lunes, 27 de mayo de 2013

Cuando el río suena…


La culpa no es del ciego, sino de quien le da el garrote
Proverbio anónimo
No había analizado el torpedo lanzado por Mario Silva contra sus propios compañeritos, porque quería entender primero los por qué y para qué del caso, ya que el mismo no amerita una simple opinión, sino una investigación de cabo a rabo.
Comienzo por hacer mías las palabras de Milagros Socorros, -El Nacional, 26/05/13- una de las más brillantes periodistas venezolanas, quien asevera lo siguiente:
La conversación entre un coronel de las fuerzas armadas cubanas y Mario Silva, sicario de Hugo Chávez, a quien éste encargaba de perpetrar sus asesinatos morales, ha puesto a Venezuela frente a una realidad que el país intentó por todos los medios desconocer: hemos sido ocupados por una impotencia extranjera. Los hijos de los libertadores del siglo XIX hemos sido colonizados por una islita hambreada, presa de una tiranía de más de medio siglo, destino turístico sexual de Europa e incubadora de un patético destino humano: la jinetera y su intrincada red de chulos []
Ese diálogo de bandoleros que tuvimos que tragar es la evidencia definitiva, la demostración concluyente que no podremos soslayar, de la deshonra que nos tizna. A presenciarlo, con bombos y platillos, nos invitó la oposición democrática, a través de los reiterados mensajes de Henrique Capriles, quien voceaba en las redes sociales como quien empuña un megáfono para publicitar, en las calles de una aldea, la inminente función de circo. Con innecesario y pueril suspenso, la grabación fue anunciada como si se tratara de un logro de la oposición, del país, de algún venezolano, de algo positivo que por fin hubiera ocurrido. Muy lejos de eso, era el reventón de un pozo séptico que en su estallido no sólo dejó pringado al presidente de la Asamblea Nacional, cubierto de insultos y de imputaciones, al Ejército de Venezuela, a muchos altos oficiales de la Fuerza Armada, al Consejo Nacional Electoral, al partido de gobierno, a ciertos directivos de VTV, al Presidente de la república impuesto por el CNE, a la primera dama… no sólo enterró a estos en una montaña de vituperios, sino, lo más importante, es que aplastó al pueblo venezolano al restregarle en la cara su subordinación a los Castro y su soldadesca.
El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
Lo peor de la grabación, querida Milagros, no es su contenido –que ya lo conocíamos o suponíamos con bastante certeza-. Lo peor es cómo pudimos caer tan bajo, así como la responsabilidad de cada uno de nosotros no sólo en haber llegado tan lejos, sino en dejar que todavía esta vergüenza se mantenga. Pues nadie me convencerá que la culpa es de los cubiches, o el Foro de Sao Paulo, o el Santo Cachón; sino del popule meo, del pueblo mío. De todos y cada uno de los venezolanos. De los políticos, de los boliburgueses, de los empresarios de medios y de quienes alguna habilidad tenemos para escribir aunque, como sucede en mi caso, no me paguen por hacerlo.
La semana pasada vi a quien, durante la llamada IV República, actuó como el doctor Jekyll en la novela de Roberto Luis Stevenson. O sea, con sindéresis, conforme a los ideales que pregonaba, en contra del crimen político, la corrupción y el uso del poder para el propio provecho.
En esta ocasión, convertido en el señor Hyde desde hace 15 años, apareció retratado durante el lanzamiento desde La Orchila de un misil Mark II, repotenciado en Cuba. Y recordé cuando le saludé por vez primera, como líder juvenil de un partido que oscilaba entre el liberalismo popular y la socialdemocracia.
Desde esa ocasión, la mayor parte de mi existencia adulta estuvo influida, de alguna manera, por JV súper estrella. No porque así  lo hubiese querido, sino porque, desde 1958 hasta hoy, se dedicó a acumular riqueza y poder de manera creciente, por sí mismo y de manera nepótica.
JV súper estrella fue y hizo de todo. Desde diputado de oposición hasta candidato a la Presidencia de Venezuela, opción a la cual se presentó 3 veces sin éxito en 1973 y 1978 -en ambas oportunidades auspiciado por el MAS-, así como en 1983 -por el MEP, PCV y un chiripero-, con muy precarios resultados 4,26%, 5,18% y 3,34% de los votos respectivamente, Junto con su actividad política también ejerció la abogacía. A eso y al periodismo se dedicó, mientras calentaba su brazo siniestro para coronarse VP Ejecutivo y Ministro de la Defensa de la revolución castrochavista.
JV súper estrella ascendió al máximo nivel no electivo posible durante el mandato del Difunto gracias a su programa televisivo en Televén por aquel entonces, donde exponía sus puntos de vistas, críticas y denuncias contra los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera.
También pesó mucho a su favor -sobre todo entre los intelectuales de izquierda- su amistad con Fidel Castro y los ensayos Tiempo de verdades, Socialismo y democracia y La administración de justicia en Venezuela; así como la denuncia sobre el asesinato del docente universitario y secretario general del PCV, Alberto Lovera, secuestrado el 17 de octubre de 1965 frente a la entrada de plaza de Las Tres Gracias de la UCV por funcionarios de la Digepol. A Lovera lo encarcelaron y torturaron por 9 días en la sede de la policía política y, aparentemente, se les murió en el proceso.. El 27 de octubre de 1965, su cadáver apareció sumergido en la playa de Lecherías, en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui.
JV súper estrella, disfrutó plenamente de esa por él criticadísima y detestable etapa de la derecha burguesa llamada IV República, trabajando como marchand d’Art, una gestión que parte de su clientela podría haber estimado extorsiva, de no ser porque en Venezuela era más barato comprar obras de arte que aparecer denunciado en sus columnas por cualquiera transgresión cometida. O contar con su apoyo para alguna aventura, política o no, mas siempre altamente lucrativa.
La compraventa de esculturas y cuadros no es delito, salvo para una mente  retorcida como la Farruco Sexto, quien considera al socialismo como el único realismo posible -criterio oficialista según el cual quedarían proscritas todas las novelas del Gabo- y, a sí mismo, como la singular opinión autorizada para descalificar obras de arte de factura nacional, y a cobrar por las suyas moneda gruesa en divisas, como lo hiciera en cada etapa de la construcción de los monstruosos mamotretos del Panteón y el Nuevo Circo, inmuebles que espero sirvan a futuro como museos poscomunistas donde se muestren los desmanes del régimen que hoy agoniza.
El cambio actitudinal de JV súper estrella fue súbito y notorio: Tan pronto fue nombrado VP Ejecutivo, se olvidó de los amigos y favores recibidos, y se dedicó a su beneficio particular, según asientan los mismos ñángaras. En el periódico El Libertario -18/10/12- puede leerse lo siguiente: Quienes pisotean hasta el desprecio el legado de Alberto Lovera son los propios marxistas. ¿La razón? Esa particular concepción que les motivó a hacer campaña electoral, codo a codo, con Roger Cordero Lara, asesino de revolucionarios en la Masacre de Cantaura durante la IV República.
Los enanos sin Blancanieves
Lo más jodido de JV súper estrella es su responsabilidad participativa y protagónica –no porque yo lo afirme sino porque puede inducirse aplicando la hermenéutica periodística - en la destrucción ética, social y económica del país.
En la entrega del mismo a Cuba.
En su presunta asociación con la Banda de los enanos –cuyo jefe, el magistrado Maikel Moreno llegó a su alta investidura no gracias a su currículo sino a su prontuario, pues en 1987 fue condenado por el homicidio de un joven ocurrido en Ciudad Bolívar; y en 1989, implicado en la muerte de Rubén Gil Márquez, asesinado durante un tiroteo en Caracas-.
En su supuesta autoría intelectual de asesinato del fiscal Danilo Anderson, documentada por el diputado Pablo Medina, en un libro no desmentido ni cuestionado.
Otra de los más importantes integrantes de la tribu judicial de la cual JV súper estrella sería su operador político es Belkis Cedeño, ex presidenta del Circuito Judicial de Caracas, a quien la Revista Analítica, en publicaciones que van del 2010 al 2012,  atribuye múltiples decisiones ilegales durante sus funciones, entre ellas la violación del software que garantiza la imparcialidad electrónica en distribución de los casos penales, a fin de acceder y controla los presumiblemente más rentables; jugada que le permitió, por ejemplo, entubar el conocido affaire Microstar.
Los reportes de Analítica abundan en detalles sobre cómo se tomaban las decisiones en la tribu. Describe, verbigracia, de qué manera el acto conclusivo de uno de los casos manejados se decidió durante una parrillada, celebrada en casa del juez Diego Damasco, en la cual participó la banda completa, y por el que cobraron la módica suma de 500 mil dólares.
En otra operación de manipulación de expedientes, la banda extorsionó al propietario de un conocido instituto educativo privado de Caracas, con 300 mil dólares, para excluirlo de la lista de los asistentes a la juramentación de Pedro Carmona en abril del 2002.
 El mismo modus operandi lo utilizó la banda en el caso de la clínica Vista Alegre, para controlar la inhibición de la jueza Rita Hernández un día sábado, sin que se produjera flagrancia, así como la distribución, para asignárselo a uno de sus miembros, Gumer Quintana, quien sobreseyó la causa para complacer a otro de los enanos. Quintana es descrito es otra de las joyitas, portador de amplio prontuario judicial: enjuiciado por robo a mano armada, con un tiro en el glúteo cuando intentó escaparse tras cometer un atraco. Empero, su expediente fue desaparecido, ya que este juez resultó esencial para montar la farsa del testigo clave, Giovanny Vásquez, del caso de la ejecución del fiscal Danilo Anderson.
Analítica también describe cómo estos mal llamados jueces organizaron la suspensión legal de las operaciones bursátiles a través de los bonos ADR en la Bolsa de Valores de Caracas, hecho que  volvió a saltar a la palestra publica con el reciente VTR de Mario Silva, a petición del entonces vicepresidente José Vicente Rangel, para desestabilizar por 48 horas a la banca. Esta acción trajo aparejada la destitución la juez 34 de Control, que actuaba como secretaria de Maikel Moreno y cargó con el muerto.
Finalmente –y además de los ya citados Belkys Cedeño y Maikel Moreno-, Analítica menciona a los siguientes abogados en el patuque, algunos de ellos vinculados con conocidas empresas financiares, locales y foráneas, y, más recientemente, con los medios masivos independientes: Jesús Orangel Silva, Francisco Silano, José Benigno Rojas, Diego Damasco, François Yen, Raúl Gorrín, Gustavo Perdomo y 60 más.
Lo grave es que esa ventana supuestamente  independiente llamada Globovisión, pareciera estar cerrándose. Así lo reclama Henrique Capriles, aunque, si bien es cierto, el ex candidato presidencial no puede pretender estar siempre en vivo y directo, cuando lo que dice es la repetición de su discurso de campaña. Un canal de noticias tiene otros materiales que exhibir a diario,  como los desastres naturales, los chismorreos sobre ricos y famosos y las guerras. Yo creo que el estratega de Capriles debe revisar su argumento, y que al mismo gobernador mirandino le toca ser más proactivo.
Pero que más llama la atención sobre Globovisión es la salida de tres personajes: Vladimir Villegas –sin siquiera encargarse de su Dirección-, Kiko Bautista –presentador de Buenas Noches- e Ismael García –diputado y animador de Aló, Venezuela-. Cuando el río suena, piedras trae.

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