Carlés, Nicolás y la bárbara reliquia
¿Por qué
dialogar con los militares en Venezuela?
En un extraordinario ensayo publicado el primero de los corrientes en
The Latin American Freedom[1],
Alberto Barrera Tyszka sostiene que quienes realmente detentan el poder
real en Venezuela son los militares, y que al día de hoy se ha venido
cumpliendo con precisión la estrategia que impuso la modalidad en el país, por
lo cual tanto los políticos comunistas como los de la MUD para lo único que
sirven es como adorno de mesa.
Berrara cita a Chávez, quien en 1999 le aseguró al padre Luis Ugalde,
al momento rector de la UCAB–: Yo no creo
en los partidos políticos. Ni siquiera en el mío. Creo en los militares.
Para algunos que admiran a Barrera, la opinión que recientemente
expresara es dura de tragar–: …La fuerza
armada se ha consolidado como un importante holding económico del país. Aparte
de ocupar puestos fundamentales en la gestión pública, los militares tienen 20
empresas en sectores estratégicos claves que van desde la producción de
armamento hasta la distribución de agua y alimentos, pasando por la explotación
de hidrocarburos y minería […] Poseen y manejan medios de comunicación,
compañías de seguros, constructoras, transportistas y una entidad bancaria.
Todo esto sin contar las su estrecha relación con el narcotráfico y otras ramas
del crimen organizado.
Quienes inculpan a los militares de todos los males de la nación,
entre ellos la potenciación del narcotráfico y la quiebra de Pdvsa, empero, se
equivocan. Y se equivocan pues generalizan.
Decir que todos los militares
son narcorruptos es como afirmar que todos
los curas son pedófilos.
Hay curas pedófilos –contra los cuales Francisco I demuestra
tolerancia cero, como el ex embajador del Vaticano en la República Dominicana,
quien, al verse inculpado y encarcelado en Roma, en vez de colgar los hábitos, se
colgó a sí mismo–, hay militares narcorruptos –la mayoría de cuyos nombres figuran
en un lista que ha circulado ampliamente por las redes sociales y procede del
Departamento del Tesoro de EEUU–.
De manera que, para mí, está claro con qué militares debe dialogarse,
y con quiénes no. Mas, en el caso castrense, yo añadiría un elemento adicional.
Hay que conversar con quienes, efectivamente, tienen comando de
tropas.
Con los que atesoran vorazmente riquezas desde las 30 empresas
estatales y otros cargos del régimen, no hay nada que discutir.
A estos últimos, les recomiendo leerse el decreto firmado por Donald
Trump el 24 del mes próximo pasado, especialmente en sus referencias a
Venezuela, donde aclara:
El gobierno venezolano no
comparte con el estadounidense adecuadamente la información relacionada con la
seguridad pública y el terrorismo, no satisface al menos un estándar clave de
riesgo y no coopera plenamente con respecto a la recepción de sus nacionales
sujetos a órdenes definitivas de deportación de los Estados Unidos […] Empero, hay fuentes opcionales para
recopilar información que posibilitan verificar la ciudadanía y la identidad de
los venezolanos. Como resultado, las restricciones impuestas por el presente
decreto se focalizan en los funcionarios gubernamentales de Venezuela, como
responsables de los déficits identificados.
Creo que los identificados en la lista negra, si quieren que EEUU les
perdone sus pecados –y delitos– pudieran optar por convertirse en fuentes opcionales para recopilar
información.
Sería como el único camino que les queda, no para volver a Disney
World después de las 12 AM del próximo 18 de octubre, sino para que la CIA, el
FBI, la DEA, la DSN, la Interpol, la Sureté y otros organismos internacionales
de seguridad les permitan disfrutar de sus riquezas mal habidas en algún país
decente. A menos que prefieran hacerlo entre los guerreros y las guerras de Al
Quaeda e Isis, junto a los Tarekes y Mustafaces.
Superar a la
estupidez
Para dialogar con los milicos, hay que superar a la estupidez.
A diferencia de lo que se cree, la estupidez es uno de los mayores
males en Venezuela y el mundo. Según Paul Tabori–: La estupidez es el arma humana más letal, la mas devastadora epidemia,
el más costoso lujo[2].
Dicha patología se manifiesta, entre otros síntomas, por buscar la riqueza
sobre los cadáveres de los demás, crear impacto mediático con peinados, atuendos,
estilos de hablar, ejercicios y enfermedades alimentarias; implementar sectas y
cultos diabólicos; pretender trascender sin realmente merecerlo, inventar mitos
y brujerías, y así.
Para Tabori lo único evidente en la historia es el elevado costo de
la estupidez. El autor se pregunta–: ¿Duele
ser estúpido? Desgraciadamente, no. Si
se asemejara al dolor de muelas, ya existiría, hace tiempo, la contra
estupidez. Aunque, a decir verdad, la estupidez sí duele… ¡sólo que casi nunca le
duele al estúpido!
Uno de los casos más recientes y evidentes de estupidez es la de
Carlés Puigdemont, presidente de la Generalitat de Cataluña, a quien su empeño
de independizar a la provincia del resto de España no va llegar a ningún lado, ya que los militares
ibéricos están claros sobre esta imposibilidad, y así lo han declarado–: Primero está la Patria, después la
Monarquía, después la República… Pero, además, el anticonstitucional acto
del 1° de los corrientes, ya le está costando millardos de euros a los
catalanes. Vea usted las siguientes notas:
1.
El Banco
Sabadell aprueba el cambio de sede social a Alicante y CaixaBank prepara el
traslado a Palma de Mallorca. Consejeros de la entidad financiera, partidarios
de tener listo un plan de cambio de sede temporal si fuera preciso para
proteger a los clientes. Gual y Oliu forman un entente ante Junqueras para
frenar la declaración unilateral de independencia. Reunión extraordinaria del
Sabadell para cambiar de domicilio social
Catalana Occidente también plantea
mudar su sede […] CaixaBank concentra en Cataluña un riesgo de 61 mil 766 millones
de euros, 22% de todo lo que tiene en España. Por su parte, Sabadell se juega
directamente 32 mil 645 millones, un 29% del total en España. Estos 94
millardos son casi la mitad de los depósitos que según el último informe del
Banco de España, tiene localizados la banca en Cataluña, razón suficiente para
que los presidentes de ambas entidades los pongan a salvo[3].
2.
Volkswagen
sopesa anunciar su intención de abandonar Cataluña pocos días antes de la
celebración de la consulta independentista, que Puigdemont no renuncia a
convocar a pesar de la prohibición del Constitucional. Volkswagen–Audi España
llevaba tiempo reuniéndose al más alto nivel con la cúpula de la multinacional
en Alemania para diseñar una operación de re–domiciliación de su corporativa de
El Prat de Llobregat (Barcelona) a Madrid. Pero ahora va a dar un paso más. Como
último recurso anunciará que abandonará Cataluña si se aprueba la
independencia.
Estupidez y pendejada son sinónimos. Mi padre, QEPD, tenía razón al
afirmar que ningún vivo tiene cara de
pendejo. Lo decía de otra manera–: No
hay algo como una cara de huevón bien administrada. Quien la tiene es por que
ciertamente es huevón. Y es lo que pasa con Puigdemont y la mayoría de los
políticos, de España y Venezuela, que tienen cara y son huevones.
Las huevonadas
de un viaje a Moscú
Ya hace 7 años, Marión Mueller[4]
examinaba una de huevonadas que ha dicho Nicolás en su más reciente viaje, como
si fueran novedades generadas por su invectiva.
Para que los rusos de condonen la deuda a Venezuela –me imagino que
Putin le habrá hecho la señal de costumbre–, el vicecónsul de Raúl habló del oro de Guayana y la cesta de divisas fuertes para acabar con el dólar imperialista–:
Fue Keynes quién llamó al oro la “bárbara
reliquia”, y hoy podemos considerarla mucho más reliquia respecto a la economía
internacional, y más bárbara dados los motivos que subyacen en su atesoramiento
[…] El oro subió casi un 25% en el 2009 y un 30% en el 2010, sobre niveles que
ya eran muy altos. La referencia al precio del oro es siempre en dólares, pero calculado
en varias monedas, y en base 100 en 1970, su incremento ha sido en un índice de
hasta un mil yenes, 4 mil dólares, 4 mil 500 euros, y 5 mil 700 libras
esterlina […] Por eso, Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, ha
propuesto reformar el sistema de tipos de cambios, quitándole protagonismo al
dólar y sustituyéndolo por una cesta de divisas –entre ellas el yuan chino–,
que actuaría como moneda en las transacciones internacionales.
Su propuesta es viable –añade la periodista
especializada en finanzas–, pero inservible
si no viene acompañada de un equilibrio entre las balanza de pagos y el flujos
de inversiones de cada país participante.
Por su parte, Luis Mata Mojellas[5]
complementa la idea así:
La vigencia del dólar como moneda
de uso internacional, aunque flotante, se afianzó en 1982 por el acuerdo de
Arabia Saudita con EEUU para mantener la referencia del precio del petróleo en
dólares. Por lo cual, al convertirse EEUU en el eje del tráfico petrolero,
primer consumidor y primer productor y ser el único emisor de la moneda
internacional –lo que hemos llamado “tenaza dólar–petróleo”–; ayuda a
Washington a convertirse en hegemonía mundial... sin la obligación de sacarle
las castañas del fuego a nadie […] Respecto a la Unión Europea, los pagos por petróleo
se hacen en dólares, aunque el suministro venga de Rusia o de cualquier otro
lugar del planeta. La hegemonía norteamericano no cesará hasta tanto el
comercio mundial se centre en cualquier otra mercancía y se pague con otra
moneda […] La famosa ley de Gresham: “La mala moneda expulsa a la buena”, puede
completarse con otro aserto: la falta de moneda provoca el nacimiento de otra;
como lo hizo la moneda bancaria con la omitida por el príncipe y ello vale para
las economías domésticas y para el intercambio internacional.
Por lo cual, este régimen y su bárbara
reliquia no impresionan a Moscú, Pekín o Washington. O a quien tenga dos
dedos de frente, de los cuales carece, por lo menos físicamente, Puigdemont.
[1] ¿Por qué dialogar con los militares en Venezuela?
[2] Natural History of Stupidity
[5] El doctor Mata Mollejas es
Individuo de Número de la Academia Venezolana de Ciencias, ha sido su
Presidente y, en la actualidad, dirige los doctorados de Economía de la UCV, Su
última obra, Tu futuro político (2017),
es una preclara síntesis de lo que le espera a Venezuela y el mundo a corto
plazo.
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