lunes, 22 de octubre de 2012

Y con el mazo dando…


Una guerra cuya crueldad y saña no tienen banderas
En mi blog anterior me referí a los íncubos y súcubos, criaturas demoníacas que adquieren apariencia humana para posesionarse de los espíritus vivos.
Esta esquizofrenia satánica es posible cuando, al llegar a la edad de la razón, la persona no adopta una ética que le permita crecer en valores, por lo cual el vacío que queda en su alma se llena con cualquier basura.
De hecho, muchos delirios patológicos derivan de la confrontación entre dos personalidades la del poseído y la del poseedor, saber que empleó para perpetuarse en el poder Papa Doc, el tirano más sanguinario y longevo que hubo en Haití, combinando a la magia negra los zombis con el sadismo de los tonton macoute, destinados a aterrorizar, torturar y eliminar a sus adversarios.
Es el zaragozano Francisco de Goya (1746-1828), pintor de la Corte Española, quien visualiza a los íncubos y súcubos a la perfección, en la primera guerra descrita en imágenes.
Según Tomás Eloy Martínez: En la guerra que narra Goya, la crueldad y la saña no tienen banderas [] En aguafuertes sucesivos, dos soldados franceses clavan sus bayonetas en españoles indefensos que sangran por la boca; y, en seguida, un español de rostro enloquecido, se dispone a rematar de un hachazo al ya indefenso soldado francés que atina apenas a protegerse con la mano.
Hasta observar la obra de Goya en tiempos de guerra, consideraba como impropio del arte exponer la crudeza del horror, lo cual no hace falta, pues ya la realidad y sus fotografías las transmiten con suficiente elocuencia.
Mas el lenguaje directo, abierto de Goya, descubre que el horror no sólo sucede fuera y lejos, sino también dentro de cada uno de nosotros, en lo más hondo de la naturaleza humana. La mera contemplación del Mal, por ajeno que sea, nos transforma en cómplices inevitables.
Dios y el comunismo son incompatibles
Dado el rechazo  que la negación de Dios ha tenido entre centenares de millones de rehenes del sistema comunista o como quiera llamársele ahora, los líderes marxistas han modificado su estrategia y algunos, como el Guasón, hasta se dan golpes de pecho por televisión en vivo, oran y comulgan ante su santos y santas favoritos y reciben las bendiciones de clérigos que les son políticamente adeptos.
Demasiado mal han hecho esos relatos y películas donde los demonios son vencidos con crucifijos y frases enigmáticas en latín.
Los exorcismos requieren, como puede asegurarlo cualquier sacerdote que haya completado correctamente sus home works, de  instinto, conocimiento y experiencia. De mucho más que un doctorado en Teología para enfrentar y derrotar a las ánimas de la ruindad.
De manera que los gobernantes autoritarios actuales no le temen al Infierno, ni a las sotanas, ni al sacrilegio.
Los chinos, por ejemplo, permitieron de nuevo la difusión de los pensamientos de Confucio. Putin dio libertad de culto en esa nueva Rusia explotada por viejos agentes de la KGB y funcionarios soviéticos corruptos que dirigen la novísima mafia internacional. Cuba recibió al Papa Benedicto VI como el visitante más ilustre de la Revolución, declaró feriados algunos días píos y acordó soltar a los presos solicitados por mediación de Joseph Alois Ratzinge de forma carauteada. Pero, al fin y al cabo, los ha ido soltando.
Empero, ninguno de los dirigentes de dichos países es candidato a la beatitud, ni por asomo. Aunque sí han avanzado, gatopardianamente, al dar la percepción de un cambio para mantener su status quo, a diferencia de los chaburros de acá, .
Es que el socialismo del Siglo XXI, foropaulismo, castro comunismo, bolivarianismo o y cualquier otro nombre que asuma la Bestia para velarse y Dios son incompatibles; porque la base de tales ideologías se basa en el Materialismo Histórico y Dialéctico –o negación de la presencia de Divinidad en la Creación y en el hombre mismo- y la democracia en el Humanismo –donde se reconoce anímicamente a cada humano como entidad única, cuyo molde se rompe al nacer-.
Una elección que no debió perderse / otra que se perderá si…
Imagino que Diego Arria no es un personaje cómodo como aliado, pues tiene la mala costumbre de decir la verdad en público.
En su más reciente declaración, difundida en La Razón (21-10-12), asegura que Chávez no sale por vía electoral, que el voto no fue auditado, que  el 7-0 hubo fraude en cámara lenta, y que gobierno y oposición cohabitan.
Arria, uno de los 5 candidatos que participaron en las primarias de la MUD, asevera, asimismo, que es políticamente incorrecto, y por eso le niegan espacio en Globovisión. Además, piensa que se debe seguir votando, para que el expediente de la Caja de Pandora se siga cargando de evidencias y pruebas.
Concuerdo con él, y estoy seguro de que si la elección presidencial se perdió por falta de arrojo y complacencia, la de Miranda está en pico de zamuro.
Por muy creyente y cristiano que Henrique Capriles sea, no puede seguir exponiéndole la otra mejilla a los fariseos, porque se quedará sin cara.
Su campaña debe atacar al súcubo de Elías Jaua. Recordar que lo único que su contendor aprendió en sus prolongadas repitencias en la UCV fue a quemar autobuses y romperle los vidrios a Cars Tocars; a destruir los medios del pueblo y la propiedad privada.
 Que –según dice- acaba de estar con Fidel, y que con este íncubo hablo 5 horas de agricultura. O sea, de cómo confiscar las tierras productivas y los galpones que aún quedan en Miranda. Y robarle las casas y los hoteles a sus dueños, porque las inundaciones y deslaves no los para la ineficiencia del Guasón y su combo.
Esto es lo que los votantes esperan de Capriles, y no gastarse otro centavo más en esa campaña pajiza de múdica inspiración que ya no levanta ni roncha: Hay un camino, me están descalificando, yo os perdono, etcétera.   La única manera de vencer a estos íncubos y súcubos es: A Dios rogando, y con el mazo daño.

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