De eso no se habla…
Quien roba a otro ladrón
ha cien años de perdón
Francisco de
Quevedo
Tres monos sabios
Carlos E. Aguilera, en su artículo Odebrecht y el silencio de Maduro (careduagui@gmail.com), publicado en El Nacional hace un par de días,
manifiesta suprema extrañeza en virtud de que, hasta la fecha, el escándalo de la
tristemente famosa constructora brasileña no ha embarrado aún a ningún
funcionario público venezolano. Se apoya Aguilera en la declaración de Emilio
Odebrecht, padre del detenido, convicto y confeso Marcelo, ex presidente de la firma–:
Si mi hijo es condenado, el gobierno
brasileño tendrá que construir tres celdas más: una para él, otra para Lula y otra para Dilma.
Mientras ambos ex presidentes han sido implicados y esperan se
inicien procesos en su contra, en Venezuela –según las investigaciones de la
Corte estadounidense– en el período comprendido entre el 2006 y 2015, Odebrecht
efectuó pagos sobornos estimados en US$ 98 millones de dólares a funcionarios e
intermediarios, para ganar o retener contratos de obras públicas. Solo el ex presidente
de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, y el diputado Freddy Guevara solicitaron
una investigación urgente, sin que Pdvsa, la Fiscalía General de la República, la
Contraloría General de la República y mucho menos Nicolás Maduro hayan hecho
pronunciamiento alguno.
El monto antes señalado formaría parte de una pequeña porción de lo que Odebrecht entregó a los corruptos
nacionales, especialmente a los candidatos del Psuv y la MUD para las
elecciones presidenciales del 2013, en las cuales Maduro supuestamente habría
recibido US$85 millones y Capriles el resto.
Afirmo que se trata de una porción pequeña, porque, desde 1992,
Odebrecht ha venido ejecutando desarrollos agroindustriales, gasíferos,
petroquímicos infraestructurales, industriales, petroquímicos y petroleros en
el país, con una mano de obra de 6 mil trabajadores su servicio .
Los proyectos de Odebrecht en Venezuela, en la mayoría de los cuales ha habido
mora en sus cronogramas, son: Centro Lago
Mall, en Maracaibo (1992); Línea 5 del
Metro de Caracas, sobre el que ni siquiera hay fotos sobre el avance de las
obras (1998); II Puente sobre el Orinoco en Puerto Ordaz, aún con la vía férrea
faltante (2000); Línea 1 del Metro de Los Teques, entregado en parte (2002); Planta
Hidroeléctrica Manuel Piar (Tocoma), cruda; Estaciones Guaicaipuro e
Independencia del Metro de Los Teques, Línea 2 del Metro de Los Teques (2013). Metros Caracas–Guarenas–Guatire, Maracaibo y Valencia; Metrocables Fila de
Mariches y La Charneca. Viviendas sociales en El Chorrito, Altos Mirandinos; Mejoras
del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía; II Puente o túnel bajo
el Lago de Maracaibo; Ferrovías entre Acarigua y Cúa. Para su financiamiento, Odebrecht obtuvo, en muchos
casos, hasta un 80% de los costos totales de su financiamiento, avalado por
Venezuela, del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES), a quien la
prensa local ha catalogado como–: La caja
chica de Lula y Dilma.
Tal afirmación demuestra que los vasos comunicantes en la corrupta
red integrada por Odebrecht, Lula y la
depuesta Dilma Rouseff fueron bien importantes. El historial de estos ilícitos,
penado por todas las legislaciones donde Odebrecht obtuvo jugosos contratos y lavó
dinero proveniente de los mismos, data de varios años; según las evidencias y pruebas
recabadas por la corte estadounidense, la cual basó su actuación en la
aplicación del artículo 183 de la Convención
de ONU contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, firmada por
Venezuela.
"La escuela de los vicios" de Quevedo, dando la hora en Madrid
Esta acción develó los oscuros negociados de la constructora
brasileña, y promovió severas y profundas investigaciones los países donde Odebrecht actuó, que son los siguientes:
1. Las denuncias en EEUU indican que, en Argentina, Odebrecht sobornó a varios funcionarios
gubernamentales entre el 2004 y el 2015 por US$ 35 millones de
dólares, por lo cual el gobierno de Macri ha emprendido las investigaciones
pertinentes
2. Entre el 2009 y
el 2014, Odebrecht entregó en Colombia más de US$ 11,1 millones en dádivas para asegurar sus contratos de obras públicas. Por eso, la Secretaría
de Transparencia canceló unilateralmente sus contratos con Odebrecht,
mientras el fiscal Néstor Humberto Martínez ordenó la detención de Gabriel
García Morales, ex viceministro de Transporte, acusado de recibir US$
6,5 millones en el 2009, así como del ex senador Otto Bula.
3. En Ecuador, la
empresa sobornó a empleados públicos, entre el 2007 y el 2016,
por unos US$ 33,5 millones de dólares, por lo que Rafael Correa solicitó
identificar a los involucrados para aplicarles todo el rigor de la Ley. Las
autoridades ecuatorianas, comentaron que, en el 2008, la constructora brasileña
había sido expulsada por mala gestión.
4. Según la
justicia estadounidense, entre el 2013 y el 2015 Odebrecht pagó sobornos en Guatemala por
US$ 18 millones
5. Los documentos
estadounidenses también revelaron que, entre el 2010 y el 2014, la constructora
canceló mas de US$ 59 millones en coimas en Panamá
6. Entre el 2005 y el
2014 Odebrecht aparece relacionada en Perú con pagos de US$ 29 millones, que le
generaron más de US$ 143 millones de dólares en contratos, por lo cual el
propio presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski exigió una profunda
investigación
7.
En el caso de México, Jorge Castañeda, en su
artículo Gasolinazo, Odebrecht y Lozoya (17
de enero de 2017) asevera–: Los
documentos divulgados por la corte estadounidense mencionan que, entre 2010 y
2014, Odebrecht pagó US$ 10,5 millones de dólares en sobornos a “altos
funcionarios de una empresa paraestatal mexicana” y obtuvo a cambio beneficios
por 39 millones de dólares. No se mencionaron los nombres de los funcionarios,
ni la paraestatal, pero se supuso en los medios especializados que se trata de
Pemex, que 6,5 millones del total fueron entregados entre finales de 2013 y
mediados de 2014, para asegurar, se especulaba, contratos de construcción del
complejo Etileno XXI en el sureste y de la construcción de la segunda fase de
Los Ramones en el norte. “Animal Político” reveló que en octubre de 2013,
semanas antes del primer pago, el presidente de la constructora, Marcel
Odebrecht se reunió con Enrique Peña Nieto en Los Pinos. Función Pública y el
SAT de inmediato anunciaron que investigarían todo.
8. Entre el 2001 y
el 2014 Odebrecht realizó pagos ilícitos en República Dominicana por un monto
de US$ 92 millones, por lo que la Procuraduría General de la República se activó
inmediatamente, solicitando toda la información recopilada al respecto.
Aguilera cree que al asalto de los fondos públicos, por funcionarios
que se persignan con la mano izquierda –en nombre de la revolución socialista
chavista-madurista–, al inexplicable incremento de su patrimonio, al
despilfarro de los dineros estatales, al abuso y manipulación de las
instituciones públicas y a los jugosos contratos chinos y rusos–: Se suma este escandaloso hecho, que pone al
descubierto la red corruptiva en el gobierno socialista, marxista y mal llamado
bolivariano, y el inexplicable silencio de Nicolás Maduro sobre este hecho, que
pone en tela de juicio la probidad de quienes detentan el poder. El que calla otorga, reza un proverbio romano.
Lo cierto es que, para el Ministerio Público de EEUU, entregó aproximadamente US $788 millones en comisiones bajo la mesa, en 12 países iberoamericanos
y África, y que dichas cantidades estuvieron vinculadas con más de 100
proyectos en 12 países, incluidos Angola, Brasil, Colombia, República
Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela,
dinero que enriqueció a más de un funcionario público.
En Venezuela, el Artículo 61 de
la Ley de Corrupción de Funcionario, tipifica como corrupción impropia el hecho del funcionario público que, por actuar
en sus funciones. recibe para sí mismo o para otro, retribuciones que no se le
deben o cuya promesa acepte. En este caso, la pena de prisión es de 1 a 4 años,
complementada con multa hasta el 50% de
lo recibido o prometido, previéndose la misma pena para el extraño que
corrompe, esto es, ofrece o entrega el dinero, retribución o utilidad no
debidas –corrupción activa–.
En el Artículo 62 se describe la corrupción
propia o hecho por el cual el funcionario público, por retrasar u omitir
algún acto funcional o por efectuar alguno contrario al deber que le impone la
Ley, recibe o pide dinero u otra utilidad, bien por sí mismo o a través de un
tercero. La sanción en este caso es prisión de 3 a 7 años, y multa hasta el 50%
del beneficio recibido o prometido, pena que asimismo recae sobre quien da o
promete el dinero y a quien funge como persona interpuesta.
El DRAE define a la
corrupción como–: Acción y efecto de
corromper o corromperse. Alteración,
soborno o vicio en las cosas materiales. De éste concepto surgió la
conocida frase–: Tan corrupto es quien da
como el que recibe; por lo cual la ley sanciona con igual dureza a ambas
partes.
La corrupción puede darse en todos los ámbitos del quehacer humano,
pero ella recae en el ámbito penal cuando se refiere a delitos contra la
administración pública, dentro de los cuales se encuentran el cohecho y el soborno.
El DRAE establece como una
de las acepciones de corromper, el
soborno o cohecho de un juez o a cualquier persona, con dádivas o de otra
manera; y al soborno como–: Delito
consistente en sobornar a un juez o a un funcionario en ejercicio de sus
funciones, o en la aceptación del soborno por parte de aquellos. Y, con
respecto a soborno, acota: Dádiva con la
que se soborna; entendiendo por sobornar-: Corromper a alguien con dádivas para conseguir de él algo. Y, sobre
concusión, asienta: Exacción arbitraria
hecha por un funcionario público en provecho propio.
Este pequeño repaso final a los significados del ancho mundo de la
corrupción desatada por Odebrecht no es un vano ejercicio semiótico, su
objetivo es llegar a la hipótesis que también sugiere el embajador venezolano
Milos Alcay (Escándalos de Odebrecht,
salvo en Venezuela, 13 de enero del 2017, @milosalcalay) –:Pese a que los contratos del gobierno de
Lula con los de Chávez y Maduro fueron muy ventajosos para los políticos que
buscaban enriquecimiento “ilegal exprés”, los famosos magistrados del Poder
Moral actúan en Venezuela como si no fuera con ellos. Y desechando asimismo los
casos de otras constructoras, que pervirtieron su funcionamiento con el BNDS,
Petrobras, o las denuncias sobre la operación Lava Jato que distribuyó entre
sus beneficiarios millardos de dólares desde el 2001 al 2016, estando hoy muy
tranquilos pese a sus fechorías.
No sucede así en otros países,
donde sus políticos se beneficiaron -–en menor medida que en Venezuela-–, pero la
fuerza de las denuncias obligó a sus gobiernos a reaccionar de manera firme.
¿Y por qué aquí nadie dice, mi
apreciado embajador? Porque está embarrado medio mundo, en el gobierno y
la oposición. Porque si repartían Lula y Dilma, a lo mejor también lo hacían
Hugo y Maduro. O como decían algunos adecos, al regresar de su exilio el 23 de enero de 1958–: ¡En mi hambre mando yo! Por eso, aquí,
de eso no se habla…
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