martes, 21 de agosto de 2012

Tienen el santo volteado


Ni jugando al revés
Según el Refranero de Bolívar, escrito por Julio Febres Cordero, Tener el santo de espaldas implica contar con la  suerte  a favor o en contra.
Muchas veces se le pide en específico a algún miembro de la Corte Celestial para concretar un deseo, y hay prácticamente un santo para coronar cada anhelo. Luego, si todo resulta mal o bien, la bendición o maldición es atribuible al o la invocad@.
Como quienes juegan cubiletes al revés, los creyentes en esta superchería –la cual se mantiene vigente adrede para que los feligreses cohonesten los milagros oficiales-, a veces tuercen ellos mismos sus íconos favoritos para trocar el destino solicitado –jugar al revés-.
...O te arranco la cabeza
Resultaría harto difícil y poco rentable para las grandes trasnacionales religiosas explicar y convencer a las almas cándidas que representan su mayor contingente de prosélitos que el camino de crecimiento espiritual no está fuera sino dentro de cada ser humano, que esa perversa trinidad externa Dios-Satanás-Yo también es producto de la invectiva de los falsos maestros y que la moldura de las llaves del Reino del Cielo, como lo afirman el Viejo y el Nuevo Testamento, vienen impresas en el cerebro cada vez que un bebé nace.
Intentar disuadir al que piensa lo contrario sería como subir un corozo de nalgas, y ciertamente ni me preocuparía en hacerlo, pues, si alguien está contento con lo que es y en lo que cree, ¿para qué molestarlo?
Bien decía Said Baba que el bello durmiente –refiriéndose a quien se rehúsa a abrir los ojos y evolucionar- tendrá que vivir varias vidas hasta descubrir su misión. Y más crudamente lo aseguraba Peter Ouspensky, al sostener que cometería una gran injusticia obligándole a cambiar sus creencias contra su voluntad. Como lo practicaban y practican aún los fundamentalistas, a punta de cimitarra: Di Alá es grande y Mahoma su Profeta, tres veces o te arranco la cabeza.
No pega una ni por equivocación
Mas volviendo al santo de espaldas, es obvio que el Guasón lo tiene bien torcido, pues no pega una ni por equivocación.
La Naturaleza arrasa con todas las vías y puentes, transformando a Venezuela en un archipiélago –como destaca un reciente editorial de El Nacional-, al punto que Armando Durán se pregunta si no estamos frente a un propósito destructivo fríamente calculado; o, como lo he planteado desde mi blog, una ménage a trois del marxismo foro paulista, el relato bíblico del Ave Fénix y la Teoría del Caos.
Cuando no es natura son los pranes –sus compañeritos que manejan las penitenciarías de Venezuela y, desde allí, al crimen organizado-; los narco militares cuyos alijos se descubren en aeronaves y motonaves al arribar a sus puertos de arribo; los damnificados que reclaman casas; los obreros chavistas que ahora protestan enérgica y cotidianamente y le obligan a cortar una cadena de radio y TV, como sucedió ayer mismo en Guayana.
Yo me imagino que los grandes negociantes del régimen y sus petrochulos estarán más chorreados que palo de gallinero, decapitando chivos y otros menesteres de esa santería pavosa e importada de Cuba que hoy nos aqueja. Esperando, no que Chávez gane las próximas, sino que no se les desmorone, como el puente de Cúpira antes del 7-O, para poder seguir con el montaje del fraude . Porque rezar, eso si que no lo hacen, ya que el santo lo tienen definitivamente volteado.

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