viernes, 1 de diciembre de 2017

El Muro de Caracas
(Carta abierta a Gloria Cuenca de Herrera)



Negociar ¿para qué?

Mi admirada y querida amiga:
Leí con mucho detenimiento tu última columna publicada en Últimas  Noticias e intitulada Negociar ¿para qué?, en la cual predicas a favor del diálogo–: (Negociar) es lo que queda en el ámbito de la civilización y la cultura; ocurre al darse procesos de violencia, en lo micro, familia, parejas, amigos o, en lo macro: grupos, comunidades y sociedades, entre otros. Sí no hay acuerdos, es lamentable, pero no pasa nada; sin embargo, quien se niegue a conversar, queda como el propio salvaje.
Además, te excusas–: En algún momento, de mi vida, también actúe así: incivilizada y salvaje; por supuesto, estimulada por la escuela del comunismo activo, en donde se piensa que tratar con alguien de otra clase social, contamina, social y políticamente, como si fuera un virus-...
Por último, denuestas apriorísticamente a los guerreros de escritorio, bautizados así por el infame Henry para descalificar a los objetores de todo lo injustificable que ha hecho en su actuación política–: Ruego a los habladores de pistoladas, también a los guerrilleros del twiter, abstenerse de participar cuando llegue el momento.
Antes de argüir sobre lo que expresaste, quiero recordarte dos declaraciones recientemente emitidas por sendos portavoces del régimen, Diosdado Cabello y Luis Vicente León, el uno oficial y el otro oficioso.
Según El Nacional Web 26/11/17, el heroico teniente que tomó al Canal 8 el 4–F con un baño de sangre inocente, erigido ahora en primer vicepresidente del PSUV, aseguró que las elecciones presidenciales se llevarán bajo las mismas condiciones en las que se realizaron las regionales, con el mismo Consejo CNE y en los mismos centros de votación. Además, les aseguró a los dialogadores que van a Santo Domingo que no habrá ayuda humanitaria.
En el mismo medio digital del 12 de noviembre próximo pasado, el oficioso da instrucciones de manera velada–: El gobierno está buscando mecanismos por donde pueda respirar ante el aislamiento económico. Puede respirar con Rusia, por ejemplo […] El gobierno tiene un control de cambio que no funciona, intentas sustituir lo insustituible con empresas del Estado, porque no se pueden sustituir los valores de producción. Hasta que no resuelvas eso, todo lo demás que haga son pistoladas.
Finalmente, asegura –en otra entrevista por Globovisión– que lo importante no es cambiar a maduro sino a la economía. Si a esto se le suma que Maduro fue declarado candidato presidencial de PSUV, se puede barruntar que los estrategas cubanos preparan una suerte de giro hacia el sistema chino del gato que caza ratón, para seguir chupándole la sangre al infortunado pueblo de Venezuela.
Como la guinda del cóctel –dado que lo de la guerra económica no se lo creen ni ellos mismos– , ya fueron sindicados como chivos expiatorios varios gerentes de Pdvsa, los únicos predadores de los US$ 300 millardos que se esfumaron durante el boom petrolero. Ojo, para nada los defiendo, pero los elegidos a dedo por el interino fiscal designado, no fueron los únicos ni los que más robaron.

La necesaria paridad sobre una mesa de dialogos

Siempre se puede dialogar y negociar, aunque siendo el eslabón débil de la cadena. Estuve más de cuatro décadas haciéndolo con bastante éxito como publicista, cuya mejor definición es la de vendedor de ilusiones. Llegaba donde mis clientes, con cartapacios llenos de bocetos e ideas, a veces luminosas otras no tanto. Y las vendía, utilizando –más que todo– el arte de la persuasión.
Pero, en este caso, ¿para qué negociar? No hay paridad alguna sobre la mesa de diálogos. Las propuestas que lleva lo que queda de la MUD y sus nuevos, como la presidenta del Canal 5 –quien dice representar a la Iglesia lo cual no es cierto– y el twitero de Caraota Digital están negadas de antemano: ayuda humanitaria no, pues tras ella viene infiltrada, según Diosdado, la invasión yanqui; un nuevo CNE, no, porque, entonces, ¿cómo lograr que Maduro gane 70% de los votos en las presidenciales, si cuenta con el 80% de rechazo?; liberar los presos políticos, no, ya que son políticos presos, inducidos por el clero a cometer sus desmanes tal como lo declaró Delcy Rodríguez a la televisión internacional. Me pregunto, ¿qué es lo que la supuestamente representativa oposición venezolana va a negociar en la Dominicana?

La noticia de un secuestro

Querida y casi hermana Gloria, no se puede negociar con quienes secuestraron a la Constitución, la Democracia, los Poderes Públicos, el Imperio de la Ley y Pdvsa en Venezuela. Ellos son los plagiarios y nosotros los rehenes.
La diferencia entre unos y otros está perfectamente expresada en Noticia de un Secuestro, publicada en 1996 por Gabriel García Márquez. Allí el Gabo desvela los pensamientos y sentimientos de las victimas y sus allegados, los victimarios, la relación de éstos con los políticos y el narcotráfico. Al final, incluso, dramatiza las inquietudes –no llegan a ser remordimientos sino más bien hartazgos– de los captores, cansados al final del vil proceso, llevado a cabo en 1990 por órdenes de Pablo Escobar Gaviria.
Los protagonistas de este drama de la vida real son los esposos Maruja Pachón, directora de Fomento Cinematográfico –Focine– y Alberto Villamizar, político. Figuran también Beatriz Villamizar de Guerrero, cuñada de Maruja y su asistente personal, capturada junto con ella; Marina Montoya, hermana del secretario general de la presidencia de la República, plagiada dos meses antes que Maruja y Beatriz; Francisco Santos,  Redactor Jefe de El Tiempo de Bogotá; Diana Turbay Quintero, abogada y periodista, Directora del noticiero de televisión Criptón y la revista Hoy x Hoy, hija del ex presidente Julio César Turbay Ayala, asesinada en 1991 mientras el gobierno intentaba su rescate; y los comunicadores Hero Buss, alemán que andaba con Diana, Orlando Acevedo,  asistente de cámara, Richard Becerra, camarógrafo, todos ellos liberados tras la muerte de su jefa. También aparecen allí Escobar Gaviria, jefe del cártel de Medellín; César Gaviria, Presidente de Colombia; Nydia Quintero de Balcázar, la mamá de Diana, que culpa la muerte de su hija, por igual, a Escobar y al presidente Gaviria. Al primero le califica de insensible e insensato, y al presidente de frialdad e indiferencia.
La lista de notables personajes reducidos a la miserable condición de raptados y las vicisitudes a que fueran sometidos nos luce hoy, tras la propaganda política con que el Foro de Sao Paulo y sus aliados –mercenarios y tontos útiles– han maquillado la faz de los responsables del narcotráfico– como impensables. Empero, son las mismas infamias a las cuales el chavo–madurismo condenó a toda Venezuela.
Por eso, Gloria, no creo posible que lo de la Dominicana desemboque en algo positivo. Para mí, es más de lo mismo. Y lo único que pudiera cambiar la situación que vive este país sería, como sucedió en Berlín, la caída del muro. Todo saben dónde está ubicado el Muro de Caracas. Si hay alguien que no lo recuerda, que escuche a Diosdado. Él dice que es ahí, a dónde no quiere que lleguen las marchas opositoras.


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