viernes, 16 de febrero de 2018

No te vistas, que no vas pa´l baile

Lo primero de Perú que no verá Maduro: Pico Huscarán (6.768 m)

Los programas noticiosos de Globovisión desmienten a diario la versión oficialista de que aquí no hay crisis humanitaria, escasez de medicinas ni de alimentos. Pese a la censura y la autocensura impuestas por el régimen castrocomunista, No puede taparse el sol con las manos.
Por eso, pese a que Juancho es el único Figallo chavista conocido, en su descolorido programa Más noticias –en el cual sobra la prensa hegemómica y escasean medios opositores que aún sobreviven–, dedica más del 50% del contenido al solidario, un generador de caracteres con los medicamentos solicitados por los telepacientes y sus familiares, así como el número de sus celulares.



“El solidario” desmiente al oficialismo

Esta letanía de pedimentos se mantiene durante toda la programación del citado canal, y es extensiva a los noticiarios de Televén y Venevisión. Lo más notable de los nombres de los específicos es que no edtán destinados a las denominadas enfermedades catastróficas los seguros: ACV, cáncer, sida.
No, en la lista cotidiana aparecen el Diclofenac ­­–para reducir el dolor, la hinchazón y la rigidez causadas por la artritis–, el Eutirox –levotiroxina sódica, para tratar las enfermedades y disfunciones de la glándula tiroides–, Losartán –hipotensor que le permite a la sangre circular mejor y al corazón bombear con mayor eficiencia– y Omeprazol –inhibidor que reduce la secreción de ácido clorhídrico en el sistema digestivo con sólo una dosis diaria–. Según la Cámara Venezolana de Farmacia, la falla en estos ítems oscila entre el 90 y el 95%. Cuando al fin aparece alguno –como sucedió en días pasados con Omeprazol, los precios saltaron a más de Bs. 500 mil, en momentos donde la pensión del IVSS no supera los Bs. 400 mil.
En ciertos casos –no en todos– la pedigüeñería del narcorégimen se ha impuesto, y cuando uno le indica amablemente a los solicitantes que pueden hallar los medicamentos en la farmacia tal, le responden que ellos necesitan que se la compren y se la lleven. Lo cual, además de ingratitud, es otra canallada del sistema marxista estalinista, para destruir la poca autoestima que aún pudiera existir.

“Si tiene cáncer, opérese afuera”–: Dr. Juan Manuel Olivares

Si se analiza el segmento más costoso de las enfermedades, los seguros y los asegurados, la situación es mucho más dramática. Recomienda a quienes deban operararse de cáncer y puedan hacerlo el doctor José Manuel Olivares, diputado a la Asamblea Nacional por el Estado Vargas –@joseolivaresm–, que se vayan al exterior, por la falta de equipos, insumos y medicinas. Empero, al regresar con sus adquiridas prescripciones fuera, los pacientes deben sufrir la humillación de que les revisen las cajitas –como si los cubanos de Maiquetía y los guardias nazi-onales fuesen farmaceutas–, y el disgusto de que les cobren impuestos por remedios que aquí no hay. Porque esa es la nueva orden de arriba.
La guinda del cóctel son los honorarios de los galenos. Cerca del Locatel e la Avenida Solano, en Caracas, se forma a diario una cola grande. Le pregunté a quienes la hacían qué era lo que allí vendían. Me dijeron q      ue era una clínica, donde los diagnósticos todavía costaban Bs. 250 mil. Y es que, en otras, han subido a un millón –de los de ahora, 10 millones de los de antes–. Y si hay que volver otra vez, otro millón. Un Perfil 21 vale millón y medio.
En bodegas y automercados se forman filas interminables e inmóviles todos los días. Uno le pregunta a la gente, ¿qué espera? Y la respuesta es–: A ver qué llega…
En el extraordinario relato Paula, dedicado a su hija moribunda, Isael Allende pinta un fresco sobre la capital chilena que igual podría ser un retrato de Caracas:

Isabel Allende: En “Paula” pintó un fresco de la Caracas actual

A comienzos de 1973 Chile parecía un país en guerra, el odio gestado en la sombra día a día se había desatado en huelgas, sabotaje y terrorismo de los cuales se acusaban mutuamente los extremistas de izquierda y derecha. Grupos de la Unidad Popular se apoderaban de terrenos privados donde establecían poblaciones, fábricas para nacionalizarlas y bancos para intervenirlos, creando tal clima de inseguridad que la oposición al gobierno no tuvo que esmerarse demasiado para sembrar el pánico […] Sin agujas ni algodón, los hospitales se paralizaban, sin repuestos para las máquinas, no funcionaban las fábricas. Bastaba eliminar una sola pieza y se detenía una industria completa, así quedaron miles de obreros en la calle. […] Empleados de bancos y funcionarios de la administración pública también montaban guardia para evitar que sus colegas del bando contrario mezclaran papeles en los archivos, destruyeran documentos y colocaran bombas en los baños […]lo mismo ocurría en el gobierno, los partidos de la Unidad Popular se repartían el poder en cuotas y las decisiones pasaban por tantos filtros, que cuando finalmente algo se aprobaba no se parecía ni remotamente al proyecto original […] Aumentó el caos, se vivía un clima de precariedad y violencia latente, la pesada maquinaria de la patria estaba atascada […] Por las noches Santiago tenía el aspecto de una ciudad devastada por un cataclismo, las calles permanecían oscuras y casi vacías porque pocos se atrevían a circular a pie, la locomoción colectiva funcionaba a medias por las huelgas y la gasolina estaba racionada […] Miles de cabezas de ganado fueron llevadas a Argentina por los pasos del sur y otras sacrificadas para evitar su distribución en los mercados…[1]
El mercado negro de alimentos funciona en Caracas como lo hacía en Santiago de Chile hace 45 años. Los productos importados se venden, dolarizados, en automercados donde los resudentes boliburgueses son mayoría, por ejemplo,  en Santa Rosa de Lima, donde 1 lb de azúcar hecha en el Imperio, (0,454 Kg), se vende a Bs. 198 mil. En otros expendios, como las panaderías, la barra de pan campesino están a Bs. 22 mil y el ½ Kg de café a Bs. 200 mil. En La Monserratina, el kilo de tocineta cuesta casi 1 millón, igual que el jamón de pierna; pese a que el gobierno ordenó regresar a los PVP de noviembre pasado. Los frigoríficos cerraron, y sólo se consigue carne de res entre Bs. 330 y 450 mil por kilo.
El testimonio de Isabel Allende es muy válido, porque la autora, aun siendo partidaria del régimen, no pudo tapar el sol con las manos respecto al experimento de aquél gobierno socialista.
Empeñado en mantenerse en el poder, Maduro acerca cada vez más a Vemezuela a una transición a lo Allende. Pero, a diferencia del difunto presidente chileno, los jerarcas ddel Socialismo del Siglo XXI no se han caracrterizado, precisamente, por su valor. El primer mandatario y la primera combatiente batieron el récord del correcaminos en la carretera Caracas–San Antonio del Táchira el 11–A. Ese mismo día, Hugo Chávez se aferró a la sotana del Cardenal Rosalío Castillo Lara para que no le dieran quiquiribú. Al final, Chávez pagó este servicio calificando a los obispos de diablos ensotanados, frase que también emplea su sucesor.



PPK: ...con tu música a otra parte

Mientras tanto, Maduro se prepara para llegar a la Cumbre de las Américas por aire, tierra o mar, el presidente peruano le envió el siguiente twiter: Considerando la actual situación en Venezuela, mi gobierno ha decidido que la presencia del presidente Maduro en la VIII Cumbre de las Américas, ya no es bienvenida. Esta decisión cuenta con el respaldo del Grupo de Lima y se sustenta en la Declaración de Quebec de 2001 (@ppkamigo). Asi es que, No te vistas, que no vas pa´l baile.




[1] Allende, Isabel: Paula, PP 204–5, Plaza & Janés, Bogotá, 1998

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