jueves, 2 de mayo de 2013

¿Hasta cuándo la otra mejilla?


Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.
Charles Dickens: Historia de dos ciudades
Un liderazgo sin partidos
Créanlo o no los politicastros que cuidan sus canonjías como si fueran vástagos, quiéranlo o no los boliburgueses que ven guindando la continuidad de sus ingresos mal habidos, acéptenlo o no los opináticos de oficio que vuelcan a diario toneladas de paja sobre persuasión, negociación y diálogo en los llamados medios independientes; el 14 de los corrientes hubo un cambio cualitativo, un salto dialéctico –sé que el término ofende a algunos anticomunistas a ultranza, pero es rigurosamente exacto y se refiere a la retórica de Georg Wilhelm Friedrich Hegel para explicar la evolución, décadas antes de que el dueto Marx-Engels la incorporara a su colección de ladrillos de ciencia-ficción-.
A mi juicio, de nuevo ganó la antipolítica, pero esta vez no contra Copei y Acción Democrática que quedaron relegados al pasado por una mayoría de votantes que ni siquiera los conoció o recuerda, sino contra el PSUV, en el plano objetivo, y contra la dictadura comunista de los hermanos Castro Ruz, que es la que manda en Venezuela a través de sus esbirros, actualmente identificados ampliamente por la mayoría que les castigó.
Si no hay AD, Copei, MUD, medios libres ni empresarios progresistas, ¿qué hay? Un liderazgo popular, sin apparatchik ni nomenclatura, reactiva en las urnas comiciales contra el miedo, la ocupación extranjera –especialmente la cubana, pero también la narco-guerrilla colombiana, la china y la iraní-, la inseguridad y  peladera generalizadas y todos los males y desmanes sobrevenidos con la revolución socialera, zumba, canalla y rumbera.
Un liderazgo que arranca con un contingente muy nutrido, la mitad o más de la población, pero que necesita ser trabajado para mantenerse, crecer y, finalmente, devolverle su porvenir, soberanía y democracia a Venezuela.
Hubo dos Cristos
A los cristianos les complace recordar la metáfora de Jesús de Nazaret sobre poner la otra mejilla cuando te cachetean la primera. Por supuesto, se trata de un tropo que, a mi parecer, implica devolver el mal con el bien. Y no, como Henrique Capriles pareciera entenderla literalmente, dejar que te carajeen impunemente los malnacidos diputados oficialistas pudiera ser una mala manera de derrochar el capital electoral obtenido.
Pues lo que no recuerdan nuestros cristianos bolsiclones es la otra metáfora, la de la higuera. Andaba Cristo sediento, hambriento y cansado cuando divisó una higuera, cargada de frutos. Intentó alcanzarla, pero todos sus esfuerzos fueron vanos. Por lo cual agarró un tremendo disgusto – por no nombrar la otra palabra, que también le daba, como cuando expulsó a los mercaderes del templo – e hizo un milagro pero al revés: secó la higuera. Para siempre, además.
El hecho de que la inculta canalla que domina la Anal –así debiese denominarse la Asamblea Nacional- y su roedor jefe –quien será eternamente recordado por haber convertido las bibliotecas públicas de Miranda en papel higiénico- estén acostumbrados a maltratar a las mujeres –así se los enseñó a hacerlo el difunto-, por sí mismos o con el apoyo de marimachas; no significa que los oposicionistas deban permitir que le fracturen la nariz en cuatro partes a María Corina Machado.
Y que el gordo de caca ese, el suplente de Amoroso que llevaron de matón, no reciba un manoplazo –instrumento que yo hubiese llevado, en lugar de un casco y un pito, si me hubiese tocado enfrentar a esos hijos de mala madre-. Y después del manoplazo, una denuncia ante la Fiscalía, aunque las percusias no hagan nada. Por último, una protesta ante los organismos sindicales y gremiales del mundo por el palurdo montaje de Villegas el malo, para evitar que la corresponsal de la BBC y otros palangristas lo emitan como contenido cierto. Eso es lo que yo haría, y no salir con la pendejada de: ¡No pisen el peine!
Mientras el show sigue su trama, el Ilegítimo voló a Cuba, a entregarle dos millarditos más a Raúl. Como cuota inicial de la sangría de su mandato, me imagino. Y nadie dijo ni pío.
Al otro que no le paran
El general de división e ingeniero en telecomunicaciones Carlos Julio Peñaloza, en su artículo Crónica de un fraude anunciado, publicado en Opinión el 20 del mes pasado, acusa a Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, Jessy Chacón y Oscar Schemel de haberse confabulado contra la integridad del sistema electoral venezolano, pues con Smartmatic no podrían perder.
Según Peñaloza, pensaban que todo estaba bajo control, que las denuncias de fraude habían sido neutralizadas, entre otros por el Grupo La Colina infiltrado en la MUD, para mantener el camino abierto a sus maquinaciones con los hermanos Castro. Que el Ilegítimo sería Virrey, y recibiría con el cetro de manos de Raúl.
Empero –asegura Peñaloza- la trampa no estaba blindada pese a que mucha gente había creído la historia que el sistema sólo transmite al final del día y no es bidireccional. Burda mentira para quienes desconocen no conocen la inteligencia telemática y las tecnologías de punta que existen. Telemática es la interrelación entre telecomunicaciones e informática. El vínculo entre de Smarmatic y Cantv es telemático.
Un émulo de Aponte Aponte
En su fascinante relato, Peñaloza describe la llegada a EEUU de Christopher Bello Ruiz, un ingeniero experto en telemática, ex hacker de Diosdado Cabello. Su última asignación asignaciones fue infiltrarse la red secreta del CNE. Que transmite data en tiempo real para el G2 en Cuba.
Antes de las elecciones, Cabello acusó a Bello de filtrar información y ordenó al la inteligencia militar y a la policía criminal le investigaran, por lo cual el hacker salió de Venezuela y está tramitando asilo político. Cuando lo reciba, revelará información clasificada sobre el fraude el 14A que hará estremecer al país y al mundo entero Venezuela. Por ahora, toda la documentación está en poder de la justicia estadounidense.
Mi mentor coriano dice que la prueba de hombría se supera por primera y única vez. No caer en provocaciones puede ser una estrategia adecuada cuando se argumenta con seres racionales. Pero sabiendo lo que todos saben, ¿hasta cuándo la otra mejilla?

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