La voz de la justicia
Franco... tuya es la hacienda...
la casa, el caballo y la pistola...
Mía es la voz antigua de la tierra.
Tú te quedas con todo
y me dejas desnudo y errante por el mundo...
mas yo te dejo mudo... ¡mudo!...
Y cómo vas a recoger el trigo
y a alimentar el fuego
si yo me llevo la canción?
León Felipe: Franco... tuya es la hacienda...
Mira con quién
te metiste…
La dueña de CNN
Hoy, en la encuesta que los viernes hace CNN entre sus espectadores, ganó
la censura de las televisoras noticiosas de Time Warner en Venezuela –el
segundo lugar lo ocupó la declaración del Secretario de EEUU sobre Tarek El Alssami,
a quien acusó de terrorista y narcotraficante–.
Aunque algunos televidentes no lo sepan aún, ahora también Time
Warner es propiedad de American Telegraph
& Telephone (AT&T), quien la adquirió por US$ 85 mil 400 millones, en la
operación más cuantiosa conocida en EEUU, aprobada hoy por sus accionistas y
los entes reguladores.
La lista de compañías que integran el holding de AT&T probablemente llenaría los espacios que
usado en todas las entregas de mi blog éste y el año pasado. Aún
clasificándolas por categorías, sería larguísima. Por lo cual, voy a mencionar
sólo a los medios más conocidos: 20th. Century Fox, Cadena Caracol Radio,
(Colombia), Cadena Radio Latina (Francia), Cadena Radio y TV Ser (España),
Grupo Clarín (Argentina), HBO, Metro Goldwyn
Mayer, Sony
Corporation, Time Magazine, Walt Disney
Corporation, Warner Bros, Grupo Prisa (España); así como todas sus filiales. No
incluí aquí otras compañías infotecnológicas y científicas de AT&T, las cuales fabrican el hardware y manejan
las redes globales de comunicación, tanto satelitalmente como por fibra óptica.
Andrés Eloy Méndez, ¿si no es censura cómo se llama a lo de CNN?
De manera que si el capitalismo actuara de manera salvaje como tú, Andrés Eloy Méndez, y otros sicofantes del régimen
castro comunista creen, la revancha contra lo que no es censura pero sacó de las cabreas a CNN, pudiera
acelerar el conteo final del narco régimen chavo–madurista. ¿Cómo? He aquí algunas
ideas –que no son ni mis propuestas ni mis incitaciones–.
1. Eliminación de
las frecuencias donde Telesur envía su propaganda comunista al resto de Iberoamérica
2. Prohibición de
que alias El Tuerto Walter Martínez siga usando al Galaxy 5 para recabar la información que transmite por VTV
3. Supresión de
todas las comiquitas programas infantiles, Fox y HBO en Venezuela
4. Prohibición de
exportar largometrajes al país producidos y/o distribuidos por 20th. Century
Fox, Walt Disney y Warner Bros, así como los de sus filiales y asociados
5. Generación de
una campaña radial, sistemática y
reiterada, contra el castro–comunismo venezolano, a través de la Cadena
Caracol Radio, que cubre localmente 2/3 de la superficie del país
Etcétera, etcétera.
Lo que sucede, enano cerebral al frente de Conatel, es que
la democracia no funciona así. Que los regímenes fascistas del mundo siempre
han sido enemigos de la libertad de información y expresión, pues saben que,
frente a la verdad, quedarían desnudos como el Rey de la fábula. Que el trabajo
de los guerreros del teclado ha sido
tan esencial para desmontar cualquier tiranía como la mejor bomba molotov; lo
digo con orgullo, contra de la estupidez de algunos políticos cuyo compromiso
con Venezuela pudiera ser cuestionable, que intentan ahora descalificar a quienes
usan como arma la palabra escrita.
Así lo asevero, y para ello me apoyo en la historia, remontándome a
las transmisiones de la BBC de Londres, cuya pena por escucharlas era la
muerte, donde no sólo se alentaba y esperanzaba a los pueblos oprimidos por los
nazis, sino que se le daban instrucciones precisas a los miembros de la
resistencia para sus operaciones tácticas contra los ocupantes germanos y los
colaboracionistas.
Recuerdo también a los valientes dominicanos de la época de su
abominable dictador Rafael Leónidas –alias Chapita– Trujillo, que arriesgaban
el pellejo por oír las voces libres que les llegaban a través de las ondas
radiales desde Caracas, San Juan y La Habana; una época aciaga donde los
esbirros recorrían La Española provistos de estetoscopios y a todo el que no
estuviese en sintonía con La Voz
Dominicana, le aprehendían y, lo menos que le salía, eran palos y cuerazos.
Alessandri Solzhenitsin: Otro "guerrero del teclado", pésele a quien le pese
También destaco a los cubanos radioyentes de Radio Martí. A los peruanos que escapaban de la hegemonía
televisiva impuesta por el general y dictador castro comunista Juan Velazco
Alvarado, yendo a las cinematecas y a las bibliotecas públicas. A los
soviéticos que copiaban, página por página, para su distribución clandestina,
las obras prohibidas de Alessandri Solzhenitsin, cuya frase más contundente es,
a mi parecer–: Si somos siempre
prudentes, ¿podemos seguir siendo humanos? Y, asimismo, a los subversivos
contra la dictadura de Marcos de Jesús Pérez Jiménez, que reproducían la
información en mimeógrafos y multígrafos de alcohol y las repartían, puerta a
puerta, en una Caracas que no alcanzaba al millón de almas.
De lo que se trata, ministrito Andrés Eloy , es de los valores democráticos, algo de lo que tú
sino y comparsa de fariseos comunistoides del gobierno de Maduro carecen. Y uno
de esos valores, irrenunciables, es en el cual se basan las libertades antes
mentadas.
María Alejandra Requena: La pesadilla de 2 censuras, RCTV y CNN
¿Qué es lo que han hecho tú, Andrés Eloy, y los tuyos? Como asegura Miguel Henrique
Otero, comprar, con los dineros del pueblo, a medios como Últimas Noticias, Panorama y El
Universal para lograr que sus periodistas que duerman con el enemigo.
Cerrar a Radio Caracas TV. No suministrarle
papel a El Carabobeño, El Impulso y El Nuevo País. Encarcelar al
director–propietario del El Correo del
Caroní por sus denuncias contra el gobernador del Estado Bolívar,
ampliamente confirmadas durante los sucesos ocasionados por la crisis de los billetes
de Bs. 100. Cerrar decenas de radioemisoras, censurar ye imponer la autocensura
a las restantes; así como lanzar emisoras comunitarias que, al igual que los
canales del estado, nadie escucha.
Elizabeth Pérez: ¡Qué diferencia entre los comentaristas de Teves y tú!
Como aficionado al béisbol, me tuve que calar el lamentable
espectáculo de la transmisión de la Serie del Caribe, por Tevés, ya que ninguna
otra televisora lo difundió. La imagen, procesada por México, era impecable.
Los presentadores, enviados al lugar, deplorables. No sabían un carajo de lo
que estaban hablando, en un país que se había enorgullecido siempre de sus
locutores y comentaristas deportivos. Parecían que disertaban enratonados con
tequila –enguayabados, para mis lectores de afuera–. Eso sí, aduladores de
oficio. Le halaban las pelotas a Winston Vallenilla, el director de la emisora,
a Maduro, a Diosdado. ¡Cuánto extrañé a la buena moza y paisana de Elizabeth
Pérez, de CNN, a las chicos y chicas de Meridiano
TV! Había hasta un idiota que cantaba, cada vez que alguien mencionaba un
lugar como Valencia, Maracaibo. Y, además, desafinaba como su maestro, el
comandante interno Hugo Chávez. Ese es tu lumpen, directorcito de Conatel.
Fernando del Rincón y su esposa venezolana. Censura, pero sin desmentidos
Empero, en todo este desmadre, lo único que no han sido desmentidos son los
contenidos publicados por CNN, lo de los pasaportes de la Embajada de Irak y los
negociados de Tarek y su carnal Lope Bello. Lo cual es suficiente no sólo para
quitarles un realero, en EEUU, el Reino Unido y la Unión Europea., sino para
ponerle los ganchos donde menos se los esperen. Lo trágico es el silencio de los
presidentes y primeros magistrados del Hemisferio, con la excepción de Costa
Rica. Del Caribe ex británico, era de esperarse, pues allí las autoridades
tienen el alma del color del petróleo con el que les han comprado su apoyo y
silencio. Pero de los países que acaban de extirpar dolorosamente el cáncer del
foropaulismo, como Argentina, Brasil, Panamá, sus bocas cerradas duelen. En fin. termino con otra frase del autor de Archipiélago
Gulag: Quienes reconocen claramente
la voz de su propia conciencia por lo general también reconocen la voz de la
justicia.
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