Los últimos y desconocidos días
Pasarán años antes de que
se conozcan al detalle los últimos días de Chávez: ¿Cuándo y dónde murió? ¿Cuál era su estado mental y su capacidad
comunicativa desde la última operación a la cual le sometieran? ¿Qué lo mató
realmente, una metástasis, una infección pulmonar o una mala praxis de quienes
le atendieron desde las primeras de cambio? Todas estas incógnitas
permanecen en la mayor oscuridad, pues su secretismo fue impuesto por la
tiranía que encabeza Raúl Castro.
Lo que sí resulta evidente,
es que la campaña electoral para mantener en la presidencia del gobierno títere
de Venezuela al Inmaduro, obediente pupilo de Raúl, comenzó mucho antes de que
se diera a conocer la noticia de la defunción del comandante-presidente. Aún
llevándose por los cachos al otro aspirante, el Descabellado.
Es más, la expulsión
momentos antes de oficializar el deceso de Chávez de los agregados militares de
la Embajada Americana en Caracas, fue una típica maniobra castrista para
demostrar que el Inmaduro tiene cojones y manda. Así lo entendió la Secretaría
de Estado de EEUU, y por eso desestimó la provocación.
Gobierno y MUD ya tienen
candidatos
Pero, además, todo lo que el
Inmaduro ha hecho recientemente y hará en el futuro inmediato tiene como
objetivo posicionarse en la candidatura oficialista, y, con la colaboración de
la oposición tolerada, promover el estatus de usurpador y malhechor
constitucional que ahora detenta al de presidente electo, merced a los poderes
que posee, entre ellos el CNE, que maneja un padrón con casi 5 millones
electores virtuales o extraterrestres, pues carecen de residencia conocida y no
consumen el promedio diario de cloruro de sodio atribuido al resto de los
venezolanos.
El inicio de dicha campaña
fue establecido con las declaraciones, transmitidas por CNN en Español, de Luis
Vicente León, quien aseguró que Maduro era el ungido para representar a la
dictadura, y Henrique Capriles por la MUD, ya que éste último contaba con el 70% del voto anti Chávez. La
tónica light del concursante opositor de no revolver la ñoña para que no hieda
la dio Teodoro Petkoff en un reciente editorial de Tal Cual:
Escribir en este momento sobre Hugo Chávez no puede hacerse sino desde
una perspectiva de respeto y de responsabilidad. Respeto al fallecido y su
familia y también respeto a todos los venezolanos, porque se trata del
Presidente de la República, pero, muy en particular, respeto a los sentimientos
y expectativas de millones de venezolanos que vieron en él el líder que los
expresaba. Responsabilidad ante todo con el país, más allá de diferencias
políticas y de la áspera confrontación que siempre tuvo en el centro al propio
Chávez.
Un mensaje para el verdadero
opositor
A mi parecer, uno no puede
respetar a quien nunca respetó a quien le contrariara en la construcción de ese
mar de la felicidad hacia el cual
enfocó su gestión durante más de 14 años, llevando el país a poner rodillas en tierra por el
desabastecimiento, la improductividad y la corrupción. Una carrera hacia el
abismo final que sólo pudo ser detenida por la mano de Dios, ya que la del
venezolano pareciera sólo servir para cobrar y pagar comisiones bajo la mesa.
Más acertado que lo escrito
por el ex jefe de la campaña de Manuel Rosales, fue lo que publicó en la misma
fecha Fernando Londoño, a quien el Foro de Sao Paulo obsequió un explosivo
presente, para recordarle a todos quién tiene la sartén por el mango y el mango
también en Latinoamérica:
Le llegó la hora […] no
cabe duda de que el Comandante se la buscó. Pudo conseguir el consuelo de un
final digno para su turbulenta carrera de mal militar y eficiente demagogo.
Prefirió llevar al extremo su pasión narcisista por el mando, ceder ante sus
odios y aspirar a la pompa mundana de una apoteosis que lo semejara a Bolívar.
Pero se va a quedar con los dolores del prócer, sin un ápice de su grandeza.
Lo que hay en torno suyo, esa carrera por los restos de la piñata que
va a romperse, es lo que tiene merecido su memoria. Los que conspiran en
silencio para alzarse con trozos del poder tienen comprometida su conciencia y
justos temores por el examen de su conducta. Porque saben que se robaron a
Venezuela, que la condenaron a cien años de abandono y que ha llegado la hora
de que respondan ante la Historia.
Yo creo que ese es el
mensaje para el verdadero candidato opositor de Venezuela. Porque el de Cuba,
el que aspira a heredar la chequera que camina por América Latina, ya está marchando por las calles de Caracas.
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