sábado, 21 de octubre de 2017


El fascismo criollo (I)

Capítulo I
Sentido y vigencia del fascismo iberoamericano

El interés sobre el fascismo criollo o fascismo iberoamericano se remonta a los años treinta del siglo pasado. La aparición de gobiernos totalitarios en varios países – Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y México–, durante el auge europeo de dicha ideología, rompió la fuente para su interpretación.
Si bien los análisis contemporáneos y las manifestaciones de los izquierdistas sobre todo tras el cisma marxista que generó la III Internacional Socialista, no constituyen criterios objetivos para identificar a los movimientos fascistas, es indiscutible que ciertas conductas correlacionadas con esta manera de pensar y actuar aparecieron en America Latina durante ese decenio.
Para entender mejor las condiciones y límites del fascismo criollo, el quid no es tanto discutir sobre si hubo o no fascismo en la región, sino cuáles fueron y son su sentido y vigencia, entonces y ahora.
El 8 de octubre del 2017 Mario Vargas Llosa dijo en Barcelona, España, ante casi un millón de manifestantes contra el secesionismo catalán–:
Todos los pueblos modernos o atrasados viven en su historia momentos en los que la razón es barrida por la pasión. Y es verdad que la pasión puede ser generosa y altruista cuando inspira la lucha contra la pobreza y el paro. Pero la pasión puede ser también destructiva y feroz cuando la mueven el fanatismo y el racismo […] La peor de todas, la que ha causado más estragos en la historia, es la pasión nacionalista. Religión laica, herencia lamentable del peor romanticismo. El nacionalismo ha llenado la historia de Europa y del mundo, y de España, de guerras, de sangre y de cadáveres. Desde hace algún tiempo, el nacionalismo viene causando estragos también en Cataluña.[1]
Admirable síntesis, sindéresis y sintaxis del Premio Nobel de Literatura al describir una de las facetas más importantes del fascismo, el nacionalismo, como una religión laica, herencia lamentable del romanticismo.
El otro prejuicio y preconcepto ínsito en el fascismo es el racismo. Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana y vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, en un artículo publicado en la prensa local, aseguró hace un par de años que no existía similitud genética entre los catalanes, alemanes y suizos y el resto de los españoles; a quienes emparentaba, vía ADN, con italianos y portugueses. ¿En qué se parece esta afirmación de lo sostenido por Adolf Hitler en su libro Mi LuchaMein Kampf– como Teoría de la raza superior?
Hitler no sólo se apoyó en Gregor Mendel y un supuesto estudio realizado en Upsala, Suecia, donde se habría demostrado la existencia de una raza superior establecida en Alemania, Francia y Suecia. Además, Hitler acogió la hipótesis del fascismo británico, al admitir que la arianización no dependía sólo de la doctrina mendeliana, sino que algunas razas la tenían por el sólo hecho serlas, es decir por su esencia, como en el caso del pueblo inglés.
Hitler combinó todas estas teorías, pero en Mi Doctrina expresó que la raza superior había surgido del ideal del Ego, del súper hombre, caracterizado por Friedrich Nietzsche al sostener que el ser humano no era una criatura de Dios, sino  un producto la evolución darwiniana; que el ario –o súper hombre, física e intelectualmente hablando– provenía del centro de la tierra, de las profundidades, por lo que fundó una secta que contextualizaba esta creencia, a la cual llamó Doctrina Vrill,  y que, según él, permitía vencer la barrera del tiempo:


El Führer en el stadium de Brandenburgo, anunciando la "solución final" (1938)

La tesis hitleriana sostenía que el “ideal de hombre puro” contrarrestaba la existencia de aquellas razas miserables que lograron sobrevivir pese a la selección natural: gitanos, negros y, especialmente, judíos; promotores según el Führer de todos los males humanos como la homosexualidad, la codicia, la pereza y el ser apátrida, que habían encontrado su hogar en el comunismo.[2]
Uno de los reclamos de los votantes en las cariacontecidas elecciones de Cataluña del 1° de octubre del 2017, impresas en miles de carteles que portaban los votantes y entregados a ellos por los partidos separatistas Esquerra Republicana de Catalunya –ERC– y Candidatura d'Unitat Popular –CUP– ; decían, palabra más, palabra menos–: Cataluña no puede seguir financiando la pereza del resto de España.
En otras palabras, las cabezas de la Hidra del fascismo, que este caso son tres, impregnan hoy al independentismo catalán: el ADN del súper hombre según Junqueras, el nacionalismo de Carlés Puigdemon, la pereza de las razas miserables conforme el ERC y la CUP
Ciertamente, en los años 30 hubo similares precondiciones en América Latina, tanto por la transición económica de los países más industrializados cuanto por la significativa actividad de las minorías étnicas de procedencia europea.
Pero la pregunta de los 64 mil dólares sería: ¿Es que sólo dichas condiciones se manifiestan esporádicamente, en el pasado o el presente, o más bien resultan una maldad propia y constante de la condición humana, criogénicamente dormida, como un sapo, esperando que su príncipe azul –llámese Adolfo, Hugo Rafael, Carlés– la despierte con un baboso beso de lengua para reiniciar su cadena de agravios contra el resto de la humanidad?

Capítulo II
El nacional–socialismo en América Latina

En Colombia y México, Alemania creó una triangulación –amparada por sus gobiernos al más alto nivel– para espiar, sabotear y extender la capacidad operativa del Tercer Reich en el Nuevo Mundo. Sus grupos funcionaron con gran efectividad, incluso cuando ya estaba perdida la II Guerra Mundial, y algunos de sus integrantes recibieron la condonación parcial o total de sus penas trocándolas por delaciones.
La protagonista estelar de estos grupos fue Hilda Krüger, buenamoza, rubia, alta, de ojos azules, segura de sí misma y multilingüe. Antes de llegar a México, Krüger tuvo amoríos con Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del régimen nazi, y con el magnate petrolero Paul Getty uno de los primeros en el mundo con una fortuna superior al millardo de dólares.


Hilda Krüger: "el arma sexual secreta" de Hitler

Al llegar a la nación azteca, Krüger se infiltró en el gobierno revolucionario y socialista del caudillo militar Manuel Ávila Camacho y se hizo amante de su Secretario de la Gobernación[3] y futuro presidente mexicano, Miguel Alemán Valdés. Desde tan privilegiada posición, compiló inteligencia para la Gestapo y consiguió materias primas para su país durante la II Guerra Mundial.
Al avanzar la confrontación, las fábricas germanas no se daban a basto para producir armamentos. Ante la demanda de las mismas, el Reich intensificó el contrabando de mercurio y petróleo[4], exportado por toneladas desde México. A petición de Krüger, el Presidente Alemán autorizó un descuento del 50% en las tarifas de ferrocarril desde las minas hasta los puertos de embarque.
En 1941 EEUU entró en la contienda, como aliado del Reino Unido. El gobierno estadounidense presionó al Presidente Ávila Camacho para que se pronunciara contra Alemania, Italia y Japón; y logró su objetivo. Entonces comenzó a desinflarse la burbuja en la cual vivían los espías nazis.
Alemán, acusado por EEUU de proteger los intereses germanos en México,  dejó de frecuentar Krüger, pero cuando  Washington solicitó su detención, logró mantener a salvo con la modalidad de libertad supervisada por la Secretaría de Gobernación. Además, casó a Hilda con Ignacio de la Torre para que ella pudiese permanecer en territorio azteca sin ser extraditada.
Krüger se decía fascinada por el pasado mexicano, así que  se inscribió en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de México, y se hizo pupila y amiga del historiador Edmundo O’Gorman y de su esposa, Ida Rodríguez Prampolini, también historiadora. Además se vinculó con la crema intelectual del país, representada por José Clemente Orozco, Salvador Novo y Alfonso Reyes. Así, de golpe estrenó marido, amistades y ocupación, muy convenientes para desvincularse de sus actividades ilícitas. En efecto, a todo el mundo se le olvidó su pasado como espía.
Mientras participaba en más de 30 películas, entre ellas Adulterio, Bartolo toca la flauta y El que murió de amor, se especializó en personajes como la Malinche y Sor Juana Inés de la Cruz. Dedicada, además de brillante, escribió tres pequeños libros que tuvieron buena recepción en el ambiente.
Unos años después se divorció, vivió en EEUU y luego regresó a Europa, sumiéndose en el silencio y la soledad, hasta su muerte en Alemania, en 1991. [5]
Por su parte, Argentina, Brasil y Paraguay se convirtieron en santuarios que albergaron a los criminales nazis y los fondos que le habían arrancado a los prisioneros judíos, literalmente hablando.[6]
El tesoro nazi arribó a Argentina de manera paulatina, entre 1942 y 1944, colmando las arcas de las banca germana local. Un informe de la Secretaría del Tesoro de EEUU, de 1946, pone de manifiesto el registro mercantil de 98 firmas durante ese período, con transferencias giradas de Berlín a Buenos Aires.
El dinero llegaba al Banco Central de la República, y desde allí se distribuía a los bancos Alemán Transatlántico, Germánico del Río de la Plata y Deutsche Bank. La marea de inversionista llegó a su apogeo al inclinarse la balanza de la guerra a favor de los Aliados. Entre 1900 y 1942 se habían registrado Argentina 202 firmas comerciales de capital alemán; en los dos años siguientes se establecieron casi un centenar. Philippe Aziz, investigador francés asegura que, en 1942, Goebbels depositó en un banco bonaerense, bajo nombre falso, casi 2 millardos de dólares.[7]
El oro desembarcado en las playas argentinas fue sólo parte ínfima del caudal transferido. Llego a bordo de 15 submarinos los cuales, además del metal, transportaban familias enteras que escapaban de la derrota. En el siguiente medio siglo el oro fue lavado convertido en activos más negociables y menos sospechosos.
En marzo de 1945, tras la tardía declaración argentina de guerra al Eje, algunas empresas tudescas fueron nacionalizadas y puestas bajo la Junta de vigilancia de la propiedad enemiga. La mayoría escapó a la medida y, a partir de 1946 hasta fueron contratadas por el Estado para trabajos en obras públicas como la construcción del Aeropuerto Internacional de Ezeiza
Al antropólogo y médico germano Josef Mengele, oficial de las Schutzstaffel –SS– en el campo de exterminio de Auschwitz, se le atribuyó la selección de las víctimas a ser ejecutadas en cámaras de gas y la disección en vivo de los prisioneros.
Mengele huyó de Auschwitz el 17 de enero de 1945, poco antes de la llegada del Ejército Rojo. Con la ayuda de una red de ex miembros de las SS, navegó a Argentina en julio de 1949.
En principio, se domicilió en Buenos Aires y, pero tuvo que trasladarse a Paraguay (1959) y Brasil (1960), para escapar de las autoridades alemanas, hebreas y caza–nazis como Simon Wiesenthal, que querían llevárselo y  enjuiciarlo.
Pese a los esfuerzos tudescos y del Mossad, Mengele nunca pagó por sus horrendos crímenes y murió ahogado en la playa de Bertioga, Brasil, el 7 de febrero de 1979.
Adolf Eichmann, teniente coronel de las SS, fue el responsable directo de la solución final[8], principalmente en Polonia, y de los transportes de deportados a los campos de exterminio durante la II Guerra Mundial.
Al finalizar la contienda, Eichmann fue capturado por el Ejército de EEUU, quien no le reconoció. En 1946 se escapó y se enconchó en Alemania hasta 1948, cuando obtuvo un salvoconducto para abandonar el país, mas no lo usó de inmediato. A principios de 1950, con la ayuda del obispo católico Alois Hudal, obtuvo un pasaporte de la Cruz Roja y una visa argentina, ambos a nombre de Ricardo Klement, técnico de oficio.
El 17 de junio de 1950 se embarcó en Génova y llegó a Buenos Aires el 14 de julio. Se alojó en Palermo Viejo y comenzó a trabajar en un taller mecánico. Luego viajó en tren a Tucumán para trabajar en una empresa alemana.
Su familia arribó familia a Argentina y la trasladó a la provincia de Tucumán. En 1952, al quebrar la compañía para la cual trabajaba, empezó a vender jugos en el puerto de Olivos. Más tarde, comenzó a laborar en la fábrica de calentadores Orbis.
A Adolf Eichmann lo detectó un judío alemán ciego, vecino suyo, Lothar Hermann, cuya hija estaba empatada con uno de los adolescentes de la familia. Al comienzo, Mossad no quiso creer que el invidente pudiera haber reconocido a uno de los más buscados criminales de guerra.
Empero, le sometieron a seguimiento y lograron identificarle positivamente, iniciándose el planeamiento de su captura y traslado Israel, donde murió ahorcado. Al momento de su abducción, el 20 de mayo de 1960, era gerente de la planta automotriz Mercedes Benz.


Capítulo III
Las dictaduras fascistas del Cono Sur

El golpe de Estado de 1964 en Brasil inauguró una nueva etapa histórica en las intervenciones militares en America Latina; situación reforzada por el proceso argentino, a partir de 1966, y atornillada –en 1976– al desintegrarse el peronismo.
Tres nuevas rupturas del hilo constitucional instalaron a la modalidad en los países del Cono Sur.
1.     En Uruguay, con la progresiva militarización del país, tras un largo periodo de gobierno civil –durante el cual Uruguay había sido reconocido como la Suiza de América Latina–. Las FFAA, desestabilizadas por los guerrilleros Tupamaros, se fueron empoderando, escalonadamente, tras la declaración de fuerza interna –en abril de 1972– y hasta el zarpazo definitivo, –en junio de 1973– cuando optaron por disolver al Parlamento. Al final del ominoso ciclo represivo uruguayo no quedó prácticamente alguien en el país sin un familiar, amigo o conocido que hubiese desaparecido o apresado durante el proceso.


De izquierda a derecha: el
general y la señora Pinochet y la "Dama de hierro" en Londres

2.     En  Chile,  bajo el impacto de la violencia militar y muerte, en  1973, de Salvador Allende, Presidente de República. Fue el ejemplo más traumatizante del ahondamiento y solidificación de los nuevos clanes militares en América Latina, reduciendo al inmovilismo y la apatía a los opositores mediante una brutal persecución. Allí hubo episodios absolutamente execrables, como la Colonia Dignidad, escuela supuestamente hecha para educar a huérfanos de la represión, en la cual realmente se les sometía a trabajos forzados y a satisfacer la lujuria de oficiales y amigos de la tiranía.
3.     Alfredo Stroessner murió a los 93 años en Brasilia, en agosto de 2006, después de haber gobernado a Paraguay por durante 35 años con el apoyo del Partido Colorado. Cobijó a decenas de nazis en Paraguay, e hizo desaparecer a más de 400 personas bajo su mandato, pero jamás compareció ante algún tribunal. Se estima que la cuantía de los bienes de Stroessner ascendía a unos 5 mil millones de dólares, cuyos activos incluían. Se asegura que puso grandes navieras, fincas rurales y empresas a nombre de sus familiares.[9] Gran parte del dinero lo hizo con el contrabando y el narcotráfico, pues La Asunción fue un puente para la importación de cigarrillos, electrodomésticos y whisky escocés, destinado a los países vecinos, y la exportación de coca boliviana y peruana a EEUU, vía México. Este gran negocio delincuencial fue financiado, inicialmente por la tabacalera Philip Morris, quien contrató a los pilotos y aviones que iban desde Florida hasta Paraguay vía Panamá y México.
Las dictaduras de Argentina, Chile y Uruguay avanzaron aún más en la profundización de la violencia, al establecer una alianza llamada la Legión Cóndor cuyo propósito era aprehender, desaparecer y extraditar a los opositores expatriados, sin pasar por ninguna vía diplomática o legal.


Eva y Juan Domingo Perón, inventores del fascismo criollo o populismo

En este panorama, Brasil se incorporó a la moda, con el gobierno más represivo del Brasil, el denominado Período Medici, entre 1969 y 1973. Ante la aparición de la guerrilla urbana en Brasil, el Presidente Emilio Garrastazu Medici ordenó el espionaje y la tortura para suprimirla. El reforzamiento de la represión política durante su gobierno hicieron conocido a su mandato como los años de plomo del régimen militar.






[1] Diario El País de España, 09/10/2017
[2] Ortiz, Camilo: Teoría de la raza superior de Hitler – Justificación de lo injustificable (2012)


[3] Equivale al Ministerio de RRII o la Secretaría de Estado en los demás países del Hemisferio.
[4] Ya que el envío de tales recursos a Alemania estaba prohibido por EEUU
[5] Cedillo, Juan Alberto: Vida y obra de una espía nazi en México (2016)
[6] Un porcentaje importante del oro llevado a Argentina procedía de las dentaduras extraídas a  las víctimas de los campos del horror.
[7] Diario La Nación de Buenos Aires (01/12/2017).
[8] Holocausto judío.
[9] Peregil, César: La herencia oscura del Paraguay (2012)

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