viernes, 11 de mayo de 2012

El pasajero de Truman


Las camisas voladoras
Corría el año de 1945. Diógenes Escalante, precandidato a la presidencia de la República de Venezuela por el Partido Democrático Venezolano, iba a desayunar con el general Isaías Medina Angarita, para la fecha Primer Magistrado de La República, acompañado de los líderes de la organización política y los miembros del gabinete.
Empero, ocurrió un hecho insólito. Escalante, de una puntualidad británica no llegaba a Miraflores. Por lo cual el coronel Ulpiano Varela, Jefe de la Casa Militar, llamó al Hotel Ávila, donde se hospedaba el diplomático.
Su llamada fue atendida por Ramón J.  Velásquez, Secretario de la Presidencia, quién le informó que Escalante no iba al desayuno. El oficial preguntó: ¿por que?  A lo que Velásquez  replicó: Dice el doctor  Escalante que le acaban de robar su ropa, que carece de camisas y pañuelos para colocar en los bolsillos de su paltó.
Francisco Suniaga desvela la extraña conducta de Escalante en su novela El pasajero de Truman (2008); y nos habla de su triste final, acaecido en 1964, cuando el candidato que nunca llegó a presidente fallece en una modesta casita de Florida, prácticamente descerebrado por el bárbaro tratamiento de electroshocks con que la psiquiatría trataba a los dementes hasta bien entrado el Siglo XX.
El extraordinario actor y director Javier Vidal da una visión más íntima del político en el drama Diógenes y las camisas voladoras, donde dialogan la política y la locura, el civilismo y el militarismo.
La pieza está basada en las conversaciones de Vidal con Oscar Yánez y el libro Amores de Última Página escrito por el famoso periodista, así como en la consulta en numerosas bibliotecas y hemerotecas del país.
Un orate en Miraflores
La interrogante que formula Vidal al público, a través de uno de sus protagonistas, es: ¿Usted se imagina a un loco en Miraflores?
La contestación que te doy, mi querido Javier es: Sí. Lamentablemente, allí lo tenemos.  Lo hemos tenido allí, enquistado como el tumor maligno que hoy le corroe, durante los últimos 13 y casi 14 años.
Pero, a diferencia de lo que sucedió en aquellos tiempos, no hubo nadie que se concienciara del riesgo mortal que había al sentar en la silla presidencial a un deschavetado, hablando literalmente. A algunos les parecían graciosas sus ocurrencias, y otros creyeron poder manejar estos desvaríos en beneficio propio. Lo cual funcionó, al principio.
Hubo algunos comensales que acudieron al apartamento donde residía el frustrado golpista del por ahora, gracias a la bondad de un empresario de seguros quien se lo cedió de gratis, pero actualmente es su perseguido.
Quienes compartieron su condumio, vieron dejarle un puesto reservado al Libertador, y servirle –me han dicho- vino y los tres golpes –sopa-seco y postre-.
Los más íntimos, le oyeron conversar con el Padre de la Patria, pues se creía su reencarnación.
Su psicólogo tratante e informante que contaba estas anécdotas cual chistes, ahora se encuentra mudo, pues tiene la casa por cárcel, tras haber seducido y asesinado a una jovencita, estudiante de Comunicación Social, quien tuvo la desgraciada idea de irle a consultar sobre sus trastornos emocionales.
La vaina se les puso color de hormiga
Además del doctor de supra citado, que le recetaba más píldoras al Guasón que el galeno envenenador de Michael Jackson, estaban clarísimos de la sicopatología padecida por el futuro inquilino de Miraflores todos los miembros del recién nombrado Consejo de Estado, posiblemente con la excepción de Eleazar –que en esos tiempos se codeaba con la cúpula podrida de la IV República-, que sí no sabía al menos imaginaría la tocoquera del comandante, pues el pendejo lo tiene bien alejado.
Sucede que cada uno de estos personajes notables reporta a algún poderoso. Por ejemplo, el otro periodista, a Fidel. El ex juez, a Cisneros. El oficial, a los narco-soles. Y así: elija usted al que quiera, y yo le diré de quién es ficha.
Mal que bien, la mayoría de los supra escritos estaban demasiado cómodos para meterse en esta suerte de soviet supremo. ¿Por qué, entonces, lo hicieron o aceptaron que los introdujeran a dedo en él? Porque la vaina se les puso color de hormiga –por doquiera se la mire-, el régimen pende está pegado con saliva de loro y lo que viene es candanga con burrundanga y rinkinkalla.
En Washington, por ejemplo, hay un movimiento coral que cada día se nutre con más voces. Primero fue la de Eladio Aponte Aponte (a) American Airlines. A ella se le sumaron las de Hugo Carvajal –según la periodista Marianela Salazar, el Pollo ya voló a EEUU, aunque algunos lo desmienten- y un funcionario no identificado del CEN; sin dejar a un lado la revelación del momento, Luis Velásquez Alvaray, candidato seguro al Grammy Latino.
El canto del ruiseñor Velásquez Alvaray
Entre los trinos que vocalizó ayer en Soi TV, se recuerdan los siguientes:
La simpática Banda de los Enanos controla las decisiones de los jueces en el país.
José Vicente Rangel ordenó la sentencia de 30 años contra los ex comisarios Vivas, Forero y Simonovis, así como el ex candidato Manuel Rosales, siguiendo instrucciones de Hugo Chávez.
Quien suplió a  American Airlines en la CSJ es mano derecha del general Cliver Alcalá quien, según Velázquez, es el autor intelectual de los homicidios del ex gobernador de Apure y el general Wilmer Moreno. Los generales favoritos de presidente Chávez son narcotraficantes, y que Cliver Alcalá posee un cartel.
El magistrado Marco Tulio Dugarte es el abogado de las FARC en Venezuela. Freddy Bernal, el jefe de la guerrilla para la Gran Caracas. Alí Rodríguez Araque, el vínculo con los forajidos colombianos, y se reúne en Cuba y Venezuela con ellos para manejar los asuntos de las FARC. Adán Chávez trabaja con los insurgentes, y envió a 35 mil jóvenes a Cuba, para ubicarlos  después en los campamentos de las FARC.
En la DIM se reunían los faracos para planificar secuestros: Liberé a un narcotraficante que trabajaba para Hugo Carvajal. En Barinas hay una finca que funciona como el cuartel general de las FARC en Venezuela.
Velásquez exhortó al presidente Juan Manuel Santos a que actúe ante la presencia guerrillera, y presentó documentos del DAS de Colombia que confirman su aserto.
Indicó que parte del petróleo enviado a China es pagado con armas, de un tipo para las Farc y de otro para Venezuela".
Aseguró que asistió a una de las reuniones de los viernes, siendo vicepresidente José Vicente Rangel, por dejó de hacerlo pues en ellas se decidía sobre la vida de las personas, si viven, o mueren.
Mostró foto de Makled con otro miembro del gobierno, Rodrigo Cabezas, ex director de Identificación y Extranjería.
Cuentó cómo se creó la famosa y perjudicial Lista Tascón, en realidad fue Francisco (a) Tramparencia Carrasquero el que creó la lista.
Y, como ya es costumbre en este evento social, Velázquez Alvaray le pidió perdón a los venezolanos por haber apoyado a este régimen. Include me out, tocayito, ni que yo fuera el Santo Cachón.
El parte del galeno Marcano Santini
A falta de un parte médico, bien vale la opinión del periodista Alejandro Marcano, autoexiliado en Miami, quien en la última entrega de su columna expresa su estupefacción ante (sic) la fulana sombra que pasó por detrás del presidente Chávez, durante su última alocución de despedida.
Dice Marcano que la hizo analizar por astrólogos, brujos y técnicos, y éstos llegaron a las siguientes conclusiones:
Santero Carlos Valdés: La hermana de la Enfermedad, la Muerte, ronda a Chávez, para recordarle que vino a desgastarlo y acabarlo, con la finalidad de que su pariente pueda llevárselo muy pronto.
Astróloga Adriana Azzi –autoexiliada  en la República Dominicana-: Fue una encarnación venida del Infierno [] el alma de Chávez, según mis estudios, estba relacionada con espíritus babilónicos malignos.
Técnicos de TV –presumiblemente también autoexiliados pues piden se mantengan sus nombres en reserva-: No es posible que dicha sombra surja naturalmente. Se trata de algo sobrenatural.
El rugido del ratón
A su regreso de Bogotá, el candidato de la llamada oposición democrática cambio su estrategia, y en lugar de seguir visitando casa por casa a sus electores potenciales, los reunió a campo abierto en Barinas, y les prometió acabar con las FARC y las expropiaciones. Con los Chávez, pues, según el muy enjundioso análisis del ex magistrado Velásquez Alvaray dadas ante una televisora hispanohablante del Sur de Florida.
Este cambio, ¿a qué se debe? ¿A qué la intención de votante favorece todavía a Chávez por un 10%, pese a que sus adversarios le consideran un cadáver insepulto? ¿A que los financistas del gobernador mirandino se están poniendo nerviosillos por los resultados de las encuestas, con las consabidas reacciones –o más bien omisiones- ante los mismos? En verdad, no lo sé, pero felicito este rugido del ratón. Que debe ser acompañada, en su caso, por un cariñito a sus aliados estratégicos, los traidores copeyanos –así les llaman en su bando- y los adecos, junto a sus ONG filiales. Para que le arrimen el hombro a la campaña, que bien ausentes están.
También sería bueno que el candidato le preguntara a Julio, el Secretario General de su partido, qué tanto habla con el ahora Presidente del Consejo de Estado, ya que lo ven reunirse con él casi una vez a la semana en una oficina cercana al Restaurant Urrutia de la Solano.
Todo esto lo digo porque me cansé de callarme la boca sobre lo que leo y veo, observo por mí mismo o me lo cuenta gente de mi confianza. Y para evitar, en lo posible, otro Pasajero de Truman. El primero por loco, y el otro por quedado.

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