lunes, 14 de abril de 2014

Una cadena nacional no vale 41 muertos

El pronunciamiento de González al cuadrado
El 10 de Abril de 2002, el general Néstor González González emplazó públicamente a Chávez en los siguientes términos: Usted negocia para alcanzar sus objetivos comunistas, y vende y traiciona a su patria y pueblo por ambición personal. No es aceptable que un Presidente diga que aquí no existe la guerrilla, cuando hay más que suficientes pruebas al respecto en poder del CUFAN, pero al señor Presidente le interesa más su relación con Fidel Castro y el comunismo [...] Somos un país digno de ser gobernado por alguien mejor que usted.
Dichas palabras fueron, probablemente, el detonante que hizo estallar la dinamita que se había ido acumulando en Venezuela entre grupos significativos de militares, empresarios y opositores nacionalistas; hasta llegar a la frustrada transición de el 11 de abril, hace exactamente 12 años tal día como hoy.
Según el Diario El Universal (06/04/14): Alarmado por el derrumbe emocional y el destino de su aliado, el 11 de abril de 2002 Fidel Castro pidió refugio para Hugo Chávez en Madrid. Cuando se produjo el golpe -asegura el ex premier José Mª Aznar en su autobiografía-, recibí una llamada de Cuba, en la cual su gobierno me pedía organizar un convoy para sacar a Chávez de Caracas y traerlo a España. Les respondí que, si querían sacar a Chávez de Venezuela, lo hicieran ellos.
En La Habana, mientras tanto, insistían en buscarle un destino a Chávez fuera de su territorio. Tanto así que entre los embajadores acreditados en Venezuela empezaban a notar que la diplomacia cubana movía sus fichas, para sacar a su camarada a un tercer país. Eso dijeron al arzobispo de Mérida, Baltazar Porras -desde la Nunciatura Apostólica- horas antes de que terminara acompañando al mismísimo Chávez al filo de la madrugada del 12 de abril.
Cerca de las 12:30 de la madrugada del 12 de abril, el capitán de navío Ramón Rodríguez Chacín, le pasó a Chávez al teléfono, para que hablara con Monseñor Baltazar Porras. Y esto es lo que recuerda el prelado en sus memorias:
Con voz grave me saludó, pidió la bendición y me dijo: Perdóneme todas las barbaridades que he dicho de usted. Lo llamo para preguntarle si está dispuesto a resguardar mi vida y las de los que están conmigo en Miraflores [...] He decidido abandonar el poder. Lo que yo quiero es salir del país, si se garantiza la vida de los que están conmigo. Le pido a Ud. que me acompañe hasta la escalerilla del avión o inclusive que me acompañe si es el caso.
Y así sucedió, Porras fue a ver Chávez en Fuerte Tiuna junto al arzobispo de Barinas, José Luis Azuaje; únicos testigos civiles en una reunión de militares que se disputaban el poder.
¿Qué sucedía entre los uniformados? Algunos testigos afirman que se barajaron 3 opciones: dejar que Chávez se fuera, apresarlo y llevarlo ante la justicia militar o, simplemente ejecutarlo.
Esta indecisión resultó fatal para la insurgencia.
El Jefe del CUFAN, general Manuel Rosendo, iba a entregarle el un salvoconducto para que Chávez viajara a Cuba con los suyos.
Empero, cuando Chávez llegó a Fuerte Tiuna, le dijeron que quedaba bajo custodia de la Fuerza Armada Nacional. A lo que el derrocado mandatario ripostó: Ustedes cambiaron las reglas de juego. Les dije a Rosendo y Hurtado que firmaba la renuncia si me mandaban fuera del país, continuó el mandatario. Soy menos problema si me dejan salir que si permanezco aquí. Pero ustedes tienen la última palabra, advirtió a Efraín Vásquez Velasco y los otros generales que por un momento terminaron dejando el salón, para tomar la última decisión en privado.
De una manera injusta, según el presentador radial y ex oficial Esteban Ballesteros, al general González González, actualmente en la lista roja de Interpol, se le responsabilizó por la decisión que cambió la suerte de  la rebelión popular. Afirman que se negó a asumir el poder para los militares y  conformar una junta al respecto -ya que el gobierno presidido por Pedro Carmona Estanga se había hecho mediáticamente inviable- porque le daba culillo. De allí el apodo que le pusieron: El general culillo.
González González, ¿se aculilló?
Patria, socialismo o muerte
Afirman, asimismo, que el general Raúl Isaías Baduel -acuñador de la frase Patria, socialismo o muerte en la Academia Militar de Venezuela y preso hoy sin pruebas ni condena-, comentó: Como estos huevones no terminan de ponerse de acuerdo, lo que soy yo me voy con Chávez.
Raúl Isaías Baduel: Con pendejos ni a la esquina
Los recuerdos del 12-A vienen al caso en el presente porque Venezuela confronta una situación similar a la del pasado, pero en esta oportunidad con protagonistas multipolares.
Por una parte, están los actores fracasados de la V República, y los también representantes fracasados de la IV República, a quienes considero como una oposición colaboracionista.
Los primeros fallaron, pues aún cuando lograron su propósito primordial, entregarle la soberanía de Venezuela a los tiranosaurios cubanos, el costo político, económico y social que este acto de traición a la patria conlleva es insostenible a corto plazo.
Los segundos también fallaron, porque creyeron que bastaba el espacio las hertziano y la convocatoria comicial para derrotar a la dictadura castro-comunista.
Ese espíritu de los últimos, la MUD en la actualidad -derivada metodológica de la famosa por ineficaz Coordinadora Democrática, con todos sus apéndices igualmente ineficientes, Carter y Gaviria-, ha excitado a medio mundo, en Venezuela y fuera de ella.
A la MUD la sentaron los estudiantes en Miraflores
La MUD se atribuye la gracia de haber logrado, tras 15 años de gobierno marxista leninista, ha logrado figurar en un programa transmitido en cadena nacional.
Desestima la MUD que si se pudo sentar allí fue gracias a la valentía de los estudiantes universitarios, que tomaron las calles, abandonadas por los cuarto-republicanos, e hicieron suyas las más sentidas consignas de la protesta popular: el desempleo, la inseguridad, la violencia, la escasez, la inflación y, sobre todo, la entrega a Cuba y otros socios foropaulistas de la soberanía y riquezas del país.
No entiende la MUD que el apresamiento de estudiantes, la inconstitucional defenestración de Mª Corina Machado y los alcaldes de San Cristóbal y San Diego, la negativa a darle medidas de gracias al comisario Boris Simonovis y otros inculpados por los homicidios del 11-A, todos ellos constituyen componentes de una planificación maquiavélica totumeada en La Habana para acabar con la resistencia patriótica hoy en plena ebullición.
Y tampoco termina de asimilar la MUD -a lo mejor porque no le conviene- que los deudos de las 41 víctimas de la salvaje represión ordenada por Raúl Castro, de los centenares de presos, detenidos y procesados desde el 12-F por ejercer su legítimo derecho a la protesta, conforme a la Constitución vigente,  tiene como objeto impedir que se abra la Caja de Pandora, y los responsables de estos crímenes y otros delitos inconfesables paguen por ellos.
Por eso, en esta nueva jornada de la Pascua Florida, hay que reivindicar a la imagen del Cristo del Nazareno, que simboliza la lucha del pueblo de Venezuela, y la gallardía que demostraron los jóvenes en 19 de abril de 1810. Fecha en la cual comenzó la etapa republicana que hoy intentan arrebatarle a la nación.
María Corina: La Dama de Hierro de Venezuela
Orar por los estudiantes, y por los políticos que se han segregado del colaboracionismo como Mª Corina Machado, Leopoldo López, Diego Arria y Pablo Medina. Y recordar la frase del Alcalde Antonio Ledezma: Una cadena nacional no vale 41 muertos.