Apreciados lectores de Opinático sin oficio:
Ayer mi vieja dirección g-mail y, en consecuencia, mi llave de acceso blogger original, fueron hackeados de una manera tal que ya no puedo acceder a ellos. Me vi obligado a abrir otras cuentas, en ambos casos. Lo cual me motiva a seguir escribiendo desde esta nueva trinchera, y a recuperar en la medida de los posibles los contactos que había atesorado a través de varios años. Afortunadamente, la nueva dirección se parece a la anterior, y el título es el mismo. Para quienes no leyeron la última entrega del blog anterior -y posible causa de su hackeo-, se las copio en éste.
Saludos y cuenten conmigo.
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