domingo, 4 de abril de 2010

Flojo sí, pendejo no

Comenzamos hoy, Domingo de Resurrección, el segundo trimestre del 2010, tras 10 días de paro decretados por el régimen, un hecho insólito aún en los países más atrasados del Tercer Mundo, y durante el cual Caracas recordó el especto que tuvo durante la huelga petrolera 2002/2003.
La medida se llevó a cabo, según la nomenclatura, para ahorrar algo así como 600 megavatios de electricidad en total, pese a que –conforme a los ingenieros-, si se regresara al antiguo uso horario, se recortaría automáticamente el consumo energético en, aproximadamente, 500 megavatios diarios. Pero como la orden del adelanto vino de arriba y está, obviamente, tañida de fanatismo, así se queda.
La gente esperaba que durante la Semana Mayor el Guasón acentuara su operativo represivo contra quienes no comparten sus puntos de vista sobre el desmantelamiento físico y moral de la República, la descarada entrega de nuestra soberanía a los agentes y ejércitos de Cuba y otros movimientos y gobiernos terroristas y encubridores de la extorsión, el hamponato y el comercio ilegítimo. No lo decimos nosotros, porsia, está en los expedientes que se levantan en varios países.
Sin embargo, ello no ocurrió porque el gobierno se ponchó otra vez. Al carecer tanto de fiscales, jueces y otros esbirros a su servicio incondicional cuanto de los medios que le sirven de cajas de resonancia para esparcir el culillo, las acciones presuntamente programadas se quedaron en veremos.
Pero no sólo se fueron de juerga los jerarcas del entourage chavista. También se tomaron un merecido descanso los miembros de la Mesa de la Unidad, quienes presentarán sus listados a partir de mañana, si Dios lo quiere.
Pero mañana, ¡ay, mañana!, todo volverá a la normalidad, si es que de normalidad puede hablarse en Ciudad Gótica. Lo cual nos lleva a varias reflexiones.
- Peter Drucker, ese genio moderno de la planificación, asegura que la condición básica de un líder es que tenga seguidores. Además, cree que los líderes eficientes se caracterizan no por su autoridad, jerarquía o legitimidad de origen, sino por su sentido de la responsabilidad, su devoción al servicio público y su desempeño, traducido en resultados concretos y exitosos. De acuerdo a esta conceptualización, no sólo el Guasón y sus alter egos, sino también sus opositores no son líderes y, ni siquiera, alcanzan el rango de gerentes –que es una concepción antigua y desfasada del manejo organizacional-.
- Los seguidores no se hacen en discusiones bizantinas y cogollísticas, sino en la calle, al lado del ciudadano de a pié, conectándose con sus sentimientos, expectativas, necesidades y deseos, y anticipándose a ellos. Dicho de otra manera, trabajando codo a codo con él.
- A todas luces, este régimen carece de bases sobre las cuales sostenerse. En idore tempo, ya habría sido sustituido, si no convergieran circunstancias extraordinarias –además de la estupidez de sus adversarios-: lo empantanado que el Imperio está en varios frentes de guerra, la inacabable agonía de Fidel Castro Ruz y la crisis económica global.
Si EEUU no estuviese encandilado por Al-Quaeda y las quiebras hipotecarias de sus ciudadanos, otro gallo cantaría y lo despertaría sobre lo que sucede en su back yard.
Si Fidel hubiera pasado a mejor o peor vida, Raúl o quien le sucediera, podría abandonar el sueño expansionista y empezar a trabajar por una Cuba libre e incorporada a la globalidad.
Si la crisis económica global cesara o se mitigara, las naciones democráticas dejarían de pensar en sus bolsillos, como primera prioridad, y se concentrarían en sus valores.
Elías Jaua dijo: No es por flojera, sino por ahorro eléctrico. Le respondemos: El venezolano puede que sea flojo, pero no pendejo

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