viernes, 16 de abril de 2010

No sea usted sólo un habitante

Primero fue martes que miércoles
Hemos reiterado nuestro asombro y alarma por la falta de voluntad política de los miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigirle al CNE el padrón electoral y proceder a su rectificación, antes del 11-S del presente año.
Un concierto de opináticos de oficio, presumibles –y presumidos- formadores de opinión y dirigentes de oposición ha sembrado la matriz de que: Primero fue martes que miércoles, lo más importante es lograr la unidad perfecta y no podemos cruzar el puente antes de llegar a él.
Toda esta sarta de lugares comunes encubre una falta grave a los derechos electorales de cualquier ciudadano, la cuál se acentúa aún más dadas las presentes condiciones del mercado electoral, que no es, definitivamente, un lecho de rosas, ni responde al concepto de marketing político estadounidense o unión-europeísta.
El por qué no han actúan como lo prescriben los más elementales deberes legales y éticos asociados a la condición de militantes democráticos, no sólo resulta desconcertante y desmoralizador para el resto de la ciudadanía, sino que se presta a cualquier clase de inferencias y conjeturas, las cuales van de malas en peores, pero que no queremos enunciar para no echarle más leña al fuego.
Por lo cual a los ciudadanos de a pie no les queda otra que reflexionar ahora cómo comportarnos a partir del 11-S, porque hoy es martes respecto al padrón electoral, y el miércoles tocará otro día. Siguiendo con el refranero popular: Pasando un puente dijo una loca, cada quien jode cuando le toca.
Para ayudarle a decidir, amigo lector y elector, le hacemos llegar el resumen de una investigación realizada en agosto del 2008 por la UCV, que usted puede ampliar abriendo la página Web http://estudiodelaucv.blogspot.com.
En nuestra opinión –fíjese que subrayamos opinión- sus resultados constituyen una prueba fehaciente de que, hay un mal olor en Dinamarca en el CNE, una probabilidad muy elevada de conducirnos a otra derrota, de convertirnos nuevamente en cómplices de una estafa a la voluntad popular, a otra desilusión –como lo destaca Vicente Zaccaro, en un reciente e-mail-.
El padrón inflado
Según cifras publicadas, el REP tenía inscritos, para Agosto de 2008, 16.887.734 electores. Implicaba entonces que 100,01% de los habitantes de Venezuela, mayores de 18 años, estaba empadronada.
De aplicar el porcentaje de 70% de inscritos, que es la regla en todas las naciones democráticas del orbe, y sólo se vuelve excepción en Cuba y otros países totalitarios, el número de votantes potenciales no debía ser mayor a 11.820.100; es decir, que el superávit era de 5.067.634 personas a la fecha citada.
Si suponemos que, confiado al máximo dada la transparencia de los procesos comiciales anteriores, el 80% de los venezolanos mayores de 18 años se hubiera inscrito, el número de votantes habría llegado a 13.508.682. Empero, confianza no fue precisamente el caso de Venezuela en el 2008 ni no es ahora, cundo a sólo 14 días del cierre del REP, faltan por cuadrar más de un millón de jóvenes.
Si se comparan los 13 y pico millones con los votantes que el CNE guarda im pectore -16,9 millones-, hay una inflación injustificada de 3.378.752 personas –correspondiente al 20% del total de electores-. Se trata de una trampa-jaula de votos virtuales, disponibles para cualquier cochinada que el gobierno quiera hacer.
En el siguiente cuadro, se presenta el padrón en cada entidad, en diciembre de 2007 y cuya estimación cubre, como se dijo antes y con las debidas salvedades, el 80% de la totalidad censal mayor de 18 años en Venezuela.

Estados %Inscritos Exceso
Amazonas 164.85 39.34
Anzoátegui 91.23 105.01
Apure 100.76 53.26
Aragua 90.38 115.74
Barinas 96.40 72.97
Bolívar 89.06 81.79
Carabobo 84.61 70.88
Cojedes 97.17 32.55
D. Amacuro 136.34 39.46
D. Capital 119.84 489.15
Falcón 98.22 99.03
Guarico 96.06 69.71
Lara 88.48 99.88
Mérida 97.06 88.82
Miranda 99.06 377.73
Monagas 94.43 75.19
Nueva Esparta 91.20 33.58
Portuguesa 95.01 76.37
Sucre 103.70 123.33
Táchira 96.43 118.73
Trujillo 100.04 84.22
Vargas 124.97 83.74
Yaracuy 96.86 59.70
Zulia 91.57 257.99

Zaccaro se pregunta, acertadamente en nuestra opinión: ¿Cómo aparecieron habitantes suficientes para justificar el número de votantes virtuales? ¿Son extranjeros? ¿Se nacionalizaron? ¿Dónde lo hicieron? ¿Quién les inscribió en el REP?. ¿Dónde están domiciliados? ¿Cuáles son sus direcciones?
Además, propone que un grupo de abogados constitucionalistas solicite, ante el TSJ, se abra un proceso para que el padrón electoral se ponga al conocimiento público, antes del 11-S, y se verifique su legitimidad. Caiga quien caiga.
La distorsión opinática
El padrón inflado brinda la posibilidad cierta del fraude, pues un 20% de votos inexistente y manipulables a discreción no sólo tuerce la voluntad de la mayoría, sino que, asimismo, descalifica la validez de las encuestas de opinión pública, pues no es lo mismo que proyectar resultados para un 100 que para un 120% de electores.
Para saber lo que realmente tienen im pectore los electores venezolanos, hay que recurrir a otros instrumentos que miden actitud. Ya lo sabe, amigo lector, esos que sacan a flote lo de patria o muerte, en el buen sentido que pudiera tener tan desafortunada frase. Como los ecosonogramas actitudinales que periódicamente realizan profesionales serios como Oscar Schemel –Hinterlaces-, o como los que publicó recientemente la Organización Gumilla, donde caracteriza al venezolano de hoy en un 9% a favor del autoritarismo, el comunismo y el militarismo; y en más de un 80% a favor de un sistema social democrático –como el que montaron los adecos y copeyanos durante la IV República, pero mejorado, ¡claro está!.
Lograr que el 80% comprenda que este gobierno, por dadivoso y parlanchín que sea, está en contra de su visión de país también debería ser el martes de los políticos de oposición, opináticos de oficios y presumibles formadores de opinión. Ya que ellos no parecieran dispuestos a hacerlo, quedamos los demás, los zamuritos mediáticos –y a mucha honra-.
No podemos finalizar estos comentarios, donde nos hemos recreado en los lugares comunes –que en español constituyen caminos para reducir los mensajes y facilitar su compresión, ya que las parábolas también forman el lenguaje del Quijote y de Jesús de Nazaret-, que recordar la definición cubana de habitante, que bien viene al caso: Individuo tan poco importante a quien sólo se le toma en cuenta para los censos y las elecciones.

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