régimen, tienen la obligación de oponerse tenazmente a la deificación del difunto.
En primer lugar, porque su existencia terrena estuvo muy alejada de lo que se consideran virtudes de la santidad.
En segundo lugar, porque este fandango de locos –como denomina Ibsen Martínez al uso de la imagen de quien te conté, traducido al criollo como merienda de negros, una versión la cual también añade el escritor de telenovelas-, no tiene otro objetivo que mantener en el poder al Sobrevenido y a su claque.
En tercer lugar, porque primero está la Patria, y después la democracia, la paz y cualquier otra consideración que sirva para mantener en el poder a cualquier apátrida de esta banda delictiva, pues es cada uno de ellos, según la ONU (28/11/1954), quien merece llamarse así, como cualquier persona a la que ningún Estado considere destinataria de la aplicación de su legislación; dada su violación consuetudinaria de la Carta Magna de Venezuela. En el mejor de los casos.
Seguro estoy de que la planificación habanera se le vendrá al piso al Inmaduro. Como se le vino la primera parte. Mas pronto de lo que se imaginan, él y los restantes componentes del sistema. Porque, como dicen los marxistas, las condiciones están dadas.

viernes, 15 de marzo de 2013

Las tribulaciones de Guillermo Zuloaga, el Criollo.

Criolla es la piña,
criolla la lechoza,
criolla la sonrisa
de una linda moza.
Criollos son los ríos
que bañan mi tierra.
Criolla es la campiña
y criolla es la sierra…

Criollo: L. de Luis García Planchart; M de Joseíto Mateo
 La tanatofilia como política de Estado
Casi dedico la presente entrega al encumbramiento de la tanatofilia como política de Estado y epílogo al deceso del Insepulto, mega show con inconfundible ribete habanero.
La respuesta del Interino ripostando a Henrique Capriles sobre la muy dudosa fecha anunciada del deceso, corresponde a un sentimiento íntimo, internalizado y encuestado de grandes sectores populares, entre los cuales figura un porcentaje significativo del pueblo chavista. Pues, así como nadie vio la carta de renuncia de Chávez el 11A, tampoco nadie ha visto su partida de defunción.
La información difundida sobre el máximo lapso para el embalsamamiento de un cadáver sea factible –a lo sumo, 72 horas-, y el video donde el Insepulto rechazaba la exhibición de restos mortales, aterrorizó a los usurpadores del poder, desvelando –una vez más- las mentiras del régimen y poniendo en jaque su cronograma fríamente calculado para aprovecharse del dolor colectivo con fines electoreros, escriba lo que escriba la muy respetable hija del próximo Zeus, y discúlpese como se disculpe el gobernador de Miranda; quien, si fuera cierto que se excusó, cometió otro error garrafal, porque el Inmaduro, aunque se muestra escaso de aquellas primeras necesidades que estimaba Simón Bolívar como carencias del pueblo venezolano, no tiene un pelo de tonto. Y, en el supuesto negado de que accediera a medirse con su oponente en televisión, escogería a un moderador como Mario Silva y a un lugar como VTV para hacerlo.
Caer en tipo de situaciones, a las cuales los ñángaras denominan contradicciones insalvables, fue lo que obligó al Inmaduro a meter reversa, y declarar que, probablemente, ya no sería posible cumplir con la la taxidermia, pues ha debido ser decidida a priori, pese a que ya arribaron al país notables científicos rusos para ver qué se puede hacer.
Abstinencia e ignorancia por decretos
Todo lo cual anticipa un gran final de amor por el muerto, lo macabro, lo oculto y el lado oscuro de la vida como resumen de estos funerales, una de cuyas reglas pareciera haber sido elaborada por Alcohólicos Anónimos, el Ejército de Salvación y los islamistas ortodoxos, pues nadie entiende lo de la ley seca por 12 días. Regla que luce como dedicada contra la clase media, los restaurantes, las licorerías y los supermercados; pues en los barrios la curda corre pareja desde el martes de la semana pasada, alimentada profusamente por redes alternas que las surten de fermentados y destilados alcohólicos. Regla que volverá a establecerse en fechas muy cercanas: la Semana Santa y los comicios presidenciales.
La otra norma abusiva decretada para unos funerales que duplican el período de cualquier feria patronal es la suspensión de clases, que puede explicarse por la inmensa peligrosidad potencial que representan para el futuro de la revolución los venezolanos instruidos. En lo que va del año escolar 2012-2013, de 200 días proyectados, ya se han perdido 131 –sin contar con los 7 días de las elecciones de alcaldes y legisladores municipales-.
Cualquiera de los tópicos antes recorridos a vuelo de pájaro merece ser analizado con la mayor profundidad. Pero hay un hecho que la hegemonía comunicacional de la dictadura, las interminables cadenas de radio y televisión y la saturación de los demás medios, incluso la consuetudinaria violación al derecho al descanso ciudadano por los altavoces móviles con locutores improvisados y baladas del Ali Primera; tapan el incendio del bosque, e impide que el venezolano se percate de una verdad trascendental, que ya se salió de Chávez, y que quitarse de encima al resto de su nomenclatura es, ahora, mucho más simple
No es lucha de clases sino fascismo del bueno
Por eso, prefiero dedicar el poco tiempo que me queda libre a mi amigo, Guillermo Zuloaga, cariñosamente conocido como Zulú, y quien también durante esta semana abortada por el desgobierno, compartiera las primeras planas de la prensa global con el notable difunto y Pancho, el argentino nuevo Papa, por razones que ajenas a su voluntad: la venta forzosa de Globovisión.
En la carta que Guillermo hizo llegar a sus trabajadores, señala que el origen del odio desatado contra él y su empresa es  una reclamación que le hiciera al jefe del Estado, exigiéndole respeto por la memoria de Alberto Ravel, papá de su socio.
Yo sé que tú lo crees así, Zulú, pero estoy seguro que se trata de algo mucho más profundo, de una reacción condicionada por el resentimiento social, motivada a la acción que tú, miembros conspicuo de esa clase por él odiada –y, según murió creyendo, finalmente vencida-, llamada indistintamente con infinita ignorancia e idiotez semántica oligarquía, burguesía, derecha, fascismo, osara criticar al líder planetario del socialismo del Siglo XXI. Sin saberlo y ejerciendo tu derecho democrático a la réplica, tú, Guillermo, le declaraste la guerra, y eso no te lo podía perdonar jamás.
Considero un deber docente aclarar por qué califico como ignorancia e idiotez semántica a la terminología puesta en boga por la charlatanería comunista.
Oligarquía, en las tres acepciones del DRAE, a quien mejor define es a la cúpula chavista y a sus beneficiarios: Forma de gobierno según la cual el poder es ejercido por un reducido grupo de personas; autoridad que ejerce en su provecho un pequeño número de personas; conjunto de poderosos comerciantes que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio.
Por derecha –conforme a Eduardo Montagut Contreras-  se entienden las posturas, ideas, y actitudes políticas referidas al sentido del deber, la defensa de la tradición y el mantenimiento de las jerarquías. Esta última idea puede traducirse como el reconocimiento de la meritocracia, en una concepción más moderna. De manera que nada tiene de malo ser de derecha, ideología de la cual soy prosélito hace ya bastante tiempo.
En cuanto a fascista, dicho vocablo identifica a los militantes del fascismo ideología y movimiento político europeo surgido entre 1918 y 1939, proveniente del idioma italiano fascio, haz, fasces-; y éste último, a su vez, del latín fasces, plural de fascis-. Se vende como una tercera vía, radicalmente opuesta a la democracia liberal y al movimiento obrero organizado.
El proyecto fascista, que inspiró el de las Tres Raíces del MBR200, propone un corporativismo estatal totalitario, una capitalismo mixto con preeminencia del Estado y el sometimiento de la racionalidad a la voluntad y acción colectivas, situación en la cual la violencia de las masas y los cuerpos de seguridad resulta de absoluta aplicación a quienes el régimen caracterice como sus enemigos en una abrumadora propaganda difundida a través de todos los medios disponibles.
El fascismo, derrotado en una guerra mundial que tuvo, sólo en el Viejo Continente, 50 millones de víctimas letales, una cantidad muy superior de heridos y minusválidos y pérdidas económicas incalculables, se instauró en Alemania e Italia por votación mayoritaria de sus ciudadanos. En España, tras una guerra civil y una revolución comunista de un millón de muertos.
Es importante escuchar de autorizada fuente qué es el fascismo. Me refiero al general Juan Domingo Perón, icono de Chávez, quien sigue ganando elecciones tras casi 40 años de su muerte y estas fueron sus declaraciones exactas, según su amigo y biógrafo Tomás Eloy Martínez (La novela de Perón, 1986):
Ya de vuelta en Berlín (en los días anteriores a la invasión de Polonia), leí algunos comentarios malintencionados que los corresponsales norteamericanos publicaban en su país. Describían al fascismo y al nacionalsocialismo como sistemas tiránicos, lo que tal vez fuera cierto, pero no se detienen a observar la magnitud del cambio social que estaban produciendo.
Hasta el ascenso de Mussolini al poder, la nación iba por un lado y el trabajador por el otro. El Duce sumó todas las fuerzas dispersas y las movió en una misma dirección [] Aquí se dan, de modo más acabado, todas las utopías de Owen y Fourier. Esta es la verdadera democracia popular: la igualdad, libertad y fraternidad del socialismo del Siglo XXI.
Agárreme ese trompo en la uña. Una de las razones por las cuales Fidel Castro declaró que el socialismo del Siglo XXI no era otra cosa que el comunismo. Mensaje muy claro, no para Chávez, que seguía jugando entre Bolívar y Marx, sino para militantes como el Inmaduro. Y causa eficaz de que La Habana lo haya nominado como sucesor del Insepulto.
El odio a la venezolanidad
Para quien aún no descansa en paz, merced a su presunto y ahora negado embalsamamiento, el sujeto del odio de su resentimiento social no era una persona en particular como Guillermo Zuloaga, sino el criollo, en términos generales. El descendiente de esos aguerridos leones que crearon al Nuevo Mundo, fundando una raza cósmica –y dejando a un lado las discriminaciones que resurgieron con chavismo-, trabajando como hormigas y dominando un hábitat agreste, desconocido y terriblemente complejo.
Personajes como tu abuelo, Zulú, quién, siguiendo el ejemplo del Génesis, hizo la luz en el Valle de Caracas al instalar la primera planta eléctrica del país; como tu papá, que aportó más de una brillante idea para el desarrollo de la industria del petróleo; como tú mismo, que tanto has dado a la publicidad, la televisión y el periodismo venezolanos.
Guillermo, tu criollismo, una virtud que se traduce en identidad nacional y que también poseen María Fernanda y Alberto Federico,  es la causa por la cual ustedes son detestados por todos y cada uno de los integrantes de la banda que desgobierna al país y sus colectivos paramilitares.
A diferencia del indígena, criollo –del portugués crioulo- es quien nace en América de padres africanos o europeos y sus descendientes. Criollismo designa a los hijos de españoles nacidos en América, que buscanban su propia identidad, partiendo de la exaltación del hábitat. Este proceso nació y se desarrolló durante el estallido del movimiento insurgente y el logro de la independencia.
Para entender al habitante opuesto al criollo, veamos cómo lo describe otra criolla de pura cepa, Milagros Socorro, La hora del sentimiento, publicada el domingo pasado: [] en ningún momento percibí algún atractivo en la figura de Chávez, jamás experimenté la sensación de estar escuchando a una persona articulada, sensible ni mucho menos formada. Por el contrario, en todo evento y sin variación tuve la desoladora certeza de que Venezuela había caído en manos de un individuo primitivo, tosco e insondablemente ignorante…
Amén de primitivo, tosco e insondablemente ignorante, lo que caracteriza al asaltante del poder en Venezuela es el momento, conforme lo describe, en La rebelión de las masas, José Ortega y Gasset: Lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar su derecho a la vulgaridad y la impone dondequiera. Como se dice en Norteamérica, ser diferente es ser indecente. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, debe ser eliminado.
En otras palabras, además de criollos y criollistas, Guillermo, María Fernanda, Alberto Federico, Guillermo, Fernán, Jorge, tanta gente que laboró contigo como yo somos diferentes, porque somos decentes. No quiere decir que no fueran personas decentes Gustavo Machado, Héctor Mujica y Juan Bautista Fuenmayor, comunistas convictos y confesos, sino que jamás velaron sus mentes poniendo la cara al sol con la camisa nueva que tú bordaste en rojo ayer.
Espero que el economista Juan Domingo Cordero, quien pasará a ser el dueño de Globovisión un día después de las elecciones, haga honor a su Alma Mater –se gradúo en la Universidad Católica Andrés Bello- y logre mantener una línea independiente frente al bloque controlado por Villegas (a) El Malo –según los entendidos, el bueno fue su hermano, que saltó la talanquera; pero después de lo de Escarrá, hay mucha tela que cortar-. Mas no me hago muchas ilusiones al respecto, pues de ganar y perdurar el Inmaduro, lo que sobrevendrá es una política de pan y circo. Y como no hay pan, gracias al imbécil de Jorge Giordani, tendremos circo para rato.
No quiero escribir The end sin declarar, públicamente, el orgullo que siento al decir que Guillermo Zuloaga fue mi jefe, y más tarde mi compañero de directiva en Fevap. Que siempre me tendió la mano, aún en las peores, y que a lo que nunca no me invitó fue a Globovisión, pues le hubiera arrancado la mano. Que espero lo mejor para el y los suyos. Y que, en una fecha no muy tardía, los ríos retornarán a sus cauces originales. Son mis mejores deseos durante tus tribulaciones, Guillermo Zuloaga,  el criollo.

viernes, 8 de marzo de 2013

Recordando al Caracazo


El hombre que no quería ser embalsamado
Mientras el Inmaduro pronunciaba su discurso de inicio de campaña, ante el cadáver del ahora y para siempre Insepulto, recibí una información de parte de mi amigo cumanés Rafael, formateada en un video de Noticias 24.
Ayer se anunció la decisión de embalsamar el cuerpo del mandatario para mostrarlo como pieza de museo, tal como hicieron los comunistas con Vladimir Lenin, Joseph Stalin y Ho Chi Min, y Juan Domingo Perón con su cónyuge Evita.
Tras la caída de la URSS, la momia de Lenin fue retirada de su lugar de honor, la Plaza Roja de Moscú, donde la gente hacia colas durante horas para verla de cerca por una mezcla de curiosidad, morbosidad y ociosidad. Se puso de moda la balada, Natalie, donde se evocaban los amores de una estudiante rusa con un extranjero, donde se mencionan la tumba de Lenin y el chocolate del café Phuskin. Al cadáver de Stalin le sacaron desde que Nikita Krushev se montó en el coroto.
El embalsamamiento de cuerpos humanos fue acerbamente cuestionado por el propio Chávez, en agosto de 2009, cuando prohibió que continuara en el Sambil una exposición con piezas reales embalsamadas, que para él no era ciencia sino la manifestación de una sociedad carente valores y respeto por la vida humana: Es el símbolo de la inmensa podredumbre en la que está la sociedad. Si realmente son cuerpos humanos los que llegaron al país, estamos en presencia de algo macabro. La gente paga para ir a ver un cadáver, por qué están insepultos? –: fueron sus palabras exactas.
La mentira como constante chavista
Pero del mensaje del candidato castro comunista puede inferirse algo peor, y es la mentira con que se ha cubierto todo el velatorio del comandante-presidente. Mentira pronunciada con singular descaro y cinismo, ante los presidentes y mandatarios de 20 países, numerosas delegaciones y los medios internacionales.
Aseguró el canciller Elías Jaua que el evento de hoy no estaba planificado, que ellos nunca apostaron a la muerte sino a la vida de Chávez.  Y hete aquí la primera gran coba, porque sí lo estaba, hasta el último detalle, y lo único que no requirió de previo ensayo fue la actuación musical, pues estaba en el repertorio de los ejecutantes.
 La segunda –la dijo Maduro- fue aún peor, que, tras la capilla ardiente –extendida ahora por 7 días adicionales-, se procedería al embalsamiento. Falso de toda falsedad, lo máximo que aguanta un difunto sin descomponerse –y eso cuando ha sido previamente tratado ad hoc- son 72 horas, y después hay un proceso que se tarda de 3 a 5 días para la fase definitiva o final. O sea que el tercio estaba muerto y probablemente embalsamado antes de la fecha suministrada por el gobierno.
La mentira como política de Estado
Durante la llamada V República, los funcionarios del régimen han probado hasta la saciedad su vocación de mentirosos o mitómanos.
Cuando alguien miente, sistemáticamente, demuestra que algo anda mal en su psiquis. Los mitómanos mienten para construir una mejor imagen de sí mismos frente a la sociedad, sus amigos o para conseguir lo que desean sin importar cuál sea el objetivo. La mitomanía aparece en diversas enfermedades, particularmente en los trastornos de la personalidad.
Los mitómanos mienten para construir una mejor imagen de sí mismos frente a la sociedad, sus amigos o para conseguir sus objetivos, sin que les importen los medios.
Esta patología ha sido constante en la dictadura comunista de Cuba, donde se ha mentido y se sigue mintiendo en todos los espacios disponibles, en lo pequeño y en lo grande: desde las expectativas para la zafra azucarera hasta las causas para la condena y ejecución del general Arnaldo Ochoa. Así que no es de extrañar que los mejores discípulos venezolanos de los Castro Bros sigan tales lineamientos.
Especulaciones sobre para qué mentir
Ahora, lo importante en este momento no es el por qué sino el para qué la mentira, Y he aquí donde no vale otra cosa que especular. Se me ocurren dos posibilidades:
Dentro de la torpeza que le caracteriza, Raúl Castro –quien desconoce realmente la idiosincrasia del venezolano- ha decidido meterle chola a fondo a la comunización de Venezuela. De ahí que no sólo haya convencido al Inmaduro –cuya moral y luces parecen muy escasas, y ha recomendado el show de las 12 de hoy, con todo y embalsamamiento, para afianzar ante los medios que el gobierno títere es guapo y está apoyado.
La otra, se me ocurre, es que este desgobierno se mantiene–como una corona dental que se me fracturó recientemente- pegado con saliva de loro, que pese a las afirmaciones y exhortos del Almirante en Jefe Diego Molero, Ministro de la Defensa, el incondicional apoyo de las FFAA al ungido Maduro no sería tan incondicional como la gente cree,  y que, en cualquier momento podría producirse algo que Rómulo Betancourt se preguntaba y se respondía: ¿Hasta cuándo son leales los militares? ¡Hasta el día que  lo son!
Es por esto que, quizás, la oposición tolerada decidió protestar contra la nueva medida anticonstitucional del TSJ de nombrar presidente hoy a Maduro, no concurriendo al acto írrito pautado para su juramentación.
En fin, que todo lo que ha pasado hoy me recuerda, curiosamente, la inauguración del segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, donde acudieron Raimundo y todo el mundo. Y, dos meses más tarde, se dio el Caracazo, o inicio de todos los males presentes.

jueves, 7 de marzo de 2013

El candidato de Cuba


Los últimos y desconocidos días
Pasarán años antes de que se conozcan al detalle los últimos días de Chávez: ¿Cuándo y dónde murió? ¿Cuál era su estado mental y su capacidad comunicativa desde la última operación a la cual le sometieran? ¿Qué lo mató realmente, una metástasis, una infección pulmonar o una mala praxis de quienes le atendieron desde las primeras de cambio? Todas estas incógnitas permanecen en la mayor oscuridad, pues su secretismo fue impuesto por la tiranía que encabeza Raúl Castro.
Lo que sí resulta evidente, es que la campaña electoral para mantener en la presidencia del gobierno títere de Venezuela al Inmaduro, obediente pupilo de Raúl, comenzó mucho antes de que se diera a conocer la noticia de la defunción del comandante-presidente. Aún llevándose por los cachos al otro aspirante, el Descabellado.
Es más, la expulsión momentos antes de oficializar el deceso de Chávez de los agregados militares de la Embajada Americana en Caracas, fue una típica maniobra castrista para demostrar que el Inmaduro tiene cojones y manda. Así lo entendió la Secretaría de Estado de EEUU, y por eso desestimó la provocación.
Gobierno y MUD ya tienen candidatos
Pero, además, todo lo que el Inmaduro ha hecho recientemente y hará en el futuro inmediato tiene como objetivo posicionarse en la candidatura oficialista, y, con la colaboración de la oposición tolerada, promover el estatus de usurpador y malhechor constitucional que ahora detenta al de presidente electo, merced a los poderes que posee, entre ellos el CNE, que maneja un padrón con casi 5 millones electores virtuales o extraterrestres, pues carecen de residencia conocida y no consumen el promedio diario de cloruro de sodio atribuido al resto de los venezolanos.
El inicio de dicha campaña fue establecido con las declaraciones, transmitidas por CNN en Español, de Luis Vicente León, quien aseguró que Maduro era el ungido para representar a la dictadura, y Henrique Capriles por la MUD, ya que éste último contaba con el 70% del voto anti Chávez. La tónica light del concursante opositor de no revolver la ñoña para que no hieda la dio Teodoro Petkoff en un reciente editorial de Tal Cual:
Escribir en este momento sobre Hugo Chávez no puede hacerse sino desde una perspectiva de respeto y de responsabilidad. Respeto al fallecido y su familia y también respeto a todos los venezolanos, porque se trata del Presidente de la República, pero, muy en particular, respeto a los sentimientos y expectativas de millones de venezolanos que vieron en él el líder que los expresaba. Responsabilidad ante todo con el país, más allá de diferencias políticas y de la áspera confrontación que siempre tuvo en el centro al propio Chávez.
Un mensaje para el verdadero opositor
A mi parecer, uno no puede respetar a quien nunca respetó a quien le contrariara en la construcción de ese mar de la felicidad hacia el cual enfocó su gestión durante más de 14 años, llevando el  país a poner rodillas en tierra por el desabastecimiento, la improductividad y la corrupción. Una carrera hacia el abismo final que sólo pudo ser detenida por la mano de Dios, ya que la del venezolano pareciera sólo servir para cobrar y pagar comisiones bajo la mesa.
Más acertado que lo escrito por el ex jefe de la campaña de Manuel Rosales, fue lo que publicó en la misma fecha Fernando Londoño, a quien el Foro de Sao Paulo obsequió un explosivo presente, para recordarle a todos quién tiene la sartén por el mango y el mango también en Latinoamérica:
Le llegó la hora [] no cabe duda de que el Comandante se la buscó. Pudo conseguir el consuelo de un final digno para su turbulenta carrera de mal militar y eficiente demagogo. Prefirió llevar al extremo su pasión narcisista por el mando, ceder ante sus odios y aspirar a la pompa mundana de una apoteosis que lo semejara a Bolívar. Pero se va a quedar con los dolores del prócer, sin un ápice de su grandeza.
Lo que hay en torno suyo, esa carrera por los restos de la piñata que va a romperse, es lo que tiene merecido su memoria. Los que conspiran en silencio para alzarse con trozos del poder tienen comprometida su conciencia y justos temores por el examen de su conducta. Porque saben que se robaron a Venezuela, que la condenaron a cien años de abandono y que ha llegado la hora de que respondan ante la Historia.
Yo creo que ese es el mensaje para el verdadero candidato opositor de Venezuela. Porque el de Cuba, el que aspira a heredar la chequera que camina por América Latina,  ya está marchando por las calles de Caracas.